22-11-2020 13:40
Buah, finiquitado el capítulo más largo de Ulises. Vaya puñetera montaña rusa.
Capítulo 15: Circe
En La Odisea, Ulises llega a la isla de Circe y envia a varios de sus hombres a explorar. Estos encuentran el palacio de la bruja, quien les acoge y les recibe con un banquete. Tras comer la comida ofrecida por Circe los marineros son transformados en cerdos, exceptuando uno que logra escapar y avisar a Ulises de lo sucedido. Ulises entonces recibe la ayuda de Hermes, quien le da un talismán que le protege de los hechizos de la bruja, y se dirige al palacio de Circe para rescatar a sus hombres. Esta acaba accediendo a liberar a los marineros (de hecho, no solo les devuelve la forma humana sino que les devuelve varios años de juventud, volviéndolos más fuertes y apuestos), y acaba convirtiéndose en la amante de Ulises durante un año entero, hasta que finalmente son los hombres de Ulises quienes logran convencerle para que abandone la isla. A partir de ahí, Circe le da a Ulises varios consejos sobre el viaje, algunos de los cuales ya hemos repasado a lo largo del libro.
De forma relativamente previsible, Joyce convierte el barrio rojo de Dublín en el palacio de Circe durante su obra: El lugar donde las hechiceras convierten a los hombres en cerdos. En el capítulo anterior Bloom salió del hospital junto con un grupo de jóvenes, entre los cuales estaba Stephen, quien andaba profundamente borracho. Bloom se preocupa por él y decide seguirle, acabando en el barrio rojo y entrando en un burdel. A partir de ahí se suceden una serie de alucinaciones y ensoñaciones que forman la mayor parte del capítulo.
Circe está escrito como si fuese una obra de teatro en la que pensamientos y recuerdos aparecen de pronto en escena bajo la apariencia de distintos personajes, algunos de los cuales han aparecido previamente en el libro, mientras que otros son parte del mundo de la literatura. De hecho, el primer peldaño para leer este capítulo es darte cuenta de que el 90% de él no está sucediendo en realidad, y que prácticamente todo él es una serie de escenas en la cabeza de Bloom y, en menor medida, Stephen. Personajes que no están ahí aparecen de la nada e intervienen en la conversación, y la lectura se complica cuando los personajes que SÍ están ahí les contestan como si realmente pudiesen verlos o escucharlos. El capítulo tiene unas 100 páginas y podría plasmarlo entero con una entrada kilométrica, pero basta con dejar algunos ejemplos.
La primera "alucinación" (que realmente no es tal, simplemente es Bloom teniendo muchas cosas en la cabeza) sucede antes incluso de toparse con la primera prostituta, cuando Bloom choca con unos tipos mientras sigue a Stephen, e inmediatamente se palpa los bolsillos para comprobar que no le han robado la cartera. Entonces, de pronto, aparece el padre de Bloom (quien está muerto) recriminándole el no tener cuidado con su dinero. Otros personajes aparecen cuestionando las decisiones de Bloom, incluyendo a Gerty, la chica del capítulo 13, y Josie Breen, la ex de Bloom, quien le amenaza con decirle a Molly que lo ha pillado paseándose por el barrio rojo de noche. Ninguno de estos personajes está realmente ahí. La cabeza de Bloom empieza a magnificar sus culpas y dudas, hasta el punto en el que de pronto la escena cambia a la de un juicio donde varios personajes le acusan de su comportamiento y lo condenan a muerte, hasta que el testimonio de Dignam, el fallecido del capítulo 6, acaba exculpándole.
Pronto Bloom tiene otra fantasía cuando Zoe, la prostituta que le recibe, le pregunta si tiene un cigarro. Bloom le comenta que fumar es perjudicial y Zoe contesta invitándole a dar una charla sobre ello, lo cual desencadena toda una serie de eventos en los que Bloom se convierte en un político, benefactor social, amado líder del pueblo y posteriormente dictador. Vemos como su carrera política se alza y cae envuelta en llamas. De nuevo, nada de esto ocurre en realidad, pero eso no impide que Joyce, al igual que con la fantasía anterior, dedique páginas y páginas al relato. Aquí ya está claro por que Circe es el capítulo más largo con diferencia.
La tercera y última ensoñación de la que voy a hablar es cuando Bloom ha encontrado a Stephen en el interior del burdel, pasan un rato charlando con las prostitutas y de pronto hace acto de presencia Bella, la madam del local. Bella es descrita como una mujer cuya presencia empequeñece a todos en la sala, dominante y autoritaria. Esto acaba pulsando los botones del pobre Bloom, y el capítulo acaba confirmando lo que varias partes del libro habian insinuado antes: Bloom no solo es un voyeur, sino que también tiene tendencias masoquistas. La fantasía en la que Bella transforma a Bloom en su cerdo la confirman como el personaje que más cerca está de representar a Circe en el capítulo.
