18-04-2021 16:49
Ok, me leí un par de librejos desde la última entrada.
El primero fue Crowfall, de Ed McDonald.
La verdad es que acabé este libro hará un par de semanas... Pero me daba palo escribir mis opiniones. XD
Siendo el último libro de la trilogía de La Marca del Cuervo, el libro explica el desenlace de las aventuras de Ryhalt Galharrow, capitán de los Blackwing al servicio del poderoso mago sin nombre conocido simplemente como Pata de Cuervo.
El último enfrentamiento de los sin nombre contra los reyes de las profundidades, quienes insisten en conquistar todo lo conocido y someter a la humanidad bajo su voluntad, ha dejado a los magos debilitados, tras lo cual uno de los reyes aprovechó para someter a sus hermanos y alzarse como emperador de las profundidades. Ahora, dotado con un poder mayor que el de cualquier rey de la profundidad anterior, Acradius ha reunido un ejército y se dispone a dar el golpe definitivo, y los sin nombre apenas tienen poder para impedirlo. Ryhalt, por su parte, ha pasado los últimos años viviendo en el yermo mágico de La Miseria, y ha mutado en algo que apenas podría considerarse ya humano. Sigue manteniendo el contacto con algunos de sus antiguos compañeros, sin embargo, y están trazando un plan con el que quizá la humanidad por fin sea capaz de tomar las riendas de su propio destino.
Muchos de los personajes de los libros anteriores regresan. Dantry y Maldon siguen estando ahí, también Valiya. Amaira, la niña del segundo libro, es ahora una capitana de los Blackwing de 20 años, pero si soy sincero creo que fue la mayor decepción que recibí con este libro. Esperaba más del personaje ahora que ya era adulta, pero sus aportaciones a la trama me supieron a poco. Valiya, en cambio, recibe mucha más atención que ella como posible interés romántico del protagonista, así como por circunstancias que la acaban colocando en el centro de la acción por voluntad propia.
Por el lado de los antagonistas, el libro decide tomar un camino algo más similar al del primer libro, colocando en el asiento del "malo final" a Acradius, uno de los reyes de las profundidades. Al igual que el del primer libro, Acradius es presentado como una fuerza difusa de la que se habla mucho pero se ve poco, rodeando a su figura en un aura de hype y misterio mientras esperas el inevitable encuentro con él que va a suceder tarde o temprano (el desenlace de esto puede decepcionar a algunos, solo un aviso). Sin embargo, Crowfall decide meter más complejidad por el lado de las fuerzas a las que se enfrenta Ryhalt. Mientras que en el primer y segundo libro estaban bien claras, en este segundo los antagonistas brotan del suelo como setas en forma de múltiples facciones y adversarios. Los sin nombre, supuestos "aliados" de la humanidad, podrían considerarse otro antagonista, y ya desde el principio se deja claro que no son de fiar. De hecho, la pugna de poder entre los sin nombre lleva a ciertos súbditos de unos a enfrentarse contra otros, y uno de los misterios iniciales del libro consiste en descubrir quien ha estado eliminando a los otros capitanes de los Blackwing, dejando a entender que existe un traidor en su propio bando.
A diferencia de los otros dos libros, sin embargo, Crowfall no es una trama de investigación en la que Ryhalt pasa gran parte de la historia intentando desentrañar un complot. Al contrario, Ryhalt FORMA PARTE del complot, y el libro se toma molestias en ser vago al respecto de forma que, a pesar de que el personaje y varios de sus compañeros saben perfectamente lo que se está tramando, el lector no lo descubre hasta el final.
Volviendo un poco al tema de los personajes, sin embargo, existe otro que ha estado siempre ahí pero que hasta ahora no había cobrado el protagonismo que merecía. Estoy hablando de La Miseria. Cuando leí Blackwing, el primer libro de la trilogía, mencioné que la ambientación sucia y grimdark de la saga no era exactamente mi predilección, pero que, sin embargo, la idea del yermo mágico, caótico y mutante me resultaba intrigante y deseaba que se indagase más en él. Tras un segundo libro en el que el lugar no llegaba a tomar mucho más protagonismo que en el primero, ha sido en el tercer y último libro en el que La Miseria por fin recibe el foco de atención, llegando al punto en el que puede ser considerada como un personaje más. Ryhalt y La Miseria mantienen una complicada relación de entendimiento y antagonismo ocasional que va evolucionando a lo largo del libro, y esta relación es uno de los focos principales del libro.
