21-04-2022 15:11
Habiendo acabado el evento de los moguris en FFXIV, ya no paso tanto tiempo en colas para entrar a las mazmorras, y por tanto mi tiempo de lectura se ha reducido con respecto al mes anterior. Así que esta es la última entrada doble que voy a hacer en bastante tiempo, creo...
Para empezar, Blood Rites, de Jim Butcher.
En su trabajo como mago e investigador privado de lo paranormal, Harry Dresden acaba conociendo a gente muy pintoresca. Thomas es un íncubo con quien Harry entabla una incómoda amistad, y cuando éste le pide como favor que ayude a un director de cine amigo suyo Harry decide aceptar. En retrospectiva, siendo un conocido de Thomas, Harry debería haber sabido que dicho director resulta dedicarse a la pornografía. Sea como sea, alguien parece haber lanzado una maldición sobre el tipo, pero son las actrices que le rodean las que parecen estar sufriendo las consecuencias, muriendo de formas cada vez más espectaculares, y es totalmente posible que el culpable esté en el plató. Durante su investigación, Harry descubrirá los esqueletos que Thomas y el resto de vampiros de la corte blanca han estado guardando en su armario, algunas de las cuales le implican a él directamente.
Blood Rites es el libro #6 de The Dresden Files. Las criaturas en las que se centra esta novela son los súcubos e íncubos de la Corte Blanca, que en esta serie se consideran un tipo de vampiros. La guerra entre magos y vampiros continua, aunque la Corte Blanca parece mantenerse más al margen que las otras. Esto a su vez era lo que hacía que fuese de la que menos sabíamos hasta ahora... hasta ahora, claro. El libro introduce a Lord Raith, uno de los señores de la Corte Blanca, y a Lara, la hermana de Thomas y un personaje que tiene toda la pinta que va a tener mucho que decir en novelas futuras.
Sea como sea, gran parte del libro está dedicado a explicar el funcionamiento de la Corte Blanca, así que aporta sus granitos al worldbuilding de la saga, pero lo hace sin dejar de lado otros temas. Mavra, la vampiresa de la Corte Negra que aparecía en el tercer libro, vuelve a hacer acto de presencia de nuevo como antagonista secundaria. Murphy recibe especial atención en este libro, lo cual me gusta porque es uno de mis personajes preferidos. Pero, sobre todo, lo que realmente pilla por sorpresa a uno con algunos de los latigazos argumentales más bestias que ha tenido la serie hasta ahora en lo referente al propio protagonista. Descubrimos detalles acerca de la madre de Harry y de su familia, hasta el punto en el que toda la trama del set del estudio porno queda un poco como en segundo plano a pesar de ser la fuerza motriz inicial. Si soy sincero tenía la esperanza de que este libro se convirtiese en la típica historia detectivesca en la que te presentan unos personajes y el lector puede intentar averiguar quien es el culpable, pero no llega a ocurrir esto, y la investigación principal pronto se ve distraida por los otros sucesos secundarios que, de alguna forma, logran superarla en presencia.
Por lo general, el libro me ha parecido bueno pero no es de mis favoritos de la saga. Lo pondría en un punto medio-bajo comparándolo con el resto, pero debido a la cantidad de información que te escupe en la cara es básicamente imprescindible para seguir leyendo.
Y siguiendo con Mascarada, de Terry Pratchett.
Tras la boda de Magrat, Yaya Ceravieja y Tata Ogg son las únicas brujas que quedan en Lancre. Y eso es un problema, porque dos brujas no son un aquelarre: Son solo una discusión. Hace falta una sustituta para Magrat, y las brujas la encuentran en Agnes, una joven local entrada en carnes que ha demostrado aptitud para la magia. El problema es que Agnes no parece satisfecha con su vida en Lancre, y ha decidido marcharse a la gran ciudad para ganarse la vida como cantante de ópera. Por desgracia para ella, una serie de asesinatos empiezan a suceder en el palacio de la ópera, y la misteriosa figura del Fantasma parece estar detrás de ellos. Aún peor, Yaya y Tata parecen haber acudido a la ciudad y todo apunta a que no va a poder quitárselas de encima tan fácilmente.
