Resumiendo la semana...
Finiquitado
The Wonderful 101.
Un final adecuado para el que es probablemente el juego más montaña rusa que he jugado nunca. Ya he comentado mis opiniones generales sobre él, y la verdad es que no sé muy bien qué decir que no haya dicho ya. Es un juego que puede hacerse entretenidísimo en un momento y volverse tremendamente frustrante en el siguiente. Y el juego lo sabe, y por eso no tiene penalización real por morir más allá de arruinar tu rango de final del nivel, lo cual es algo que a la mayoría de jugadores probablemente no les importe.
En línea con el resto del juego, el jefe final no sabe cuando morir. El nivel final es exclusivamente el combate contra el bicho, y a pesar de ser solo un jefe tiene tropecientas fases hasta el punto en el que uno puede pasarse tranquilamente tres cuartos de hora para pasárselo, porque cada vez que te lo cargas hay una escenita de vídeo en la que se saca un as de debajo de la manga y tienes que luchar contra otra versión de él. Irónicamente, el jefe en sí me pareció más fácil que muchos otros que vinieron antes que él, y solo morí una vez en una parte en la que (¿cómo no?) el juego de pronto cambiaba y te hacía controlar dos naves a la vez, controlando cada una con un stick e intentando escapar de la base que se está destruyendo detrás tuyo. Suena como el acto final del nivel. No lo es. Es el punto intermedio.
El nivel acaba con un segmento en el que los personajes se meten dentro de un robot gigante y tienes que detener un láser martilleando el botón A. Este momento se extiende más de la cuenta a propósito y puede incluso resultar algo doloroso, pero el juego se mofa de ello intercalando escenas en las que puedes ver a los personajes en la consola de mando también martilleando el botón igual que tú. No pude enfadarme por ello.
A medida que estaba jugándolo no tenía ni idea de cual iba a ser mi opinión final sobre el juego. Sí, me frustraba bastante a ratos, no en menor parte porque el juego hace un trabajo bastante mediocre en explicar como se juega, pero también es cierto que una vez aprendes a jugarlo y descubres los truquillos que lo hacen más llevadero (comprar la mejora que te permite aumentar el tamaño del arma sin tener que dibujarla) las cosas cambian bastante y se hace muy divertido. Siguen habiendo momentos en los que el juego se ríe de ti en la cara, pero en general ha sido una experiencia positiva... que sin embargo encuentro difícil de recomendar, porque, de nuevo, es probablemente uno de los juegos de Platinum con la entrada más difícil que he visto.
Astral Chain puede ser más difícil de dominar al final, diría, pero en
Astral Chain si jugabas de forma mediocre aún ibas tirando (hasta llegar al jefe final que era puro bullshit, pero bueno, ése es otro tema).
The Wonderful 101 te aplasta como una pulga hasta que entiendes que narices es lo que estás haciendo. E incluso cuando lo haces, el juego sigue tirándote bolas curvas y situaciones inesperadas que quizá frustrarán a más de uno. Pero si no te lo tomas muy en serio, si estás ahí simplemente por las risas,
The Wonderful 101 es una absoluta pasada de montaña rusa.
Me ha gustado: Gran variedad de escenarios. El juego te lleva por toda una aventura hiperbólica de superhéroes absolutamente absurda, y lo adoro por ello.
No me ha gustado: El juego no explica muy bien su sistema, lo cual puede acabar en frustración hasta que realmente le pillas el truco.
Tras esto, mencioné que el siguiente juego al que iba a jugar iba a ser "la respuesta de SEGA a
Fire Emblem". No es muy difícil deducir que me estaba refiriendo a
Shining Force, proque ese es el juego que pensaba que me tocaba (después de haber empujado a
Shadow Dancer junto al resto de juegos de la saga
Shinobi, que vendrían después). Sin embargo, estaba equivocado. El siguiente juego de la colección no es
Shining Force... sino
Shining in the Darkness.
