Terminado Hyper Light Drifter. Un flipe de juego. Si a caso le achaco esa especie de moda de intentar ser más críptico que nadie en lo narrativo, pero en lo jugable me ha parecido la leche.

Es pa que te hagas tú mismo la historia y eso

La verdad es que es algo que odio. Lo digo siempre, me la pela no entender una historia de primeras, pero dale algún sentido, no dejes mucho al aire, al 'ya lo interpretará el espectador como quiera', joder, al menos saber que es lo que realmente pensaba el director o responsable de la historia. Ni idea de si este juego es así, solo me estaba desahogando

Pues doy por terminado Sunset Overdrive. 20 horas me ha durado, y se me ha hecho corto. He terminado todas las misiones, principales y secundarias, todos los desafios, y he cogido una buena parte de los coleccionables. En general puedo decir que es de las cosas mas divertidas que he jugado en mucho tiempo y, por 20 euros, vale muchsisimo la pena.
 
Ahora aprovechando las rebajas de Steam me he pillado el Sonic Mania y he empeazdo a darle un poco. Me esta gustando mucho, sobretodo el hecho de que muchos de los niveles empiecen igual que en los sonics clasicos para, rapidamente, tener muchas cosas nuevas, tanto de diseño de nivel, como de mecanicas. Quiza, como punto negativo, abusa un poco de las zonas gotta go fast en las que “pierdes el control” para encadenar una serie de propulsores, reboteadores, automatismos y similares solo por el espectaculo (que si, es un bonito espectaculo visual, pero ya esta).
 
Tambien me he hecho con el de Sega & Sonic All Stars Racing, que estaba tambien con descuentillo y le tenia ganas de hacia tiempo en base a las buenas criticas, y FallOut New Vegas, que aunque lo habia jugado en PS3 no tenia los DLCs y a mas quiero probar mods.

(23-11-2018 14:54)Mafrune escribió:Pues doy por terminado Sunset Overdrive. 20 horas me ha durado, y se me ha hecho corto. He terminado todas las misiones, principales y secundarias, todos los desafios, y he cogido una buena parte de los coleccionables. En general puedo decir que es de las cosas mas divertidas que he jugado en mucho tiempo y, por 20 euros, vale muchsisimo la pena.
 
Ahora aprovechando las rebajas de Steam me he pillado el Sonic Mania y he empeazdo a darle un poco. Me esta gustando mucho, sobretodo el hecho de que muchos de los niveles empiecen igual que en los sonics clasicos para, rapidamente, tener muchas cosas nuevas, tanto de diseño de nivel, como de mecanicas. Quiza, como punto negativo, abusa un poco de las zonas gotta go fast en las que “pierdes el control” para encadenar una serie de propulsores, reboteadores, automatismos y similares solo por el espectaculo (que si, es un bonito espectaculo visual, pero ya esta).
 
Tambien me he hecho con el de Sega & Sonic All Stars Racing, que estaba tambien con descuentillo y le tenia ganas de hacia tiempo en base a las buenas criticas, y FallOut New Vegas, que aunque lo habia jugado en PS3 no tenia los DLCs y a mas quiero probar mods.

Me alegro de que descubráis Sunset Overdrive, el gérmen de Spiderman.

(23-11-2018 17:00)Janito escribió:Me alegro de que descubráis Sunset Overdrive, el gérmen de Spiderman.

Era el unico motivo por el que queria una XBox One.

Me dispongo a jugar la tercera vuelta de NieR Automata pero me dicen que es NieR Automata 2 y me lo creo, menuda sorpresa! Eso si la segunda vuelta es aburrida.

Ayer empecé el Ratchet trilogy en vita, por alguna razón y sin ningun motivo esperaba que fuese a 60 fps y me sorprendió ver que va a 30, quizás porque me suena que cuando jugúe al de PS2 iba a 60 y tenía eso en la cabeza

Por lo demas guay, solo me pasé el primero en su época y nunca he jugado al resto, a ver si me quito esa espina

Bien, veamos...