Si bien diré que el desenlace quizá se me hizo algo vago, no en el sentido de qué fue lo que pasó sino en el cómo, al final del día he acabado disfrutando del libro más o menos igual que los dos anteriores. De nuevo, la ambientación no es algo que me apasione, pero si se tiene en cuenta esto el hecho de que ha conseguido captar mi atención lo suficiente como para leer los tres libros, eso significa que ha estado haciendo las cosas bien. La Marca del Cuervo es una de esas sagas que por mi parte recibe una valoración más positiva como trilogía de la que cualquiera de sus libros recibiría de forma individual. Recomendaría su lectura a cualquier fan del género grimdark, ya que ninguno de los tres libros es largo y todos se leen con soltura y facilidad.
El otro libro que acabé (justo ayer) fue Rechicero, el libro número 5 (si no me equivoco) del Mundodisco, de Terry Pratchett.
Empecé mi re-lectura de la saga hace ya tiempo, impulsado por el hecho de que en realidad hay varios libros que nunca llegué a leer, pero después de Mort lo dejé de lado por ninguna razón aparente. Ya va siendo hora de retomarlo.
En el Mundodisco, el número 8 es el número de la magia. El octavo hijo de una persona recibe siempre la bendición de ser capaz de controlar las energías arcanas, y está destinado a ser un mago. ¿Pero que pasa si ese octavo hijo acaba teniendo otro octavo hijo? En tal caso, las energías mágicas se multiplican exponencialmente. El octavo hijo de un octavo hijo es un hechicero al cuadrado: Un rechicero. Y se dice que la llegada del rechicero pronostica el fin del mundo. Los magos de Ankh-Morpork están a punto de descubrir la veracidad de estos hechos cuando un niño de diez años armado con un misterioso cayado aparece en sus salas y se apodera de la universidad, provocando una serie de sucesos que llevarán al mundo al borde del apocalipsis.
Voy a ser completamente sincero: Me gusta Mundodisco. Pratchett tiene un don para la escritura simpática, sarcástica y satírica. La cantidad de referencias y mofas al respecto siempre logran arrancarme una sonrisa. No me gusta nada Rincewind.
De hecho, el propio Pratchett admitió que es un personaje extremadamente difícil de escribir, no desde un punto de vista literal, sino porque es un personaje que básicamente tiene una cosa siempre en mente: Salir corriendo. Es difícil hacer que un personaje así se involucre en situaciones interesantes. En efecto, al igual que en todos los libros anteriores que lo tenían como protagonista, Rincewind es un personaje que no actúa como agente. Suceden cosas a su alrededor, pero por lo general él se limita a quejarse y a verse empujado por las circunstancias y el resto de personajes que lo rodean. Es un personaje que no estaría tan mal como secundario, pero creo que su potencial como protagonista se agotó por completo al final de su primer libro. La broma del tipo intentando escabullirse en cada escena dejó de tener gracia más o menos en ese momento.
Rechicero es un libro de Rincewind. Y, como tal, lamentablemente, lo considero uno de los eslabones más bajos de la saga, junto con La Luz Fantástica (otro libro de Rincewind, y uno del que, de hecho, apenas soy capaz de recordar nada). Voy a darle un poco de cancha a El Color de la Magia por ser el primer libro... Aunque tampoco me gustó demasiado, y muchos están de acuerdo en que Mundodisco realmente no remonta hasta el cuarto o sexto libro.
Rechicero se siente como una especie de remix de las historias anteriores del personaje, lo cual hace que se sienta algo redundante. El libro toca temas que ya se tocaron en los tres primeros libros de la saga, pero intenta profundizar algo en ellos. En concreto, se da la razón por la aparente misoginia de los magos: Decidieron no permitir la entrada de mujeres a la organización precisamente para evitar la posible aparición de relaciones que acabasen generando un nuevo Rechicero, y desde entonces magos y brujas actúan por separado. Este celibato autoimpuesto se deja ver en la relación entre Rincewind y Conina, la hija del héroe bárbaro. Rincewind tiene grandes problemas para interactuar con ella, en ocasiones manteniendo conversaciones internas con las personificaciones de su conciencia y su líbido.
Al igual que La Luz Fantástica, el libro acaba con Rincewind dando un golpe a la mesa y plantando cara a sus miedos, lo cual, de nuevo, hace que la historia se sienta algo redundante. A partir de aquí, sin embargo, el tema con Rincewind puede verse levemente alterado. Y digo "puede" porque, la verdad, el resto de libros de Rincewind son precisamente parte de los que no llegué a leer tiempo atrás, precisamente por mi posición con respecto al personaje.
Rechicero no es un mal libro. Se lee bastante rápido, al igual que el resto de la saga, y a pesar de que la historia es fina como el papel las bromas y referencias siguen resultando entretenidas. Ahora bien, tengo dudas de si hubiese seguido con la saga si este hubiese sido el primer libro de Mundodisco que hubiese leído.
Y por ahora eso es todo. En cuanto al siguiente libro... Voy a dedicarme a hurgar en tumbas y a recomponer cuerpos un rato.
El primero fue Crowfall, de Ed McDonald.
