20-12-2020 19:46
Finiquitado el capítulo 18 de Ulises.
Capítulo 18: Penélope
En La Odisea, Penélope era la mujer de Ulises (y como tal la reina de Ítaca) quien durante su larga ausencia se vio obligada a hacer frente a un montón de pretendientes que pretendían usurpar el trono de su marido. Siempre fiel a este, Penélope ideaba estratagema tras estratagema para evitar casarse con uno de ellos, confiando durante todos los largos años que dura la historia que Ulises acabaría retornando tarde o temprano. En el Ulises de Joyce, Penélope tiene su paralelo en Molly Bloom, la mujer del protagonista. Esta Penélope, sin embargo, no tiene ningún reparo en ponerle los cuernos a Leopold, y puede parecer que ambos personajes son completamente opuestos. Sin embargo, la realidad es que, en cierta forma, ambas tienen más en común de lo que puede parecer.
Penélope (el capítulo) es notable por varias cosas. La primera es que es el único capítulo dedicado a Molly, un personaje que ha estado prácticamente omnipresente en todo el libro a partir de que Bloom tomase las riendas, pero del que solo hemos tenido pequeños reflejos hasta ahora. El capítulo 18 finalmente nos pone en la piel de la mujer infiel de Bloom y nos deja echar un vistazo a todo lo que le pasa por la cabeza, permitiéndonos comprenderla. Hablaré sobre esto más abajo.
Otra cosa importante es que es el último capítulo del libro, el "jefe final", por así decirlo. La prueba de fuego que hay que superar para llegar a la luz al final del túnel. Y vaya una prueba que es: La tercera cosa notable del capítulo es la forma con la que está escrito, y el hecho de que se trata de uno de los cuatro capítulos infames de Ulises.
Si en los otros capítulos ya ocurrían pocas cosas, en Penélope directamente no ocurre nada. TODO el capítulo consiste en Molly, acostada en la cama al lado de su marido, con una cantidad de pensamientos en la cabeza que hacen que sea incapaz de dormir. El tren de pensamientos de Molly es escrito en forma de parrafada constante, como un enorme mamotreto que ocupa unas 40 páginas (o más, depende de la edición) y en las que no hay ni un solo signo de puntuación. En realidad sí que hay divisiones de párrafo, como puntos y a parte pero sin el punto, pero solo hay como 5 o 6. Seguimos hablando de párrafos que ocupan como 6 o 7 páginas tranquilamente; Una cascada de palabras constantes y frases encadenadas que depende de ti descubrir donde empiezan y donde acaban. NO es fácil de leer.
Pero tampoco es el capítulo más confuso del libro. De hecho, para ser lo que es, es sorprendentemente simple una vez logras evitar que la vista se te nuble (usé el punto de libro en horizontal para ir bajando de línea en línea y evitar perderme).
También conocido como "El Monólogo de Molly Bloom", el último capítulo fue causa de escándalo en la época en la que fue publicado. No solo por como estaba escrito, sino por su contenido: Molly es una persona con un líbido sexual extremadamente activo, y en aquella época era inconcebible que una mujer pensase las cosas en las que piensa este personaje. De hecho, sus pensamientos no solo tocan el tema del sexo sino que también tocan temas de funciones corporales como la menstruación o los pedos (aparentemente a Molly no le sentó muy bien la cena). Esto incomodó en sobremanera a la sociedad mojigata de la época.
Los pensamientos libidinosos de Molly se ven incrementados por el hecho de que precisamente esa tarde tuvo un encuentro con su amante, y por tanto el asunto está fresco en su memoria y su tren de pensamientos tiende a girar en torno a ello. Piensa no solo en Boylan, su amante actual, sino en como debería ser tener a otros conocidos como amantes (incluyendo a Stephen y al padre de la iglesia). Sin embargo, descubrimos algo muy interesante: No importa cuantos amantes pueda tener, sus pensamientos invariablemente siempre regresan a Bloom. Boylan le hace un buen servicio porque es excelente en la cama, pero más allá de eso Molly lo considera un cretino. La razón por la que Molly se ve empujada a buscar aventuras extramatrimoniales es por el deterioro de las relaciones sexuales con Bloom desde la muerte del bebé hace 11 años, y esto a una mujer sexualmente activa como Molly la desespera. Está insatisfecha, y utiliza a sus amantes no solo para descargar sus necesidades, sino también para mandarle un mensaje a Bloom: Por eso ni siquiera se molestó en retirar toda la evidencia de la visita de Boylan a la casa, que vimos en el capítulo anterior. Ella no quiere dejar a Bloom, le sigue queriendo más que a nadie, de hecho el recuerdo más emocional que guarda en su corazón es el mismo momento que guarda Bloom. La realidad es que Molly es como Penélope: Tiene muchos pretendientes, pero en el fondo sigue esperando que su marido "regrese a casa".