Acabado The Messenger.



He estado dándole vueltas acerca de como hablar de este juego sin tener que recurrir mucho a spoilers. Resulta que hay un momento en el que la estructura del juego cambia, y a pesar de que no es un cambio que sea alucinante o bien llevado -y de hecho recuerdo otros juegos que hicieron cosas similares con mejores resultados-, sí que podría considerarse como una de las formas que el juego tiene de desafiar las expectativas del jugador. Me es imposible hablar del juego sin comentar la naturaleza de este cambio porque en él está el torbellino de emociones que me hace sentir el juego, así que pasaré de todo y hablaré de ello libremente. Pero lo haré bajo un spoiler.

Spoiler :

El juego empieza con una serie de niveles lineales estilo Ninja Gaiden pero sin llegar a ser tan frustrante como dicho juego. El diseño de niveles en The Messenger es exquisito, con unas salas bien trabajadas, posicionamiento de enemigos bien pensado y combinaciones de obstáculos que hacen que cada una de las zonas se sienta distinta. Hay ciertas salas ocultas que contienen secretos, y puedes aumentar las capacidades de tu personaje recogiendo lo que vendría a ser el equivalente a las monedas de Super Mario y canjeándolas en la tienda por nuevas habilidades. Los jefes también se me hicieron muy bien pensados, y el nivel de dificultad es desafiante pero sin llegar a desesperar. Definitivamente The Messenger empieza fuerte como juego de plataformas.
Entonces llegas al final de la primera parte y el juego te saca su baza principal. Y es precisamente ESTA baza la que hizo que todo el juego cayese rodeado en llamas bajo mi punto de vista. Resulta que a mitad del juego, The Messenger se transforma en un metroidvania.
¿Que tienen de malo los metroidvanias? Bueno, cada género (o subgénero en este caso) tiene sus puntos fuertes y débiles, y los metroidvanias no es que tengan más o menos que otros estilos. No obstante, cuando creas un metroidvania tienes que tener muy en cuenta los desafíos a los que te vas a encontrar para que tu juego tenga una estructura satisfactoria. En concreto, me estoy refiriendo al tema del backtracking.
Aparentemente, a los chicos de The Messenger nunca les llegaron las notas acerca de los errores típicos de los metroidvanias, porque su juego no solo tiene cantidades obscenas de backtracking, sino que casi da la sensación de que fueron a ver cuanto podían estirar la paciencia del jugador a posta. Durante mi travesía por la segunda mitad de este juego, mi cabeza tenía flashbacks constantes de otro juego que sufría de un problema similar: Shantae, de GameBoy Color. Shantae tenía un mundo creado al estilo metroidvania, pero formado a base de largos niveles lineales conectados entre si. Para ir de un lado al otro tenías que recorrer tooooooooodo un largo camino que ya habías visto antes, y el sistema de teletransportación entre zonas llegaba demasiado tarde. The Messenger tiene el mismo problema, excepto que en este caso el sistema de teletransportación no llega demasiado tarde sino que está limitado a demasiado pocas zonas. Si en The Messenger hubiesen puesto un par de portales de teleport más la segunda parte del juego no estaría tan mal, pero tal como está en el juego es un auténtico tedio.
Por poner un ejemplo, una de las zonas del juego, las catacumbas, no tiene teletransportador. Si quieres llegar a ella tienes que ir a uno de los niveles vecinos (que tiene el portal hacia la mitad de éste) e ir tirando hacia allá. Así pues atraviesas medio nivel antes de llegar a las catacumbas y empiezas a explorar para encontrar las zonas que no viste durante tu primera visita cuando el juego era lineal. Es posible que encuentres una gruta que te lleva a una zona nueva donde todo está oscuro y no puedes ver nada, así que tienes que dar marcha atrás y recorrer de nuevo un buen trecho antes de encontrar la primera tienda, desde donde puedes ir a la sala de los portales de nuevo. Para encontrar la forma de ver en la oscuridad, debes ir a la primeza zona del juego, la cual es vecina de la zona que tiene EL MISMO PORTAL que usaste antes, excepto por el otro lado. Así que regresas al mismo portal, atraviesas otra vez las salas que te llevan al camino central de la zona y recorres esta vez la primera mitad en vez de la segunda. Llegas a la primera zona, hablas con un NPC y te da unas hojas de té. Tienes que plantarlas en la sala del jefe de la zona de la montaña. Vuelves hacia atrás hasta toparte con la primera tienda otra vez