Y no entiendo muy bien por que, es decir... Los juegos están ordenados de forma alfabética y les importa un comino si eso supone desordenar la saga (como bien han demostrado Revenge of the Shinobi y Shadow Dancer). Alfabéticamente,
Shining Force DEBERÍA venir antes que
Shining in the Darkness, pero supongo que quizá las preposiciones no cuentan o algo. En tal caso, es cierto que 'Darkness' debería venir antes que 'Force'. Es la única explicación que le encuentro.
Pero bueno, vayamos al lío que me voy por las ramas...
Shining in the Darkness es un dungeon crawler en primera persona con combate por turnos. ¿Cuántos de estos he jugado ya este año? Bueno, estaba el
Strange Journey, el primer
Phantasy Star, el
Might and Magic 3... También estaba el
Grimrock 2, aunque ese no iba por turnos, pero sigue rascando un picor similar. Y estuve a punto de jugar al primer
Wizardry, pero al final decidí jugar al
Dragon Quest en su lugar. Y ahora me alegro de ello, porque a este paso empezaré a soñar con pasillos claustrofóbicos y oscuros.
La trama del juego va sobre que la princesa ha sido capturada por un señor del mal y debes entrar a un laberinto a rescatarla. Y... Bueno, no hay mucho que decir sobre ello porque
Shining in the Darkness es la cosa más arquetípica para el género que te puedes echar a la cara. No tiene ninguna mecánica especial, ni nada que lo haga destacar frente a sus colegas dungeon crawlers. Ni tiene el sistema de oficios de los
Etrian, ni los momentos en vista aérea del
Phantasy Star, ni las capturas de demonios de
SMT, ni nada. Todo lo que tiene son tres personajes fijos que no pueden ser personalizados más allá del equipo que quieras que lleven.
Antes de empezar a jugarlo me comentaron que el juego era bastante difícil. Por ahora (llevo explorado lo que viene a ser un piso y medio) no me está pareciendo esperialmente complicado. Sí, es verdad que he tenido que parar a grindear un par de veces, pero sorprendentemente poco, y fueron sesiones más rápidas de lo que me esperaba hasta obtener un nivel o dos más que ya me permitían seguir adelante.
Lo que SÍ he notado que complica la aventura son tres cosas: Primero, el juego no tiene mapa. Bueno, sí que tiene uno, pero es bastante inútil. Lanzando un hechizo puedes ver una pantalla con la sección del mapa donde estás, pero solo eso. La visión es solo parcial, tienes que cerrarlo si quieres volver a moverte, y lanzar el hechizo cuesta puntos de magia. En vez de eso, lo que uno puede hacer es buscar mapas por Internet... Pero no. Esta vez decidí tirar por la vieja escuela y armarme con bolígrafo y papel (cuadriculado, por supuesto). Sí que de vez en cuando abro un mapa por Internet para comprobar si he metido la pata o no (es difícil mantener la cuenta de la longitud del pasillo cuando estás siendo constantemente interrumpido por combates aleatorios.
Lo cual me lleva a mi segundo punto: La frecuencia de combates aleatorios es algo cansina. Además, creo que este es el único juego de este estilo que he jugado en el que puedes toparte con un encuentro no solo al avanzar sino también AL GIRAR. Ahí, sin moverte. Esto no lo había visto antes, y mira que he jugado a varios juegos de este estilo. Afortunadamente, la función turbo que viene integrada con la colección ayuda a hacer que estos combates acaben rápido, y también acelera las sesiones de grindeo y hacen que duelan menos.
El tercer punto, y este sí que es el que me toca más las narices, es la escasez de espacio en el inventario. Cada personaje puede llevar 8 objetos encima... Pero 4 de ellos seguramente serán las cosas que llevan equipadas, así que al final la cosa acaba siendo que pueden llevar 4. Cualquier llave que lleven encima ocupa uno de estos espacios libres que te quedan, así que parte de tus 12 huecos restantes está siendo constantemente ocupada por objetos clave que nunca sabes cuando vas a necesitar. Es bastante asfixiante y no me mola.
Por lo demás... Pues ahí estamos. Descendiendo por el laberinto. O ascendiendo. Todavía no me queda muy claro.
Acabando la semana con
Apotheon.
