Esta semana he jugado a lo ancho en vez de a lo alto. Es decir, en vez de concentrarme en avanzar en juegos he jugado poco a varios de ellos. Pero tenemos dos nuevos integrantes al club, así que vamos a hablar sobre ellos...
Aunque primero, hablemos de
Ni No Kuni.
Relájate Revoc, que por ahora he hecho un poco las paces con este juego. Sigue sin convencerme del todo, pero ya no siento que podría dejar de jugarlo en cualquier momento. Aún así, siento que he jugado más de lo que he avanzado. La última semana lo dejé en Hamelin, y ahora voy... pues poco después de haber pasado la zona de Hamelin. Tengo el dragón y puedo volar por todo el mapa, así que los problemas acerca del lento movimiento de los personajes por el mapa mundi se acabaron. Bueno... En realidad se acabaron antes, porque justo al pasarte el área de Hamelin te dan un hechizo para teletransportarte entre localizaciones. Es un poco irónico que te den esto poco antes de obtener el dragón, pero bueno...
Hablando de Hamelin, la trama da un giro raro de narices ahi. Hay un momento en el que el grupo viaja al pasado, pero sucede de pronto y sin mucha fanfarria, y es como "Ah, ¿en serio? ¿Ahora esto va sobre viajes en el tiempo?". Más allá de lo súbito de la situación, sin embargo, tampoco encontré el concepto fuera de lugar en retrospectiva.
Ni No Kuni es muy fantasioso, de hecho es uno de sus grandes atractivos, así que lo mejor que puedes hacer es sonreir y asentir.
Mi grupo de familiares ya se ha estabilizado. Voy con un gato pirata, una cobra y una especie de dinosaurio-rinoceronte con Olliver, un grifo, un pájaro con alas de mariposa en la cabeza y una especie de arbusto andante con Esther, y un esqueleto, una lápida y una duendecilla fantasmal que va por ahí cargando con su epitafio con Swaine. No creo que haga cambios a esto hasta llegar al final del juego, a no ser que algo salga catastróficamente mal.
Ahora estoy buscando unas piedras mágicas o algo así, para hacer que una varita recupere su poder. En esta parte del juego te dejan elegir el orden en el que quieres obtenerlas, y voy por la primera. Estoy en un templo donde la estatua de una serpiente te convierte en rana.
Siguiente,
Dungeon Keeper 2.
¿Eh? ¿Que? ¿Cómo?
Pues sí, llevaba un tiempo jugando al primer
Dungeon Keeper de estrangis, pero un buen día me topé con que los datos de instalación se habían descuarejingado o algo. No estoy muy seguro de lo que pasó.
Dungeon Keeper es uno de mis juegos favoritos... Pero si soy sincero la razón por la que lo estaba rejugando era para prepararme para jugar a su expansión,
Deeper Dungeons, la cual viene a incluir nuevos niveles y... poca cosa más. No solo eso sino que además tengo entendido que
Deeper Dungeons fue acabado deprisa y corriendo, tiene un montón de bugs y por lo general no dispone de la mejor fama entre los fans de la saga, quienes a menudo mencionan que es difícil por todas las razones que no debería serlo. Sabiendo esto... Como que se me quitaron las ganas de seguir tras ver que tenía que empezar de nuevo.
Así que decidí saltarme
Deeper Dungeons y pasar directamente a
Dungeon Keeper 2. Este es un juego muy querido para mí, porque viene a ser básicamente el
Dungeon Keeper al que jugué en mis años mozos, y el juego de la saga por el que realmente tengo nostalgia. Pero no sentir nostalgia por él no impidió que no disfrutase enormemente del primer
Dungeon Keeper cuando me pasé su campaña hace unos años, así que la pregunta ahora es... ¿Que tal se comparan? Por ahora,
Dungeon Keeper 2 es definitivamente un avance en temas de interfaz y controles, pero algunas mecánicas han cambiado y siento que en algunos de estos casos prefería como funcionaba el primero.
