05-08-2019 10:00
Jurgen, la Comedia de la Justicia es probablemente la cosa más desconcertante que he leido desde que intenté enfrentarme a Ulisses hace un buen tiempo.
El libro goza de cierta fama provocada por el efecto Streisand que la "Sociedad por la Supresión del Vicio de Nueva York" causó al intentar prohibir sin éxito su venta en 1920. La historia va sobre las aventuras extrañas de un prestamista en medio de la crisis de la mediana edad llamado Jurgen, el cual le cae en gracia al Diablo y éste decide recompensarle secuestrando a su esposa al considerarla el origen de todos sus males. Jurgen sale entonces en su búsqueda adentrándose en una cueva, convencido de que es la actitud que se espera de alguien varonil. A partir de ahí empieza a visitar varios reinos, se las arregla para engatusar a una especie de bruja sobrenatural para que le devuelva la juventud, empieza a mantener relaciones amorosas con diversas damas, y pasa de ser usurero a duque, rey, emperador y papa.
El inicio de la novela me recordó en su momento a Alicia en el País de las Maravillas, por el tema de que el protagonista se introduce en una cueva parece viajar a varios reinos oníricos y a conocer a gente cada cual más extraña. No obstante, el libro pronto pasa a convertirse en una sátira con múltiples insinuaciones sexuales. Jurgen viaja equipado con una magnífica "lanza" (o espada o cetro, depende de la escena), su destreza con la cual no duda en mostrar ante las mujeres, quienes suelen mostrar una mezcla entre alarma y admiración. Se trata de un "individuo monstruosamente listo" que en ocasiones me recuerdaba a Groucho Marx. Usurero de profesión pero poeta de corazón, está obsesionado con la justicia (aunque solo la justicia que a él le conviene), su personalidad es la de un descarado embaucador con un ego del tamaño de Marruecos, extremadamente centrado en si mismo y ajeno a los problemas de los demás, y que además tiene una lengua de plata innegable con la cual suele llevarse a las damas a la cama y salir airoso de la mayoría de sus aventuras. Estas aventuras le llevan al pasado, a Avalon, a Pseudópolis, al cielo e incluso al infierno.
Estos dos últimos "reinos", por así llamarlos, son probablemente los que más revuelo debieron causar entre los censores. El infierno es presentado como el lugar donde los pecadores en vida convencidos de que sus acciones fueron tremendamente importantes exigen que se les castigue durante toda la eternidad, y los pobres demonios no dan abasto entre tanta gente con aires de grandeza y están intentando desesperadamente cortar el influjo de inmigrantes. El cielo es presentado simplemente como un figmento de la imaginación de la abuela de Jurgen, y es un lugar donde el autor aprovecha para poner a la iglesia en no muy buen lugar.
Como comenté, el libro está escrito con una prosa algo púrpura. Los personajes tienden a soltar monólogos florecidos que se hacen más confusos debido a la absurdidad de la situación y a las constantes dobles insinuaciones y ambigüedades. Realmente, el libro se siente como una novela de Mundodisco escrita por alguien de la antigüedad, y estoy seguro de que muchas de las bromas se me pasaron por alto debido a esto. No obstante. sí que hay muchos pasajes que me gustaron. Al encontrar a dos fantasmas en su habitación, la reacción del protagonista es simplemente decir "Buen día a ambos, y lamento no poder afirmar con honradez que me alegra veros. No obstante, seréis bienvenidos si os las arregláis para embrujar mi aposento en silencio." Antes que eso, al poco de empezar su aventura, Jurgen menciona "Estoy buscando a mi esposa, quien sospecho que ha sido secuestrada por algún tipo de diablo, pobrecillo."
Definitivamente no es un libro para todo el mundo. Al final del día se trata de una historia sobre un tipo que salta de cama en cama, pero a pesar de sus travesuras sexuales, no hay ningún tipo de contenido explícito puesto que todo se deja para la imaginación (Jurgen apaga las luces siempre que va al tema para evitar que la sombra que envian para vigilarle lo vea). Sin embargo, debido a la forma florecida con la que está escrito, habrán lectores que tendrán problemas con él. Yo los tuve en ocasiones, pero igualmente me lo pasé bien leyéndolo.
