14-09-2020 10:23
Siguiendo con Ulises...
Capítulo 7: Eolo
En La Odisea, cuando Ulises visita la isla de Eolo, éste le da una bolsa que contiene todos los vientos excepto aquellos que le permitirán regresar a casa. Cuando el barco está a punto de llegar a su destino, la tripulación de Ulises, pensando que la bolsa debe contener algún tipo de tesoro que el capitán les está ocultando, abren la bolsa y dejan escapar los vientos, que llevan el barco a la deriva de nuevo. Ulises regresa a la isla de Eolo con la intención de volver a pedirle que les de una bolsa de nuevo, pero éste se da cuenta de que la mala suerte de Ulises se debe a que Poseidón le ha maldecido, y al no querer enfrentarse al dios decide no ayudarle de nuevo.
Lo primero que se nota al abrir la novela de Ulises por el capítulo 7 es que está escrito de forma inusual, y es algo que se vé antes incluso de empezar a leer. El capítulo tiene como centro de su temática el mundo de la prensa, y quizá para intentar simular un periódico cada ciertos párrafos añade una especie de titular, como si la narración estuviese dividida en noticias. Hay como dos o tres titulares por página, y si los eliminases el capítulo se leería como cualquiera de los anteriores.
A grandes rasgos, lo que ocurre en este capítulo es lo siguiente: Bloom trabaja como responsable de la sección de publicidad en el periódico, y está intentando llegar a un acuerdo con un negocio de un tal señor Keyes, acerca del anuncio que quieren publicar. Se pone al teléfono con el anunciante, pero no logra contactar con él y decide acudir en persona, pero la narrativa no lo acompaña. En vez de eso, nos quedamos en las oficinas de la prensa, donde Stephen aparece con el artículo de opinión que recibió del Señor Deasy en el capítulo 2, y lo entrega a Crawford, el director del periódico, quien acepta publicarlo. Los trabajadores del periódico invitan a Stephen a escribir algo en una de sus columnas, pero éste no siente aprecio por su tipo de escritura y prefiere seguir dedicándose a la poesía. Tras unas conversaciones, el grupo decide salir a tomar algo, justo a tiempo para que Bloom vuelva a entrar en escena con nuevos detalles acerca del contrato del anuncio para el negocio del señor Keyes. Crawford le dice que Keyes puede metérselo por el culo.
Durante todo el capítulo hay muchas alegorías al viento. Hay un momento en el que una corriente de aire vuela unos papeles, los periodistas son relacionados con "globos hinchados" que se dedican a escribir artículos con "prosa inflada", y también como "veletas", capaces de cambiar la dirección a la que apuntan según las noticias de las que vean que pueden sacar tajada. Crawford, el director del periódico, es comparado con el gallo de la veleta, pero también es el Eolo de la historia: Cuando Bloom regresa para finalizar el trato con el anunciante, Crawford rechaza el contrato de forma tajante.
El momento al que más tiempo se dedica en el capítulo es cuando Stephen llega y los trabajadores del periódico le piden que escriba una columna para ellos. Esto desencadena una conversación en la que los personajes empiezan a recordar los mejores artículos que han leido nunca, pero la gran mayoría de ellos están llenos de imprecisiones e incorrecciones. Uno de ellos, el Profesor MacHugh, rememora una charla en la que se equiparaba a Irlanda con Israel, y a Inglaterra con Egipto, acabando con el mensaje de que a pesar de que Egipto dominase al pueblo de Israel, al final fue la cultura Judía la que acabó sobreviviendo al paso de los años. Se hace otra analogía con Grecia y Roma: Los Romanos conquistaron Grecia, pero la cultura Griega con sus filósofos y sus avances acabó definiendo una gran parte de la cultura Romana, en cierta forma imponiéndose a ella a pesar de ser la dominada. Cabe decir que todo esto es relatado de forma algo sardónica por Joyce, puesto que el tipo no estaba a favor de las ideas nacionalistas irlandesas en absoluto.
En este capítulo se pone en evidencia de nuevo el hecho de que Bloom no forma parte del grupo. El resto de los miembros del periódico se refieren a él como "un representante del mundo de la publicidad", en vez de un colega de trabajo más. En medio de las conversaciones, Bloom llama a la editorial por teléfono pero Crawford no le hace ningún caso. Cuando se invita a la gente a tomar algo en un bar, Bloom no es invitado. Parece que Stephen recibe un trato bastante más favorable por la gente del periódico, pero esto también es puesto en entredicho: Stephen cuenta una analogía hacia el final del episodio, pero de entre todos los miembros del periódico solo el Profesor MacHugh es capaz de entenderla. En parte porque la oratoria de Stephen difiere bastante del tipo de artículos que se escriben en el periódico, y en parte porque Crawford, a pesar de haberle pedido a Stephen que escribiese algo en su periódico, no parece interesado en lo que Stephen tiene que decir en absoluto.
Hablando de lo cual, este es el capítulo en el que Stephen y Bloom cruzan sus caminos por primera vez. Técnicamente ya lo habían hecho en el capítulo anterior, cuando Bloom vio a Stephen desde el carro de la procesión funeraria, por la calle, pero aquí están ambos en la misma escena y en el mismo grupo.
El siguiente capítulo es más o menos de la misma longitud que éste, así que calculo que lo habré leido en una semana.
(Ultima edición: 16-09-2020 08:06 por lordlizard.)
