Durante esta semana tuve bastante tiempo, pero fueron momentos intermitentes, no aptos para sentarme a jugar una partida de algo como
Endless Legend, así que lo aparté a favor de otros juegos.
El primero fue
Sonic Mania. Jugado y acabado.
Seré completamente sincero: No soy muy fan de Sonic. No, ni siquiera de los originales en 2D. Creo que mi problema se debe a que la fórmula directamente no encaja conmigo, siento que los niveles pasan a mi alrededor de una forma tan rápida y fugaz que ni me entero de su diseño. Me da la sensación de que estoy luchando por la necesidad de ir rápido y la de realmente disfrutar del nivel.
Habiendo dicho esto, tampoco me disgustan los juegos de Sonic, e incluso existen iteraciones en 3D que me parecen joyas poco apreciadas (
Colours, en concreto). Y en este sentido, soy capaz de apreciar el cariño que los chicos que se encargaron de
Sonic Mania sentían por la saga. El juego es como una celebración de todas las cosas Sonic (incluso encontré referencias a
Sonic Chaos, un juego del que no se escucha hablar nunca y que sin embargo fue el primer juego de Sonic que jugué en mi Master System II). Los niveles son una mezcla entre referencias a niveles viejos y niveles completamente nuevos. Algunos de estos niveles son una maravilla (especial mención a Studiopolis), otros no tanto.
El juego sigue conteniendo el bloqueo de tener que obtener las siete bolas de dra... digoooo... las siete esmeraldas del caos para desbloquear el jefe final. Para los que no estén familiarizados con Sonic, estas esmeraldas se consiguen encontrando los portales que te llevan a las fases de bonificación y superándolas, pero si no logras superarlas se te cierra ese portal y tienes que buscar otro. Afortunadamente,
Sonic Mania te permite jugar de nuevo a los niveles pasados una vez superado el juego, de modo que no tienes que preocuparte si no tienes todas las esmeraldas al final, simplemente pásate el juego y luego elige una y otra vez un nivel que sepas donde tiene una de estas zonas bonus (creo que el primer acto de Chemical Plant tiene uno al que es muy fácil llegar nada más empezar). Para llegar al verdadero jefe final tienes que pasarte otra vez el último área, Titanic Monarch, pero bueno... La verdad es que es una pena que Titanic Monarch sea precisamente uno de los niveles que no me gustaron mucho. Si he de ser sincero... Llegar al jefe final no me valió mucho la pena porque el final en si es bastante mediocre y si soy sincero no me enteré de una mierda de lo que estaba pasando en ese combate.
Pero en fin, tengo entendido que otros personajes tienen rutas ligeramente distintas. Quizá les eche un vistazo.
Me ha gustado: Es puro Sonic. La fascinación que los creadores sentían por la saga es innegable y se nota muchísimo cuando lo juegas. El juego se siente como una carta de amor a la saga, y las referencias abundan. Los niveles son ENORMES y la mayoría contienen múltiples rutas y secretos.
No me ha gustado: Los niveles especiales de bonificación. Creo que no existe ningún Sonic en el que me gusten, a decir verdad, y Sonic Mania no es una excepción. El jefe final se me hizo un cacao infumable que no disfruté mucho. Combinándolo con el hecho de que conseguir las esmeraldas se me hizo un coñazo, la verdad es que no considero que el final bueno valga mucho la pena. De vez en cuando, el juego también te mete un nivel que a mi parecer es demasiado largo (Flying Battery Act 2).
El siguiente es
Wario Ware Gold.
Wario Ware un tesoro mundial.
Para los que nunca han jugado uno, el juego consiste en ir superando una serie de micro-juegos, y digo MICRO-juegos porque realmente la mayoría duran alrededor de cinco segundos. Cosas que te pueden pedir que hagas son "recoge una pelota de baseball", o "sintoniza una radio", o "tira de un rollo de papel de váter", o "haz tres sentadillas". El jugador tiene que reaccionar rápido y hacer lo que le piden, y a medida que vas superando micro-juegos el nivel de dificultad aumenta y el juego se acelera, de forma que cada vez te van dando menos tiempo para completarlos, hasta que inevitablemente acabas metiendo la pata y perdiendo vidas. Cuatro fallos y estás fuera, aunque si superas el juego gordo que te meten cada X juegos te dan una vida extra.