y te encuentras con un dilema: Hay un teletransportador en la zona de la montaña, pero tienes que descubrirlo antes. El teletransportador más cercano que SÍ está activado está como a dos niveles de distancia. Así que atraviesas estos niveles y llegas a la zona de la montaña, con algo de suerte por el lado desde donde activas el teletransportador e, igualmente, todavía tienes que atravesar toda la zona montañosa, y asegurarte de llegar durante el pasado, que es cuando tienes que plantar la planta para que crezca en el futuro. Para ello, tienes que llegar a la sala del jefe, plantar la planta, volver atrás a la brecha temporal más cercana (admito que no recuerdo a que distancia está) y pasar al futuro, y volver a subir. Una vez tienes el té, regresas al primer portal de teletransportación y VUELVES a atravesar ese primer nivel para llegar a la primera zona, donde el NPC te da el objeto que necesitas para ver en la oscuridad. Ahora solo queda VOLVER atrás a la primera tienda. VOLVER a teletransportarte al primer portal, VOLVER a atravesar la segunda mitad de ese nivel para regresar a las catacumbas, y VOLVER a atravesar las catacumbas para llegar a la zona oscura. BUF.
El juego intenta ofrecer algo de variedad mediante el sistema de salto temporal. Los niveles del futuro tienden a ser más difíciles que sus versiones del pasado, y en diversas zonas del juego tienes que ir cambiando de un periodo temporal a otro para abrir nuevas rutas. No obstante, en ocasiones esto provoca todavía más backtracking en un juego que ya está a rebosar de él, por ejemplo cuando te marcan un secreto en el mapa y recorres todos los niveles necesarios para llegar a ese área, descubres que durante esta fase temporal la sala secreta está bloqueada, así que recorres unas cuantas salas hasta la brecha temporal más cercana, las vuelves a reccorrer regresando por el camino... y descubres que durante el futuro el camino de vuelta está bloqueado. Así que vuelves atrás para regresar a la brecha temporal, te diriges a la sala secreta recorriendo las mismas salas POR CUARTA VEZ, y esta vez buscas la brecha temporal más cercana por el otro lado. La encuentras y regresas hacia atrás, esta vez sí, para poder entrar a la sala secreta. Bien. Ahora solo queda salir de allí, porque es posible que la tienda más cercana quede a varias salas de distancia.
Hay que tener en cuenta que The Messenger es desafiante. Las salas que vas atravesando están repletas de enemigos posicionados de forma estratégica, pozos sin fondo de muerte instantánea, trampas de pinchos que hacen daño a mansalva y por lo general desafíos que obligan al jugador a parar y a prepararse para el próximo movimiento. No es un plataformas sádico ni algo que vaya a hacerte llorar de desesperación, pero The Messenger no es un juego fácil... y esto realentiza más aún el backtracking. En juegos como Super Metroid no existía la teletransportación entre zonas, cierto, pero Samus era una máquina de matar que a medida que avanzaba el juego podía arrollar las salas de Zebes como si fuese un tren desbocado, haciendo que el backtracking fuese rápido y relativamente indoloro. En The Messenger los principales peligros consisten en pozos sin fondo que te matan de forma instantánea y te envían unas cuantas salas atrás para que tengas que volver a atravesarlas. Porque hacerlo como siete veces durante el transcurso normal del juego no era suficiente. Celeste, un juego que ofrece desafíos treinta veces más difíciles que los de The Messenger, no se me hizo ni la mitad de frustrante debido a esto. No es frustrante por difícil. Es frustrante por tedio.
"Pero Lordly", dirás inventándote un apodo bastardizando un nombre de usuario que hace siglos que no uso para nada excepto para este foro, "Sos un boludo pelotudo que dijo que le gustaba Shantae, y ahora criticas otro juego por razones similares, vihte?". A lo cual yo respondo... Critiqué el primer Shantae por las mismas razones en su momento, y dije que a pesar de ello el juego me gustaba, aunque consideraba complicado recomendarlo. De la misma forma, también me gusta The Messenger. Es solo que mis sentimientos sobre el juego son enfrentados y, al igual que con Shantae, creo que tiene serios problemas. Y eso me da rabia. Rabia porque es un juego con un diseño de niveles excelente que lamentablemente se hace repetitivo y tedioso por culpa de su estructura, y porque su mayor problema podría haber sido solucionado simplemente añadiendo más puntos de teletransportación.
En fin...

