19-07-2022 11:45
Siguiente grupo de dos libros. Sospechosos habituales y tal.
Teóricamente, el siguiente libro de Mundodisco que me tocaba leer era ¡Voto a Bríos!, pero como ese fue el libro con el que tras releerlo decidí volver a empezar con toda la saga, me lo salté. Así que pasé directamente al siguiente; El País del Fin del Mundo. De Terry Pratchett, por supuesto.
En la última aventura, un desafortunado (aunque esperable) giro de los acontencimientos transportó a Rincewind a una tierra ignota, árida y con una especie de conejos enormes de morro alargado y cola larga que van saltando por ahí con bolsas en su estómago. Perdido en el desierto, el cobarde hechicero se las ha arreglado para sobrevivir alejado de todos los problemas... así que estos no van a tardar en ir a buscarle. Y entre estos problemas se encuentran los demás magos de la universidad, que en el proceso de intentar encontrarle se ven aislados en una isla tropical de flora extraña. Esta es una historia sobre un continente creado por alguien distinto, o tal vez la misma persona pero durante una noche de borrachera.
El País del Fin del Mundo es el libro #22 del Mundodisco y el #6 de la subsaga de Rincewind. Siempre he dicho que esta subsaga me parece consistentemente floja dentro de la serie, pero Tiempos Interesantes, el último libro de Rincewind que leí, me sorprendió gratamente. ¿Quizá este también logre romper mis impresiones generales sobre la subsaga?
No. El País del Fin del Mundo me ha parecido por lo general flojillo, por las razones que siempre le achaco a su protagonista.
Pero vayamos por partes: Por si no había quedado claro, el libro está basado en Australia y, como tal, contiene muchas referencias y parodias hacia la cultura Australiana. La historia también contiene viajes en el tiempo, toca cosas como la teoría de la evolución de las especies, y en ocasiones se transforma en una parodia de Mad Max. El libro está, sin embargo, claramente dividido en dos. Esto es algo que ya ocurrió en El Segador, de la saga de la Muerte, pero en este caso ambas mitades se sienten mucho más distanciadas, porque mientras que en El Segador una de las mitades iba sobre la nueva vida de la Muerte y la otra sobre otros personajes lidiando con las consecuencias que produce el hecho de que la Muerte no esté haciendo su trabajo, aquí tenemos a dos partes que solo se juntan hacia el final y que, durante la mayor parte del tiempo, se siente que no tienen nada que ver la una con la otra hasta que llega ese nexo de unión. Y cuando el nexi se forma uno lo entiende todo, pero hasta entonces durante la mayor parte del libro el lector no deja de preguntarse a donde demonios quiere ir a parar todo esto.
La parte del libro que sigue a Rincewind me ha parecido curiosamente la mejor de las dos, más que nada porque es la que contiene la mayor cantidad de referencias culturales. La parte de los magos, por otro lado, toca con la teoría de la evolución, pero por lo general siento que las bromas de las relaciones entre los integrantes del grupo ya están perdiendo fuelle a estas alturas. Es lo que tiene tener tantos libros, que a estas alturas los personajes da la sensación de que ya han llegado tan lejos como pueden llegar, y si no evolucionan o se produce algún cambio uno al final tiene la sensación de estar leyendo lo mismo una y otra vez. Esto es bastante preocupante si tenemos en cuenta que apenas acabamos de pasar la mitad de los libros de la saga.
Pero como siempre suele pasar con los libros de Mundodisco, eso no significa que no hayan habido momentos que me hayan hecho gracia, como cuando se menciona que en ese país lejano meten a sus políticos directamente en prisión tan pronto como son elegidos para así ahorrarse tiempo, o la drag queen que está en crisis porque "ser drag queen no es trabajo adecuado para una mujer". No es que el libro sea aburrido, es simplemente que a estas alturas quizá esté esperando algo más.
Siguiendo con el siguiente de Dresden Files, Small Favour, de Jim Butcher.
El jefe de la mafia local, Johnny Marcone, es un canalla, una serpiente, una persona tolerada simplemente porque mantiene a raya alternativas que son peores. Cuando alguien realiza un atentado contra su vida y éste desaparece sin dejar rastro a Dresden le preocupa más bien poco... hasta que la reina de las hadas del Invierno, Mab, aparece frente a él para cobrarse uno de los favores que se le deben: Dresden debe encontrar a Marcone y protegerle de lo que sea que haya ocurrido. Esto no le pone las cosas fáciles a Dresden; al convertirse en emisario del Invierno la corte del Verano empieza a movilizar a agentes en su contra, y para colmo es bastante posible que un viejo enemigo esté detrás de toda la situación. Y pensar que las cosas se habían calmado desde el asunto con el asesino en serie...
