07-06-2023 09:25
Leído El Atlético Invisible, de Terry Pratchett.
La Universidad Invisible se aguanta mediante subvenciones monetarias que permiten a sus miembros disfrutar de una vida de más de tres comidas al día. Este estilo de vida amenaza con cambiar, sin embargo, cuando descubren una cláusula legal que les obliga a formar un equipo de fútbol si desean seguir disfrutando de la subvención. Con este propósito, el archicanciller Ridcully empieza a preparar un equipo con los miembros de la universidad como integrantes, proceso que no es nada sencillo teniendo en cuenta que los magos no son precisamente caracterizados por su habilidad física, y además la versión del fútbol que se practica en Ankh Morpork es notable por ser violenta y mortal. El patricio Vetinari interviene proponiendo un nuevo conjunto de reglas para modernizar el deporte, pero el entrenamiento del equipo en sí corre bajo la responsabilidad del Señor Huebo, un trasgo que trabaja como candelero en la universidad, y que va acompañado de sus tres jóvenes amigos, Glenda, Juliet y Trevor, todos ellos forofos del fútbol y con más conocimiento de causa del que cualquier mago pudiese tener.
El Atlético Invisible es la novela #37 de la serie de Mundodisco, y aunque pudiese ser considerada como parte de la sub-saga de los magos (y el último libro de ésta), la verdad es que la historia no sigue tanto a los miembros del cuadro académico de la universidad como al grupo de cuatro personajes formado por Huebo, Greta, Juliet y Trebor, los cuales tienen su propia sub-trama. O más bien sub-tramas, en plural.
Cuando uno busca opiniones acerca de cual es el peor libro de Mundodisco las opiniones son naturalmente diversas, como es normal, pero El Atlético Invisible suele aparecer nombrado con bastante frecuencia. Uno de los principales problemas que le veo al libro es que intenta hacer demasiadas cosas a la vez. Tanto es así que en realidad la trama del equipo de fútbol queda en segundo plano durante la mayor parte de la novela, en favor de la de Trevor y Juliet (ambos miembros de familias que animan a equipos rivales) iniciando una relación estilo Romeo y Julieta, o la trama de sobreprotección que Glenda siente por Juliet cuando ésta inicia su carrera como modelo, fruto de sus propias inseguridades, o la promesa de Trevor ante su madre sobre no jugar nunca a fútbol a pesar de ser el hijo de un jugador legendario, o, sobre todo, la trama del pasado de Huebo y su verdadera identidad.
Creo que las intenciones del libro son loables. Logra coger a estos cuatro protagonistas y darles un peso propio e individual con su propia historia dentro del conjunto. Sin embargo, bajo mi punto de vista el resultado final es que ninguna de las tramas recibe la atención que merece exceptuando quizá la de Huebo. El resultado es que el libro se siente algo inconexo, y muchas de sus escenas se sienten como paja. El potencial está ahí, pero no se llega a realizar tanto como debería.
Debe decirse también que yo soy una persona a quien pocas cosas le interesan menos que el deporte, lo que significa que siempre ha sido incapaz de comprender la pasión que los forofos sienten por su equipo, y eso ya de por sí pone al libro en desventaja al ponerlo bajo mi valoración personal, ya que de forma natural me siento apartado de gran parte de la temática del libro (o lo que se supone que es la temática al menos). Pero irónicamente es la parte final del libro, cuando el partido realmente se lleva a cabo, el momento en el que empecé a disfrutar más de lo que estaba leyendo.
No voy a decir que El Atlético Invisible me haya parecido el peor libro de Mundodisco que haya leído, pero entre unas cosas y otras es verdad que durante gran parte de él me he sentido algo desinteresado al notar que la historia se estaba yendo por las ramas. Ramas que, al final, no logran acabar brotando hojas.
El Atlético Invisible es el quinto libro empezando por la cola de la saga. Quedan cuatro. La cuenta final avanza.
Pero antes de pasar al siguiente... Voy a ponerme a leer algo que ni mi madre se esperaría de mí. Ahí van unas pistas: Es cristiano. Es dantesco. Es un puto fanfic disfrazado de poema.
(Ultima edición: 07-06-2023 09:45 por lordlizard.)
