28-10-2021 15:34
Se acabó lo que se daba. Hemos llegado al final. Ahí va: Casa Capitular.
Las Honoradas Matres han pasado a declarar habiertamente su hostilidad hacia las Bene Gesserit, persiguiéndolas y arrasando cualquier planeta que sea sospechoso de albergarlas. Ante su furia y su enorme número, las Bene Gesserit se ven puestas entre la espada y la pared, pero la orden todavía tiene unas cuantas cartas bajo la manga. Tienen a Sheeana y un proyecto para recuperar los aparentemente extintos gusanos de arena. Tienen un ghola de Miles Teg, todavía un niño de diez años, pero con intenciones de hacerle recuperar sus memorias y competencias para que vuelva a dirigir sus ejércitos. Tienen a Scytale, el último Tleilaxu. Y, sobre todo, tienen a Murbella, una Honorada Matre capturada que ha sido educada según las enseñanzas Bene Gesserit. Con todas estas piezas en juego, la reverenda madre Odrade decide jugárselo todo a un último gambito que la puede poner en conflicto con ciertos círculos de su propia facción.
Casa Capitular es una secuela directa a Herejes de Dune. Bueno, todos los libros eran secuelas unos de los otros, pero me refiero a que no hay un salto temporal tan bestia entre ambos como si lo hubo entre Dios Emperador y... todo lo que vino antes y después. Los personajes del libro anterior siguen vivos... bueno, los que sobrevivieron, se entiende. De hecho, todo el libro en sí mantiene una atmósfera relativamente similar, a pesar de que es mucho más enfocado a la política y a las tramas, mientras que Herejes contenía bastante más acción. Sigue siendo la historia de la orden de las Bene Gesserit enfrentándose a un poder que las supera en influencia y número, pero esta vez la situación es mucho más "entre bastidores", por decirlo de alguna forma. Los personajes son constantemente informados de los movimientos del enemigo, pero rara vez se describe la acción hasta que llega el climax final.
Mi opinión acerca de este es similar a la del anterior... y a la del resto de la saga, en realidad. Buenas ideas, universo interesante, un auténtico tostón de lectura. Ya di mis razones acerca de por que no me gusta la forma de escribir de Frank Herbert en entradas anteriores, y por supuesto este libro no es una excepción. Lo que sí me resulta algo repateante es que justo al final del libro ocurre algo que logra intrigarme, pero se queda ahí porque este fue el último libro escrito por Herbert antes de su muerte, y según tengo entendido el hijo hizo un retcon de este último suceso en sus secuelas.
Para quienes no lo sepan, hay todo un drama en la fanbase de Dune debido al trabajo que Brian Herbert ha realizado con la saga de su padre. Supuestamente Frank dejó unas notas donde resumía lo que iba a suceder en la última novela. Nótese que hablo de UNA última novela, en singular, porque luego Brian estiró las notas para sacar dos novelas en vez de una... Y después resultó que las notas de Frank Herbert aparentemente ni siquiera existían, o se trataba simplemente de un par de frases que no daban para nada, por lo que se da por sentado que el hijo se lo sacó todo de la manga... Un cacao, vamos.
Pero así acaban las cosas... Con una entrega que si bien no queda completamente colgada, si que deja muchas incógnitas y cabos sueltos. Quien quiera puede probar a leer las dos secuelas de Brian Herbert. Yo considero que mi viaje termina aquí.
Por cierto, que si alguien me pregunta, mi orden de preferencia de mayor a menor sería: Dune > Hijos > Mesias > Herejes > Casa Capitular > Dios Emperador. Decir que hay un salto ENORME entre Dune e Hijos, debido a que el libro original de Dune fue el único que me gustó.
Bueno, ya está bien de cagarme en vacas sagradas. Mañana mismo pongo otra entrada del siguiente libro de Mundodisco, que me lo voy a acabar hoy.
