11-12-2021 13:17
@Rosstheboss Si es que llevo un lío mental que ya no sé con quien hablo de cada cosa ni quien me dice que. XD Como ejemplo de esto, me olvidé de contestarte hasta hoy.
Yo solo me leí la trilogía de toda la vida, ni secuelas, ni precuelas, ni spinoffs, ni tres cuartos. Ni idea de si valen la pena o no, aunque tenía previsto probar a ver que tal. Molaría que hicieses una lista ordenada de los libros según te gustasen más o menos.
Pero en fin... Leido Kraken, de China Mieville.
Billy Harrow es un conservador en el museo de historia natural de Londres, donde la atracción principal es un ejemplar conservado del Architeuthis Dux, o calamar gigante. Un día, sin embargo, en medio de una visita, descubren que el calamar ha desaparecido. Sin pistas, sin rastro, simplemente se ha esfumado dejando su tanque vacío. En medio de la investigación por descubrir quien ha podido llevar a cabo semejante robo, extraños individuos empiezan a aparecer en la vida de Harrow, algunos de ellos claramente peligrosos. Harrow inicia su descenso hacia un Londres oculto lleno de extraños seres, magia, y cultos que creen que la desaparición del Kraken augura el inicio del fin del mundo.
Lo que al principio parece que va a ser un libro de investigación policial acerca de un robo aparentemente imposible se quita la máscara con relativa rapidez. Kraken es un libro de fantasía urbana. Y, además, es fantasía extraña. ¿Cuán extraña? Bueno, por poner un ejemplo, uno de los antagonistas es un tatuaje que habla. De hecho, la imaginación de Mieville es digna de un museo. No solo tienes a los típicos magos que utilizan la piromancia de toda la vida, también tienes a los Londromantes, personas que mantienen una conexión con la mismísima Londres y son capaces de usar los "mecanismos de defensa de la ciudad". También está el tío friki de Star Trek con la capacidad de teletransportarse, excepto que cada vez que lo hace muere, porque lo que realmente pasa es que su cuerpo es destruido y se crea una copia exacta de si mismo en el otro lugar, y ahora el tipo vive atormentado por los fantasmas de sus yoes pasados que murieron cuando usó su poder. Otro de mis ejemplos preferidos es el amuleto de protección que es una especie de demonio atrapado dentro de un walkman, que te protege mientras lo escuchas llevando los cascos puestos, pero lo que escuchas es al demonio cantando con mayor o menor ánimo según lo que le gusten las canciones (y además no se sabe la letra).
Vamos, que el libro está lleno de ideas brillantes... Y eso es lo que hace especialmente doloroso el hecho de que, en realidad, no me gustó demasiado. Para mi, Mieville, al menos en Kraken, es el típico autor que tiene una imaginación de la hostia pero que tiene problemas cuando se trata de escribir una historia. Su prosa es innecesariamente púrpura y confusa en ocasiones, y a veces da la sensación de que el tipo tiene que tener un diccionario de palabras rebuscadas al lado mientras escribe. Esto tampoco sería tanto problema si no fuese por mi segundo problema principal con el libro: Ninguno de los personajes me importaba demasiado. A pesar de contener dos antagonistas bastante intimidantes en Goss y Subby que ciertamente daban sensación de presión cuando aparecían, personajes como Dane, Paul o el mismo Billy me pasaron sin pena ni gloria. Si tengo que decir cuales eran los personajes que más me gustaron probablemente fueron dos de los femeninos, Marge y Collingswood. Marge por ser un pez fuera del agua que se encuentra metida en un lío que no entiende (lo que en cierta forma la mete en una situación similar a la del lector) y al ser el personaje más vulnerable uno se siente intrigado por lo que va a acabar pasando con ella. Y Collingswood, la agente de policía, por lo irreverente e impredecible que es (aunque al final del día me esperaba más de ella).
¿Recomendaría Kraken? Ciertamente es una historia curiosa, aunque le cuesta arrancar, no pilla un buen ritmo hasta casi llegando el último tercio del libro y encuentro que tiene bastantes fallos que ya mencioné. Pero igualmente la cantidad de ideas que contiene el libro hace que mi sentimiento hacia él sea el más conflictivo que he tenido en mucho tiempo con un libro. No sabría decir donde cae exactamente en mi lista de preferencias porque por una parte lo encontré algo pesado, pero por otra me encantó la imaginación del autor.
Vamos, que no tengo ni puta idea de si me ha gustado o no.
