04-10-2020 15:06
Que el ritmo no pare no pare no.
Capítulo 10: Rocas Errantes
Como ya comenté en la entrada anterior, en la Odisea, tras ganarse la ayuda de la hechicera Circe, ésta le comenta a Ulises que solo existen dos rutas por donde regresar a casa: Una de ellas es el estrecho de Escila y Caribdis, por donde navegamos en el capítulo anterior, y la otra es el mar de las Rocas Errantes. Ulises decide que unos monstruos que pueden devorar a parte de su tripulación son preferibles a unas rocas que pueden directamente hundir su barco y mandarlos a todos a la porra. Como tal, decide enfrentarse al estrecho, y nunca pasa por las rocas errantes.
De la misma forma que las rocas errantes no forman parte de la historia de la Odisea porque Ulises no decide pasar por ellas, el capítulo 10 del Ulises de Joyce nos presenta un montón de historias paralelas que suceden a lo largo de Dublín, pero que en su mayor parte no tienen nada que ver con la trama central de Leopold y Stephen. ¿Recordáis ese capítulo de Los Simpsons en el que la historia se divide en pequeñas sub-tramas de personajes secundarios? Lisa yendo a cortarse el pelo porque se le enganchó un chicle, el director Skinner invitando al superintendente a comer en su casa, Nelson burlándose de un tío demasiado alto para su coche... ESE capítulo. Pues el capítulo 10 de Ulises es básicamente eso. Y al igual que en Los Simpsons, la trama funciona un poco como una máquina de Rube Goldberg, en la que un personaje puede ver a otro haciendo sus cosas, y más tarde es ese otro personaje el que toma las riendas. Los personajes vagan por la ciudad, y chocan los unos con los otros. Igual que las rocas errantes.
El capítulo está dividido en 19 sub-partes, cada una enfocándose en uno o dos personajes en concreto. No TODOS los personajes de la novela aparecen en este capítulo, pero sí una cantidad bastante grande de ellos, incluyendo personajes secundarios, personajes que aparecieron como extras y ni siquiera tuvieron líneas o fueron solamente mencionados, y personajes nuevos introducidos ahora y que probablemente no van a volver a aparecer. Stephen y Bloom sí que aparecen en este capítulo, pero durante poco tiempo o solo como parte de las interacciones de algunos de estos personajes.
Tampoco voy a matarme mucho a ponerme a hablar sobre cada uno de ellos, pero aquí hay una pequeña lista:
El primer y el último fragmento de este capítulo son algo especiales. El primero sigue al Padre Conmee, un personaje de un libro anterior de Joyce, saliendo de un colegio y realizando un recorrido bastante largo por Dublín. Durante este recorrido se topa con un buen número de personajes, y digamos que "activa" sus sub-tramas, que aparecerán más tarde a lo largo del capítulo.
El último fragmento es exactamente lo contrario: Sigue la cabalgata del virrey, que recorre una extensa parte de la ciudad también, y a lo largo de toda ella va nombrando a prácticamente todos los personajes de la novela, que simplemente se giran para mirarla o saludarla cuando pasa. Todos ellos... Excepto curiosamente Bloom y Stephen, que son los únicos que no aparecen mencionados (o aludidos) en este fragmento. Empezar el capítulo con un representante de la religión católica y acabar con un personaje que forma parte de la nobleza colonial Inglesa, enmarcando a toda la gente de Dublín en medio de ambos, parece ser la forma que tiene Joyce de aludir las dos fuerzas que llevaban los pantalones puestos en el país.
Pero vamos, al final del día el capítulo 10 es mucho más ligero que el remolino infame que fue el capítulo anterior, eso desde luego.
La semana que viene otro capítulo más. Veamos que tan clemente puede ser Joyce esta vez.
Capítulo 10: Rocas Errantes
Como ya comenté en la entrada anterior, en la Odisea, tras ganarse la ayuda de la hechicera Circe, ésta le comenta a Ulises que solo existen dos rutas por donde regresar a casa: Una de ellas es el estrecho de Escila y Caribdis, por donde navegamos en el capítulo anterior, y la otra es el mar de las Rocas Errantes. Ulises decide que unos monstruos que pueden devorar a parte de su tripulación son preferibles a unas rocas que pueden directamente hundir su barco y mandarlos a todos a la porra. Como tal, decide enfrentarse al estrecho, y nunca pasa por las rocas errantes.
De la misma forma que las rocas errantes no forman parte de la historia de la Odisea porque Ulises no decide pasar por ellas, el capítulo 10 del Ulises de Joyce nos presenta un montón de historias paralelas que suceden a lo largo de Dublín, pero que en su mayor parte no tienen nada que ver con la trama central de Leopold y Stephen. ¿Recordáis ese capítulo de Los Simpsons en el que la historia se divide en pequeñas sub-tramas de personajes secundarios? Lisa yendo a cortarse el pelo porque se le enganchó un chicle, el director Skinner invitando al superintendente a comer en su casa, Nelson burlándose de un tío demasiado alto para su coche... ESE capítulo. Pues el capítulo 10 de Ulises es básicamente eso. Y al igual que en Los Simpsons, la trama funciona un poco como una máquina de Rube Goldberg, en la que un personaje puede ver a otro haciendo sus cosas, y más tarde es ese otro personaje el que toma las riendas. Los personajes vagan por la ciudad, y chocan los unos con los otros. Igual que las rocas errantes.