La verdad es que acabé este libro hará un par de semanas... Pero me daba palo escribir mis opiniones. XD
Siendo el último libro de la trilogía de La Marca del Cuervo, el libro explica el desenlace de las aventuras de Ryhalt Galharrow, capitán de los Blackwing al servicio del poderoso mago sin nombre conocido simplemente como Pata de Cuervo.
El último enfrentamiento de los sin nombre contra los reyes de las profundidades, quienes insisten en conquistar todo lo conocido y someter a la humanidad bajo su voluntad, ha dejado a los magos debilitados, tras lo cual uno de los reyes aprovechó para someter a sus hermanos y alzarse como emperador de las profundidades. Ahora, dotado con un poder mayor que el de cualquier rey de la profundidad anterior, Acradius ha reunido un ejército y se dispone a dar el golpe definitivo, y los sin nombre apenas tienen poder para impedirlo. Ryhalt, por su parte, ha pasado los últimos años viviendo en el yermo mágico de La Miseria, y ha mutado en algo que apenas podría considerarse ya humano. Sigue manteniendo el contacto con algunos de sus antiguos compañeros, sin embargo, y están trazando un plan con el que quizá la humanidad por fin sea capaz de tomar las riendas de su propio destino.
Muchos de los personajes de los libros anteriores regresan. Dantry y Maldon siguen estando ahí, también Valiya. Amaira, la niña del segundo libro, es ahora una capitana de los Blackwing de 20 años, pero si soy sincero creo que fue la mayor decepción que recibí con este libro. Esperaba más del personaje ahora que ya era adulta, pero sus aportaciones a la trama me supieron a poco. Valiya, en cambio, recibe mucha más atención que ella como posible interés romántico del protagonista, así como por circunstancias que la acaban colocando en el centro de la acción por voluntad propia.
Por el lado de los antagonistas, el libro decide tomar un camino algo más similar al del primer libro, colocando en el asiento del "malo final" a Acradius, uno de los reyes de las profundidades. Al igual que el del primer libro, Acradius es presentado como una fuerza difusa de la que se habla mucho pero se ve poco, rodeando a su figura en un aura de hype y misterio mientras esperas el inevitable encuentro con él que va a suceder tarde o temprano (el desenlace de esto puede decepcionar a algunos, solo un aviso). Sin embargo, Crowfall decide meter más complejidad por el lado de las fuerzas a las que se enfrenta Ryhalt. Mientras que en el primer y segundo libro estaban bien claras, en este segundo los antagonistas brotan del suelo como setas en forma de múltiples facciones y adversarios. Los sin nombre, supuestos "aliados" de la humanidad, podrían considerarse otro antagonista, y ya desde el principio se deja claro que no son de fiar. De hecho, la pugna de poder entre los sin nombre lleva a ciertos súbditos de unos a enfrentarse contra otros, y uno de los misterios iniciales del libro consiste en descubrir quien ha estado eliminando a los otros capitanes de los Blackwing, dejando a entender que existe un traidor en su propio bando.
A diferencia de los otros dos libros, sin embargo, Crowfall no es una trama de investigación en la que Ryhalt pasa gran parte de la historia intentando desentrañar un complot. Al contrario, Ryhalt FORMA PARTE del complot, y el libro se toma molestias en ser vago al respecto de forma que, a pesar de que el personaje y varios de sus compañeros saben perfectamente lo que se está tramando, el lector no lo descubre hasta el final.
Volviendo un poco al tema de los personajes, sin embargo, existe otro que ha estado siempre ahí pero que hasta ahora no había cobrado el protagonismo que merecía. Estoy hablando de La Miseria. Cuando leí Blackwing, el primer libro de la trilogía, mencioné que la ambientación sucia y grimdark de la saga no era exactamente mi predilección, pero que, sin embargo, la idea del yermo mágico, caótico y mutante me resultaba intrigante y deseaba que se indagase más en él. Tras un segundo libro en el que el lugar no llegaba a tomar mucho más protagonismo que en el primero, ha sido en el tercer y último libro en el que La Miseria por fin recibe el foco de atención, llegando al punto en el que puede ser considerada como un personaje más. Ryhalt y La Miseria mantienen una complicada relación de entendimiento y antagonismo ocasional que va evolucionando a lo largo del libro, y esta relación es uno de los focos principales del libro.
Si bien diré que el desenlace quizá se me hizo algo vago, no en el sentido de qué fue lo que pasó sino en el cómo, al final del día he acabado disfrutando del libro más o menos igual que los dos anteriores. De nuevo, la ambientación no es algo que me apasione, pero si se tiene en cuenta esto el hecho de que ha conseguido captar mi atención lo suficiente como para leer los tres libros, eso significa que ha estado haciendo las cosas bien. La Marca del Cuervo es una de esas sagas que por mi parte recibe una valoración más positiva como trilogía de la que cualquiera de sus libros recibiría de forma individual. Recomendaría su lectura a cualquier fan del género grimdark, ya que ninguno de los tres libros es largo y todos se leen con soltura y facilidad.