Las Honoradas Matres han pasado a declarar habiertamente su hostilidad hacia las Bene Gesserit, persiguiéndolas y arrasando cualquier planeta que sea sospechoso de albergarlas. Ante su furia y su enorme número, las Bene Gesserit se ven puestas entre la espada y la pared, pero la orden todavía tiene unas cuantas cartas bajo la manga. Tienen a Sheeana y un proyecto para recuperar los aparentemente extintos gusanos de arena. Tienen un ghola de Miles Teg, todavía un niño de diez años, pero con intenciones de hacerle recuperar sus memorias y competencias para que vuelva a dirigir sus ejércitos. Tienen a Scytale, el último Tleilaxu. Y, sobre todo, tienen a Murbella, una Honorada Matre capturada que ha sido educada según las enseñanzas Bene Gesserit. Con todas estas piezas en juego, la reverenda madre Odrade decide jugárselo todo a un último gambito que la puede poner en conflicto con ciertos círculos de su propia facción.
Casa Capitular es una secuela directa a Herejes de Dune. Bueno, todos los libros eran secuelas unos de los otros, pero me refiero a que no hay un salto temporal tan bestia entre ambos como si lo hubo entre Dios Emperador y... todo lo que vino antes y después. Los personajes del libro anterior siguen vivos... bueno, los que sobrevivieron, se entiende. De hecho, todo el libro en sí mantiene una atmósfera relativamente similar, a pesar de que es mucho más enfocado a la política y a las tramas, mientras que Herejes contenía bastante más acción. Sigue siendo la historia de la orden de las Bene Gesserit enfrentándose a un poder que las supera en influencia y número, pero esta vez la situación es mucho más "entre bastidores", por decirlo de alguna forma. Los personajes son constantemente informados de los movimientos del enemigo, pero rara vez se describe la acción hasta que llega el climax final.
Mi opinión acerca de este es similar a la del anterior... y a la del resto de la saga, en realidad. Buenas ideas, universo interesante, un auténtico tostón de lectura. Ya di mis razones acerca de por que no me gusta la forma de escribir de Frank Herbert en entradas anteriores, y por supuesto este libro no es una excepción. Lo que sí me resulta algo repateante es que justo al final del libro ocurre algo que logra intrigarme, pero se queda ahí porque este fue el último libro escrito por Herbert antes de su muerte, y según tengo entendido el hijo hizo un retcon de este último suceso en sus secuelas.
Para quienes no lo sepan, hay todo un drama en la fanbase de Dune debido al trabajo que Brian Herbert ha realizado con la saga de su padre. Supuestamente Frank dejó unas notas donde resumía lo que iba a suceder en la última novela. Nótese que hablo de UNA última novela, en singular, porque luego Brian estiró las notas para sacar dos novelas en vez de una... Y después resultó que las notas de Frank Herbert aparentemente ni siquiera existían, o se trataba simplemente de un par de frases que no daban para nada, por lo que se da por sentado que el hijo se lo sacó todo de la manga... Un cacao, vamos.
Pero así acaban las cosas... Con una entrega que si bien no queda completamente colgada, si que deja muchas incógnitas y cabos sueltos. Quien quiera puede probar a leer las dos secuelas de Brian Herbert. Yo considero que mi viaje termina aquí.
Por cierto, que si alguien me pregunta, mi orden de preferencia de mayor a menor sería: Dune > Hijos > Mesias > Herejes > Casa Capitular > Dios Emperador. Decir que hay un salto ENORME entre Dune e Hijos, debido a que el libro original de Dune fue el único que me gustó.
Bueno, ya está bien de cagarme en vacas sagradas. Mañana mismo pongo otra entrada del siguiente libro de Mundodisco, que me lo voy a acabar hoy.
Las canciones que las Híades han de entonar,
donde flamean los andrajos del Rey,
deben morir sin haberse escuchado
en la sombría Carcosa
donde flamean los andrajos del Rey,
deben morir sin haberse escuchado
en la sombría Carcosa
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