27-01-2023 09:26
Vamo' allá. Que el ritmo no pare.
Siguiendo con lo siguiente que me tocaba, Ronda de Noche, de Terry Pratchett.
La víspera del 30 aniversario de la revolución del 25 de Mayo, que fue también el día en el que John Keel, el mentor de Sam Vimes, dio su vida defendiendo a su pelotón, el comandante Vimes se encuentra en la caza de un asesino en serie llamado Carcer. La persecución le lleva a los tejados de la universidad de magia, donde un rayo sacude el lugar y, cuando Vimes despierta, descubre que sigue siendo el 25 de Mayo... pero de hace 30 años. De alguna forma, Vimes ha viajado atrás en el tiempo, y se ha traido a Carcer consigo, quien no pierde tiempo para cambiar los acontecimientos de la historia. Vimes pronto se ve entre la espada y la pared; debe detener al homicida antes de que estropee demasiado las cosas, pero a la vez el sargento Keel ha sido eliminado de la historia, y alguien necesita enseñar a los chicos de la guardia igual que Keel lo hizo en su momento. Para que todo siga siendo como debe ser.
Ronda de Noche es el libro #29 de la saga de Mundodisco, y el #6 de la subsaga de la guardia. Siempre digo que esta subsaga es probablemente mi favorita, ya que a pesar de que efectivamente tiene sus altibajos, por ahora tampoco tiene ningún libro que clasificaría como flojo. Ronda de Noche no solo no rompe el patrón... sino que se convierte en el que, para mí, es el mejor libro de todo Mundodisco.
Y eso teniendo en cuenta que el libro ya solo por concepto está caminando sobre una fina capa de hielo. Hablo, por supuesto, de historias que van sobre viajes temporales. Es un tema con un potencial de la leche, pero también muy delicado, y demasiado a menudo las historias que van sobre ello tienen agujeros argumentales a cascoporro, o bien son innecesariamente enrevesadas. Historias que hagan uso de esta trope de forma simple y elegante son una especie rara (y supongo que por eso me gusta tanto Chrono Trigger), pero afortunadamente Pratchett ha sabido contenerse y aprovechar el potencial sin caer en las trampas típicas del género.
Y es que realmente el viaje temporal no es más que el motivo argumental que genera la historia, pero no es el centro de la historia en sí. La verdadera historia de esta novela se centra en la relación entre Vimes y su antiguo escuadrón de guardas, entre los cuales está, claro, su "yo" del pasado. Al principio de la historia se mencionan costumbres extrañas que tiene la guardia, pero sin dejar muy claras las razones, simplemente aludiendo a "lo que pasó" aquel día hace 30 años. Y a medida que la trama avanza y los hechos se van repitiendo uno va entendiendo muchas cosas y acaba sintiéndose más unido a los personajes de la guardia que a cualquier otro grupo de la serie.
Supongo que puede considerarse que Ronda de Noche es, depende de como se lea, una especie de precuela. Y como tal, tiene esa especie de angustiosa asfixia acerca del destino inexorable que suelen tener las precuelas: Sabes como va a acabar, sabes que las cosas no van a salir bien, pero la historia no puede cambiarse, porque el tiempo siempre se las arregla para mantener las cosas en su curso.
Yo no soy especialmente amigo de las precuelas (de hecho, tienden a no gustarme), y puede que Ronda de Noche no sea el libro más mordaz ni más gracioso de Mundodisco... Pero sí que es mi libro favorito hasta ahora, y por bastante.
Y acabamos por ahora con el proyecto de lectura que me ha ocupado todo 2022, leyendo Battle Ground, de Jim Butcher. Mencionar que este libro es la segunda parte de la entrega anterior, y que por lo tanto es muy difícil hablar de él sin soltar algunos spoilers de ella.
Cabía suponer que las negociaciones no llegarían a buen término, pero nadie podía pensarse que se llegaría a la situación actual. Los Fomor, aliados con la semidiosa Ethniu, han declarqado la guerra a la humanidad y a todas las razas que intenten conservar el estatus quo. Magos, hadas, vampiros, gules... Cualquiera que se interponga en su camino será aniquilado, si no por las fuerzas de los Fomor, por el ojo de Balor, que está en posesión de Ethniu y es capaz de provocar destrucción inimaginable. Apenas hay tiempo de prepararse: Las tropas de los Fomor pretenden atacar su primer objetivo, la ciudad de Chicago, en pocas horas. Es el momento de entrar en el campo de batalla.