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Me ha gustado: El humor. La forma que el juego tiene de sorprender al jugador es simpática, si bien no la lleva tan lejos como otros juegos lo han ido haciendo durante los últimos años. Pero, sobre todo, el punto fuerte del juego está en el excelente diseño de niveles.
No me ha gustado: Backtracking,  backtracking,  backtracking,  backtracking,  backtracking,  backtracking,  backtracking,  backtracking,   backtracking,  backtracking,  backtracking,  backtracking,  backtracking,  backtracking,  backtracking,  backtracking...

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No tengo tiempo de hablar de los otros juegos que he ido jugando ahora mismo. Pondré otro mensaje más tarde.

Espero que alguien interprete este post cómo una petición de ayuda psicológica:







Ahora a por Pokemon Let's GO.

Tienes un problema, Charly, y resolverlo en el Ornitorrinko no es la solución, aunque al menos es una buena forma de vida que alabo y envidio

Vale, el resto del resumen semanal que no me dio tiempo a poner debido a mi despotrique con The Messenger.


Empecé a jugar a Labyrinth of Refrain de Switch.



El juego es básicamente lo que sale cuando Nippon Ichi Software (los de Disgaea) intentan hacer un dungeon crawler a lo Etrian Odyssey. Si uno ya tiene experiencia con esta compañía, ya puede imaginarse lo que cabe esperar: Mecánicas innecesariamente complicadas y obtusas explicadas a medias en un tutorial que vomita la información al principio y espera que te acuerdes de todo.
El juego va sobre una bruja titiritera ambulante llamada Dronya que viaja en un carro con su aprendiz Luca. Dronya recibe el encargo del alcalde de un pueblo de explorar el laberinto que se encuentra en el fondo de un pozo. El problema es que dicho pozo está repleto de miasma y nadie puede sobrevivir ahí abajo, así que lo que Dronya hace es crear una serie de marionetas (los personajes que controlas) y enviarlos allí por ella. 
Todavía voy por el principio del juego, así que no sé como evolucionará la historia. Lo que sí puedo decir es que Dronya es una de las protagonistas más atípicas que he visto en bastante tiempo. No llega ni a anti-héroe, la tipa es directamente una p***. Es manipuladora, soberbia, con poca paciencia. Y también odia a los niños, lo cual le hace ser abusiva con su aprendiz, a quien a menudo controla a base de amenazas.
En cuanto al juego, al crear tus marionetas les puedes asignar un porrón de cosas, empezando por la clase y siguiendo por la personalidad, el tipo de crecimiento de estatus, su signo, su número de la suerte... Y luego al crear el equipo no basta con meterlas ahí sino que tienes que asignarles escuadrones. Cada escuadrón está especializado en algo (escuadrón de ataque, escuadrón de defensa, escuadrón de cura...etc...), y un equipo puede estar formado de cinco escuadrones, cada uno de los cuales puede llevar tres personajes a la vez. Por ejemplo, en la imagen de arriba están los cinco escuadrones con solo un personaje en cada uno, pero en esta otra...



