Resumen semanal. Vamos allá.
Retomado
Atelier Ayesha tras el hiato de un par de semanas.
Después de haberme vuelto a poner en situación y recordar más o menos que diablos estaba haciendo, me dirigí a este santuario volante que está por la parte Oeste del mapa porque Keith, el dandy alquimista, me invitó a hacerlo. Una vez allí descubrimos una especie de Digimon durmiente que, según Keith, fue creado solo para matar. Y, por supuesto, justo cuando llegamos allí, el bicho despierta y tenemos que luchar contra él. El principal problema con este jefe es que se saca turnos extra del trasero, y acaba atacando dos o incluso tres veces cada vez que le toca el turno. Es el combate más difícil del juego hasta ahora (claro que también es el segundo jefe al que me he enfrentado así que el baremo no estaba muy alto), pero en realidad no tienes por que ganarle. El juego sigue avanzando ganes o pierdas, aunque yo volví a cargar la partida y me lo pasé al segundo intento.
No hay mucha cosa más que decir. En la capital se está celebrando el concurso de demostración de objetos, pero creo que esta vez me lo voy a saltar. Ya volveré en unos meses para recuperar el trono que me pertenece por derecho.
Finiquitado
Etrian Odyssey V.
En la última entrada lo dejamos tras acabar el tercer estrato. Hablaré un poco de los dos que vienen después.
El cuarto estrato es una cueva de cristal que tiene una especie de pilares púrpura que te teletransportan de un lado a otro. Los pisos superiores de este sitio son básicamente un laberinto de teletransportadores, y el mapa que acabé dibujando en la pantalla inferior es un infierno de números y anotaciones que a veces no dejan ni ver la forma de las salas en si. El quinto estrato es una especie de jardín situado en una bio-cúpula artificial en la cual puedes ver el espacio. La única mecánica especial aquí son unas máquinas que alteran la gravedad y hacen que te muevas como si estuvieses en uno de esos puzzles de deslizarte sobre el hielo. Tienes que activarlos y desactivarlos para pasar por encima de unos agujeros, pero por lo general es bastante menos problemático que los teletransportadores del estrato anterior. El problema es que los enemigos aquí tienen muy mala hostia.
Y ahora hablaré sobre los jefes... O mejor dicho... HABLARÍA sobre los jefes... Pero resulta que no tengo nada que decir sobre ellos. Y esto es porque... Descubrí como romper el juego con la nigromante y ambos murieron en 3 o 4 turnos.
La nigromante lucha invocando espectros. Estos espectros actúan por si solos al final de turno, pero su verdadera utilidad consiste en sacrificarlos para realizar distintos efectos. Se pueden invocar de distintas maneras y hay incluso algunas pasivas que te dan un % de posibilidad de aparición al final de turno para que aparezca un espectro de forma gratuita. La habilidad que rompe el juego, sin embargo, se llama "Polvo Zombificador", y es un ataque que intenta lanzar muerte instantánea sobre un enemigo y, si funciona, crea un espectro con los HP que ese enemigo tenía al morir. Los jefes son inmunes a la muerte instantánea, pero los FOEs no. De hecho, hay un FOE en el cuarto estrato que es DÉBIL a la muerte instantánea, así que no cuesta nada acabar con un grupo de tres espectros con 9999 de vida en el grupo. La nigromante puede usarlos como escudo con una habilidad que le permite hacer que bloqueen todos los ataques... Pero no. A nosotros lo que nos interesa es una habilidad que se llama "Intercambio Equivalente", y que consiste en sacrificar a un espectro para hacerle a un enemigo tantos puntos de daño como HP tuviese.
9999 x 3 = 29.997. El jefe del cuarto estrato tiene 21.542 HP. El del quinto (que es el jefe final del juego) tiene 35.547 HP.
Si, el jefe final no va a morir simplemente haciendo explotar a los tres espectros, pero para eso están los otros miembros del grupo ahí para hacerle los 5.500 puntos de vida de diferencia mientras la nigromante hace su trabajo. Es absolutamente ABSURDO.
Por esto es por lo que no puedo hablar acerca de los dos últimos jefes: Murieron demasiado rápido. No tengo ni idea de lo que hacen. El del cuarto estrato cambió de forma entre turnos, así que supongo que tendría alguna mecánica similar a la del tercero con el tema de las alas.
Pero bueno... Pasando a mis impresiones finales sobre el juego... Es probablemente el que más me ha gustado de todos los que llevo jugados este año. Sin embargo, no me ha parecido tan bueno como
Etrian Odyssey IV. Esto es ya una opinión personal, pero para mi
Etrian Odyssey IV sigue siendo el mejor RPG de 3DS.
Etrian V empieza fuerte, pero empieza a cojear hacia el final. La historia nunca fue algo importante en esta saga, pero incluso teniendo en cuenta esto da la sensación de que el climax del juego sucede en el tercer estrato en vez del último. A partir de ahí se empieza a notar como una dejadez en la narrativa poco característica en la saga, como si no hubiese ninguna narrativa importante detrás y simplemente estuvieses acabando de explorar el laberinto porque es lo que toca hacer. En el cuarto estrato aún hay una especie de evento en el que un montón de NPCs viajan a la cueva de cristal para minar gemas y hacerse ricos, pero cuando llegas al quinto estrato los eventos y las interacciones se esfuman. Hay una NPC misteriosa que te va instando a llegar hacia el final del laberinto, y al final del juego te revela el verdadero secreto del árbol... Pero para alguien que ya ha jugado a tantos otros juegos de la saga, el secreto no se hace chocante ni interesante. Desde luego, no tanto como la revelación de cuando bajas al quinto estrato por primera vez en el
Etrian Odyssey original y descubrías que el juego era en realidad post-apocalíptico y que el laberinto estaba construido sobre las ruinas de Tokyo. Da casi la sensación de que la última parte de
Etrian Odyssey V fue acabada deprisa y corriendo.