El otro libro que acabé (justo ayer) fue Rechicero, el libro número 5 (si no me equivoco) del Mundodisco, de Terry Pratchett.
Empecé mi re-lectura de la saga hace ya tiempo, impulsado por el hecho de que en realidad hay varios libros que nunca llegué a leer, pero después de Mort lo dejé de lado por ninguna razón aparente. Ya va siendo hora de retomarlo.
En el Mundodisco, el número 8 es el número de la magia. El octavo hijo de una persona recibe siempre la bendición de ser capaz de controlar las energías arcanas, y está destinado a ser un mago. ¿Pero que pasa si ese octavo hijo acaba teniendo otro octavo hijo? En tal caso, las energías mágicas se multiplican exponencialmente. El octavo hijo de un octavo hijo es un hechicero al cuadrado: Un rechicero. Y se dice que la llegada del rechicero pronostica el fin del mundo. Los magos de Ankh-Morpork están a punto de descubrir la veracidad de estos hechos cuando un niño de diez años armado con un misterioso cayado aparece en sus salas y se apodera de la universidad, provocando una serie de sucesos que llevarán al mundo al borde del apocalipsis.
Voy a ser completamente sincero: Me gusta Mundodisco. Pratchett tiene un don para la escritura simpática, sarcástica y satírica. La cantidad de referencias y mofas al respecto siempre logran arrancarme una sonrisa. No me gusta nada Rincewind.
De hecho, el propio Pratchett admitió que es un personaje extremadamente difícil de escribir, no desde un punto de vista literal, sino porque es un personaje que básicamente tiene una cosa siempre en mente: Salir corriendo. Es difícil hacer que un personaje así se involucre en situaciones interesantes. En efecto, al igual que en todos los libros anteriores que lo tenían como protagonista, Rincewind es un personaje que no actúa como agente. Suceden cosas a su alrededor, pero por lo general él se limita a quejarse y a verse empujado por las circunstancias y el resto de personajes que lo rodean. Es un personaje que no estaría tan mal como secundario, pero creo que su potencial como protagonista se agotó por completo al final de su primer libro. La broma del tipo intentando escabullirse en cada escena dejó de tener gracia más o menos en ese momento.
Rechicero es un libro de Rincewind. Y, como tal, lamentablemente, lo considero uno de los eslabones más bajos de la saga, junto con La Luz Fantástica (otro libro de Rincewind, y uno del que, de hecho, apenas soy capaz de recordar nada). Voy a darle un poco de cancha a El Color de la Magia por ser el primer libro... Aunque tampoco me gustó demasiado, y muchos están de acuerdo en que Mundodisco realmente no remonta hasta el cuarto o sexto libro.
Rechicero se siente como una especie de remix de las historias anteriores del personaje, lo cual hace que se sienta algo redundante. El libro toca temas que ya se tocaron en los tres primeros libros de la saga, pero intenta profundizar algo en ellos. En concreto, se da la razón por la aparente misoginia de los magos: Decidieron no permitir la entrada de mujeres a la organización precisamente para evitar la posible aparición de relaciones que acabasen generando un nuevo Rechicero, y desde entonces magos y brujas actúan por separado. Este celibato autoimpuesto se deja ver en la relación entre Rincewind y Conina, la hija del héroe bárbaro. Rincewind tiene grandes problemas para interactuar con ella, en ocasiones manteniendo conversaciones internas con las personificaciones de su conciencia y su líbido.
Al igual que La Luz Fantástica, el libro acaba con Rincewind dando un golpe a la mesa y plantando cara a sus miedos, lo cual, de nuevo, hace que la historia se sienta algo redundante. A partir de aquí, sin embargo, el tema con Rincewind puede verse levemente alterado. Y digo "puede" porque, la verdad, el resto de libros de Rincewind son precisamente parte de los que no llegué a leer tiempo atrás, precisamente por mi posición con respecto al personaje.
Rechicero no es un mal libro. Se lee bastante rápido, al igual que el resto de la saga, y a pesar de que la historia es fina como el papel las bromas y referencias siguen resultando entretenidas. Ahora bien, tengo dudas de si hubiese seguido con la saga si este hubiese sido el primer libro de Mundodisco que hubiese leído.
Y por ahora eso es todo. En cuanto al siguiente libro... Voy a dedicarme a hurgar en tumbas y a recomponer cuerpos un rato.
Las canciones que las Híades han de entonar,
donde flamean los andrajos del Rey,
deben morir sin haberse escuchado
en la sombría Carcosa
donde flamean los andrajos del Rey,
deben morir sin haberse escuchado
en la sombría Carcosa
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