Efectivamente, el área de Zeus era la última, y Zeus es el jefe final. No hay nadie más detrás. Cronos no aparece de golpe para ser el jefe final sorpresa, ni nada parecido.
Sea como sea, la última zona consiste en un montón de islas flotantes entre las que viajas teletransportándote con unos altares. Los altares suelen estar detrás de puertas cerradas con llave, y tienes que buscar las llaves en cada isla para abrirlas y poder saltar a la siguiente. Por supuesto, cada isla tiene sus guardias y enemigos, si bien hay poca variedad y, además, a menudo suelen caer víctimas de la triquiñuela principal del nivel: Caen constantemente rayos del cielo. Puedes ver perfectamente donde van a caer por la electricidad estática que se forma en el sitio de impacto, y muy a menudo puedes arreglártelas para que les den a los enemigos en vez de a ti. Creo que Zeus se cargó a más de sus guardias de los que yo pasé por la espada.
El combate contra Zeus está dividido en dos fases. En la primera el tipo es invencible porque lleva una especie de aura eléctrica a su alrededor, y para eliminarla tienes que correr por ahí buscando a los enemigos que se generan por la zona, matarlos, y recoger los rayos que dejan caer, que funcionan como una jabalina. Si le atizas a Zeus con uno de estos rayos, cae al suelo y se vuelve vulnerable durante un rato. A partir de ahí, es cuestión de repetir.
La segunda fase ocurre cuando le has quitado la mitad de la vida, y los enemigos de pronto dejan de dropear rayos. En vez de eso dropean unos escudos-espejo que tienes que usar para hacer que los rayos que Zeus te lanza reboten y le den a él. El principal problema es que estos escudos se rompen tan pronto como reflejan un rayo, logres darle a Zeus o no, y esto puede hacerse algo tedioso cuando fallas con el ángulo y tienes que ir a buscar otro dichoso escudito. Pero bueno, por lo general creo que Zeus no es el jefe más difícil del juego.
tras esto hay un pequeño segmento en el que desciendes del monte Olimpo armado con los rayos de Zeus, que son un suministro infinito de jabalinas explosivas. Esta parte es bastante catártica. Mola mucho ir derribando ángeles con ellas. Cuando llegas al final, sin embargo, acabas en las ruinas de tu pueblo, y una versión gigante de Zeus aparece para un último enfrentamiento. Tu personaje también se vuelve enorme y empieza una especie de combate de kaijus, o algo así. El combate no es especialmente interesante. Zeus lleva lanza y tú espada, así que si te pones bien pegado a él tiene serios problemas para darte. es muy propenso a bloquear con el escudo, sin embargo, pero siempre puedes apuntar algo bajo para darle en los pies.
Y con esto el juego llega a su final y... Me sale un error.
Sí, el juego se me colgó justo cuando la escena final empezaba. Tuve que ir a Youtube para ver como acababa todo. Tampoco es que me perdiese nada, pero oye, algo de rabia daba.
Pero bueno, sobre
Apotheon... Las impresiones iniciales del juego debido a sus controles fueron totalmente un "Oh... Oh no... Oh, no, no, no, no, no...", pero al igual que con
The Wonderful 101, a medida que avanzaba y me iba habituando (y sobre todo dejé de usar mando para pasar a jugar con ratón y teclado) mi opinión del juego empezó a dar un vuelco y al final... Pues puedo decir que me ha encantado. Sí, tiene problemas, sus controles son in sarao y sus físicas algo flotantes, pero también tiene un buen montón de ideas y, al final del día, el sistema de combate es incluso divertido una vez empiezas a jugar con cuidado y no te dedicas a martillear como un descosido sin saber a donde demonios apuntas. He quedado muy satisfecho con este juego.
Me ha gustado: Visualmente interesante. Añade variedad de situaciones y con ellas logra separarse del Metroidvania genérico. Tiene muy buenas ideas.
No me ha gustado: Cuesta hacerse con los controles, y no me extraña que mucha gente lo dejase antes de tiempo.
Para la semana que viene... Regresamos al Caribe para reencontrarnos con un viejo amigo, y seguimos descendiendo por los pasillos del laberinto. O ascendiendo. ¿Yo qué sé?