13-07-2023 09:25
Leído Un Trabajo Muy Sucio, de Christopher Moore.
Charlie Asher es el propietario de una tienda de artículos de segunda mano. Tiene como empleados a Lily, una chica gótica en plena etapa de rebeldía, y Ray, un ex-policía convencido de que su jefe es un asesino en serie. El mismo día en el que nace su hija Sophie, Charlie encuentra a un extraño individuo junto a la cama de su mujer, el cual afirma que no debería poder verle. A partir de ahí, el mundo de Charlie pega un vuelco cuando descubre que ha sido elegido para entrar en una línea de trabajo de lo más siniestra: La de ayudante de la muerte. Debe recoger las almas de los individuos que van muriendo para facilitarles el paso a su siguiente vida. No es un trabajo agradable, pero es de vital importancia para asegurarse de que ninguna de estas almas cae en las manos de las fuerzas de la oscuridad, que poco a poco ven como el momento de su resurgimiento se acerca.
Un Trabajo Muy Sucio es un libro de humor satírico del escritor estadounidense Christopher Moore. Habiendo dicho esto, empecemos quitándonos el elefante en la sala de encima: Especialmente teniendo en cuenta la saga de libros con la que ando enfrascado desde hace un tiempo, me resulta inevitable realizar comparaciones entre este libro y ciertas obras de Pratchett. En concreto, Mort.
En realidad, más allá del concepto, el desarrollo en sí no se parece ni en trama ni en estilo al de Mort. El estilo de Moore se diferencia lo suficiente del de Pratchett como para que no de la sensación de que estés leyendo más de lo mismo. Moore es más directo, y no le importa entrar en terrenos algo más adultos como el sexo, si bien tampoco abusa de ellos. Pratchett en ocasiones puede ser algo desorientante, especialmente en muchos de los climaxes de sus novelas, pero a su vez también es cierto que a menudo intenta introducir comentarios y trasfondos algo más profundos en su prosa, lo cual es algo que he visto ausente en la novela de Moore. Si bien, al ser la única suya que he leído, no sé si es un tema general de su estilo o si se trata de algo que ocurre en este libro en concreto.
La discusión de cual de los dos estilos es mejor se me hace innecesaria. Lo importante es que llevo más de dos años leyendo los libros de Mundodisco y mi peor temor era que Un Trabajo Muy Sucio se sintiese como algo derivativo. Esto no ha sido así, y el hecho de que el estilo de Moore se diferencie del de Pratchett para mí era más importante que el hecho de decidir si era mejor o peor. Afortunadamente, el resultado ha sido un limpiador de paladar adecuado.
El protagonista del libro, Charlie, es descrito con mucha insistencia como "un macho beta". Su personalidad es la de un individuo inseguro y constantemente preocupado. De nuevo, con esta descripción es también inevitable compararlo al macho beta por excelencia de Mundodisco, Rincewind, y en esta comparación a mi parecer Charlie sale plenamente favorecido por el simple y mero hecho de que a pesar de encontrarse en una situación que se escapa a su control, sigue tratándose de un personaje con agencia que toma decisiones por su cuenta y riesgo en vez de aguantar toda la tormenta que se le viene encima y dejar que el viento se lo lleve.
No, nunca dejaré de criticar a Rincewind como personaje, es lo que hay.
El resto de personajes que rodean a Charlie tienen una personalidad bastante marcada también. Si acaso, el único personaje que a mi parecer se sintió algo flojo fue Audrey, quien a mi parecer recibe el foco de atención quizá demasiado tarde. Las antagonistas principales son también curiosas por ver cada uno de sus movimientos constantemente frustrados (a menudo con severas lesiones) y sin embargo lograr mantener una paradógica aura de amenaza a su alrededor a pesar de todo.
Si hay algo que puedo quizá criticar del libro es que se siente un poco estático. Y no debería. De hecho, la historia contiene varios saltos temporales, y desde que empieza hasta que acaba pasan dos o tres años. Estos saltos hacen que sea algo difícil acompañar a los personajes en su evolución, especialmente en lo que se refiere a Sophie, la hija de Charlie, recién nacida cuando la historia empieza. Lily es otro personaje que ve su paradigma ligeramente cambiado al encontrar un segundo oficio a mitad del libro, y todo esto hace que sea complicado tener un claro concepto de la posición de cada uno de ellos. Y sin embargo, a pesar de todo, también noté que la historia central del libro se mantenía extrañamente inerte, como si todo el rato hubiese algo que estaba a punto de pasar pero no se decidiese a dar el paso hasta llegar finalmente a los últimos capítulos. Y esta sensación no es del todo justa, porque sí que ocurren cosas. Son simplemente cosas que se sienten más tangenciales a la trama que momentos clave.
Pero más allá de eso el libro es divertido, ingenioso y, sobre todo, logra tener una personalidad propia a pesar de que su concepto parezca peligrosamente derivativo.