Battle Ground es el libro #17 de la saga de The Dresden Files. A día de hoy, mientras escribo este post, es también el último libro de la saga, aunque sabemos que la cosa no va a acabar aquí y que Butcher tiene planes para los siguientes. En un principio dijo que la serie iba a tener alrededor de 21 libros, pero actualmente ha corregido y la cifra parece que pretende acercarse más a los 25. Parte de esta corrección se debe a reconsideraciones acerca del ritmo de la saga, así como a hechos como el que los últimos dos libros escritos formaban originalmente uno solo.
De la misma forma que Peace Talks es un libro que plantea una situación sin un clímax, por si solo Battle Ground es un clímax sin planteamiento. Por ejemplificar un poco hasta que punto llega esto, en las primeras 10 páginas del libro Dresden ya está luchando contra un Kraken. El ritmo no solo no para sino que además va aumentando. Imaginad que alguien coge la batalla del Abismo de Helm en Las Dos Torres y dice "Hm, todo esto está muy bien, pero molaría más si en vez de ser solo una parte la batalla durase todo el jodido libro". Eso es Battle Ground, en resumidas cuentas. El único momento en el que el libro deja descansar al lector es al final, durante los capítulos que narran como se levanta el polvo tras la tormenta. E incluso entonces el muy cabrón se las arregla para meterte un par de golpes inesperados. Aunque ninguno de los golpes que pega el libro a lo largo de su trayecto es tan fuerte como el que sucede a mitades de él.
Todo el libro tiene esta atmósfera de caos sin control, como si el protagonista estuviese intentando detener las olas del mar con las manos. Gran parte de la causa de esto es la antagonista principal, Ethniu, quien no se acerca a ser el personaje más interesante que se ha visto en la serie, y de hecho se siente un poco como una adición que llega relativamente tarde teniendo en cuenta su papel, habiendo aparecido en el libro anterior por primera vez. Sin embargo, logra ejercer una presencia antagonística notable debido al hecho de que... pues que está chetada, hablando en plata. A lo largo de la trama Ethniu es presentada como una máquina de matar que parece ser imparable, y el lector no puede evitar preguntarse como demonios se la van a quitar de encima. Tanto ella como sus tropas ejercen una sensación de presión que empapa todo el libro.
Todavía no sabemos que rumbo va a tomar la historia después de Battle Ground, pero es absolutamente imposible que este libro no suponga un claro antes y después en la trama global de la serie, probablemente más grande incluso que el que supuso Changes en su momento. Y aún así, a pesar de todo esto, no está entre mis favoritos. Debido a su naturaleza como solo la mitad de un libro más grande, Battle Ground se siente algo desequilibrado. Por supuesto, esto cambia si considerásemos que tanto él como Peace Talks forman en realidad un solo libro... Pero en tal caso entonces el problema sería quizá que es demasiado largo, y sus 400 y pico páginas de acción sin tregua pueden llegar a resultar un poco agotadoras.
Igualmente, pocos libros me parecen tan adecuados para hacer un hiato en la lectura de la serie y esperar a la publicación del siguiente (que, de nuevo, no me queda otro remedio puesto que dicho libro no existe aún). Battle Ground siente como el summum de un montón de cosas, y un momento pivotal en la historia de Dresden.
Y con eso acabo The Dresden Files... Por ahora. Como dije, prácticamente todo 2022 leyendo únicamente Mundodisco y Dresden, la verdad es que no sé si hubiese logrado mantener la cordura durante mucho tiempo más. Mundodisco aún se aguanta algo porque sus libros se diferencian bastante entre sí, pero Dresden empezaba a quemarme un poco, no lo voy a negar. Han sido unos 17 libros con un tono muy similar casi seguidos.
Aún así, todavía queda Mundodisco para rato. De hecho, para cuando acabe la siguiente serie que voy a meter ahora TODAVÍA no habré acabado Mundodisco, aunque estamos entrando ya en lo que muchos consideran como la recta final.
Siguiendo con lo siguiente que me tocaba, Ronda de Noche, de Terry Pratchett.
