16-07-2013 20:54
Me alegro de que te gustase Dolubu, ahora a por la siguiente, para mí mantiene el nivel.
Ayer vi:
Rosetta (Jean-Pierre Dardenne, Luc Dardenne)
Los hermanos Dardenne narran la historia de Rosetta, una joven de 17 años que vive en una caravana con su madre. Ante la adicción de ésta al alcohol, Rosetta está completamente sola y busca de forma desesperada un trabajo para poder sobrevivir. Ante las numerosas dificultades que sufre y al tipo de ambiente en el que se cría, se ve obligada a realizar actos terribles para conseguir sus objetivos e intereses. La película no juzga, no ofrece maniqueísmos, lo cual puede conducir a la errónea conclusión de que algunas acciones de Rosetta no tienen sentido. Extender la duración del film para mostrar explicaciones o incrementar el efectismo en las escenas era la vía fácil, pero también innecesaria, además de que restaría credibilidad a una historia como ésta.
La dirección aboga por la cámara en mano y los planos rara vez se separan más de un metro de Rosetta. De este modo, estamos completamente sumergidos en la vida del personaje y la atmosfera desoladora de la historia consigue transmitirse con creces. Los Dardenne apuestan por el realismo, huyendo de colorantes y edulcorantes. No hay lugar para la artificialidad, simplemente, se muestra lo que hay: una cría sola ante el peligro, luchando por no ahogarse en un río lleno de lodo.
Ayer vi:
Rosetta (Jean-Pierre Dardenne, Luc Dardenne)
Los hermanos Dardenne narran la historia de Rosetta, una joven de 17 años que vive en una caravana con su madre. Ante la adicción de ésta al alcohol, Rosetta está completamente sola y busca de forma desesperada un trabajo para poder sobrevivir. Ante las numerosas dificultades que sufre y al tipo de ambiente en el que se cría, se ve obligada a realizar actos terribles para conseguir sus objetivos e intereses. La película no juzga, no ofrece maniqueísmos, lo cual puede conducir a la errónea conclusión de que algunas acciones de Rosetta no tienen sentido. Extender la duración del film para mostrar explicaciones o incrementar el efectismo en las escenas era la vía fácil, pero también innecesaria, además de que restaría credibilidad a una historia como ésta.
La dirección aboga por la cámara en mano y los planos rara vez se separan más de un metro de Rosetta. De este modo, estamos completamente sumergidos en la vida del personaje y la atmosfera desoladora de la historia consigue transmitirse con creces. Los Dardenne apuestan por el realismo, huyendo de colorantes y edulcorantes. No hay lugar para la artificialidad, simplemente, se muestra lo que hay: una cría sola ante el peligro, luchando por no ahogarse en un río lleno de lodo.