Charlie Asher es el propietario de una tienda de artículos de segunda mano. Tiene como empleados a Lily, una chica gótica en plena etapa de rebeldía, y Ray, un ex-policía convencido de que su jefe es un asesino en serie. El mismo día en el que nace su hija Sophie, Charlie encuentra a un extraño individuo junto a la cama de su mujer, el cual afirma que no debería poder verle. A partir de ahí, el mundo de Charlie pega un vuelco cuando descubre que ha sido elegido para entrar en una línea de trabajo de lo más siniestra: La de ayudante de la muerte. Debe recoger las almas de los individuos que van muriendo para facilitarles el paso a su siguiente vida. No es un trabajo agradable, pero es de vital importancia para asegurarse de que ninguna de estas almas cae en las manos de las fuerzas de la oscuridad, que poco a poco ven como el momento de su resurgimiento se acerca.
Un Trabajo Muy Sucio es un libro de humor satírico del escritor estadounidense Christopher Moore. Habiendo dicho esto, empecemos quitándonos el elefante en la sala de encima: Especialmente teniendo en cuenta la saga de libros con la que ando enfrascado desde hace un tiempo, me resulta inevitable realizar comparaciones entre este libro y ciertas obras de Pratchett. En concreto, Mort.
En realidad, más allá del concepto, el desarrollo en sí no se parece ni en trama ni en estilo al de Mort. El estilo de Moore se diferencia lo suficiente del de Pratchett como para que no de la sensación de que estés leyendo más de lo mismo. Moore es más directo, y no le importa entrar en terrenos algo más adultos como el sexo, si bien tampoco abusa de ellos. Pratchett en ocasiones puede ser algo desorientante, especialmente en muchos de los climaxes de sus novelas, pero a su vez también es cierto que a menudo intenta introducir comentarios y trasfondos algo más profundos en su prosa, lo cual es algo que he visto ausente en la novela de Moore. Si bien, al ser la única suya que he leído, no sé si es un tema general de su estilo o si se trata de algo que ocurre en este libro en concreto.
La discusión de cual de los dos estilos es mejor se me hace innecesaria. Lo importante es que llevo más de dos años leyendo los libros de Mundodisco y mi peor temor era que Un Trabajo Muy Sucio se sintiese como algo derivativo. Esto no ha sido así, y el hecho de que el estilo de Moore se diferencie del de Pratchett para mí era más importante que el hecho de decidir si era mejor o peor. Afortunadamente, el resultado ha sido un limpiador de paladar adecuado.
El protagonista del libro, Charlie, es descrito con mucha insistencia como "un macho beta". Su personalidad es la de un individuo inseguro y constantemente preocupado. De nuevo, con esta descripción es también inevitable compararlo al macho beta por excelencia de Mundodisco, Rincewind, y en esta comparación a mi parecer Charlie sale plenamente favorecido por el simple y mero hecho de que a pesar de encontrarse en una situación que se escapa a su control, sigue tratándose de un personaje con agencia que toma decisiones por su cuenta y riesgo en vez de aguantar toda la tormenta que se le viene encima y dejar que el viento se lo lleve.
No, nunca dejaré de criticar a Rincewind como personaje, es lo que hay.
El resto de personajes que rodean a Charlie tienen una personalidad bastante marcada también. Si acaso, el único personaje que a mi parecer se sintió algo flojo fue Audrey, quien a mi parecer recibe el foco de atención quizá demasiado tarde. Las antagonistas principales son también curiosas por ver cada uno de sus movimientos constantemente frustrados (a menudo con severas lesiones) y sin embargo lograr mantener una paradógica aura de amenaza a su alrededor a pesar de todo.
Si hay algo que puedo quizá criticar del libro es que se siente un poco estático. Y no debería. De hecho, la historia contiene varios saltos temporales, y desde que empieza hasta que acaba pasan dos o tres años. Estos saltos hacen que sea algo difícil acompañar a los personajes en su evolución, especialmente en lo que se refiere a Sophie, la hija de Charlie, recién nacida cuando la historia empieza. Lily es otro personaje que ve su paradigma ligeramente cambiado al encontrar un segundo oficio a mitad del libro, y todo esto hace que sea complicado tener un claro concepto de la posición de cada uno de ellos. Y sin embargo, a pesar de todo, también noté que la historia central del libro se mantenía extrañamente inerte, como si todo el rato hubiese algo que estaba a punto de pasar pero no se decidiese a dar el paso hasta llegar finalmente a los últimos capítulos. Y esta sensación no es del todo justa, porque sí que ocurren cosas. Son simplemente cosas que se sienten más tangenciales a la trama que momentos clave.
Pero más allá de eso el libro es divertido, ingenioso y, sobre todo, logra tener una personalidad propia a pesar de que su concepto parezca peligrosamente derivativo.
Las canciones que las Híades han de entonar,
donde flamean los andrajos del Rey,
deben morir sin haberse escuchado
en la sombría Carcosa
donde flamean los andrajos del Rey,
deben morir sin haberse escuchado
en la sombría Carcosa
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