Mascarada es el libro #18 de Mundodisco, y el quinto de la subsaga de las brujas. Siguiendo lo que ya viene siendo normal en esta subsaga de referenciar obras anteriores (Brujerias referenciaba a Hamlet, Lores y Damas referenciaba a Sueño de una Noche de Verano, Brujas de Viaje referenciaba a cuentos populares varios), Mascarada es obviamente una referencia a El Fantasma de la Ópera. No he leido la obra original (la tengo en pendientes, de hecho), pero sí que sé de que va y que es lo que pasa en ella, así que he sido capaz de pillar los guiños y referencias, a diferencia de lo que ocurrió con Lores y Damas. Puede que por eso este libro me haya gustado más.
El libro está dividido mayormente en la parte que sigue a Yaya y a Tata, y la parte que sigue a Agnes en sus intentos de convertirse en estrella de la ópera. La verdad es que Agnes en sí no me ha parecido un personaje especialmente memorable, y esto es problemático cuando uno tiene en cuenta que su trama es, discutiblemente, el foco central del libro y la principal crítica acerca del mundo de la ópera y el espectáculo (siendo uno de los puntos de conflicto principales el hecho de que Agnes es mucho mejor cantante que su compañera Christine, quien ni siquiera sabe cantar, pero que sin embargo es Christine quien es elegida como protagonista porque es atractiva y no está gorda). El resto de críticas al excentricismo y los excesos del mundo de la ópera también salen casi todos en la trama de Agnes, con contadas excepciones... Y a pesar de todo esto, sigue siendo la presencia de las dos brujas la que resulta más entretenida. Hasta cierto punto casi se siente como si Yaya y Tata le estuviesen arrebatando la trama a Agnes, como si hubiese sido posible crear un desenlace que no implicase a las otras dos, pero que Terry decidiese no hacerlo porque necesita sus dos estrellas en primer plano.
... Lo cual resulta irónico si se tiene en cuenta que esa es precisamente una de las críticas del libro. A lo mejor está hecho a posta y todo.
De la misma forma que el título del libro hace referencia al hecho de que muchos personajes, de alguna forma u otra, ocultan sus identidades o intenciones. La propia Agnes se hace llamar Perdita porque quiere dejar su vida como Agnes atrás, Yaya y Tata se infiltran en la ópera haciéndose pasar por mecenas, Henry, el tenor, se hace pasar por extranjero cuando no lo es, y bueno, del fantasma no creo que haga falta decir nada. También es parte de la mascarada el hecho de que Christine sea la que sale al escenario pero sea Agnes quien canta. Para acabar de rizar el rizo, el mismo edificio de la ópera es descrito como una estructura cuyo arquitecto solo se dio cuenta que necesitaba ser ornamentado justo al final de la construcción, así que hizo lo que pudo para dejarlo bonito por fuera.
Pero sea como sea, la razón por la que prefiero este libro ligeramente más que Lores y Damas es, simple y llanamente, porque tenía más escenas que me hicieron reir. He de reconocer que la estupidez de la primera nota dejada por el fantasma (en la que simplemente sale escrita una carcajada y la palabra "CUIDADO" entre un montón de exclamaciones, seguidas por "Eternamente suyo, el Fantasma de la Ópera") me arrancó un resoplo de gracia, así como la letra de una de las canciones que deben cantar en la obra (que simplemente va de una puerta que está atascada) y todo el lío del "libro de cocina que no es un libro de cocina en absoluto sino otra cosa" escrito por Tata. En realidad, Tata en sí prácticamente se come el libro.
Llevo ya leida la mitad del siguiente libro de Dresden, así que no creo que tarde tanto en escribir mis impresiones, a no ser que me entre un achaque de vagancia. Lo cual no sería raro porque últimamente voy algo estresado.
