Allá vamos una semana más...
Jugado y técnicamente finiquitado el
WarioWare: Get it Together.
Para los que no lo sepan, la saga
WarioWare consiste en superar una serie de micro-juegos absurdos en sucesión. Cada uno de ellos dura entre tres a cinco segundos, más o menos, y a medida que avanzas la dificultad y la velocidad aumentan. El objetivo es simplemente ver cuantos eres capaz de superar antes de perder todas las vidas e intentar superar tu récord. La saga siempre ha estado bastante atada a las novedades que Nintendo iba sacando para su consola. De esta forma, después del juego básico de GBA también tuvimos uno que hacía uso del giroscopio de la consola, el lápiz táctil de la DS, el sensor de movimientos de la Wii... y también hubo uno que te permitía crear tus propios micro-juegos, pero ese fue una rareza.
Con la llegada de la Switch era de esperar que WarioWare intentase hacer algo con los joycons de la consola, y efectivamente eso es lo que ha acabado pasando, pero lo hace de una forma bastante interesante. En este juego constrolas a los personajes de la saga en sí, que hasta entonces siempre habían estado en segundo plano, e intentas superar los micro-juegos con ellos. Cada personaje se controla de una forma distinta, aunque todos ellos son muy simples y algunos solo tienen diferencias anecdóticas. Wario, por ejemplo, puede volar con su jet-pack y realizar ataques laterales. Young Cricket se controla como controlarías un personaje en un juego de plataformas. 18-Volt no puede moverse, pero dispara proyectiles de forma omnidireccional mediante el joystick. Kat y Ana también se controlan como un personaje de plataformas, excepto que no pueden dejar de saltar constantemente y pueden disparar shurikens hacia un solo lado (depende del personaje). Todos estos personajes están pensados para poderse controlar usando un solo joycon para que así el juego pueda ser jugado en multijugador con una sola pareja de ellos.
Todos los micro-juegos pueden ser jugados con todos los personajes, y dependiendo del que llevas la experiencia puede resultar bastante distinta. Cuando eliges el grupo de micro-juegos, el juego te hace elegir también el grupo de personajes con el que vas a jugar, y cada vez que pasas al siguiente juego tu personaje también es elegido de forma aleatoria. Esto es una idea curiosa que ayuda al juego a sentirse fresco y encaja con el absoluto caos que siempre ha sido el estandarte de la saga, pero a la vez puede resultar frustrante ya que no todos los personajes son igual de buenos para todos. De hecho, algunos personajes como 9-Volt, cuyo movimiento no puedes controlar, hacen que se te encoja el esfinter cuando los ves aparecer entre micro-juegos, especialmente a medida que aumenta la velocidad y su monopatín se vuelve cada vez más rápido.
Y es que no todos los personajes son igual de buenos para todas las situaciones, y creo que no hay personaje que mejor represente esto que otro miembro de la familia Volt: 5-Volt. Este personaje tiene una especie de fantasma que puedes controlar libremente con el stick, y pulsando el botón de acción su cuerpo se teletransporta a donde está el fantasma con una explosión. 5-Volt tiene serios problemas para lidiar con micro-juegos que consisten en ejercer fuerza constante sobre objetos (cualquier cosa que consista en empujar o mantener en una posición concreta algo), pero luego hay otros juegos que son completamente ROTOS por ella. Hay uno en el que hay un nudo de tuberías y tienes que elegir la que lleva a una gema. 5-Volt puede usar a su fantasma para teletransportarse directamente a la gema ignorando las tuberías por completo.
Con todo esto,
Get it Together me ha parecido una de las propuestas más interesantes que la saga ha tenido desde prácticamente su incepción. El modo historia se pasa en un par de horas (si es que llega a eso), pero luego hay logros y misiones que alargan la vida del juego. También hay una serie de mini-juegos pensados para el multijugador, y un modo de juego que te propone un reto que cambia cada semana.
Me ha gustado: El sistema de personajes le da un toque nuevo y fresco al juego que va bastante más allá de ser "la nueva versión de WarioWare que usa la particularidad de la consola". El juego mantiene el humor estúpido e irreverente que siempre ha caracterizado a la saga.
No me ha gustado: Puede ser algo frustrante ver como tu récord se ve arruinado por una mala combinación de personaje/micro-juego.
Pasado también
De Blob.
Dios, realmente no se me ocurre nada que decir sobre éste que no dijese ya en la entrada anterior. Y supongo que eso mismo es un problema del juego en sí: Se siente que varia poco a medida que avanzas, los distintos niveles se te mezclan en la mente como si todos ellos fuesen parte del mismo.
