Pues en Agosto acabé
Herejes de Dune, pero me daba pereza escribir sobre él así que lo he ido procrastinando. Pero ya no más.
La pereza se debe a que... bueno... el libro se me ha hecho tan aburrido como los anteriores. Solo lo he encontrado levemente mejor que
Dios Emperador, que por ahora se lleva la palma como el tostón más bestia de mi colección. Y os recuerdo que en esa colección está el
Ulises de Joyce.
Si, tengo entendido que
Dios Emperador es uno de esos libros que ganan muchos puntos cuando relees la saga y finalmente pillas de que demonios estaba hablando Leto con sus poderes de presciencia, pero esperar que me apetezca releer esta saga en concreto precisamente es pecar de ingenuidad.
Pero a ver, no nos desviemos... Herejes.
La historia de
Herejes sucede más de mil años después de
Dios Emperador. Tras la caida de Leto, la humanidad, liberada de su yugo, extendió su alcance a nuevas fronteras. Pero algunas cosas nunca cambian. La orden de las Bene Gesserit sigue con su proyecto de selección genética, y ahora tienen como sujetos a una niña capaz de comunicarse con los gusanos de arena, y a un joven Dhola de Duncan Idaho, el personaje al que se niegan a dejar morir. Cuando la vida de estos dos niños empieza a correr peligro a manos de traiciones y confabulaciones, la Orden se ve obligada a defenderse de una nueva amenaza. Una amenaza que parece provenir de la gente que se fue a explorar el espacio, y que parece tener muchas cosas en común con las Bene Gesserit en si...
Sí, las Bene Gesserit, que en el primer libro tomaban un papel antagonista y en los siguientes eran una fuerza limitada y frustrada por el poder de los protagonistas (ya fuesen Paul o Leto) en este libro de pronto toman un papel protagonista.
El libro introduce un grupo antagonista nuevo, las Honoradas Matres, que son una sub-secta de Bene Gesserit que se originó en la dispersión (las colonias que la humanidad lanzó a explorar el espacio). A grandes rasgos, son básicamente una especie de súcubos, obteniendo poder y esclavizando a la gente mediante la seducción y el sexo. Desgraciadamente para las de la vieja orden, son también muy numerosas.
O algo así. Seré franco, llegados a este punto he logrado identificar algo mejor cual es la verdadera traba que tengo con estos libros, especialmente con estos dos últimos: Ningún personaje me importa lo más mínimo. Sí, ya sé que la ciencia ficción muy a menudo peca de personajes insulsos y poco desarrollados y que la verdadera gracia está en los conceptos y las ideas, pero, si soy sincero, todavía no logro sentirme emocionalmente involucrado en ninguno de los asuntos de estos personajes. Resulta particularmente audaz esperar que el lector de pronto simpatice con la causa de las Bene Gesserit, una sociedad que hasta ahora había sido presentada como manipuladora y antagonística en el mejor de los casos, y cuyo plan de mejora genética por el bien de la humanidad es de tan alto nivel que cuesta siquiera discernir si tiene sentido para empezar después de lo bien que les fue con Paul en los primeros libros. Supongo que para intentar conseguir la simpatía del lector presentan a las Honoradas Matres como una fuerza directamente maligna, quizá hasta el punto de ser un poco caricaturizada. Siendo las Bene Gesserit la fuerza opositora principal frente a esta amenaza para la galaxia, supongo que ahora son las protas.
Tampoco quiero que se malinterprete lo que estoy diciendo. El libro realmente consigue ofrecer una visión más cercana a la vida de los miembros de la organización, así como sus dilemas y su modo de vida. Resulta interesante poder hacerlo finalmente tras cuatro libros. Pero no hace un trabajo lo suficientemente bueno para hacer que me importe ni la reverenda madre actual, ni sus súbditas, ni la enésima reencarnación de Duncan Idaho.
En una nota algo más positiva, el finde pasado acabé también
Imágenes en Acción, el décimo libro de
Mundodisco.
Los alquimistas de Ankh-Morpork han descubierto como grabar y reproducir imágenes móviles (léase: películas), y la demostración pública acaba causando una fiebre por toda la ciudad. Múltiples personas de pronto empiezan a viajar hacia la colina costera de Holy Wood con el sueño de ser actores y artistas, entre ellos Victor Tugelbend, un estudiante de magia, Ginger, una joven de un pueblo del que nadie ha oido hablar pero que tiene grandes sueños, y Gaspode, un perro que de alguna forma ha obtenido la capacidad de hablar y pensar como un humano. A medida que se graban nuevas películas en Holy Wood, sin embargo, resulta claro que toda esta locura por la cinematografía parece tener un origen más turbio del que la gente cree. En las profundidades de Holy Wood hay algo durmiendo. Algo que llama a la gente con su canto de sirena. Es posible que además de las imágenes de los actores exista algo más al otro lado de la gran pantalla.
Imágenes en Acción marca múltiples inicios en la saga de
Mundodisco. Para empezar, se considera el primer libro de la sub-saga de la revolución industrial. Es ambién el primer libro que tiene como enfoque una parodia directa de algo que ocurrió en nuestro mundo real. Libros anteriores ya parodiaban y satirizaban obras como
Hamlet,
Conan o la
Divina Comedia, y hacían guiños a conceptos o situaciones reales, pero
Imágenes en Acción es el primero que satiriza un evento real y lo hace como foco central de la historia. En este caso, es la creación del cine, la fiebre del estrellato y la ciudad de los sueños. Por el camino se hacen referencias a múltiples películas, claro está, como
King Kong,
Lo que el Viento se Llevó,
Blancanieves... También hay referencias a series como
Lassie, los
Looney Tunes o
Tom & Jerry.
Las opiniones sobre este libro por parte de los fans parecen algo divididas. Muchos lo ponen como uno de los más flojos, algo en lo que yo no estoy de acuerdo, principalmente porque sigo poniéndolo por encima de cualquier cosa protagonizada por Rincewind, pero sí que es verdad que se me hizo algo más lento de lo normal. La trama de fondo es curiosamente lovecraftiana, y en realidad mola bastante, pero le cuesta ponerse en marcha y su resolución es algo confusa. Habiendo dicho esto, algunas de las partes que están protagonizadas por los magos se me hicieron divertidísimas, como el examen de una sola pregunta, o la parte en la que se intentan hacer pasar por comerciantes. Escurridizo y sus constantes intentos frustrados de sacar tajada introduciendo anuncios y mensajes subliminales en las películas también eran entretenidos.
En general es un libro decente. Lo colocaría más o menos al mismo nivel que
Pirómides, sin saber muy bien si colocarlo por encima o por debajo de este. Por una parte tuvo escenas más divertidas, pero por otra también me resultó más lento.
No será ninguna sorpresa, pero he empezado a leer
Casa Capitular de Dune, el sexto y último libro de los escritos por Frank Herbert. No se cuanto tardaré en leerlo, recuerdo que estuve casi todo un mes para leer
Herejes, y este tiene un volumen similar. Pero una vez lo acabe seré finalmente libre.