La Universidad Invisible se aguanta mediante subvenciones monetarias que permiten a sus miembros disfrutar de una vida de más de tres comidas al día. Este estilo de vida amenaza con cambiar, sin embargo, cuando descubren una cláusula legal que les obliga a formar un equipo de fútbol si desean seguir disfrutando de la subvención. Con este propósito, el archicanciller Ridcully empieza a preparar un equipo con los miembros de la universidad como integrantes, proceso que no es nada sencillo teniendo en cuenta que los magos no son precisamente caracterizados por su habilidad física, y además la versión del fútbol que se practica en Ankh Morpork es notable por ser violenta y mortal. El patricio Vetinari interviene proponiendo un nuevo conjunto de reglas para modernizar el deporte, pero el entrenamiento del equipo en sí corre bajo la responsabilidad del Señor Huebo, un trasgo que trabaja como candelero en la universidad, y que va acompañado de sus tres jóvenes amigos, Glenda, Juliet y Trevor, todos ellos forofos del fútbol y con más conocimiento de causa del que cualquier mago pudiese tener.
El Atlético Invisible es la novela #37 de la serie de Mundodisco, y aunque pudiese ser considerada como parte de la sub-saga de los magos (y el último libro de ésta), la verdad es que la historia no sigue tanto a los miembros del cuadro académico de la universidad como al grupo de cuatro personajes formado por Huebo, Greta, Juliet y Trebor, los cuales tienen su propia sub-trama. O más bien sub-tramas, en plural.
Cuando uno busca opiniones acerca de cual es el peor libro de Mundodisco las opiniones son naturalmente diversas, como es normal, pero El Atlético Invisible suele aparecer nombrado con bastante frecuencia. Uno de los principales problemas que le veo al libro es que intenta hacer demasiadas cosas a la vez. Tanto es así que en realidad la trama del equipo de fútbol queda en segundo plano durante la mayor parte de la novela, en favor de la de Trevor y Juliet (ambos miembros de familias que animan a equipos rivales) iniciando una relación estilo Romeo y Julieta, o la trama de sobreprotección que Glenda siente por Juliet cuando ésta inicia su carrera como modelo, fruto de sus propias inseguridades, o la promesa de Trevor ante su madre sobre no jugar nunca a fútbol a pesar de ser el hijo de un jugador legendario, o, sobre todo, la trama del pasado de Huebo y su verdadera identidad.
Creo que las intenciones del libro son loables. Logra coger a estos cuatro protagonistas y darles un peso propio e individual con su propia historia dentro del conjunto. Sin embargo, bajo mi punto de vista el resultado final es que ninguna de las tramas recibe la atención que merece exceptuando quizá la de Huebo. El resultado es que el libro se siente algo inconexo, y muchas de sus escenas se sienten como paja. El potencial está ahí, pero no se llega a realizar tanto como debería.
Debe decirse también que yo soy una persona a quien pocas cosas le interesan menos que el deporte, lo que significa que siempre ha sido incapaz de comprender la pasión que los forofos sienten por su equipo, y eso ya de por sí pone al libro en desventaja al ponerlo bajo mi valoración personal, ya que de forma natural me siento apartado de gran parte de la temática del libro (o lo que se supone que es la temática al menos). Pero irónicamente es la parte final del libro, cuando el partido realmente se lleva a cabo, el momento en el que empecé a disfrutar más de lo que estaba leyendo.
No voy a decir que El Atlético Invisible me haya parecido el peor libro de Mundodisco que haya leído, pero entre unas cosas y otras es verdad que durante gran parte de él me he sentido algo desinteresado al notar que la historia se estaba yendo por las ramas. Ramas que, al final, no logran acabar brotando hojas.
El Atlético Invisible es el quinto libro empezando por la cola de la saga. Quedan cuatro. La cuenta final avanza.
Pero antes de pasar al siguiente... Voy a ponerme a leer algo que ni mi madre se esperaría de mí. Ahí van unas pistas: Es cristiano. Es dantesco. Es un puto fanfic disfrazado de poema.
Las canciones que las Híades han de entonar,
donde flamean los andrajos del Rey,
deben morir sin haberse escuchado
en la sombría Carcosa
donde flamean los andrajos del Rey,
deben morir sin haberse escuchado
en la sombría Carcosa
Switch Friend Code: SW-4591-5898-9874