Small Favour (o Favor, dependiendo de si te mola más el Inglés Americano) es el libro #10 de la saga de The Dresden Files, y por lo general me ha parecido una entrega sólida, a pesar de que también es un libro que tarda un poco en orientarse y dejar ver por donde va. El libro marca el regreso de ciertos personajes como Ivy, la niña-archivo, Michael y los caballeros de la orden (que había aparecido en el libro 8 pero se mantuvo de fondo) y también Nicodemus y la orden del dinar negro, quienes fueron los antagonistas principales del quinto libro. A pesar de que la trama gira en torno a su desaparición, este no es un libro del que los fans de Marcone vayan a sacar mucho porque, al fin y al cabo, el tipo está desaparecido.
Como dije, este es un libro en el que el lector puede andar algo perdido. A pesar de que en el primer capítulo ya hay una escena de acción (típico de la saga a pesar de que últimamente esta práctica parecía que estaba siendo dejada algo de lado), la parte de la investigación puede resultar algo confusa debido a la cantidad de jugadores que están moviendo fichas, lo cual hace que cueste algo saber a donde quiere ir el libro hasta que finalmente se descubre el pastel. Cuando se descubre las cosas se aceleran de forma vertiginosa, sin embargo. De hecho, la parte final del libro es casi un no parar de acción.
Este es también el primer libro que no parece enfocarse en un nuevo tipo de criatura en concreto, a no ser que cuentes a los hombres-cabra de la corte del Verano, pero incluso entonces su papel acaba siendo relativamente menor al final del día. En su lugar volvemos a tener a los Denarians, y nuevos personajes importantes de la organización aparecen para expandir algo el lore. También, y esto es algo de lo que me di cuenta al llegar a este libro pero que en realidad ya había empezado a ocurrir desde hace un par de ellos, Dresden parece haber aprendido a confiar más en los que lo rodean y a no aguantar toda la presión por si mismo, lo cual permite a más personajes involucrarse en el climax de la trama... A pesar de que en este caso en concreto la acción del final sea menos caótica que en el libro anterior.
Ciertamente es una mejora frente al libro anterior, aunque no lo colocaría al mismo nivel que Death Masks y Dead Beat. Aún así lo coloco en la mitad superior de la serie. Se siente más impactante que el anterior dentro del arco argumental global, la reaparición de personajes importantes se agradece, y siempre es "agradable" ver a Nicodemus como uno de los antagonistas.
Ya me pillé los siguientes cuatro libros de Dresden Files y... Se van haciendo más gordos. El libro 14 parece que es el doble de largo que el primero. Tengo entendido que es en este tramo que viene ahora cuando la trama empieza a pegar vuelcos a la mesa y a estrellar sillas contra todo el mobiliario. Pero eso será intercalando un libro de Mundodisco en medio de cada parada, como siempre.
Teóricamente, el siguiente libro de Mundodisco que me tocaba leer era ¡Voto a Bríos!, pero como ese fue el libro con el que tras releerlo decidí volver a empezar con toda la saga, me lo salté. Así que pasé directamente al siguiente; El País del Fin del Mundo. De Terry Pratchett, por supuesto.
En la última aventura, un desafortunado (aunque esperable) giro de los acontencimientos transportó a Rincewind a una tierra ignota, árida y con una especie de conejos enormes de morro alargado y cola larga que van saltando por ahí con bolsas en su estómago. Perdido en el desierto, el cobarde hechicero se las ha arreglado para sobrevivir alejado de todos los problemas... así que estos no van a tardar en ir a buscarle. Y entre estos problemas se encuentran los demás magos de la universidad, que en el proceso de intentar encontrarle se ven aislados en una isla tropical de flora extraña. Esta es una historia sobre un continente creado por alguien distinto, o tal vez la misma persona pero durante una noche de borrachera.
El País del Fin del Mundo es el libro #22 del Mundodisco y el #6 de la subsaga de Rincewind. Siempre he dicho que esta subsaga me parece consistentemente floja dentro de la serie, pero Tiempos Interesantes, el último libro de Rincewind que leí, me sorprendió gratamente. ¿Quizá este también logre romper mis impresiones generales sobre la subsaga?
No. El País del Fin del Mundo me ha parecido por lo general flojillo, por las razones que siempre le achaco a su protagonista.
Pero vayamos por partes: Por si no había quedado claro, el libro está basado en Australia y, como tal, contiene muchas referencias y parodias hacia la cultura Australiana. La historia también contiene viajes en el tiempo, toca cosas como la teoría de la evolución de las especies, y en ocasiones se transforma en una parodia de Mad Max. El libro está, sin embargo, claramente dividido en dos. Esto es algo que ya ocurrió en El Segador, de la saga de la Muerte, pero en este caso ambas mitades se sienten mucho más distanciadas, porque mientras que en El Segador una de las mitades iba sobre la nueva vida de la Muerte y la otra sobre otros personajes lidiando con las consecuencias que produce el hecho de que la Muerte no esté haciendo su trabajo, aquí tenemos a dos partes que solo se juntan hacia el final y que, durante la mayor parte del tiempo, se siente que no tienen nada que ver la una con la otra hasta que llega ese nexo de unión. Y cuando el nexi se forma uno lo entiende todo, pero hasta entonces durante la mayor parte del libro el lector no deja de preguntarse a donde demonios quiere ir a parar todo esto.
