Vale, el resto del resumen semanal que no me dio tiempo a poner debido a mi despotrique con
The Messenger.
Empecé a jugar a
Labyrinth of Refrain de Switch.
El juego es básicamente lo que sale cuando Nippon Ichi Software (los de
Disgaea) intentan hacer un dungeon crawler a lo
Etrian Odyssey. Si uno ya tiene experiencia con esta compañía, ya puede imaginarse lo que cabe esperar: Mecánicas innecesariamente complicadas y obtusas explicadas a medias en un tutorial que vomita la información al principio y espera que te acuerdes de todo.
El juego va sobre una bruja titiritera ambulante llamada Dronya que viaja en un carro con su aprendiz Luca. Dronya recibe el encargo del alcalde de un pueblo de explorar el laberinto que se encuentra en el fondo de un pozo. El problema es que dicho pozo está repleto de miasma y nadie puede sobrevivir ahí abajo, así que lo que Dronya hace es crear una serie de marionetas (los personajes que controlas) y enviarlos allí por ella.
Todavía voy por el principio del juego, así que no sé como evolucionará la historia. Lo que sí puedo decir es que Dronya es una de las protagonistas más atípicas que he visto en bastante tiempo. No llega ni a anti-héroe, la tipa es directamente una p***. Es manipuladora, soberbia, con poca paciencia. Y también odia a los niños, lo cual le hace ser abusiva con su aprendiz, a quien a menudo controla a base de amenazas.
En cuanto al juego, al crear tus marionetas les puedes asignar un porrón de cosas, empezando por la clase y siguiendo por la personalidad, el tipo de crecimiento de estatus, su signo, su número de la suerte... Y luego al crear el equipo no basta con meterlas ahí sino que tienes que asignarles escuadrones. Cada escuadrón está especializado en algo (escuadrón de ataque, escuadrón de defensa, escuadrón de cura...etc...), y un equipo puede estar formado de cinco escuadrones, cada uno de los cuales puede llevar tres personajes a la vez. Por ejemplo, en la imagen de arriba están los cinco escuadrones con solo un personaje en cada uno, pero en esta otra...
... los escuadrones 2 y 4 tienen tres personajes cada uno. Asignar un personaje a un escuadrón le permitirá usar habilidades especiales. Por ejemplo, los que estén en el escuadrón de curación podrán usar magias curativas...etc... Al principio empiezas con seis clases, que vienen a ser guerrero, pícaro, bardo, mago, tanque y cazador. Estas clases definen estatus y algunas habilidades (sobre todo las pasivas), porque, según lo que he visto por ahora, las magias y tal vienen definidas por el escuadrón al que las asignas.
Y no, no sé si realmente puedes acabar yengo por ahí con un equipo de 15 personajes o si el juego tiene un límite global para el equipo. XD
Por el camino vas encontrando piezas de marionetas, que sirven para crear nuevos personajes. No hay perma-muerte, pero si tu equipo muere en el laberinto a tus marionetas se les pueden romper partes del cuerpo, y luego tienes que comprar material para repararlas.
Y eso es todo lo que puedo decir. En realidad todavía voy por el segundo piso del laberinto.
Acabé la campaña Morgawr del
Endless Legend. Ahora me he puesto con los Allayi.
La campaña Morgawr acabó de forma similar a la de los Kapaku... Conmigo eliminando toda la competición que hiciese falta hasta controlar el número de ciudades necesario para ganar por expansión (24 en el caso de ese mapa).
Los Allayi (que siempre tengo que mirar por Internet si la LL o la Y viene antes cuando escribo su nombre) son una especie de urciélagos guerreros o algo así, que tienen una conexión muy arraigada con el planeta. Pero más que con la tierra, como la tenían los Caminantes Salvajes (léase conejitas élficas), los Allayi tienen conexión con el clima.
La historia de
Endless Legend va sobre el planeta de Auriga, el cual está muriendo y al borde del cataclismo. Una de las manifestaciones de este fin del mundo son los inviernos, aparentemente aleatorios y cada vez más destructivos. El juego introduce estos inviernos como unas fases a lo largo de todo el juego durante las cuales tu producción recibe un mazazo y tus unidades apenas pueden moverse un par de casillas por turno. Los inviernos llegan de forma aleatoria y pueden durar más o menos según lo que el RNG del juego desee, y a medida que avanzan acumulan penalizaciones.
Pero no todo es malo. Los inviernos también generan perlas por el mapa, que son recursos que tus unidades pueden recoger para obtener diversos beneficios. En el templo, tu imperio puede desbloquear diversas tecnologías con perlas, así como generar edificios, bendiciones o incluso rezarle a los dioses para intentar controlar algunos aspectos del siguiente invierno.
Digo todo esto porque el juego de los Allayi se basa principalmente en estas perlas. Los Allayi pueden encontrar perlas incluso antes del primer invierno, las usan para construir algunas de sus unidades y edificios, son capaces de predecir con exactitud en que turno y cuanto va a durar el siguiente invierno (el resto de facciones dan unos números orientativos e inexactos), y a pesar de que siguen recibiendo penalizaciones a producción, las unidades Ayalli reciben BUFOS durante invierno.
