17-09-2021 10:47
Pues volví a mis bibliotecas para pillar libros, en plurar, para mi mami, que le encanta leer y así no tiene que estar todo el puto día pegada a la televisión, y para mi, Cesar:
En el anterior, "Las mujeres de Cesar" la autora dio un salto importante centrándose más en el 'Juego de Tronos' de la vida de Roma y la figura de Cayo Julio Cesar al pasar a un momento histórico donde la documentación es muchísimo más extensa y detallada, cuando en libros anteriores vemos más hechos circundantes como las batallas contra Cimbros y Teutones o contra el rey Yugurta en el primer libro, el ascenso militar de Lucio Cornelio Sila y sus campañas en oriente, la revuelta itálica, la rebelión de Quinto Sertorio en Hispania, Espartaco... Pues al final del anterior Cesar, a base de muchísimo esfuerzo y por sus propios y merecidos méritos consigue que le manden a las Galias para comenzar la que será su gran y muy conocida campaña de varios años.
Este quinto libro arranca años después del final del cuarto, como le suele gustar a la autora, para que esos huecos se vayan llenando según toque en la historia. Los juegos temporales siempre me han parecido fascinantes en esta saga, porque puedes retroceder diez años, y avanzar en ellos durante muchas, muchas páginas, para volver otra vez al momento presente que había quedado colgado detrás, sin resentirse en absoluto la narración, todo lo contrario.
Pues como ya he escrito mucho y no soy lordlizard, no entro en detalles de las primeras 400 páginas en profundidad. Vercingetorix, los druidas, la puñetera burrada de tribus y pueblos galos, Avarico, y sobre todo, Alesia. Se mejora muchísimo la épica en acción, las batallas y en cada combate, que era la única mini-pega que le podía poner a la autora (son ya cuatro libros con momentos y batallas de muchísimo calado, especialmente en los tres primeros, a las que les faltaba más épica, aún estando muy bien narrados), parece que la figura de Cesar fascina a la autora. Pero destaco un triste y sencillo párrafo de esos que por los motivos que buenamente sean me clava un dardito en el corazón: tras años de campaña en las Galias, Quinto Tulio Cicerón es llamado por su hermano mayor para servir a su lado, ya que tiene que gobernar una provincia a desgana (otro juego de tronos de la Roma de Pompeyo y los boni encabezados por el infame Catón para dinamitar a Cesar y la bestialísima influencia y reconocimiento que sigue cosechando con sus éxitos en las Galias de los cabelleras largas), rompiéndole el corazón separarse de Cesar. Esas frases de despedida, esos sentimientos, esos lazos... Oh, a Cesar aún le quedan cosas que hacer, y los conspiradores le van a obligar a hacer cosas, pero será sin su bienquerido Quinto.
Supongo que habré dejado claro que estoy disfrutando lo mío con el libro y la saga ¿Verdad?
En el anterior, "Las mujeres de Cesar" la autora dio un salto importante centrándose más en el 'Juego de Tronos' de la vida de Roma y la figura de Cayo Julio Cesar al pasar a un momento histórico donde la documentación es muchísimo más extensa y detallada, cuando en libros anteriores vemos más hechos circundantes como las batallas contra Cimbros y Teutones o contra el rey Yugurta en el primer libro, el ascenso militar de Lucio Cornelio Sila y sus campañas en oriente, la revuelta itálica, la rebelión de Quinto Sertorio en Hispania, Espartaco... Pues al final del anterior Cesar, a base de muchísimo esfuerzo y por sus propios y merecidos méritos consigue que le manden a las Galias para comenzar la que será su gran y muy conocida campaña de varios años.
Este quinto libro arranca años después del final del cuarto, como le suele gustar a la autora, para que esos huecos se vayan llenando según toque en la historia. Los juegos temporales siempre me han parecido fascinantes en esta saga, porque puedes retroceder diez años, y avanzar en ellos durante muchas, muchas páginas, para volver otra vez al momento presente que había quedado colgado detrás, sin resentirse en absoluto la narración, todo lo contrario.
Pues como ya he escrito mucho y no soy lordlizard, no entro en detalles de las primeras 400 páginas en profundidad. Vercingetorix, los druidas, la puñetera burrada de tribus y pueblos galos, Avarico, y sobre todo, Alesia. Se mejora muchísimo la épica en acción, las batallas y en cada combate, que era la única mini-pega que le podía poner a la autora (son ya cuatro libros con momentos y batallas de muchísimo calado, especialmente en los tres primeros, a las que les faltaba más épica, aún estando muy bien narrados), parece que la figura de Cesar fascina a la autora. Pero destaco un triste y sencillo párrafo de esos que por los motivos que buenamente sean me clava un dardito en el corazón: tras años de campaña en las Galias, Quinto Tulio Cicerón es llamado por su hermano mayor para servir a su lado, ya que tiene que gobernar una provincia a desgana (otro juego de tronos de la Roma de Pompeyo y los boni encabezados por el infame Catón para dinamitar a Cesar y la bestialísima influencia y reconocimiento que sigue cosechando con sus éxitos en las Galias de los cabelleras largas), rompiéndole el corazón separarse de Cesar. Esas frases de despedida, esos sentimientos, esos lazos... Oh, a Cesar aún le quedan cosas que hacer, y los conspiradores le van a obligar a hacer cosas, pero será sin su bienquerido Quinto.
Supongo que habré dejado claro que estoy disfrutando lo mío con el libro y la saga ¿Verdad?