09-06-2017 22:37
Pero no son 21 años Razork, acúerdate que en el segundo libro Julio es un bebé, y son 21 meses. Casi al principio, te cuentan como su madre Aurelia, la que regenta la ínsula en el subura, lo trata de una forma tremandamente especial para que su crianza sea algo que le haga brillar en el futuro, cosa que entiendo, pero eso lo hace porque lo ve como una especie de ser especial que ya a tan cortísima edad dice el libro tener un encanto que magnetiza a todo el mundo y una inteligencia que lleva a hacer preguntas y conversaciones totalmente inusuales para su edad. Suena flipadilla la cosa para un chaval de menos de dos años. Pero como he dicho, supongo que habrá algo detrás, veremos que nos depara la autora con el joven Julio.
Te comprendo lo que dices de darse un descanso. A mi me parecen novelas históricas geniales pero están cargadísimas de información, toneladas de datos, nombres a cholón de personajes, localizaciones......Mismamente, quizás recuerdes que en los primeros compases del libro, Cayo Mario se hace un viaje por la zona de Ásia, y está trufado de de eso mismo, nombres, datos, información...........cosa que a mi me parece puñeteramente soberbia pero es lógico que 'comérselo' todo pueda costar un poquillo, aunque también la autora lo sabe y cuando necesita volver a hablar de algo que ya ha contado, lo saca a colación de manera adecuada para no perder al lector. A mi lo que más me perdía de volver a ponerme con la saga eran los nombres de los romanos, que con los puñeteros parecidos entre muchos de ellos no recordaba con exactitud quien era quien y quien había hecho qué. Pero entre las explicaciones y hasta la guía final de términos (que es más corta que en la anterior novela), me he ido situando perfectamente y sin problemas.
Te comprendo lo que dices de darse un descanso. A mi me parecen novelas históricas geniales pero están cargadísimas de información, toneladas de datos, nombres a cholón de personajes, localizaciones......Mismamente, quizás recuerdes que en los primeros compases del libro, Cayo Mario se hace un viaje por la zona de Ásia, y está trufado de de eso mismo, nombres, datos, información...........cosa que a mi me parece puñeteramente soberbia pero es lógico que 'comérselo' todo pueda costar un poquillo, aunque también la autora lo sabe y cuando necesita volver a hablar de algo que ya ha contado, lo saca a colación de manera adecuada para no perder al lector. A mi lo que más me perdía de volver a ponerme con la saga eran los nombres de los romanos, que con los puñeteros parecidos entre muchos de ellos no recordaba con exactitud quien era quien y quien había hecho qué. Pero entre las explicaciones y hasta la guía final de términos (que es más corta que en la anterior novela), me he ido situando perfectamente y sin problemas.