Stephen, todavía borracho, tiene entonces la única alucinación propiamente dicha en el capítulo. Las otras fantasías no eran más que la forma salvaje que Joyce tiene de relatar lo que les pasa por la cabeza a los personajes, pero cuando Stephen ve el cadáver de su madre en medio del prostíbulo el tipo realmente está flipando en colores. Tanto que acaba agarrando el bastón e intentando sacudir al fantasma, rompiendo una lámpara en el proceso y saliendo de allí escopetado. Bloom le sigue (tras pagar los desperfectos) y se encuentra con que nada más salir Stephen se ha metido en lios con dos soldados ingleses. La situación se vuelve cruda debido a la borrachera, y al final acaban tumbándole de un puñetazo. La policía acude y Bloom intenta excusar el comportamiento de Stephen, pero al final es la intervención de Corny Kelleher, un personaje que apareció un par de veces en el libro y que sabemos que es un topo y un informante de la policía, la que logra desactivar la situación.
Al final del capítulo aparece el último fantasma. Mientras Bloom está velando por el inconsciente Stephen, tiene una visión de un niño llevando la chaqueta que Molly hizo para su hijo fallecido. Este niño es el mismo hijo, Rudy, tal como Bloom se imagina que sería si hubiese llegado a los 11 años. Tenemos aquí el encuentro de Bloom, alguien que desea ejercer de padre pero cuyo hijo está muerto, y Stephen, un tipo en busca de una figura paterna. Al igual que los marineros de La Odisea, Stephen y Bloom salen favorecidos de su encuentro con Circe.
Esto concluye lo que para muchos es el climax del libro, pero todavía quedan tres capítulos más. Los últimos tres se suelen considerar como el desenlace del libro (de la misma forma que los primeros tres, dedicados exclusivamente a Stephen, son considerados como una especie de prólogo). El siguiente capítulo es mucho más corto que este, y creo que lo tendré listo en poco más de una semana.
Capítulo 15: Circe
En La Odisea, Ulises llega a la isla de Circe y envia a varios de sus hombres a explorar. Estos encuentran el palacio de la bruja, quien les acoge y les recibe con un banquete. Tras comer la comida ofrecida por Circe los marineros son transformados en cerdos, exceptuando uno que logra escapar y avisar a Ulises de lo sucedido. Ulises entonces recibe la ayuda de Hermes, quien le da un talismán que le protege de los hechizos de la bruja, y se dirige al palacio de Circe para rescatar a sus hombres. Esta acaba accediendo a liberar a los marineros (de hecho, no solo les devuelve la forma humana sino que les devuelve varios años de juventud, volviéndolos más fuertes y apuestos), y acaba convirtiéndose en la amante de Ulises durante un año entero, hasta que finalmente son los hombres de Ulises quienes logran convencerle para que abandone la isla. A partir de ahí, Circe le da a Ulises varios consejos sobre el viaje, algunos de los cuales ya hemos repasado a lo largo del libro.
De forma relativamente previsible, Joyce convierte el barrio rojo de Dublín en el palacio de Circe durante su obra: El lugar donde las hechiceras convierten a los hombres en cerdos. En el capítulo anterior Bloom salió del hospital junto con un grupo de jóvenes, entre los cuales estaba Stephen, quien andaba profundamente borracho. Bloom se preocupa por él y decide seguirle, acabando en el barrio rojo y entrando en un burdel. A partir de ahí se suceden una serie de alucinaciones y ensoñaciones que forman la mayor parte del capítulo.
Circe está escrito como si fuese una obra de teatro en la que pensamientos y recuerdos aparecen de pronto en escena bajo la apariencia de distintos personajes, algunos de los cuales han aparecido previamente en el libro, mientras que otros son parte del mundo de la literatura. De hecho, el primer peldaño para leer este capítulo es darte cuenta de que el 90% de él no está sucediendo en realidad, y que prácticamente todo él es una serie de escenas en la cabeza de Bloom y, en menor medida, Stephen. Personajes que no están ahí aparecen de la nada e intervienen en la conversación, y la lectura se complica cuando los personajes que SÍ están ahí les contestan como si realmente pudiesen verlos o escucharlos. El capítulo tiene unas 100 páginas y podría plasmarlo entero con una entrada kilométrica, pero basta con dejar algunos ejemplos.