Aunque aún es pronto. Me he pasado solo las tres primeras misiones de la campaña, las cuales vienen a ser parte del tutorial. Todas ellas van sobre hacer una modesta mazmorra y abrir una brecha a una caverna donde está el héroe local con el resto de su party para cargártelos a todos. La única diferencia en la misión 3, donde el héroe está metido en una especie de fortaleza y para hacerle salir tienes que minar todo el oro del mapa. De nuevo, es parte de un tutorial extendido. La campaña del primer juego también empezaba con misiones así.
Vamos con el RPG que empecé esta semana tras acabar
The Witcher 3. Ross intentó solucionar mi acertijo, pero solo acertó una palabra. Sois todos unos ineptos: La solución era clarísimamente
Might and Magic 3: Isles of Terra.
El último juego de esta saga lo jugué hace 3 o 4 años, y jugué a su versión de SNES. Aquí he decidido dar el salto al PC, más que nada porque
M&M3 es un juego que se disfruta más con teclado y ratón, la verdad...
Algunas cosas han cambiado: Los combates ya no son "aleatorios" al caminar por el mapa (pongo "aleatorios" entre comillas porque muchas veces eran casillas que iniciaban combates al pisarlas). Ahora puedes ver a los enemigos caminar por ahí. Hacen lo típico de moverse una casilla cada vez que lo haces tú, y si llegan a tu casilla ENTONCES se inicia un combate por turnos tradicional. La diferencia es que mientras sucede este combate el resto de enemigos siguen moviéndose cada turno que tienen, y pueden unirse a la refriega si llegan a ella. Por lo general el número máximo de enemigos al que puedes estar enfrentado al mismo tiempo es 3, así que no es nada raro estar luchando contra tres bichos y ver como detrás de ellos hay toda una cola de monstruos esperando su turno para entrar. El problema es si alguno de esos monstruos tiene ataques a distancia, porque entonces van lanzándote proyectiles aunque no estén en combate contigo.
No es extraño en un RPG que el juego empiece difícil y vaya haciéndose más fácil a medida que tus personajes se hacen más fuertes y obtienen más habilidades. Sin embargo, un aspecto bastante característico de
M&M3 es lo absolutamente BRUTAL que puede llegar a ser al principio. Empiezas el juego con un grupo pregenerado de personajes, pero en cualquier momento puedes pasar por la posada para crear nuevos y eliminar los que el juego te da ya creados. Esto es una trampa: Los personajes pregenerados tienen unos estatus iniciales de la hostia, y a no ser que tengas la paciencia de un santo cuando creas a tu personaje y tengas que tirar los dados una y otra vez hasta que salgan estatus comparables, lo más probable es que los héroes que crees serán inferiores a los que el juego te da ya hechos. Esto tampoco sería tan problemático si no fuese porque el inicio del juego parece haber sido balanceado con el grupo pregenerado en mente.
Esto no me detuvo, por supuesto, y acabé creando mi propio grupo a pesar de que ello significase poner el inicio del juego en "Hard mode". Saliendo de la ciudad inicial y matando tímidamente a algún goblin que rondaba por la zona antes de salir por patas de nuevo, después de subir unos cuantos niveles mi grupo ya era capaz de sobrevivir un enfrentamiento cara a cara con las ratas de la ciudad.
Oh si... Esto tiene pintas de que va a ser toda una experiencia...
Supongo que seguiré hablando sobre
FFXIV hasta el fin de mis días.
Está llevándose a cabo el evento de Make it Rain, en el que todas las actividades del Gold Saucer te dan un 50% más de beneficios durante un mes. Personalmente ya tengo todo lo que quería comprar en el Gold Saucer y estoy acumulando puntos por si añaden alguna montura nueva en el futuro, o algo. Pero vamos, que tampoco estoy muy metido en el evento.
En vez de eso cada día estoy subiendo un poco la clase de Monje. He dejado el PVP de lado porque me me rallaba, así que estoy principalmente haciendo ruletas de mazmorreo y tal. Monje fue la clase con la que empecé a jugar a
FFXIV, y la verdad es que ha cambiado bastante desde el último momento en el que la toqué hará unos 4 o 5 años. Antes era una clase basada casi por completo en habilidades posicionales que hacían más o menos daño según si atacabas con ellas por detrás o desde el flanco del enemigo. Ahora solo tiene dos de ellas, así que sigue siendo importante ir bailando por ahí, pero no es tan frenético como antes.