La parte del libro que sigue a Rincewind me ha parecido curiosamente la mejor de las dos, más que nada porque es la que contiene la mayor cantidad de referencias culturales. La parte de los magos, por otro lado, toca con la teoría de la evolución, pero por lo general siento que las bromas de las relaciones entre los integrantes del grupo ya están perdiendo fuelle a estas alturas. Es lo que tiene tener tantos libros, que a estas alturas los personajes da la sensación de que ya han llegado tan lejos como pueden llegar, y si no evolucionan o se produce algún cambio uno al final tiene la sensación de estar leyendo lo mismo una y otra vez. Esto es bastante preocupante si tenemos en cuenta que apenas acabamos de pasar la mitad de los libros de la saga.
Pero como siempre suele pasar con los libros de Mundodisco, eso no significa que no hayan habido momentos que me hayan hecho gracia, como cuando se menciona que en ese país lejano meten a sus políticos directamente en prisión tan pronto como son elegidos para así ahorrarse tiempo, o la drag queen que está en crisis porque "ser drag queen no es trabajo adecuado para una mujer". No es que el libro sea aburrido, es simplemente que a estas alturas quizá esté esperando algo más.
Siguiendo con el siguiente de Dresden Files, Small Favour, de Jim Butcher.
El jefe de la mafia local, Johnny Marcone, es un canalla, una serpiente, una persona tolerada simplemente porque mantiene a raya alternativas que son peores. Cuando alguien realiza un atentado contra su vida y éste desaparece sin dejar rastro a Dresden le preocupa más bien poco... hasta que la reina de las hadas del Invierno, Mab, aparece frente a él para cobrarse uno de los favores que se le deben: Dresden debe encontrar a Marcone y protegerle de lo que sea que haya ocurrido. Esto no le pone las cosas fáciles a Dresden; al convertirse en emisario del Invierno la corte del Verano empieza a movilizar a agentes en su contra, y para colmo es bastante posible que un viejo enemigo esté detrás de toda la situación. Y pensar que las cosas se habían calmado desde el asunto con el asesino en serie...
Small Favour (o Favor, dependiendo de si te mola más el Inglés Americano) es el libro #10 de la saga de The Dresden Files, y por lo general me ha parecido una entrega sólida, a pesar de que también es un libro que tarda un poco en orientarse y dejar ver por donde va. El libro marca el regreso de ciertos personajes como Ivy, la niña-archivo, Michael y los caballeros de la orden (que había aparecido en el libro 8 pero se mantuvo de fondo) y también Nicodemus y la orden del dinar negro, quienes fueron los antagonistas principales del quinto libro. A pesar de que la trama gira en torno a su desaparición, este no es un libro del que los fans de Marcone vayan a sacar mucho porque, al fin y al cabo, el tipo está desaparecido.
Como dije, este es un libro en el que el lector puede andar algo perdido. A pesar de que en el primer capítulo ya hay una escena de acción (típico de la saga a pesar de que últimamente esta práctica parecía que estaba siendo dejada algo de lado), la parte de la investigación puede resultar algo confusa debido a la cantidad de jugadores que están moviendo fichas, lo cual hace que cueste algo saber a donde quiere ir el libro hasta que finalmente se descubre el pastel. Cuando se descubre las cosas se aceleran de forma vertiginosa, sin embargo. De hecho, la parte final del libro es casi un no parar de acción.
Este es también el primer libro que no parece enfocarse en un nuevo tipo de criatura en concreto, a no ser que cuentes a los hombres-cabra de la corte del Verano, pero incluso entonces su papel acaba siendo relativamente menor al final del día. En su lugar volvemos a tener a los Denarians, y nuevos personajes importantes de la organización aparecen para expandir algo el lore. También, y esto es algo de lo que me di cuenta al llegar a este libro pero que en realidad ya había empezado a ocurrir desde hace un par de ellos, Dresden parece haber aprendido a confiar más en los que lo rodean y a no aguantar toda la presión por si mismo, lo cual permite a más personajes involucrarse en el climax de la trama... A pesar de que en este caso en concreto la acción del final sea menos caótica que en el libro anterior.
Ciertamente es una mejora frente al libro anterior, aunque no lo colocaría al mismo nivel que Death Masks y Dead Beat. Aún así lo coloco en la mitad superior de la serie. Se siente más impactante que el anterior dentro del arco argumental global, la reaparición de personajes importantes se agradece, y siempre es "agradable" ver a Nicodemus como uno de los antagonistas.
Ya me pillé los siguientes cuatro libros de Dresden Files y... Se van haciendo más gordos. El libro 14 parece que es el doble de largo que el primero. Tengo entendido que es en este tramo que viene ahora cuando la trama empieza a pegar vuelcos a la mesa y a estrellar sillas contra todo el mobiliario. Pero eso será intercalando un libro de Mundodisco en medio de cada parada, como siempre.
Las canciones que las Híades han de entonar,
donde flamean los andrajos del Rey,
deben morir sin haberse escuchado
en la sombría Carcosa
donde flamean los andrajos del Rey,
deben morir sin haberse escuchado
en la sombría Carcosa
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