La primera "alucinación" (que realmente no es tal, simplemente es Bloom teniendo muchas cosas en la cabeza) sucede antes incluso de toparse con la primera prostituta, cuando Bloom choca con unos tipos mientras sigue a Stephen, e inmediatamente se palpa los bolsillos para comprobar que no le han robado la cartera. Entonces, de pronto, aparece el padre de Bloom (quien está muerto) recriminándole el no tener cuidado con su dinero. Otros personajes aparecen cuestionando las decisiones de Bloom, incluyendo a Gerty, la chica del capítulo 13, y Josie Breen, la ex de Bloom, quien le amenaza con decirle a Molly que lo ha pillado paseándose por el barrio rojo de noche. Ninguno de estos personajes está realmente ahí. La cabeza de Bloom empieza a magnificar sus culpas y dudas, hasta el punto en el que de pronto la escena cambia a la de un juicio donde varios personajes le acusan de su comportamiento y lo condenan a muerte, hasta que el testimonio de Dignam, el fallecido del capítulo 6, acaba exculpándole.
Pronto Bloom tiene otra fantasía cuando Zoe, la prostituta que le recibe, le pregunta si tiene un cigarro. Bloom le comenta que fumar es perjudicial y Zoe contesta invitándole a dar una charla sobre ello, lo cual desencadena toda una serie de eventos en los que Bloom se convierte en un político, benefactor social, amado líder del pueblo y posteriormente dictador. Vemos como su carrera política se alza y cae envuelta en llamas. De nuevo, nada de esto ocurre en realidad, pero eso no impide que Joyce, al igual que con la fantasía anterior, dedique páginas y páginas al relato. Aquí ya está claro por que Circe es el capítulo más largo con diferencia.
La tercera y última ensoñación de la que voy a hablar es cuando Bloom ha encontrado a Stephen en el interior del burdel, pasan un rato charlando con las prostitutas y de pronto hace acto de presencia Bella, la madam del local. Bella es descrita como una mujer cuya presencia empequeñece a todos en la sala, dominante y autoritaria. Esto acaba pulsando los botones del pobre Bloom, y el capítulo acaba confirmando lo que varias partes del libro habian insinuado antes: Bloom no solo es un voyeur, sino que también tiene tendencias masoquistas. La fantasía en la que Bella transforma a Bloom en su cerdo la confirman como el personaje que más cerca está de representar a Circe en el capítulo.
Stephen, todavía borracho, tiene entonces la única alucinación propiamente dicha en el capítulo. Las otras fantasías no eran más que la forma salvaje que Joyce tiene de relatar lo que les pasa por la cabeza a los personajes, pero cuando Stephen ve el cadáver de su madre en medio del prostíbulo el tipo realmente está flipando en colores. Tanto que acaba agarrando el bastón e intentando sacudir al fantasma, rompiendo una lámpara en el proceso y saliendo de allí escopetado. Bloom le sigue (tras pagar los desperfectos) y se encuentra con que nada más salir Stephen se ha metido en lios con dos soldados ingleses. La situación se vuelve cruda debido a la borrachera, y al final acaban tumbándole de un puñetazo. La policía acude y Bloom intenta excusar el comportamiento de Stephen, pero al final es la intervención de Corny Kelleher, un personaje que apareció un par de veces en el libro y que sabemos que es un topo y un informante de la policía, la que logra desactivar la situación.
Al final del capítulo aparece el último fantasma. Mientras Bloom está velando por el inconsciente Stephen, tiene una visión de un niño llevando la chaqueta que Molly hizo para su hijo fallecido. Este niño es el mismo hijo, Rudy, tal como Bloom se imagina que sería si hubiese llegado a los 11 años. Tenemos aquí el encuentro de Bloom, alguien que desea ejercer de padre pero cuyo hijo está muerto, y Stephen, un tipo en busca de una figura paterna. Al igual que los marineros de La Odisea, Stephen y Bloom salen favorecidos de su encuentro con Circe.
Esto concluye lo que para muchos es el climax del libro, pero todavía quedan tres capítulos más. Los últimos tres se suelen considerar como el desenlace del libro (de la misma forma que los primeros tres, dedicados exclusivamente a Stephen, son considerados como una especie de prólogo). El siguiente capítulo es mucho más corto que este, y creo que lo tendré listo en poco más de una semana.
Las canciones que las Híades han de entonar,
donde flamean los andrajos del Rey,
deben morir sin haberse escuchado
en la sombría Carcosa
donde flamean los andrajos del Rey,
deben morir sin haberse escuchado
en la sombría Carcosa
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