... los escuadrones 2 y 4 tienen tres personajes cada uno. Asignar un personaje a un escuadrón le permitirá usar habilidades especiales. Por ejemplo, los que estén en el escuadrón de curación podrán usar magias curativas...etc... Al principio empiezas con seis clases, que vienen a ser guerrero, pícaro, bardo, mago, tanque y cazador. Estas clases definen estatus y algunas habilidades (sobre todo las pasivas), porque, según lo que he visto por ahora, las magias y tal vienen definidas por el escuadrón al que las asignas.
Y no, no sé si realmente puedes acabar yengo por ahí con un equipo de 15 personajes o si el juego tiene un límite global para el equipo. XD
Por el camino vas encontrando piezas de marionetas, que sirven para crear nuevos personajes. No hay perma-muerte, pero si tu equipo muere en el laberinto a tus marionetas se les pueden romper partes del cuerpo, y luego tienes que comprar material para repararlas.
Y eso es todo lo que puedo decir. En realidad todavía voy por el segundo piso del laberinto.


Acabé la campaña Morgawr del Endless Legend. Ahora me he puesto con los Allayi.



La campaña Morgawr acabó de forma similar a la de los Kapaku... Conmigo eliminando toda la competición que hiciese falta hasta controlar el número de ciudades necesario para ganar por expansión (24 en el caso de ese mapa).
Los Allayi (que siempre tengo que mirar por Internet si la LL o la Y viene antes cuando escribo su nombre) son una especie de urciélagos guerreros o algo así, que tienen una conexión muy arraigada con el planeta. Pero más que con la tierra, como la tenían los Caminantes Salvajes (léase conejitas élficas), los Allayi tienen conexión con el clima.
La historia de Endless Legend va sobre el planeta de Auriga, el cual está muriendo y al borde del cataclismo. Una de las manifestaciones de este fin del mundo son los inviernos, aparentemente aleatorios y cada vez más destructivos. El juego introduce estos inviernos como unas fases a lo largo de todo el juego durante las cuales tu producción recibe un mazazo y tus unidades apenas pueden moverse un par de casillas por turno. Los inviernos llegan de forma aleatoria y pueden durar más o menos según lo que el RNG del juego desee, y a medida que avanzan acumulan penalizaciones.
Pero no todo es malo. Los inviernos también generan perlas por el mapa, que son recursos que tus unidades pueden recoger para obtener diversos beneficios. En el templo, tu imperio puede desbloquear diversas tecnologías con perlas, así como generar edificios, bendiciones o incluso rezarle a los dioses para intentar controlar algunos aspectos del siguiente invierno.
Digo todo esto porque el juego de los Allayi se basa principalmente en estas perlas. Los Allayi pueden encontrar perlas incluso antes del primer invierno, las usan para construir algunas de sus unidades y edificios, son capaces de predecir con exactitud en que turno y cuanto va a durar el siguiente invierno (el resto de facciones dan unos números orientativos e inexactos), y a pesar de que siguen recibiendo penalizaciones a producción, las unidades Ayalli reciben BUFOS durante invierno.
Como Ayalli, básicamente estás yendo por el mapa con escuadrones recogiendo todas las perlas que encuentres y explorando ruinas para ver si puedes rapiñar alguna más (los Allayi pueden obtener perlas de las ruinas, cosa que las otras facciones no). NECESITAS estas perlas, porque esta facción amplia sus ciudades mediante un distrito especial que es mejor que el de las otras, pero requiere perlas para ser construido y cada vez te pide más. Compensan esto por el hecho de que tienen una unidad que puede recoger recursos de cualquier tipo del terreno sin necesidad de crear una mina en el lugar, simplemente dejándola encima de la casilla en cuestión, y sus bonificaciones invernales. Donde otras facciones se recluían en si mismas durante invierno, la estación fría es el mejor momento para atacar con los Ayalli, porque sus unidades reciben bonificaciones de ataque y movimiento.
Estoy yendo a por una victoria por Misión con ellos. Cada facción tiene su propia misión (la cual siempre intento completar vaya a por la victoria o no). Una vez completas la misión de la facción desbloqueas dos cosas: La maravilla y la misión de epílogo. La maravilla la construyes para obtener una victoria por maravilla. Y si completas la misión de epílogo, tienes una victoria por Misión, que es lo que estoy intentando hacer. Todas las facciones tienen la misma misión de epílogo, que consiste en enviar un grupo de colonos en una sonda espacial para escapar del planeta, pero la misión de facción que viene antes es completamente distinta para cada una de ellas. Los Kapaku tenían una trama que iba sobre desenterrar la verdad de los Eternos, a quienes ellos adoraban, y llevarse el mayor chasco de la historia. Los Morgawr iban sobre conquistar fortalezas marítimas y controlar a la peña con sus cordyceps para segurarse de que nadie puede volver a encarcelarlos. Los Allayi tienen una misión que consiste en descubrir la verdad sobre las perlas... y de paso hacer frente a un grupo de demonios mecánicos que aparece de vez en cuando en su territorio, y tienes que o bien sobrevivir durante X turnos o bien derrotarlos.