Capítulo 7: Eolo
En La Odisea, cuando Ulises visita la isla de Eolo, éste le da una bolsa que contiene todos los vientos excepto aquellos que le permitirán regresar a casa. Cuando el barco está a punto de llegar a su destino, la tripulación de Ulises, pensando que la bolsa debe contener algún tipo de tesoro que el capitán les está ocultando, abren la bolsa y dejan escapar los vientos, que llevan el barco a la deriva de nuevo. Ulises regresa a la isla de Eolo con la intención de volver a pedirle que les de una bolsa de nuevo, pero éste se da cuenta de que la mala suerte de Ulises se debe a que Poseidón le ha maldecido, y al no querer enfrentarse al dios decide no ayudarle de nuevo.
Lo primero que se nota al abrir la novela de Ulises por el capítulo 7 es que está escrito de forma inusual, y es algo que se vé antes incluso de empezar a leer. El capítulo tiene como centro de su temática el mundo de la prensa, y quizá para intentar simular un periódico cada ciertos párrafos añade una especie de titular, como si la narración estuviese dividida en noticias. Hay como dos o tres titulares por página, y si los eliminases el capítulo se leería como cualquiera de los anteriores.
A grandes rasgos, lo que ocurre en este capítulo es lo siguiente: Bloom trabaja como responsable de la sección de publicidad en el periódico, y está intentando llegar a un acuerdo con un negocio de un tal señor Keyes, acerca del anuncio que quieren publicar. Se pone al teléfono con el anunciante, pero no logra contactar con él y decide acudir en persona, pero la narrativa no lo acompaña. En vez de eso, nos quedamos en las oficinas de la prensa, donde Stephen aparece con el artículo de opinión que recibió del Señor Deasy en el capítulo 2, y lo entrega a Crawford, el director del periódico, quien acepta publicarlo. Los trabajadores del periódico invitan a Stephen a escribir algo en una de sus columnas, pero éste no siente aprecio por su tipo de escritura y prefiere seguir dedicándose a la poesía. Tras unas conversaciones, el grupo decide salir a tomar algo, justo a tiempo para que Bloom vuelva a entrar en escena con nuevos detalles acerca del contrato del anuncio para el negocio del señor Keyes. Crawford le dice que Keyes puede metérselo por el culo.
Durante todo el capítulo hay muchas alegorías al viento. Hay un momento en el que una corriente de aire vuela unos papeles, los periodistas son relacionados con "globos hinchados" que se dedican a escribir artículos con "prosa inflada", y también como "veletas", capaces de cambiar la dirección a la que apuntan según las noticias de las que vean que pueden sacar tajada. Crawford, el director del periódico, es comparado con el gallo de la veleta, pero también es el Eolo de la historia: Cuando Bloom regresa para finalizar el trato con el anunciante, Crawford rechaza el contrato de forma tajante.
El momento al que más tiempo se dedica en el capítulo es cuando Stephen llega y los trabajadores del periódico le piden que escriba una columna para ellos. Esto desencadena una conversación en la que los personajes empiezan a recordar los mejores artículos que han leido nunca, pero la gran mayoría de ellos están llenos de imprecisiones e incorrecciones. Uno de ellos, el Profesor MacHugh, rememora una charla en la que se equiparaba a Irlanda con Israel, y a Inglaterra con Egipto, acabando con el mensaje de que a pesar de que Egipto dominase al pueblo de Israel, al final fue la cultura Judía la que acabó sobreviviendo al paso de los años. Se hace otra analogía con Grecia y Roma: Los Romanos conquistaron Grecia, pero la cultura Griega con sus filósofos y sus avances acabó definiendo una gran parte de la cultura Romana, en cierta forma imponiéndose a ella a pesar de ser la dominada. Cabe decir que todo esto es relatado de forma algo sardónica por Joyce, puesto que el tipo no estaba a favor de las ideas nacionalistas irlandesas en absoluto.
En este capítulo se pone en evidencia de nuevo el hecho de que Bloom no forma parte del grupo. El resto de los miembros del periódico se refieren a él como "un representante del mundo de la publicidad", en vez de un colega de trabajo más. En medio de las conversaciones, Bloom llama a la editorial por teléfono pero Crawford no le hace ningún caso. Cuando se invita a la gente a tomar algo en un bar, Bloom no es invitado. Parece que Stephen recibe un trato bastante más favorable por la gente del periódico, pero esto también es puesto en entredicho: Stephen cuenta una analogía hacia el final del episodio, pero de entre todos los miembros del periódico solo el Profesor MacHugh es capaz de entenderla. En parte porque la oratoria de Stephen difiere bastante del tipo de artículos que se escriben en el periódico, y en parte porque Crawford, a pesar de haberle pedido a Stephen que escribiese algo en su periódico, no parece interesado en lo que Stephen tiene que decir en absoluto.
Hablando de lo cual, este es el capítulo en el que Stephen y Bloom cruzan sus caminos por primera vez. Técnicamente ya lo habían hecho en el capítulo anterior, cuando Bloom vio a Stephen desde el carro de la procesión funeraria, por la calle, pero aquí están ambos en la misma escena y en el mismo grupo.
El siguiente capítulo es más o menos de la misma longitud que éste, así que calculo que lo habré leido en una semana.
Las canciones que las Híades han de entonar,
donde flamean los andrajos del Rey,
deben morir sin haberse escuchado
en la sombría Carcosa
donde flamean los andrajos del Rey,
deben morir sin haberse escuchado
en la sombría Carcosa
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