La víspera del 30 aniversario de la revolución del 25 de Mayo, que fue también el día en el que John Keel, el mentor de Sam Vimes, dio su vida defendiendo a su pelotón, el comandante Vimes se encuentra en la caza de un asesino en serie llamado Carcer. La persecución le lleva a los tejados de la universidad de magia, donde un rayo sacude el lugar y, cuando Vimes despierta, descubre que sigue siendo el 25 de Mayo... pero de hace 30 años. De alguna forma, Vimes ha viajado atrás en el tiempo, y se ha traido a Carcer consigo, quien no pierde tiempo para cambiar los acontecimientos de la historia. Vimes pronto se ve entre la espada y la pared; debe detener al homicida antes de que estropee demasiado las cosas, pero a la vez el sargento Keel ha sido eliminado de la historia, y alguien necesita enseñar a los chicos de la guardia igual que Keel lo hizo en su momento. Para que todo siga siendo como debe ser.
Ronda de Noche es el libro #29 de la saga de Mundodisco, y el #6 de la subsaga de la guardia. Siempre digo que esta subsaga es probablemente mi favorita, ya que a pesar de que efectivamente tiene sus altibajos, por ahora tampoco tiene ningún libro que clasificaría como flojo. Ronda de Noche no solo no rompe el patrón... sino que se convierte en el que, para mí, es el mejor libro de todo Mundodisco.
Y eso teniendo en cuenta que el libro ya solo por concepto está caminando sobre una fina capa de hielo. Hablo, por supuesto, de historias que van sobre viajes temporales. Es un tema con un potencial de la leche, pero también muy delicado, y demasiado a menudo las historias que van sobre ello tienen agujeros argumentales a cascoporro, o bien son innecesariamente enrevesadas. Historias que hagan uso de esta trope de forma simple y elegante son una especie rara (y supongo que por eso me gusta tanto Chrono Trigger), pero afortunadamente Pratchett ha sabido contenerse y aprovechar el potencial sin caer en las trampas típicas del género.
Y es que realmente el viaje temporal no es más que el motivo argumental que genera la historia, pero no es el centro de la historia en sí. La verdadera historia de esta novela se centra en la relación entre Vimes y su antiguo escuadrón de guardas, entre los cuales está, claro, su "yo" del pasado. Al principio de la historia se mencionan costumbres extrañas que tiene la guardia, pero sin dejar muy claras las razones, simplemente aludiendo a "lo que pasó" aquel día hace 30 años. Y a medida que la trama avanza y los hechos se van repitiendo uno va entendiendo muchas cosas y acaba sintiéndose más unido a los personajes de la guardia que a cualquier otro grupo de la serie.
Supongo que puede considerarse que Ronda de Noche es, depende de como se lea, una especie de precuela. Y como tal, tiene esa especie de angustiosa asfixia acerca del destino inexorable que suelen tener las precuelas: Sabes como va a acabar, sabes que las cosas no van a salir bien, pero la historia no puede cambiarse, porque el tiempo siempre se las arregla para mantener las cosas en su curso.
Yo no soy especialmente amigo de las precuelas (de hecho, tienden a no gustarme), y puede que Ronda de Noche no sea el libro más mordaz ni más gracioso de Mundodisco... Pero sí que es mi libro favorito hasta ahora, y por bastante.
Y acabamos por ahora con el proyecto de lectura que me ha ocupado todo 2022, leyendo Battle Ground, de Jim Butcher. Mencionar que este libro es la segunda parte de la entrega anterior, y que por lo tanto es muy difícil hablar de él sin soltar algunos spoilers de ella.
Cabía suponer que las negociaciones no llegarían a buen término, pero nadie podía pensarse que se llegaría a la situación actual. Los Fomor, aliados con la semidiosa Ethniu, han declarqado la guerra a la humanidad y a todas las razas que intenten conservar el estatus quo. Magos, hadas, vampiros, gules... Cualquiera que se interponga en su camino será aniquilado, si no por las fuerzas de los Fomor, por el ojo de Balor, que está en posesión de Ethniu y es capaz de provocar destrucción inimaginable. Apenas hay tiempo de prepararse: Las tropas de los Fomor pretenden atacar su primer objetivo, la ciudad de Chicago, en pocas horas. Es el momento de entrar en el campo de batalla.