Siguiendo ahora con Baldur's Gate 2.



Ya salí de las alcantarillas. Por fin.
Ahora estoy en una prisión entre planos, o algo así, intentando rescatar a un grupo de artistas ambulantes que decidieron indagar demasiado hondo.
Espero por el bien de todo lo que es sagrado y bendito que el tema de las cloacas fuese la última parte en la que tuviese que enfrentarme contra Contempladores, en serio. Creo que no he visto peor bicho en toda mi vida como jugador. Son absolutamente ridículos en este juego. Técnicamente los liches son peores... pero los liches no vienen en grupos de seis o más. No sé que demonios se fumaron cuando diseñaron algunos de los desafíos en este juego, en serio.
No ayuda que esta edición de D&D tuviese un montón de estados alterados que se hacen lo mismo pero se llaman de forma distinta (aturdido, paralizado, bloqueado, enraizado...etc...) y que cada uno de ellos se elimine con un hechizo diferente. Al final estás dando más vueltas al libro de hechizos que a otra cosa. Y sí, hay un hechizo que se llama Movimiento Libre que protege frente a la mayoría de esos estados, pero entonces el Beholder no se que parida hace que te hechiza y te elimina todas las protecciones mágicas que tuvieses encima. Es un suplicio.


Las cosas van lentas por FFXIV.



Con lo cual me refiero a que no he tenido mucho tiempo de jugarlo. Derroté a Lakshmi, la primordial del placer, así que eso cuenta para algo. Su combate giraba en torno a repartir áreas de efecto apuntadas hacia ti de forma que no molestasen al resto de tus compañeros, y usar unas burbujas de luz para evitar el ataque final en el cual la tipa coge a todo el grupo y lo atrae hacia su pecho... por mucho que uno no quiera evitarlo. 
Pero creo que lo más importante es que he cambiado de server. Más que nada porque me enteré de que mis ex-compañeros de máster estaban jugando en otro, así que me apunté a la fiesta.
Por ahora la historia se está centrando algo más en Fordola, una de las tenientes imperiales situadas en el territorio ocupado de Ala Mhigo. Fordola ES nativa de Ala Mhigo igual que Yotsuyu lo era de Doma, y al igual que ésta parece albergar un resentimiento hacia su patria que por el momento aún está por ser revelado. En cierta forma, ambas son un reflejo de la otra, excepto que Fordola no es tan sádica ni mezquina. Sigue siendo una oponente implacable y sin piedad que dirige un grupo de matones que abusan de su poder, sin embargo, y parece que Zenos está alimentando su odio al igual que lo hizo con Yotsuyu.
Sea como sea, creo que su subtrama se va a cerrar pronto.

No sé si me flipa más la cantidad de cosas que te juegas, lordlizard, o como eres capaz de escribir en esos textazos enormes y descriptivos la cantidad de cosas que juegas. Creo que no jugaré a la mayoría de cosas que pones, pero me gusta pasar el rato leyéndote, las aventurillas o aventurazas del FFXIV son muy curiosas.