13-06-2021 16:54
Acabado Hijos de Dune.
Tras la desaparición de Paul en su exilio, sus dos hijos gemelos, Leto y Ghanima, crecen con el conocimiento de todos sus antepasados en sus mentes, lo cual les hace poseer un amplio conocimiento y haber alcanzado la madurez mental antes incluso de nacer. Otra persona que también sufre esta condición es Alia, la hermana de Paul, quien ha quedado como regente del lugar. Sin embargo, las cosas no parecen ir bien. El imperio de Paul pareció traer una nueva era de prosperidad al planeta desierto de Arrakis, pero es posible que esta prosperidad tenga un enorme precio oculto que amenaza con desmoronar todo el futuro. Además, Alia parece tener problemas para controlar a los antepasados que viven en su interior, y es posible que algunos de ellos hayan llegado a suplantar su personalidad y convertirla en una persona inusualmente cruel. ¿Correrán Leto y Ghanima la misma suerte? Con la llegada de Jessica, la madre de Paul y Alia, y un posible complot de asesinato contra los gemelos por parte de los descendientes del anterior emperador, esta novela continua con la historia de la estirpe de los Atreides en Arrakis.
Vale, quitándonos la primera pregunta del medio: Sí, este libro me gustó más que el segundo, y me ha quedado bastante claro que la naturaleza del segundo libro era más como de puente entre el primero y el tercero que otra cosa. Habiendo dicho esto, Hijos de Dune sigue teniendo gran parte de lo que yo consideré problemas en el segundo libro. Es más, puede que incluso empeore alguno de ellos debido a que cada vez parecen haber más personajes con presciencia cognitiva que son capaces de ver el futuro... Y, para no romper la tradición, el lector es abordado por un montón de verborrea densa y confusa que dice mucho pero explica poco. Además, el libro es el doble de largo que el anterior.
Es extremadamente difícil pillarle cariño o sentirse de parte de ningún personaje en este libro. De hecho, el personaje que más sentimiento de pena me dio fue la antagonista principal. Alia es un personaje con un claro problema mental contra el que ha estado luchando toda su vida, que lamentablemente se ve superada por las constantes confabulaciones y presión a su alrededor, y da la casualidad de que la personalidad que acaba dominando su voluntad acaba siendo LA PEOR DE TODAS LAS POSIBLES. El resto de personajes se me hicieron de neutrales a odiosos. Leto, en concreto, empezó a darme mucha tirria hacia el final. Es como un Paul en esteroides.
De hecho, he visto varios paralelismos entre este libro y el primero. La presencia de un peligroso estatus quo que es roto por el protagonista al huir, la adquisición de poder por parte de este personaje tanto de forma antinatural como esparciendo su influencia, el desenlace derrocando a la persona en el poder... Hijos de Dune en ocasiones se sentía como un Dune más complicado y confuso.
La razón por la que este tercer libro me gustó más que el anterior es porque sentí que habían más eventos interesantes en él, mientras que el segundo libro consistía principalmente en gente reunida hablando y rumiando. En este hay varios puntos más interesantes. ¿Que va a ocurrir con el intento de asesinato? ¿Cómo va a acabar lo de Alia? ¿Es el predicador realmente Paul disfrazado? ¿Y en que consiste realmente el plan de los gemelos para enfrentarse no solo a los enemigos de los Atreides sino también a su propia tía? Hay bastante más movimiento en este libro que en el segundo, y eso hace que pese a ser bastante más largo también se haga más llevadero. Al menos para mí lo fue.
Como antes, intercalaré un libro de Mundodisco antes de empezar con el cuarto libro de la saga. Al menos he podido salir del desierto en el que he estado metido durante tres libros seguidos. El siguiente es un libro de ambientación urbana.
Tras la desaparición de Paul en su exilio, sus dos hijos gemelos, Leto y Ghanima, crecen con el conocimiento de todos sus antepasados en sus mentes, lo cual les hace poseer un amplio conocimiento y haber alcanzado la madurez mental antes incluso de nacer. Otra persona que también sufre esta condición es Alia, la hermana de Paul, quien ha quedado como regente del lugar. Sin embargo, las cosas no parecen ir bien. El imperio de Paul pareció traer una nueva era de prosperidad al planeta desierto de Arrakis, pero es posible que esta prosperidad tenga un enorme precio oculto que amenaza con desmoronar todo el futuro. Además, Alia parece tener problemas para controlar a los antepasados que viven en su interior, y es posible que algunos de ellos hayan llegado a suplantar su personalidad y convertirla en una persona inusualmente cruel. ¿Correrán Leto y Ghanima la misma suerte? Con la llegada de Jessica, la madre de Paul y Alia, y un posible complot de asesinato contra los gemelos por parte de los descendientes del anterior emperador, esta novela continua con la historia de la estirpe de los Atreides en Arrakis.
Vale, quitándonos la primera pregunta del medio: Sí, este libro me gustó más que el segundo, y me ha quedado bastante claro que la naturaleza del segundo libro era más como de puente entre el primero y el tercero que otra cosa. Habiendo dicho esto, Hijos de Dune sigue teniendo gran parte de lo que yo consideré problemas en el segundo libro. Es más, puede que incluso empeore alguno de ellos debido a que cada vez parecen haber más personajes con presciencia cognitiva que son capaces de ver el futuro... Y, para no romper la tradición, el lector es abordado por un montón de verborrea densa y confusa que dice mucho pero explica poco. Además, el libro es el doble de largo que el anterior.
Es extremadamente difícil pillarle cariño o sentirse de parte de ningún personaje en este libro. De hecho, el personaje que más sentimiento de pena me dio fue la antagonista principal. Alia es un personaje con un claro problema mental contra el que ha estado luchando toda su vida, que lamentablemente se ve superada por las constantes confabulaciones y presión a su alrededor, y da la casualidad de que la personalidad que acaba dominando su voluntad acaba siendo LA PEOR DE TODAS LAS POSIBLES. El resto de personajes se me hicieron de neutrales a odiosos. Leto, en concreto, empezó a darme mucha tirria hacia el final. Es como un Paul en esteroides.
De hecho, he visto varios paralelismos entre este libro y el primero. La presencia de un peligroso estatus quo que es roto por el protagonista al huir, la adquisición de poder por parte de este personaje tanto de forma antinatural como esparciendo su influencia, el desenlace derrocando a la persona en el poder... Hijos de Dune en ocasiones se sentía como un Dune más complicado y confuso.
La razón por la que este tercer libro me gustó más que el anterior es porque sentí que habían más eventos interesantes en él, mientras que el segundo libro consistía principalmente en gente reunida hablando y rumiando. En este hay varios puntos más interesantes. ¿Que va a ocurrir con el intento de asesinato? ¿Cómo va a acabar lo de Alia? ¿Es el predicador realmente Paul disfrazado? ¿Y en que consiste realmente el plan de los gemelos para enfrentarse no solo a los enemigos de los Atreides sino también a su propia tía? Hay bastante más movimiento en este libro que en el segundo, y eso hace que pese a ser bastante más largo también se haga más llevadero. Al menos para mí lo fue.
Como antes, intercalaré un libro de Mundodisco antes de empezar con el cuarto libro de la saga. Al menos he podido salir del desierto en el que he estado metido durante tres libros seguidos. El siguiente es un libro de ambientación urbana.
Las canciones que las Híades han de entonar,
donde flamean los andrajos del Rey,
deben morir sin haberse escuchado
en la sombría Carcosa
donde flamean los andrajos del Rey,
deben morir sin haberse escuchado
en la sombría Carcosa
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