¡Sorpresa! Después de acabar completamente convencido de que
FFXIV es maná caído del cielo y que Yoshida es un ángel que viene a expíar todos nuestros pecados, me di cuenta de que existen dos juegos de la saga principal a los que no he jugado:
FFXI y
FFXV. Por ahora voy a dejar el tema de
XV para más adelante... Pero siempre he sentido mucha curiosidad por
XI, así que decidí dar el paso adelante. ¿Creo que me va a gustar tanto como
XIV? Por supuesto que no. Pero eso no significa que no vaya a pasármelo bien igualmente.
Hablando en plata,
FFXI es una reliquia. Y esto se puede comprobar ya desde el momento en el que intentas crearte una cuenta, probablemente el proceso más confuso de todos los que he visto para un MMO en mi vida, teniendo que crear una cuenta dentro de una cuenta dentro de una cuenta y luego estar haciendo malabares con tres nombres de usuarios y contraseñas. Una vez lo tienes listo es tan simple como usar la ID de Square para entrar en el juego, pero lograr meterte por primera vez es considerado por los fans como "el primer jefe del juego". Pero es lo que hay: Es un juego anterior a
World of Warcraft, y hay que tener en cuenta que fue
WoW el que revolucionó la scene y significó un antes y un después.
FFXI es un juego de la vieja escuela, pero incluso entre otros juegos de ese estilo que he jugado se siente particularmente ortopédico. El juego ni siquiera tiene mini-mapa, tienes que meterlo con un addon si no quieres estar pausando constantemente para mirar el mapa en el menú. Los combates son también extrañamente lentos, con el enemigo y tu personaje dándose un golpe y luego quedándose quietos durante lo que parecen ser cinco segundos antes del siguiente ataque automático. Esto es así porque el juego espera que uses ese tiempo para maniobrar los menús y elegir la siguiente habilidad, o lanzarte una poción encima. Porque el juego funciona un poco como los JRPG tradicionales en este sentido.
Al principio del juego te dejan elegir entre tres ciudades para empezar. Elegí Windurst, la ciudad del bosque, porque mi personaje era una chica-gato (mi canon cerebral es que es la antepasada de mi personaje del
XIV) y según el lore vienen de esa zona. No sé si elegí bien, porque Windurst es innecesariamente grande, pero me da a mí que esto es un tema del diseño general de las zonas del juego más que otra cosa. De hecho, el tema de las zonas va a ser lo que más problemas me va a dar. Gran parte del juego la pasas corriendo por enormes parajes que quizá hubiesen estado igualmente bien si hubiesen sido la mitad de grandes. Existen algunos medios de teletransportación, pero todavía estoy intentando descubrir todas las opciones de transporte que tengo, porque la verdad es que el juego no explica apenas nada.
Sobre eso, seguí un poco una guía para dar los primeros pasos, porque si uno se pierde con cosas como
Elder Scrolls Online o
Runescape, no tiene NI IDEA de lo que le espera al intentar jugar a este monstruo. Una de las primeras cosas que hice fue una misioncilla opcional que te proporciona un puñado de NPCs acompañantes. Puedes invocar a estos NPCs y formar una party de 4 para que el proceso de leveleo sea menos árduo, e incluso pueden ayudarte a tumbar enemigos contra los que no deberías ni arrimarte aún. De hecho, ya derroté a mi primer Monstruo Notorio, unos monstruos que aparecen de forma aleatoria cuando te has cargado a un número determinado de enemigos en un área.
Por ahora lo que he hecho ha sido viajar a una zona árida al norte de las estepas cercanas a Windurst y toparme con una especie de estructura blanca que parece de origen alienígena. Encontré un cristal que me permite teletransportarme a la estructura cuando quiera... O bueno, me permitirá transportarme en su momento, porque todavía no tengo el hechizo. Al lado de la estructura hay un NPC con un chocobo, pero no puedo usar su servicio de monturas porque no estoy certificado como jinete.
Aquí está el giro argumental inesperado: Me está encantando la sensación de sentirme solo, confuso y desamparado en este juego. Cada pequeño paso que doy se siente como si hubiese descubierto pruebas infalibes sobre la existencia de la Atlántida, y aunque aún no empecé la historia (ni espero que sea la sacada de polla que es la de
XIV) ni se por donde empezar siquiera, es solo cuestión de tiempo que finalmente encuentre a los NPCs adecuados.
¿Cuanto duraré en él? No lo se. Pero la verdad es que suelo tener más ganas de jugar a éste que al de
Star Wars.