[Hilo Oficial] Café y Libros

[lordlizard]

Me ha llevado mi tiempo, pero acabé El Laberinto de los Espíritus, de Carlos Ruiz Zafón.
 

Alicia Gris es una huérfana de guerra. Rescatada cuando era niña por Fermín Romero de Torres, acabó encontrando su hogar bajo el servicio de Leandro Montalvo como agente y espía. Cuando uno de los funcionarios del régimen, Mauricio Valls, desaparece sin dejar rastro, Alicia es enviada a Barcelona para investigar el suceso. Sus pesquisas la llevarán a volver a reencontrarse con ciertas personas de su pasado, a entablar una relación con la familia Sempere, y quizá incluso a descubrir más de lo que se supone que debiera.

El Laberinto de los espíritus es el cuarto y último libro de la saga de El Cementerio de los Libros Olvidados. También es bastante mazacote, constando de unas 920 páginas, bastantes más que cualquiera de los libros anteriores. Y es precisamente en su volumen donde encuentro mi principal problema con él, pero vayamos por partes.
El libro sigue con la saga de dramas que giran en torno a la familia Sempere, aunque esta vez lo hace desde el punto de vista de una protagonista ajena a la familia. Alicia es una persona fría y cínica, que esconde dentro de sí una enorme amargura y ansía poder escapar de su posición, aún sin saber muy bien a donde podría ir a continuación. Además de sus máculas anímicas, la guerra también le dejó una herida en la cadera que la trama utiliza constantemente como un talón de aquiles. Como protagonista me ha parecido bastante buena.
No tanto así los antagonistas, de los cuales hay varios. Hablar mucho del "cerebro maestro" de la operación sería un spoiler, pero de todas formas el personaje que se opone a los protagonistas de forma más directa no es él sino su brazo ejecutor, Hendaya, que viene a ser un copypasteo bastante notable de Fumero, el antagonista del primer libro, hasta el punto en el que me puso un poco la mosca detrás de la oreja.
La familia Sempere vuelve a hacer acto de presencia y su involucración en la trama va creciendo a medida que el misterio avanza. Las razones son bastante claras para cualquiera que haya leído el libro anterior y sepa la relación que hay entre ellos y el desaparecido Valls. También hacen su regreso Fermín, por supuesto, y Julián Carax, así como otros personajes como David Martín o Fumero, que si bien no aparecen como personajes de por sí, sí que lo hacen como parte del trasfondo o algún que otro flashback. Por supuesto, el libro está intentando dejar bien atados todos los cabos de los libros anteriores.
Desafortunadamente, en su empeño por cumplir esta ambición también acaba pudiendo resultar algo pesado. De nuevo, son unas 920 páginas de libro. Esto en un principio no tiene por que ser algo malo; IT de Stephen King es uno de mis libros preferidos y tiene más de mil páginas. Pero en el caso de El Laberinto de los Espíritus sí que he notado que la trama era algo lenta, sobre todo durante la primera mitad donde prácticamente da la sensación de que las investigaciones de Alicia y su compañero Vargas apenas avancen. Como otro ejemplo del ritmo de la historia, la trama de la historia en sí termina cuando todavía quedan unas 100 páginas para acabar el libro, siendo el resto una especie de epílogo extendido pensado para despedir la saga, que en otro caso quizá no me hubiese importado tanto, pero sufre algo al formar parte de un libro que ya puede hacerse algo agotador de por sí.
Como resultado, mis opiniones sobre éste son algo mixtas. Me ha gustado más que el tercero, y como final me parece satisfactorio, pero a la vez creo que en ocasiones es mejor dejar algo de simplicidad en las historias anteriores y no enrevesarlas demasiado. Un ritmo lento y la repetición de ciertas fórmulas hacen que no me haya gustado tanto como quizá pudiese haberlo llegado a hacer. Alicia es sin duda uno de mis personajes favoritos de la saga, pero a la vez me esperaba algo más de ella.


En fin... Se nos viene Mundodisco de nuevo para el siguiente libro, y después empezaré a leer una trilogía de libros que compré por puro impulso sin saber muy bien de que iban, pero parecía una mezcla entre cyberpunk y Lovecraft.