Y si, hay un sexto estrato que hace las veces de post-juego, pero creo que lo dejaré para más tarde. Acabé
The Bard's Tale hace poco, y tras este ya he tenido bastante dungeon crawling por un tiempo...
Me ha gustado: El sentimiento de progreso a medida que vas explorando la mazmorra y tu grupo se va haciendo más fuerte, muy típico de la saga. El juego no se anda con chiquitas.
No me ha gustado: Las partes finales del juego se sienten flojas y poco interesantes.
Así que me puse con algo completamente diferente.
Shadowrun Dragonfall.
Recuerdo que
Shadowrun Returns me gustó pero a la vez me supo a poco. No recuerdo más que escenas sueltas de ese juego, pero sí que me acuerdo que la última misión era un suplicio. Ignoro como va a acabar siendo este porque apenas acabo de empezar a jugarlo.
El juego empieza como cabe esperar que empiece un juego estilo cyberpunk: Eres parte de un grupo de mercenarios que se infiltran en un lugar para hacerse con información, o una mercancía o algo. Por supuesto, algo sale mal durante la infiltración y todo se va a la mierda. No, el inicio de la campaña no intenta revolucionar ninguna de las bases del género, pero como introducción cumple con su cometido. Tienes algunos combates, una oportunidad de meterte dentro de la red para probar las habilidades de los deckers... Y durante el último tramo de la introducción tienes que sobrevivir unas oleadas de enemigos durante 10 turnos antes de que se abran las puertas y puedas salir por patas.
De hecho, apareció un enemigo tochísimo en esa parte de la misión, pero creo que se buggeó o algo, porque no dejaba de correr de un lado al otro sin hacer nada, y mis personajes tampoco podían atacarle. No se si es que se le cruzaron los cables al juego o si realmente era algo que tenía que suceder así, pero hey, no voy a quejarme.
Estoy en las conversaciones con los NPCs justo después del fiasco de la misión inicial, así que tampoco se muy bien de que va a ir la historia. Pero bueno, recordando un poco como se jugaba a esto... Espero que los porcentajes de acierto no mientan tanto como en
Returns. XD
Finalicemos con
FFXIV. La trama de las armas.
A finales de
Stormblood aparece un personaje que se hace llamar Shadowhunter. Esto es solo durante una porción breve de la historia, sin embargo, porque el juego tampoco mantiene oculta su verdadera identidad durante mucho tiempo: Gaius van Baelsar, el antagonista principal del juego base. En
A Realm Reborn, Gaius era el general de la decimocuarta legión imperial, y con la ayuda de los ascianos se hizo con el poder del Arma Ultima. Durante el combate final, sin embargo, Lahabrea, el asciano confidente de Gaius, intenta tomar el control del arma para desatar Artema, lo cual va en contra de los deseos de Gaius: Él es un conquistador, no un destructor. La derrota del Arma Ultima acaba por destruir el complejo imperial, pero Gaius sobrevive, y a partir de ese momento decide dedicar su vida para dar caza a los ascianos, al considerarlos el verdadero mal que corrompe el mundo.
Pero la deserción de Gaius del ejército no impide que el imperio siga interesado en Ultima, y bajo la supervisión de un nuevo pretor llamado Valens van Varro, que ha ascendido de rango de forma escopetada tras la desaparición de Gaius, han empezado a crear nuevas armas basadas en esta. Arma Rubí, Arma Zafiro, Arma Esmeralda... Si, son las Armas del
Final Fantasy 7. Para más inri, descubrimos que los pilotos de estas armas son un grupo de huéfanos que Gaius mismo adoptó y formó bajo su tutela. Con la ayuda del antiguo pretor, nos dirigimos al frente de batalla para poner fin al proyecto armamentístico Imperial.
De momento, dos armas ya están disponibles para luchar contra ellas: Rubí y Esmeralda. Técnicamente también Zafiro, pero es un combate en solitario (y también uno de los momentos estrella de la trama, porque luchas usando un mecha a lo Gundam y se les fue mucho la pinza). En medio del combate contra el Arma Rubí, sin embargo, su piloto activa un modo Oversoul que acaba destruyendo su conciencia y suplantándola por la de Nael van Darnus, la mala de
FFXIV versión 1.0. En efecto, parece que cada una de las armas tiene algún tipo de dato o conciencia de antiguos generales imperiales guardada dentro de su IA. Arma Esmeralda, en concreto, contiene los datos del propio Gaius.
Al igual que con las raids de Nier, vamos a tener que esperar al parche de Abril antes de poder acabar esta trama (posiblemente sea Arma Diamante), pero por ahora... Valens es probablemente el antagonista más asquerosamente abofeteable del juego hasta el momento. Si, incluso más que Asahi.
La semana que viene... Espero haberme podido hacer con el
Monster Hunter Rise. Si no, otras cosas. Empezaré la trama de Edén en
FFXIV, PUEDE que haya acabado con
Atelier Ayesha (no lo sé, pero me da la sensación de que me acerco al final) y bueno, a seguir con lo otro.