El juego es pura histeria, y contiene mucho de ese humor ridículo "only in Japan". Entre algunos de los micro-juegos están hacerle la manicura a Wario, bloquearle la puerta a un comercial (o un oso en dificultades superiores), defender la Tierra de una calabaza espacial, o abrocharle la bragueta a un tío.
Wario Ware Gold es una especie de recopilatorio de micro-juegos de la saga, pero en realidad es una mezcla de cosas viejas y nuevas. Los micro-juegos están divididos en tres tipos principales: botones, giro y táctil. Los del primer grupo se juegan con los botones de toda la vida, los de giro se juegan principalmente haciendo uso del giroscopio de la 3DS, y los táctiles utilizan la pantalla táctil. Si bien estos juegos están divididos en grupos, más tarde desbloqueas los caldos cósmicos que son los modos en los que todos los juegos se mezclan. El juego te indica rápidamente antes del micro-juego que tipo de controles tiene el siguiente, lo cual facilita las cosas. De hecho, uno de los trucos que usa el "jefe final" del juego consiste en bloquear esta ayuda, de forma que cuando empieza el siguiente juego tienes que reaccionar aún más rápido al intentar reconocer que tipo de controles usa.
El juego te lo "pasas" en menos de una hora, pero claro, Wario Ware es uno de esos juegos que juegas para pasar el rato y superar tus puntuaciones, viendo hasta donde eres capaz de aguantar. Contiene desafíos, como "supera esta puntuación en X modo de juego", y cosas así.
Oh. Y no olvidemos ese doblaje al Español. La voz de Wario en algunos momentos me recuerda a José Mota cuando imitaba al Fary.
Me ha gustado: Wario Ware es diversión pura. Siempre lo ha sido. El juego es jodidamente hilarante y tiene una personalidad única. También es uno de los pocos juegos de superar puntuación que me resulta lo suficientemente adictivo como para volver una y otra vez a él.
No me ha gustado: Algunos de los micro-juegos de giro no son lo suficientemente intuitivos para este ritmo de juego. Muchas veces es confuso saber hacia que lado hay que rotar la consola para obtener el efecto deseado. Uno de los juegos de Ashley en concreto, el del coche de fórmula 1, es prácticamente un fallo instantáneo para mi cada vez que me aparece. Kat y Ana tienen también un par de mini-juegos que son francamente terribles (el de la caligrafía en particular).
Seguí con el
Baldur's Gate 2.
Se me están abriendo sidequests a cascoporro y no doy abasto. La última es que un grupo de djinns tienen secuestrado el comercio de un pueblo mercantil y no piensan mover un dedo hasta que mate a un Rakshasa que no sé muy bien por donde anda. Porque aparentemente todos los pueblos y localidades del mundo de D&D necesitan su demonio particular. El del último pueblo era un señor de las sombras que tenía poseída a la ranger local.
Estoy tomándome mi tiempo en lo que se refiere a rescatar a Imoen. Espero que no me lo tenga en cuenta. En el buen lado de las cosas, parece que Aerie se ha calmado y ha adoptado una actitud menos molesta.
Hice el evento veraniego de
FFXIV. No tuve tiempo (ni una conexión adecuada) para hacer nada más.
Bastante simplón en comparación al del año pasado, que consistía en grindear misiones de mundo alrededor de Costa del Sol. En este caso, metieron esta especie de prueba a lo American Gladiator dividida en tres partes, por la que tienes que hacer parkour. ¿En premio? Un nuevo emoji y un traje de baño.
No tengo nada más que decir... Muy simple y rápido. Hice alguna misión más para avanzar algo la historia principal, pero nada que requiriese meterme en mazmorra o hacer que otros sufriesen la conexión que tengo ahora.