El final del libro acaba con Molly recordando los momentos más importantes con Bloom, lo cual deja un mensaje positivo. Sin embargo, nunca sabemos si la relación entre ambos se ve reparada o no, solo podemos esperar que con el tiempo se reconcilien.
Y claro, finalmente puedo decir que he logrado acabar el Ulises.
Si soy sincero, no tengo ni puñetera idea de que puntuación darle en Goodreads. Si hubiese sido el libro solo hubiese sido un 1/5, porque es que no me enteraba de nada y leerlo era jodidamente infumable. Con la ayuda de la guía de lectura, sin embargo, la cosa cambia y he diso capaz de entender una mínima parte. Y quiero dejar algo claro:
No me arrepiento en absoluto de haber leido este libro.
Ha sido como una montaña rusa. Algunos capítulos son definitivamente mejores que otros, y llegando hacia el final no voy a negar que empecé a notar algo de agotamiento, pero la experiencia ha sido igualmente interesantísima. Sí, muchos de los capítulos apestan a la pretensión de un autor que no es todo lo que cree ser, y desde luego no es un libro que vaya a recomendarle a nadie que conozca, pero también ha sido una aventura que creo que no voy a olvidar pronto.
Solo los más cultos, los más inteligentes y constantes, logran leer este libro.
Se confirma mi existencia como ser superior.
Lo soy, porque he leído un clásico atemporal del cual he entendido como un 15%.
Ahora, si me disculpáis, me iré a dormir y no despertaré hasta que hayan pasado 1500 años.
Capítulo 18: Penélope
En La Odisea, Penélope era la mujer de Ulises (y como tal la reina de Ítaca) quien durante su larga ausencia se vio obligada a hacer frente a un montón de pretendientes que pretendían usurpar el trono de su marido. Siempre fiel a este, Penélope ideaba estratagema tras estratagema para evitar casarse con uno de ellos, confiando durante todos los largos años que dura la historia que Ulises acabaría retornando tarde o temprano. En el Ulises de Joyce, Penélope tiene su paralelo en Molly Bloom, la mujer del protagonista. Esta Penélope, sin embargo, no tiene ningún reparo en ponerle los cuernos a Leopold, y puede parecer que ambos personajes son completamente opuestos. Sin embargo, la realidad es que, en cierta forma, ambas tienen más en común de lo que puede parecer.
Penélope (el capítulo) es notable por varias cosas. La primera es que es el único capítulo dedicado a Molly, un personaje que ha estado prácticamente omnipresente en todo el libro a partir de que Bloom tomase las riendas, pero del que solo hemos tenido pequeños reflejos hasta ahora. El capítulo 18 finalmente nos pone en la piel de la mujer infiel de Bloom y nos deja echar un vistazo a todo lo que le pasa por la cabeza, permitiéndonos comprenderla. Hablaré sobre esto más abajo.
Otra cosa importante es que es el último capítulo del libro, el "jefe final", por así decirlo. La prueba de fuego que hay que superar para llegar a la luz al final del túnel. Y vaya una prueba que es: La tercera cosa notable del capítulo es la forma con la que está escrito, y el hecho de que se trata de uno de los cuatro capítulos infames de Ulises.
