¡Heyyyy, volví a tocar el
Darksiders 2!
... Aunque tampoco avancé tanto. Derroté al último de los fantasmas que tenía que recolectar para el Rey de los Huesos. El tipo iba montado sobre una araña gigante, así que eso fue random, supongo. De hecho, tenía una misión de matar a esta araña, y te cuentan una historia acerca de que es una reina que se volvió loca o algo así, pero en ningún momento te comentan cual es la relación entre el fantasma y ella, o al menos no me enteré. Sea como sea, TODAVÍA estoy en el mundo de los muertos.
Y nada, poca cosa que decir. Salvo que odio cuando quiero esquivar y el tipo esquiva hacia el bicho porque la posición de la cámara estaba ligeramente inclinada hacia el sitio que no debería. Muerte es más frágil que Guerra, el prota del primer juego, así que hay que moverse bastante para marear a los enemigos.
Tuve algo de tiempo muerto en el cual empecé y acabé el
Crash Bandicoot 1, en su versión remake para la Switch.
Es curioso. Recuerdo haberlo jugado en casa de un amigo para PS4 y, aunque solo llegué al combate del canguro, lo recordaba bastante más difícil de lo que me resultó cuando jugué yo a mi versión. Llegué al final del juego con unas 50 y pico vidas sobrantes, y me pasé también Stormy Ascent.
No fui a por las gemas, eso sí. De hecho lo jugué rápido en momentos de tiempo muerto en los que no podía ponerme a jugar a las otras cosas a las que estoy jugando en estos momentos. Quizá en el futuro vaya a por ellas, o quizá no, porque aunque el juego me gusta, tampoco me gusta tanto como para matarme a ello viendo la cantidad de otras cosas a las que tengo que jugar. Si sigo teniendo momentos de tiempo muerto así probablemente empiece con el
Crash 2, que de la trilogía original fue el único que no jugué nunca.
Me ha gustado: Nostalgiaaaaaaaa. Es un plataformas clásico con niveles desafiantes y una dificultad progresiva de obstáculos. En cierta forma me recuerda al
Donkey Kong Country en este sentido, pero más estresante y con niveles menos basados en mecánicas determinadas. Es de esos juegos peliagudos que te hacen sentir bien cuando los superas.
No me ha gustado: En ocasiones la cámara es un peñazo. Tuve unas cuantas muertes que se debieron a ángulos incómodos y a que no era capaz de ver bien lo que tenía delante debido a mi propio personaje. Algunos de los saltos más complejos requieren de una precisión algo absurda, y la curva de dificultad del juego parece más una montaña rusa que otra cosa. Especialmente con los jefes, que son estúpidamente fáciles.
Voy por el capítulo 2 de
The Legend of Heroes: Trails in the Sky.
Si hay algo negativo que debo decir acerca del juego es que los entornos y escenarios son repetitivos y aburridos. Al menos por ahora. Básicamente son sendas que van de pueblo a pueblo y todas ellas se ven más o menos igual. De vez en cuando hay alguna zona como el cañón este de la niebla que se ve ligeramente distinto, pero igualmente su diseño es simple y sin mucha chicha.
Otra cosa es que, a pesar de que ya comenté que me gustan los personajes, a la historia le está costando horrores arrancar. Especialmente después del desenlace del primer capítulo, ahora mismo Estelle y Joshua no parecen tener un objetivo fijo en la trama. Simplemente están de peregrinaje para ser mejores "Bracers". Supongo que tarde o temprano algo pasará para que la trama pille fuerza, pero le está costando cosa mala. Eso, o que el juego consiste en una serie de tramas auto-conclusivas en cada capítulo.
Finalmente,
FFXIV.
No he hecho gran cosa salvo pasarme la versión difícil del combate contra Titán. Titán es un combate particularmente infame en la comunidad en sus dificultades más elevadas debido a que tiene mecánicas que básicamente eliminan jugadores sin posibilidad de resurrección. El combate sucede sobre un pilar de roca circular, y si en cualquier momento caes de la plataforma mueres y quedas fuera de juego. Cada cierto tiempo, Titán rompe el círculo exterior haciendo que el área de combate sea cada vez más pequeña, y entonces empieza a espamear pisotones, ondas de choque que empujan y a invocar rocas-bomba. También tiene un ataque en el cual mete a un jugador no-tanque aleatorio en una tumba de piedras, y los demás tienen que romperla para dejarle salir.
Titán es también el momento en el que se puede discernir como al compositor se le fue completamente la pinza.
Más allá de eso, también me pasé la versión difícil del Templo Hundido de Qarn, la mazmorra del desierto estilo Tomb Raider.
El primer jefe era curiosamente el jefe final dela versión normal, pero roto y maltrecho. Es una estatua que tienes que ir rompiendo a cachos y cuyo punto débil va cambiando de pieza a pieza con el tiempo. No tiene mucho secreto, pero tenía un ataque que creaba círculos enormes de arenas movedizas que hacían que tu personaje empezase a hundirse, y si se hundía del todo antes de que lograses salir morías.
El segundo jefe era la Emperatriz Sabotender, un cactilio con corona de plumas que básicamente inunda la sala con más cactilios. El combate gira en torno a un ataque que tiene llamado "100.000 Agujas", que hace 100.000 de daño a todo el grupo, y no existe forma alguna de sobrevivir a eso. El tema es que antes de poder lanzarlo la emperatriz tiene que contar hasta 100.000, y cuando empieza a hacerlo todo el grupo tiene que dejar de prestar de atención a los esbirros y empezar a descargar ataques sobre la jefa para hacerla perder la cuenta. Es como una especie de carrera de DPS. Más tarde la bicha invoca unos cactilios especiales que la protegen ante cualquier ataque, y tienes que cargártelos rápidamente para poder detener las "100.000 Agujas", de lo contrario estás muerto.
Finalmente, el último jefe es una especie de autómata faraónico que invoca formaciones de momias. Las momias tienen que ser esquivadas o de lo contrario el jugador recibe un debufo de momificación acumulable. Si acumulas 4 de estos, el personaje es encerrado en un sarcófago y convertido en una momia que empieza a ir por ahí repartiendo más stacks del debufo durante un tiempo. Algunos de los ataques del jefe también acumulan, así que no es solo esquivar las hileras de momias mientras lo matas. Es un jefe simpático, hace gracia ver a tu personaje convertido en momia corriendo por la sala.