El libro goza de cierta fama provocada por el efecto Streisand que la "Sociedad por la Supresión del Vicio de Nueva York" causó al intentar prohibir sin éxito su venta en 1920. La historia va sobre las aventuras extrañas de un prestamista en medio de la crisis de la mediana edad llamado Jurgen, el cual le cae en gracia al Diablo y éste decide recompensarle secuestrando a su esposa al considerarla el origen de todos sus males. Jurgen sale entonces en su búsqueda adentrándose en una cueva, convencido de que es la actitud que se espera de alguien varonil. A partir de ahí empieza a visitar varios reinos, se las arregla para engatusar a una especie de bruja sobrenatural para que le devuelva la juventud, empieza a mantener relaciones amorosas con diversas damas, y pasa de ser usurero a duque, rey, emperador y papa.
El inicio de la novela me recordó en su momento a Alicia en el País de las Maravillas, por el tema de que el protagonista se introduce en una cueva parece viajar a varios reinos oníricos y a conocer a gente cada cual más extraña. No obstante, el libro pronto pasa a convertirse en una sátira con múltiples insinuaciones sexuales. Jurgen viaja equipado con una magnífica "lanza" (o espada o cetro, depende de la escena), su destreza con la cual no duda en mostrar ante las mujeres, quienes suelen mostrar una mezcla entre alarma y admiración. Se trata de un "individuo monstruosamente listo" que en ocasiones me recuerdaba a Groucho Marx. Usurero de profesión pero poeta de corazón, está obsesionado con la justicia (aunque solo la justicia que a él le conviene), su personalidad es la de un descarado embaucador con un ego del tamaño de Marruecos, extremadamente centrado en si mismo y ajeno a los problemas de los demás, y que además tiene una lengua de plata innegable con la cual suele llevarse a las damas a la cama y salir airoso de la mayoría de sus aventuras. Estas aventuras le llevan al pasado, a Avalon, a Pseudópolis, al cielo e incluso al infierno.
Estos dos últimos "reinos", por así llamarlos, son probablemente los que más revuelo debieron causar entre los censores. El infierno es presentado como el lugar donde los pecadores en vida convencidos de que sus acciones fueron tremendamente importantes exigen que se les castigue durante toda la eternidad, y los pobres demonios no dan abasto entre tanta gente con aires de grandeza y están intentando desesperadamente cortar el influjo de inmigrantes. El cielo es presentado simplemente como un figmento de la imaginación de la abuela de Jurgen, y es un lugar donde el autor aprovecha para poner a la iglesia en no muy buen lugar.
Como comenté, el libro está escrito con una prosa algo púrpura. Los personajes tienden a soltar monólogos florecidos que se hacen más confusos debido a la absurdidad de la situación y a las constantes dobles insinuaciones y ambigüedades. Realmente, el libro se siente como una novela de Mundodisco escrita por alguien de la antigüedad, y estoy seguro de que muchas de las bromas se me pasaron por alto debido a esto. No obstante. sí que hay muchos pasajes que me gustaron. Al encontrar a dos fantasmas en su habitación, la reacción del protagonista es simplemente decir "Buen día a ambos, y lamento no poder afirmar con honradez que me alegra veros. No obstante, seréis bienvenidos si os las arregláis para embrujar mi aposento en silencio." Antes que eso, al poco de empezar su aventura, Jurgen menciona "Estoy buscando a mi esposa, quien sospecho que ha sido secuestrada por algún tipo de diablo, pobrecillo."
Definitivamente no es un libro para todo el mundo. Al final del día se trata de una historia sobre un tipo que salta de cama en cama, pero a pesar de sus travesuras sexuales, no hay ningún tipo de contenido explícito puesto que todo se deja para la imaginación (Jurgen apaga las luces siempre que va al tema para evitar que la sombra que envian para vigilarle lo vea). Sin embargo, debido a la forma florecida con la que está escrito, habrán lectores que tendrán problemas con él. Yo los tuve en ocasiones, pero igualmente me lo pasé bien leyéndolo.