¿Recordáis cuando dije que el próximo libro solo tenía 300 páginas y que por lo tanto lo leería rápido?
No contaba con que la cuarentena me separase de él (y del resto de mi biblioteca) durante tres meses. Pero hey, al final logré acabarlo.
Señoras y señores...
Muy Pronto Seré Invencible, de Austin Grossman.
El Doctor Imposible es un supervillano con un coeficiente intelectual del tamaño de Marruecos que se propone dominar el mundo, pero que empieza la historia en una prisión de máxima seguridad para gente con superpoderes. Por otra parte, Fatale es una chica que renació como cyborg tras ser atropellada por un camión de basura, y tras ser convertida en una máquina de guerra y hacer trabajos como mercenaria, recibe una invitación para unirse a los Campeones, el equipo de superhéroes de más prestigio del mundo. Por supuesto, el Doctor Imposible no tarda en fugarse de la prisión, pero esto coincide con la desaparición de Fuego Esencial, que viene a ser el Supermán de la ambientación y el archienemigo del Doctor. Los Campeones deducen que Imposible está detrás de esto y triplican su empeño en encontrarlo... cuando en realidad el Doctor está tan confuso como ellos acerca de lo que ha pasado.
El libro alterna los capítulos desde el punto de vista del Doctor Imposible y Fatale, cada capítulo narrado por uno de los dos personajes, todos ellos en primera persona. El Doctor es una persona cuyo ego rivaliza con su inteligencia, aunque vive eternamente frustrado y con un rencor enorme metido en los huesos. Muchos de sus capítulos consisten en mirar a su pasado y en como ha llegado a donde está. Fatale, por su parte, está llena de complejos, tanto por el hecho de ser una híbrida entre humana y amasijo de hierro que es incapaz de sentarse en una silla sin que se rompa, como por ser la última integrante en un equipo en el que siente que quizá no va a dar la talla. Sus capítulos, sin embargo, no se centran tanto en su pasado como en el del resto de los Campeones, debido a que Fatale apenas tiene recuerdos de su vida antes de ser convertida en cyborg.
La regla natural dicta que los capítulos que siguen al villano probablemente van a resultar más entretenidos que los de la heroína. Y lo son. No es tan agresivamente humorístico como otros libros y se vuelve serio cuando tiene que serlo, pero
Muy Pronto Seré Invencible sigue teniendo un trasfondo divertido que brilla especialmente cuando el Doctor empieza a divagar acerca de los gajes de ser un supervillano, recordando algunos de sus planes pasados, cada cual más rocambolesco y absurdo. El libro tiene además la cara dura de mencionar eventos, pero no elaborar sobre ellos porque no vienen a cuento. Me quedé con las ganas de saber en que consistía el plan en el que el Doctor Imposible intentó conquistar el mundo con "un ejército de peces".
Los capítulos de Fatale son algo más serios, y gran parte de ellos consisten en ella averiguando cosas acerca de sus nuevos compañeros, los cuales son también muy variopintos. Está Lobo Negro, que vendría a ser el Batman de la historia, una persona sin superpoderes, pero entrenada marcialmente y con mucho dinero. También es autista y se encuentra en una incómoda relación de trabajo con su ex, Damisela, la líder del escuadrón, hija del superhéroe más poderoso de la primera generación, ahora ya retirado, y que parece no llevarse muy bien con su familia en parte debido a la presión. También está Elfina, una chica de aspecto joven que asegura venir del reino de las hadas a proteger el mundo por orden de la Reina Titania, y es una especie de princesa guerrera que lucha con una lanza (vendría a ser el homólogo de Thor, el superhéroe que tiene un trasfondo mitológico pero que no todos se creen su historia). Salvaje, un hombre-tigre con la personalidad que cabe esperar de alguien con esas pintas y ese nombre. Mister Místico, el equivalente al Doctor Extraño, un superhéroe que frustra al Doctor Imposible en sobremanera porque sus poderes no pueden ser explicados mediante ciencia y SE NIEGA a admitir que no tienen truco detrás. Triunfo de Arco-Iris, una superheroína de unos 14 o 15 años que se ha convertido en una de las favoritas de los medios debido a su escasa edad, pero que tras las cámaras sufre una enfermedad degenerativa terminal que la obliga a sobrevivir a base de drogas, implantes, operaciones y vómitos. Y luego está Lily, una supervillana convertida en heroína que está actualmente en fase de pruebas porque el resto del equipo no se acaba de fiar de ella, pero que acaba siendo el personaje con quien Fatale hace mejores migas.
El libro es entretenido en general, y el cambio de puntos de vista en cada capítulo evita que se quede estancado. Sin embargo, me sentí algo decepcionado por el final, o más bien por la falta de algo más de interacción entre los dos protagonistas. Por supuesto, estando el doctor a la fuga planeando su próximo ataque contra los gobiernos mundiales mientras los superhéroes lo buscan, ambas tramas solo se cruzan en escaramuzas y pequeños encuentros violentos, pero tiene pintas de que esto cambiará al final, no solo porque tiene que suceder el inevitable enfrentamiento final, sino también porque...
Por todo ello, y porque son los dos protagonistas al fin y al cabo, esperaba que tuviesen algún tipo de interacción más interesante hacia el final del libro. Pero no la tienen, y eso me resultó algo decepcionante. De hecho, Fatale ni siquiera es quien acaba salvando el día. Supongo que su personaje, más que una heroína más, es algo así como una persona ajena al mundo de los superhéroes que nos permite echar un vistazo a lo que se esconde entre bastidores desde un punto de vista neutral. Y eso está bien, pero no quita que creo que le podían haber dado un desenlace algo más climático a su arco argumental.
Pero sea como sea, más allá de esa pega me ha parecido un libro muy entretenido, especialmente para aquellos que quieran seguir la vida de un supervillano frustrado a la vez que echan un vistazo a un universo de superhéroes que baila entre lo cómico y lo cínico a la vez. Casi desearía que Grossman hubiese hecho una secuela para volver a leer las aventuras del Doctor, a quien al final acabas cogiéndole cariño, o saber si Fatale realmente decide dejar el superescuadrón o no.