Como Ayalli, básicamente estás yendo por el mapa con escuadrones recogiendo todas las perlas que encuentres y explorando ruinas para ver si puedes rapiñar alguna más (los Allayi pueden obtener perlas de las ruinas, cosa que las otras facciones no). NECESITAS estas perlas, porque esta facción amplia sus ciudades mediante un distrito especial que es mejor que el de las otras, pero requiere perlas para ser construido y cada vez te pide más. Compensan esto por el hecho de que tienen una unidad que puede recoger recursos de cualquier tipo del terreno sin necesidad de crear una mina en el lugar, simplemente dejándola encima de la casilla en cuestión, y sus bonificaciones invernales. Donde otras facciones se recluían en si mismas durante invierno, la estación fría es el mejor momento para atacar con los Ayalli, porque sus unidades reciben bonificaciones de ataque y movimiento.
Estoy yendo a por una victoria por Misión con ellos. Cada facción tiene su propia misión (la cual siempre intento completar vaya a por la victoria o no). Una vez completas la misión de la facción desbloqueas dos cosas: La maravilla y la misión de epílogo. La maravilla la construyes para obtener una victoria por maravilla. Y si completas la misión de epílogo, tienes una victoria por Misión, que es lo que estoy intentando hacer. Todas las facciones tienen la misma misión de epílogo, que consiste en enviar un grupo de colonos en una sonda espacial para escapar del planeta, pero la misión de facción que viene antes es completamente distinta para cada una de ellas. Los Kapaku tenían una trama que iba sobre desenterrar la verdad de los Eternos, a quienes ellos adoraban, y llevarse el mayor chasco de la historia. Los Morgawr iban sobre conquistar fortalezas marítimas y controlar a la peña con sus cordyceps para segurarse de que nadie puede volver a encarcelarlos. Los Allayi tienen una misión que consiste en descubrir la verdad sobre las perlas... y de paso hacer frente a un grupo de demonios mecánicos que aparece de vez en cuando en su territorio, y tienes que o bien sobrevivir durante X turnos o bien derrotarlos.
Siguiendo ahora con
Baldur's Gate 2.
Ya salí de las alcantarillas. Por fin.
Ahora estoy en una prisión entre planos, o algo así, intentando rescatar a un grupo de artistas ambulantes que decidieron indagar demasiado hondo.
Espero por el bien de todo lo que es sagrado y bendito que el tema de las cloacas fuese la última parte en la que tuviese que enfrentarme contra Contempladores, en serio. Creo que no he visto peor bicho en toda mi vida como jugador. Son absolutamente ridículos en este juego. Técnicamente los liches son peores... pero los liches no vienen en grupos de seis o más. No sé que demonios se fumaron cuando diseñaron algunos de los desafíos en este juego, en serio.
No ayuda que esta edición de D&D tuviese un montón de estados alterados que se hacen lo mismo pero se llaman de forma distinta (aturdido, paralizado, bloqueado, enraizado...etc...) y que cada uno de ellos se elimine con un hechizo diferente. Al final estás dando más vueltas al libro de hechizos que a otra cosa. Y sí, hay un hechizo que se llama Movimiento Libre que protege frente a la mayoría de esos estados, pero entonces el Beholder no se que parida hace que te hechiza y te elimina todas las protecciones mágicas que tuvieses encima. Es un suplicio.
Las cosas van lentas por
FFXIV.
Con lo cual me refiero a que no he tenido mucho tiempo de jugarlo. Derroté a Lakshmi, la primordial del placer, así que eso cuenta para algo. Su combate giraba en torno a repartir áreas de efecto apuntadas hacia ti de forma que no molestasen al resto de tus compañeros, y usar unas burbujas de luz para evitar el ataque final en el cual la tipa coge a todo el grupo y lo atrae hacia su pecho... por mucho que uno no quiera evitarlo.
Pero creo que lo más importante es que he cambiado de server. Más que nada porque me enteré de que mis ex-compañeros de máster estaban jugando en otro, así que me apunté a la fiesta.
Por ahora la historia se está centrando algo más en Fordola, una de las tenientes imperiales situadas en el territorio ocupado de Ala Mhigo. Fordola ES nativa de Ala Mhigo igual que Yotsuyu lo era de Doma, y al igual que ésta parece albergar un resentimiento hacia su patria que por el momento aún está por ser revelado. En cierta forma, ambas son un reflejo de la otra, excepto que Fordola no es tan sádica ni mezquina. Sigue siendo una oponente implacable y sin piedad que dirige un grupo de matones que abusan de su poder, sin embargo, y parece que Zenos está alimentando su odio al igual que lo hizo con Yotsuyu.
Sea como sea, creo que su subtrama se va a cerrar pronto.