Para empezar, Blood Rites, de Jim Butcher.
En su trabajo como mago e investigador privado de lo paranormal, Harry Dresden acaba conociendo a gente muy pintoresca. Thomas es un íncubo con quien Harry entabla una incómoda amistad, y cuando éste le pide como favor que ayude a un director de cine amigo suyo Harry decide aceptar. En retrospectiva, siendo un conocido de Thomas, Harry debería haber sabido que dicho director resulta dedicarse a la pornografía. Sea como sea, alguien parece haber lanzado una maldición sobre el tipo, pero son las actrices que le rodean las que parecen estar sufriendo las consecuencias, muriendo de formas cada vez más espectaculares, y es totalmente posible que el culpable esté en el plató. Durante su investigación, Harry descubrirá los esqueletos que Thomas y el resto de vampiros de la corte blanca han estado guardando en su armario, algunas de las cuales le implican a él directamente.
Blood Rites es el libro #6 de The Dresden Files. Las criaturas en las que se centra esta novela son los súcubos e íncubos de la Corte Blanca, que en esta serie se consideran un tipo de vampiros. La guerra entre magos y vampiros continua, aunque la Corte Blanca parece mantenerse más al margen que las otras. Esto a su vez era lo que hacía que fuese de la que menos sabíamos hasta ahora... hasta ahora, claro. El libro introduce a Lord Raith, uno de los señores de la Corte Blanca, y a Lara, la hermana de Thomas y un personaje que tiene toda la pinta que va a tener mucho que decir en novelas futuras.
Sea como sea, gran parte del libro está dedicado a explicar el funcionamiento de la Corte Blanca, así que aporta sus granitos al worldbuilding de la saga, pero lo hace sin dejar de lado otros temas. Mavra, la vampiresa de la Corte Negra que aparecía en el tercer libro, vuelve a hacer acto de presencia de nuevo como antagonista secundaria. Murphy recibe especial atención en este libro, lo cual me gusta porque es uno de mis personajes preferidos. Pero, sobre todo, lo que realmente pilla por sorpresa a uno con algunos de los latigazos argumentales más bestias que ha tenido la serie hasta ahora en lo referente al propio protagonista. Descubrimos detalles acerca de la madre de Harry y de su familia, hasta el punto en el que toda la trama del set del estudio porno queda un poco como en segundo plano a pesar de ser la fuerza motriz inicial. Si soy sincero tenía la esperanza de que este libro se convirtiese en la típica historia detectivesca en la que te presentan unos personajes y el lector puede intentar averiguar quien es el culpable, pero no llega a ocurrir esto, y la investigación principal pronto se ve distraida por los otros sucesos secundarios que, de alguna forma, logran superarla en presencia.
Por lo general, el libro me ha parecido bueno pero no es de mis favoritos de la saga. Lo pondría en un punto medio-bajo comparándolo con el resto, pero debido a la cantidad de información que te escupe en la cara es básicamente imprescindible para seguir leyendo.
Y siguiendo con Mascarada, de Terry Pratchett.
Tras la boda de Magrat, Yaya Ceravieja y Tata Ogg son las únicas brujas que quedan en Lancre. Y eso es un problema, porque dos brujas no son un aquelarre: Son solo una discusión. Hace falta una sustituta para Magrat, y las brujas la encuentran en Agnes, una joven local entrada en carnes que ha demostrado aptitud para la magia. El problema es que Agnes no parece satisfecha con su vida en Lancre, y ha decidido marcharse a la gran ciudad para ganarse la vida como cantante de ópera. Por desgracia para ella, una serie de asesinatos empiezan a suceder en el palacio de la ópera, y la misteriosa figura del Fantasma parece estar detrás de ellos. Aún peor, Yaya y Tata parecen haber acudido a la ciudad y todo apunta a que no va a poder quitárselas de encima tan fácilmente.