Supongo que podría hablar acerca del jefe final, el Camarada Negro. El tipo está metido dentro de un robot enorme de si mismo (porque si hay algo que el pobre no lleva bien es mantener su ego bajo control) y luchas contra él en una plataforma estilo donut, con el robot en el centro. Tienes que ir dando vueltas esquivando los paneles de pinchos que hay y los proyectiles de tinta que dispara el jefe, a la vez que vas recogiendo colores para pintar unos hexágonos de forma determinada. Cuando todos los hexágonos están pintados de forma correcta el robot queda paralizado y puedes descargar 50 puntos de tinta sobre él para hacerle daño. Haces esto unas 3 o 4 veces y te pasas el juego.
Francamente, el jefe es más molesto que difícil. Si vas dando vueltas al donut y recogiendo los colores de los robots que encuentras es muy difícil perder contra él, pero eso no significa que derrotarle sea simple, porque hay muchas cosas que pueden hacer que pierdas el color que necesitas para pintar los hexágonos, incluyendo cargarte al robot equivocado por error. También me pasó que por alguna razón al personaje le costaba meterse dentro del robot cuando este quedaba paralizado. Al final el combate se alargó algo más de lo que debería.
Pero bueno... De Blob es una propuesta interesante. El juego en realidad tiene unos niveles bastante grandes con un buen puñado de coleccionables escondidos en ellos, y si te mola el tema de obtener todas las medallas puede darte juego para rato. Pero en mi opinión creo que la idea, aunque buena, no da tanto de sí como debería con unos niveles que se sienten bastante parecidos entre sí. Quizá una selección de enemigos algo más interesante y secciones más prominentes de plataformeo habrían ayudado a hacerlo más memorable. Tal como es, sin embargo, el juego está bien y punto.
Me ha gustado: Las mecánicas son bastante originales. Mirar atrás para ver las condiciones en las que has dejado el distrito es entretenido.
No me ha gustado: Poca variedad en los niveles y lo que haces en ellos. Los controles pueden ser un incordio en momentos delicados, y la cámara tampoco es muy buena.
Siguiendo algo más con
Legend of Grimrock 2.
Las dos áreas que exploré esta vez fueron el asentamiento de Stormbreach y el cementerio. El asentameinto es interesante porque no puedes acceder a él de forma normal; tienes que acceder desde las alcantarillas, que conectan con las ruinas. Una vez llegas a él descubres que no se diferencia mucho de las ruinas de la superficie que hay en la zona del río, excepto que esta vez viene con algunos de los enemigos más molestos del juego. Los ogros son tochos de narices, y los lobos marrones son extremadamente agresivos y rápidos comparados con los grises que habían en el bosque. El asentamiento en sí tampoco tiene mucha cosa notable de la que hablar, y de hecho la zona de las alcantarillas por la que accedes a él es más compleja e interesante. Hay un jefe que es un hombre-rata gigante armado con el cañón de un barco bajo su brazo. Fue en este combate donde me di cuenta de que los hombres-rata, que fueron un absoluto grano en el trasero durante las primeras horas de juego, ya no me hacen tanto daño.
El cementerio por su parte está en su mayor parte bloqueado por un puzzle cuya pista para resolverlo encuentras en la zona de las ruinas. Aquí hay lo que cabe esperar. Zombis, principalmente. En la cripta también encuentras caballeros esqueletos y una especie de calamares ciclópeos raros sacados de algún cuento de Lovecraft, probablemente. La cripta subterránea tiene dos niveles, y por lo general se me hizo más fácil que la zona de las ruinas, aunque hubo un encuentro sorpresa con el leprechaun loco que me las hizo pasar algo mal. Este tío aparece de vez en cuando riendo como un desgraciado, saltando de un lado al otro y lanzando bombas. No tengo ni idea de si en algún momento el juego revelará algo sobre su trasfondo.
La siguiente zona que me toca explorar ahora son las minas. Parece que voy a tener que volver a pasar un buen rato bajo tierra, pero es lo que cabe esperar de juegos como éste.
Jugué un poco al
FFXIV también. Estaba el evento de aniversario en el que Yoshida te da las gracias por jugar, y llegué al nivel 80 con Ninja. Ahora me he puesto a subir la clase de Paladín. Pero más allá de eso no tengo mucho que decir.
Para la semana que viene...
Phantasy Star tiene la oportunidad de redimirse con la cuarta entrega, también conocida como "el bueno". Y además de eso, dejaremos la marca en la historia guiando a un pueblo desde sus humildes orígenes hasta la dominación total. En efecto, creo que va siendo hora de volver a jugar a un 4X.