Battle Ground es el libro #17 de la saga de The Dresden Files. A día de hoy, mientras escribo este post, es también el último libro de la saga, aunque sabemos que la cosa no va a acabar aquí y que Butcher tiene planes para los siguientes. En un principio dijo que la serie iba a tener alrededor de 21 libros, pero actualmente ha corregido y la cifra parece que pretende acercarse más a los 25. Parte de esta corrección se debe a reconsideraciones acerca del ritmo de la saga, así como a hechos como el que los últimos dos libros escritos formaban originalmente uno solo.
De la misma forma que Peace Talks es un libro que plantea una situación sin un clímax, por si solo Battle Ground es un clímax sin planteamiento. Por ejemplificar un poco hasta que punto llega esto, en las primeras 10 páginas del libro Dresden ya está luchando contra un Kraken. El ritmo no solo no para sino que además va aumentando. Imaginad que alguien coge la batalla del Abismo de Helm en Las Dos Torres y dice "Hm, todo esto está muy bien, pero molaría más si en vez de ser solo una parte la batalla durase todo el jodido libro". Eso es Battle Ground, en resumidas cuentas. El único momento en el que el libro deja descansar al lector es al final, durante los capítulos que narran como se levanta el polvo tras la tormenta. E incluso entonces el muy cabrón se las arregla para meterte un par de golpes inesperados. Aunque ninguno de los golpes que pega el libro a lo largo de su trayecto es tan fuerte como el que sucede a mitades de él.
Todo el libro tiene esta atmósfera de caos sin control, como si el protagonista estuviese intentando detener las olas del mar con las manos. Gran parte de la causa de esto es la antagonista principal, Ethniu, quien no se acerca a ser el personaje más interesante que se ha visto en la serie, y de hecho se siente un poco como una adición que llega relativamente tarde teniendo en cuenta su papel, habiendo aparecido en el libro anterior por primera vez. Sin embargo, logra ejercer una presencia antagonística notable debido al hecho de que... pues que está chetada, hablando en plata. A lo largo de la trama Ethniu es presentada como una máquina de matar que parece ser imparable, y el lector no puede evitar preguntarse como demonios se la van a quitar de encima. Tanto ella como sus tropas ejercen una sensación de presión que empapa todo el libro.
Todavía no sabemos que rumbo va a tomar la historia después de Battle Ground, pero es absolutamente imposible que este libro no suponga un claro antes y después en la trama global de la serie, probablemente más grande incluso que el que supuso Changes en su momento. Y aún así, a pesar de todo esto, no está entre mis favoritos. Debido a su naturaleza como solo la mitad de un libro más grande, Battle Ground se siente algo desequilibrado. Por supuesto, esto cambia si considerásemos que tanto él como Peace Talks forman en realidad un solo libro... Pero en tal caso entonces el problema sería quizá que es demasiado largo, y sus 400 y pico páginas de acción sin tregua pueden llegar a resultar un poco agotadoras.
Igualmente, pocos libros me parecen tan adecuados para hacer un hiato en la lectura de la serie y esperar a la publicación del siguiente (que, de nuevo, no me queda otro remedio puesto que dicho libro no existe aún). Battle Ground siente como el summum de un montón de cosas, y un momento pivotal en la historia de Dresden.
Y con eso acabo The Dresden Files... Por ahora. Como dije, prácticamente todo 2022 leyendo únicamente Mundodisco y Dresden, la verdad es que no sé si hubiese logrado mantener la cordura durante mucho tiempo más. Mundodisco aún se aguanta algo porque sus libros se diferencian bastante entre sí, pero Dresden empezaba a quemarme un poco, no lo voy a negar. Han sido unos 17 libros con un tono muy similar casi seguidos.
Aún así, todavía queda Mundodisco para rato. De hecho, para cuando acabe la siguiente serie que voy a meter ahora TODAVÍA no habré acabado Mundodisco, aunque estamos entrando ya en lo que muchos consideran como la recta final.
Las canciones que las Híades han de entonar,
donde flamean los andrajos del Rey,
deben morir sin haberse escuchado
en la sombría Carcosa
donde flamean los andrajos del Rey,
deben morir sin haberse escuchado
en la sombría Carcosa
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