Los ataques básicos del combo del monje tienen cada uno una "pose" asociada, cada una con el nombre de un animal, y a medida que vas haciendo el combo vas cambiando de pose. Al principio el combo es más o menos simple de entender, especialmente porque la mayoría de habilidades no pueden ser activadas si no estáes en una forma concreta (exceptuando las del mono, que son con las que inicias el combo), así que el flujo es bastante claro. Pero entonces el juego te lanza una bola curva al regalarte la habilidad de "Balance Perfecto", que una especie de bufo que te activa todas las formas a la vez y te permite usar cualquier habilidad libremente tres veces. Más tarde además te dan un medidor de chakras, que se llena con los símbolos de los animales cuyas formas has activado durante los efectos de Balance Perfecto, y tienes un botón que cambia de efecto según los símbolos distintos que tengas en tu medidor. No solo eso, sino que ese botón a su vez TAMBIÉN te puede dar dos chakras especiales según la habilidad que usases, y si los tienes ambos se convierte en una habilidad especial que hace una cantidad de daño absurda.
A esto se le añade la habilidad pasiva del monje de que todas sus habilidades se refrescan ligeramente más rápido de lo normal, haciendo que su ritmo sea más rápido que el del resto de clases y dejándote menos tiempo para pensar que demonios estás haciendo mientras te mueves entre la espalda y el flanco del enemigo, esquivas sus ataques y mantienes en mente las formas de animal que vas activando. Monje es... complicado. Complicado, pero estimulante.
Acabando con algo fuera de lo normal. No suelo hablar de las cosas a las que juego en móvil, pero he estado trasteando un poco con la app de
Suburbia.
Suburbia es un juego de mesa de Ted Aspalch en el que los jugadores compiten por construir la ciudad con más habitantes. Cada edificio está representado por una loseta hexagonal, y el truco consiste en saber balancear tu presupuesto y tu popularidad. Durante su turno el jugador simplemente compra una loseta del mercado, las cuales se van deslizando hacia la derecha a medida que quedan huecos libres, y cuanto más a la derecha estén menos valen. Parte de la gracia dle juego está en decidir si quieres comprar un edificio super guay que acaba de salir y meterlo en tu ciudad, o bien esperar a que vaya bajando un poco más en la tabla del mercado para que te salga más económico, siempre con el riesgo de que alguien te lo arrebate, claro...
En el juego tienes tu presupuesto, que se usa para comprar losetas, y tus ingresos, que es el dinero que recibes al final de turno (y viene indicado por los círculos con números dentro). También tienes tu población, que son los puntos de victoria, y tu popularidad, que viene a ser la versión de los ingresos para la población, es decir, la cantidad de gente que viene a tu ciudad al final de turno (la popularidad viene indicada por cuadrados con números en vez de círculos). El truco aquí es que el medidor de población tiene unas líneas rojas que, cada vez que se pasa por una de ellas, disminuyen en 1 tanto los ingresos como la popularidad, y estas líneas rojas se van haciendo cada vez más frecuentes.
Si biene s cierto que al jugar en app se pierde el factor táctil, que es uno de los principales atractivos de los juegos de mesa, también es verdad que no es necesario llevar la cuenta de los medidores y de los reajustes que tienes que hacer porque la app se ocupa de todo ello, eliminando uno de los factores más controvertidos del juego. Además la app no solo permite realizar partidas en multijugador, sino que también tiene un modo campaña en solitario que no existe en la versión física, en el que no juegas contra nadie sino que te dicen que intentes construir una ciudad con unas reglas determinadas, y ganas si consigues completar los objetivos antes de que se acabe la pila de robo. Personalmente, el juego es entretenido, pero en lo que a mi respecta creo que prefiero
Castles of Mad King Ludwig, que también tiene bastantes cosas en común con este (incluyendo otra app con un modo solitario similar) pero a la vez luego puedes usar el castillo que has creado para montarte una mazmorra en la siguiente partida de rol.
Para la semana que viene, creo que me centraré en
Ni No Kuni. Ignoro que otras cosas pueden pasar con el resto de juegos, pero intentaré avanzar un poco en ellos también. Pero lo dicho:
Ni No Kuni recibirá atención especial.