El capítulo está dividido en 19 sub-partes, cada una enfocándose en uno o dos personajes en concreto. No TODOS los personajes de la novela aparecen en este capítulo, pero sí una cantidad bastante grande de ellos, incluyendo personajes secundarios, personajes que aparecieron como extras y ni siquiera tuvieron líneas o fueron solamente mencionados, y personajes nuevos introducidos ahora y que probablemente no van a volver a aparecer. Stephen y Bloom sí que aparecen en este capítulo, pero durante poco tiempo o solo como parte de las interacciones de algunos de estos personajes.
Tampoco voy a matarme mucho a ponerme a hablar sobre cada uno de ellos, pero aquí hay una pequeña lista:
- El Padre Conmee sale del colegio y da un paseo por la ciudad, bendeciendo a algunos de sus feligreses por el camino.
- Corny Kelleher (un trabajador de la funeraria en el capítulo 6) se confirma como un topo de la policía nacional Irlandesa al haclar con un agente.
- Un marinero borracho vaga por las calles pidiendo limosna. Al pasar por la residencia de los Bloom, Molly le da una moneda.
- Un vistazo a la precaria situación económica por la que pasa la familia de Stephen. Una de sus hermanas intentó empeñar unos libros sin mucho éxito.
- Blazes Boylan, el mánager de Molly (y la persona con la que ésta le está poniendo los cuernos a Bloom) está comprando unos regalos para su amante.
- Stephen se topa por la calle con su antiguo profesor de música, Almidano Artifoni, y tienen una breve conversación.
- La señorita Dunne, la secretaria de Boylan, está deseando acabar su jornada. Al final del fragmento llama a su jefe por teléfono para hablarle de asuntos de trabajo.
- Lambert, uno de los trabajadores del periódico en el capítulo 7 que también había aparecido durante el funeral en el capítulo 6, está con el Reverendo Love y se encuentran con O'Molloy (otro de los personajes que aparecieron en el capítulo del periódico), el cual le pide dinero.
- M'Coy, uno de los personajes con los que Bloom se encontró en el capítulo 5, se topa con Lenehan, un personaje algo insolente que ya apareció en el capítulo 7 en las oficinas del periódico. Mantienen una conversación en la que Lenehan parece burlarse de Bloom, pero se da cuenta de que M'Coy no parece apreciar sus burlas.
- Bloom está comprándole un libro a Molly.
- Dilly, una de las hermanas de Stephen, encuentra a Simon, su padre, y le echa en cara el gastarse el poco dinero que tienen en bares. Le pide que le de todo lo que tenga para evitar que lo eche a perder.
- Kernan, quien apareció brevemente en el funeral del capítulo 6, sale de un bar y mantiene un monólogo interior en el que vemos parte de sus opiniones y prejuicios.
- Stephen se encuentra con Dilly, que ha gastado la mitad de lo que le dio su padre en un libro para aprender francés. Stephen lucha con la culpa de no estar apoyando a su familia.
- Simon, el padre de Stephen, mantiene una conversación con el Padre Cowley (que en realidad no es cura), y éste le dice que está en problemas porque le debe dinero a un prestamista. Más tarde se une a la conversación Dollard, quien le da a Cowley consejo sobre que hacer con su problema.
- Cunningham, Nolan y Power están haciendo cuentas acerca de un fondo para ayudar a la familia del muerto del capítulo 6. Entre ellos notan que Bloom fue el primero que aportó dinero.
- Mulligan y Haynes (del capítulo 1) toman algo en una cafetería y echan pestes de Stephen a sus espaldas.
- Cashel Boyle, un personaje de nombre mucho más largo y mente algo desequilibrada que apareció brevemente en el capítulo 8, se tropieza con el ciego al que Bloom ayudó a cruzar la calle en ese mismo capítulo. El ciego le lanza unos improperios.
- Patrick Dignam, el hijo del muerto del capítulo 6, tiene un monólogo interior acerca de la muerte de su padre.
- El virrey atraviesa Dublín en su carroza y con su séquito.
El primer y el último fragmento de este capítulo son algo especiales. El primero sigue al Padre Conmee, un personaje de un libro anterior de Joyce, saliendo de un colegio y realizando un recorrido bastante largo por Dublín. Durante este recorrido se topa con un buen número de personajes, y digamos que "activa" sus sub-tramas, que aparecerán más tarde a lo largo del capítulo.
El último fragmento es exactamente lo contrario: Sigue la cabalgata del virrey, que recorre una extensa parte de la ciudad también, y a lo largo de toda ella va nombrando a prácticamente todos los personajes de la novela, que simplemente se giran para mirarla o saludarla cuando pasa. Todos ellos... Excepto curiosamente Bloom y Stephen, que son los únicos que no aparecen mencionados (o aludidos) en este fragmento. Empezar el capítulo con un representante de la religión católica y acabar con un personaje que forma parte de la nobleza colonial Inglesa, enmarcando a toda la gente de Dublín en medio de ambos, parece ser la forma que tiene Joyce de aludir las dos fuerzas que llevaban los pantalones puestos en el país.
Pero vamos, al final del día el capítulo 10 es mucho más ligero que el remolino infame que fue el capítulo anterior, eso desde luego.
La semana que viene otro capítulo más. Veamos que tan clemente puede ser Joyce esta vez.
Las canciones que las Híades han de entonar,
donde flamean los andrajos del Rey,
deben morir sin haberse escuchado
en la sombría Carcosa
donde flamean los andrajos del Rey,
deben morir sin haberse escuchado
en la sombría Carcosa
Switch Friend Code: SW-4591-5898-9874