14-12-2012 12:24
Juas, patatas y olivas. Es algo que tradicionalmente suelo comprar los viernes, pero "en mejor".
Hay en el mercadito de toda la vida al lado de mi casa un puesto de variantes (encurtidos en otras regiones) que hacen ellos a mano y es como un escaparate de luz, color y variedad bestial. Siempre que me toca turno sigo pensando qué llevarme ésa vez.
Si me acuerdo le tiraré una foto para vuestro disfrute, pero hay por ejemplo unos pinchos de alcachofa (sí, la misma alcachofa que odio en otros contextos alimentarios) con pepinillo y pimiento rojo que están que te mueres. O los clásicos ajos. Berenjenas, aceitunas aliñadas, o rellenas de berenjena, o de pulpo o de mil cosas más.
Y eso, con las patatas artesanas y una lata de cerveza, para mí es ser Dios. Y sin mamada mientras, que si no, ya sería como ser el padre de Dios.
Hay en el mercadito de toda la vida al lado de mi casa un puesto de variantes (encurtidos en otras regiones) que hacen ellos a mano y es como un escaparate de luz, color y variedad bestial. Siempre que me toca turno sigo pensando qué llevarme ésa vez.
Si me acuerdo le tiraré una foto para vuestro disfrute, pero hay por ejemplo unos pinchos de alcachofa (sí, la misma alcachofa que odio en otros contextos alimentarios) con pepinillo y pimiento rojo que están que te mueres. O los clásicos ajos. Berenjenas, aceitunas aliñadas, o rellenas de berenjena, o de pulpo o de mil cosas más.
Y eso, con las patatas artesanas y una lata de cerveza, para mí es ser Dios. Y sin mamada mientras, que si no, ya sería como ser el padre de Dios.
Bienvenidos al podcast de la Pócima Roja, la que te foca, la que te parte la cara.