Vuelve a ser Lunes. El tiempo corre y se escapa como el aire que corre por la ventana rota de mis sueños de juventud.
Empezando las campañas de
Age of Empires: Definitive Edition.
Oh, sí, esto está ocurriendo. Va a ser el proyecto que va a bloquear mi rotación de juegos durante el resto del año. Bueno, todavía no, que el
Age 1 al menos está más o menos contenido, pero cuando llegue el
2 las cosas se pararán en seco porque ese juego tiene expansiones infinitas (de hecho el Viernes pasado anunciaron una nueva).
Pero bueno, eso llegará cuando tenga que llegar. De momento hablemos sobre el primer juego.
Age of Empires es un juego que me marcó bastante, pero que sufrió en sobremanera cuando salió la segunda parte y básicamente lo mejoró en todo. Regresar a él tras haber jugado a
Age of Empires 2 duele un poco, especialmente en lo que se refiere a lidiar con temas como el pathfinding de las unidades, que es mucho peor de lo que recordaba. Y sí, estoy jugando a la versión "definitiva" (pongo esto entre comillas por cierta expansión que llegó más tarde), pero la verdad es que dicha versión hace bastante menos por solucionar los problemas del juego de lo que me esperaba.
Pero hey, tampoco es que esta cosa sea injugable. Hay algunas cosas que son un incordio, y otras que me descolocan y confunden (¿Por qué están las mejoras de torres y murallas en el granero?), pero sigue siendo el juego que recuerdo que me gustaba en su día, por mucho que se haya quedado atrás.
Mi intención es jugar a todas las campañas de la saga sin meterme en escaramuzas ni nada parecido.
Age Of Empires 1 salió en su momento con 4 campañas, una de ellas siendo El Ascenso de Egipto, que sirve como tutorial. La Expansión de
El Auge de Roma añadió otras cuatro campañas, y finalmente la Edición Definitiva añadió un par más que aparentemente eran exclusivas de las demos de los juegos originales en su momento. Existe una expansión más llamada
El Retorno de Roma que salió hace relativamente poco, pero es un caso especial del que hablaré más tarde cuando llegue su momento.
En lo que llevo jugado, me pasé toda la campaña de Egipto del tirón. Es la más larga, con 12 escenarios (la mayoría de las otras campañas tienen entre 4 y 8), aunque muchos de ellos las cosas simples que cabe esperar de misiones que están diseñadas para enseñarte a jugar al juego, así que en realidad no sé como se comparará con el resto de campañas cuando tienes en cuenta el tiempo acumulado.
Empecé también la siguiente campaña, Gloria de Grecia. El primer escenario consiste en montarte una finca con granjas mientras destruyes todas las granjas enemigas. Empiezas con un puñado de aldeanos y guerreros, pero sin una base establecida, estilo nómada. Si tiras hacia el sureste puedes toparte con la base del jugador amarillo y arrasarla con los guerreros iniciales antes de que pueda montar sus defensas, quitándotelo del medio y quedándote con los recursos que se supone que estaban preparados para él. A partir de ahí simplemente tienes que tener cuidado del jugador rojo, que es el principal enemigo y la fuente de las granjas que tienes que destruir. También hay un jugador rosa en el noreste, pero no hizo nada durante toda la misión y se dedicó a ocuparse de sus asuntos. Tras mandar un explorador y comprobar que el tipo no tenía ninguna granja decidí ignorarle.
El segundo escenario tampoco es difícil, pero me llevó algo más de tiempo. Tienes que capturar unas ruinas que están en el otro extremo del mapa y construir dos torres a su alrededor para defenderlas. El problema es que la base enemiga está justo en medio del camino. Construyendo unos cuantos barcos para defender el río puedes acabar colándote por la parte trasera y solo tienes que tener cuidado con un par de torres que el tipo tiene puestas en medio.
Y ahí me he quedado. Francamente, la mayor dificultad para mí de esta primera campaña seria es que no me gustan los Griegos. Su total carencia de unidades de arquería entra en conflicto con mi estrategia habitual de "vomitar flechas en masa".
Acabado
Ys: Memories of Celceta.
Hacia el final del juego se te abren dos mazmorras que puedes explorar en el orden que quieras antes de entrar en la mazmorra final. Cada una de estas mazmorras contiene el combate contra uno de los dos esbirros del malo principal, que por regla general no son difíciles EXCEPTO por el hecho de que tienen un ataque que te volatiliza. El tío grandullón en concreto tiene una especie de láser a lo bestia que se pone a cargar durante un rato pero luego lo lanza sin avisar y prácticamente te mata de un golpe. Es lo único que tiene el tipo a su favor, porque el resto de ataques son fáciles de evitar esquivando. Lo mismo va para la tía del grupo de los malos, con la diferencia de que su súper-ataque es una lluvia de proyectiles que es algo más fácil de evitar.
Después de esos dos entras en el santuario final donde te enfrentas contra el ángel, y viene a ser tres cuartos de lo mismo: Ataques relativamente fáciles de evitar, con un único súper-ataque que te volatiliza. No puedo decir que sea especialmente fan de este diseño.
Tras esto hay una última mazmorra dividida en tres ramas, cada una con un tipo de puzzle distinto que tienes que resolver para navegarla y un sub-jefe al final. Cuando abres los tres caminos acabas luchando contra el jefe final, que es esta especie de robot enorme en medio de un anillo por el que puedes correr y dar vueltas a su alrededor. Curiosamente, este bicho no comparte el paradigma de los últimos tres, y no tiene un súper-ataque de la hostia que te aniquila si te da. En vez de eso su combate es algo caótico al principio, pero tampoco está tan mal una vez le pillas el truco.
Tras esto hay unas cuantas escenas más y el juego acaba con un duelo contra el malo en el que solo llevas a Adol. Este es bastante más fácil que todos los jefes anteriores, especialmente porque puedes bloquear y contraatacar todos sus ataques. E incluso si en vez de bloquear esquivas sigue siendo simple con la cantidad de pociones acumuladas que seguramente tendrás a estas alturas.
El final del juego es... Abrupto, por decirlo de forma simple. Se hace incluso chocante lo poco ceremonioso que resulta. Ni siquiera da cierre a las historias de los personajes que te acompañaban; se quedan atrás para abrirte el paso al lugar donde sucede el enfrentamiento final y no vuelven a salir, aunque se nos asegura que todos están bien. Es un poco decepcionante, la verdad.
Pero bueno, así en general,
Memories of Celceta está bien... Y no mucho más. No puedo decir que este juego me haya causado impresiones notables en ningún sentido, ni de forma positiva ni negativa. A pesar de sus diferencias claras con
Oath in Felghana, especialmente en lo que se refiere a exploración y al hecho de que controlas a varios personajes a la vez, me ha parecido que este juego estaba más o menos en la misma línea. Si acaso, este puede que me gustase ligeramente menos debido a que era bastante más facilongo.
Felghana también tenía mejor OST, aunque la de este juego tampoco sea manca.
Me ha gustado: Más abierto que los juegos anteriores. Diversos personajes con los que jugar.
No me ha gustado: El juego en general se me ha hecho un poco machacabotones.
Y eso es todo por esta semana. No, no jugué a
Advance Wars, aunque con algo de suerte quizá lo acabe para la semana que viene.
Age of Empires tendrá el control casi absoluto de mi tiempo, sin embargo. En cuanto al sustituto de
Memories of Celceta... Será un RPG de SNES. Con dragones. Pero dudo que lo empiece esta semana.