Si en los otros capítulos ya ocurrían pocas cosas, en Penélope directamente no ocurre nada. TODO el capítulo consiste en Molly, acostada en la cama al lado de su marido, con una cantidad de pensamientos en la cabeza que hacen que sea incapaz de dormir. El tren de pensamientos de Molly es escrito en forma de parrafada constante, como un enorme mamotreto que ocupa unas 40 páginas (o más, depende de la edición) y en las que no hay ni un solo signo de puntuación. En realidad sí que hay divisiones de párrafo, como puntos y a parte pero sin el punto, pero solo hay como 5 o 6. Seguimos hablando de párrafos que ocupan como 6 o 7 páginas tranquilamente; Una cascada de palabras constantes y frases encadenadas que depende de ti descubrir donde empiezan y donde acaban. NO es fácil de leer.
Pero tampoco es el capítulo más confuso del libro. De hecho, para ser lo que es, es sorprendentemente simple una vez logras evitar que la vista se te nuble (usé el punto de libro en horizontal para ir bajando de línea en línea y evitar perderme).
También conocido como "El Monólogo de Molly Bloom", el último capítulo fue causa de escándalo en la época en la que fue publicado. No solo por como estaba escrito, sino por su contenido: Molly es una persona con un líbido sexual extremadamente activo, y en aquella época era inconcebible que una mujer pensase las cosas en las que piensa este personaje. De hecho, sus pensamientos no solo tocan el tema del sexo sino que también tocan temas de funciones corporales como la menstruación o los pedos (aparentemente a Molly no le sentó muy bien la cena). Esto incomodó en sobremanera a la sociedad mojigata de la época.
Los pensamientos libidinosos de Molly se ven incrementados por el hecho de que precisamente esa tarde tuvo un encuentro con su amante, y por tanto el asunto está fresco en su memoria y su tren de pensamientos tiende a girar en torno a ello. Piensa no solo en Boylan, su amante actual, sino en como debería ser tener a otros conocidos como amantes (incluyendo a Stephen y al padre de la iglesia). Sin embargo, descubrimos algo muy interesante: No importa cuantos amantes pueda tener, sus pensamientos invariablemente siempre regresan a Bloom. Boylan le hace un buen servicio porque es excelente en la cama, pero más allá de eso Molly lo considera un cretino. La razón por la que Molly se ve empujada a buscar aventuras extramatrimoniales es por el deterioro de las relaciones sexuales con Bloom desde la muerte del bebé hace 11 años, y esto a una mujer sexualmente activa como Molly la desespera. Está insatisfecha, y utiliza a sus amantes no solo para descargar sus necesidades, sino también para mandarle un mensaje a Bloom: Por eso ni siquiera se molestó en retirar toda la evidencia de la visita de Boylan a la casa, que vimos en el capítulo anterior. Ella no quiere dejar a Bloom, le sigue queriendo más que a nadie, de hecho el recuerdo más emocional que guarda en su corazón es el mismo momento que guarda Bloom. La realidad es que Molly es como Penélope: Tiene muchos pretendientes, pero en el fondo sigue esperando que su marido "regrese a casa".
El final del libro acaba con Molly recordando los momentos más importantes con Bloom, lo cual deja un mensaje positivo. Sin embargo, nunca sabemos si la relación entre ambos se ve reparada o no, solo podemos esperar que con el tiempo se reconcilien.
Y claro, finalmente puedo decir que he logrado acabar el Ulises.
Si soy sincero, no tengo ni puñetera idea de que puntuación darle en Goodreads. Si hubiese sido el libro solo hubiese sido un 1/5, porque es que no me enteraba de nada y leerlo era jodidamente infumable. Con la ayuda de la guía de lectura, sin embargo, la cosa cambia y he diso capaz de entender una mínima parte. Y quiero dejar algo claro:
No me arrepiento en absoluto de haber leido este libro.
Ha sido como una montaña rusa. Algunos capítulos son definitivamente mejores que otros, y llegando hacia el final no voy a negar que empecé a notar algo de agotamiento, pero la experiencia ha sido igualmente interesantísima. Sí, muchos de los capítulos apestan a la pretensión de un autor que no es todo lo que cree ser, y desde luego no es un libro que vaya a recomendarle a nadie que conozca, pero también ha sido una aventura que creo que no voy a olvidar pronto.
Solo los más cultos, los más inteligentes y constantes, logran leer este libro.
Se confirma mi existencia como ser superior.
Lo soy, porque he leído un clásico atemporal del cual he entendido como un 15%.
Ahora, si me disculpáis, me iré a dormir y no despertaré hasta que hayan pasado 1500 años.