Mascarada es el libro #18 de Mundodisco, y el quinto de la subsaga de las brujas. Siguiendo lo que ya viene siendo normal en esta subsaga de referenciar obras anteriores (Brujerias referenciaba a Hamlet, Lores y Damas referenciaba a Sueño de una Noche de Verano, Brujas de Viaje referenciaba a cuentos populares varios), Mascarada es obviamente una referencia a El Fantasma de la Ópera. No he leido la obra original (la tengo en pendientes, de hecho), pero sí que sé de que va y que es lo que pasa en ella, así que he sido capaz de pillar los guiños y referencias, a diferencia de lo que ocurrió con Lores y Damas. Puede que por eso este libro me haya gustado más.
El libro está dividido mayormente en la parte que sigue a Yaya y a Tata, y la parte que sigue a Agnes en sus intentos de convertirse en estrella de la ópera. La verdad es que Agnes en sí no me ha parecido un personaje especialmente memorable, y esto es problemático cuando uno tiene en cuenta que su trama es, discutiblemente, el foco central del libro y la principal crítica acerca del mundo de la ópera y el espectáculo (siendo uno de los puntos de conflicto principales el hecho de que Agnes es mucho mejor cantante que su compañera Christine, quien ni siquiera sabe cantar, pero que sin embargo es Christine quien es elegida como protagonista porque es atractiva y no está gorda). El resto de críticas al excentricismo y los excesos del mundo de la ópera también salen casi todos en la trama de Agnes, con contadas excepciones... Y a pesar de todo esto, sigue siendo la presencia de las dos brujas la que resulta más entretenida. Hasta cierto punto casi se siente como si Yaya y Tata le estuviesen arrebatando la trama a Agnes, como si hubiese sido posible crear un desenlace que no implicase a las otras dos, pero que Terry decidiese no hacerlo porque necesita sus dos estrellas en primer plano.
... Lo cual resulta irónico si se tiene en cuenta que esa es precisamente una de las críticas del libro. A lo mejor está hecho a posta y todo.
De la misma forma que el título del libro hace referencia al hecho de que muchos personajes, de alguna forma u otra, ocultan sus identidades o intenciones. La propia Agnes se hace llamar Perdita porque quiere dejar su vida como Agnes atrás, Yaya y Tata se infiltran en la ópera haciéndose pasar por mecenas, Henry, el tenor, se hace pasar por extranjero cuando no lo es, y bueno, del fantasma no creo que haga falta decir nada. También es parte de la mascarada el hecho de que Christine sea la que sale al escenario pero sea Agnes quien canta. Para acabar de rizar el rizo, el mismo edificio de la ópera es descrito como una estructura cuyo arquitecto solo se dio cuenta que necesitaba ser ornamentado justo al final de la construcción, así que hizo lo que pudo para dejarlo bonito por fuera.
Pero sea como sea, la razón por la que prefiero este libro ligeramente más que Lores y Damas es, simple y llanamente, porque tenía más escenas que me hicieron reir. He de reconocer que la estupidez de la primera nota dejada por el fantasma (en la que simplemente sale escrita una carcajada y la palabra "CUIDADO" entre un montón de exclamaciones, seguidas por "Eternamente suyo, el Fantasma de la Ópera") me arrancó un resoplo de gracia, así como la letra de una de las canciones que deben cantar en la obra (que simplemente va de una puerta que está atascada) y todo el lío del "libro de cocina que no es un libro de cocina en absoluto sino otra cosa" escrito por Tata. En realidad, Tata en sí prácticamente se come el libro.
Llevo ya leida la mitad del siguiente libro de Dresden, así que no creo que tarde tanto en escribir mis impresiones, a no ser que me entre un achaque de vagancia. Lo cual no sería raro porque últimamente voy algo estresado.
Las canciones que las Híades han de entonar,
donde flamean los andrajos del Rey,
deben morir sin haberse escuchado
en la sombría Carcosa
donde flamean los andrajos del Rey,
deben morir sin haberse escuchado
en la sombría Carcosa
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