No es la primera vez que leo algo de Mieville, aunque el otro libro que leí, Estación de la Calle Perdido, tampoco fue muy de mi agrado porque me destruyó anímicamente (también es verdad que lo leí en un mal momento personal). Pero seguiré leyendo cosas suyas. Su prosa quizá no me guste demasiado, pero su estilo de fantasía extraña es fascinante.
En fin, siguiente del Mundodisco empezado ya. Y luego puede que me meta en un berenjenal, pero así soy yo: Las buenas decisiones y yo no nos llevamos muy bien.
Yo solo me leí la trilogía de toda la vida, ni secuelas, ni precuelas, ni spinoffs, ni tres cuartos. Ni idea de si valen la pena o no, aunque tenía previsto probar a ver que tal. Molaría que hicieses una lista ordenada de los libros según te gustasen más o menos.
Pero en fin... Leido Kraken, de China Mieville.
Billy Harrow es un conservador en el museo de historia natural de Londres, donde la atracción principal es un ejemplar conservado del Architeuthis Dux, o calamar gigante. Un día, sin embargo, en medio de una visita, descubren que el calamar ha desaparecido. Sin pistas, sin rastro, simplemente se ha esfumado dejando su tanque vacío. En medio de la investigación por descubrir quien ha podido llevar a cabo semejante robo, extraños individuos empiezan a aparecer en la vida de Harrow, algunos de ellos claramente peligrosos. Harrow inicia su descenso hacia un Londres oculto lleno de extraños seres, magia, y cultos que creen que la desaparición del Kraken augura el inicio del fin del mundo.
Lo que al principio parece que va a ser un libro de investigación policial acerca de un robo aparentemente imposible se quita la máscara con relativa rapidez. Kraken es un libro de fantasía urbana. Y, además, es fantasía extraña. ¿Cuán extraña? Bueno, por poner un ejemplo, uno de los antagonistas es un tatuaje que habla. De hecho, la imaginación de Mieville es digna de un museo. No solo tienes a los típicos magos que utilizan la piromancia de toda la vida, también tienes a los Londromantes, personas que mantienen una conexión con la mismísima Londres y son capaces de usar los "mecanismos de defensa de la ciudad". También está el tío friki de Star Trek con la capacidad de teletransportarse, excepto que cada vez que lo hace muere, porque lo que realmente pasa es que su cuerpo es destruido y se crea una copia exacta de si mismo en el otro lugar, y ahora el tipo vive atormentado por los fantasmas de sus yoes pasados que murieron cuando usó su poder. Otro de mis ejemplos preferidos es el amuleto de protección que es una especie de demonio atrapado dentro de un walkman, que te protege mientras lo escuchas llevando los cascos puestos, pero lo que escuchas es al demonio cantando con mayor o menor ánimo según lo que le gusten las canciones (y además no se sabe la letra).
Vamos, que el libro está lleno de ideas brillantes... Y eso es lo que hace especialmente doloroso el hecho de que, en realidad, no me gustó demasiado. Para mi, Mieville, al menos en Kraken, es el típico autor que tiene una imaginación de la hostia pero que tiene problemas cuando se trata de escribir una historia. Su prosa es innecesariamente púrpura y confusa en ocasiones, y a veces da la sensación de que el tipo tiene que tener un diccionario de palabras rebuscadas al lado mientras escribe. Esto tampoco sería tanto problema si no fuese por mi segundo problema principal con el libro: Ninguno de los personajes me importaba demasiado. A pesar de contener dos antagonistas bastante intimidantes en Goss y Subby que ciertamente daban sensación de presión cuando aparecían, personajes como Dane, Paul o el mismo Billy me pasaron sin pena ni gloria. Si tengo que decir cuales eran los personajes que más me gustaron probablemente fueron dos de los femeninos, Marge y Collingswood. Marge por ser un pez fuera del agua que se encuentra metida en un lío que no entiende (lo que en cierta forma la mete en una situación similar a la del lector) y al ser el personaje más vulnerable uno se siente intrigado por lo que va a acabar pasando con ella. Y Collingswood, la agente de policía, por lo irreverente e impredecible que es (aunque al final del día me esperaba más de ella).
¿Recomendaría Kraken? Ciertamente es una historia curiosa, aunque le cuesta arrancar, no pilla un buen ritmo hasta casi llegando el último tercio del libro y encuentro que tiene bastantes fallos que ya mencioné. Pero igualmente la cantidad de ideas que contiene el libro hace que mi sentimiento hacia él sea el más conflictivo que he tenido en mucho tiempo con un libro. No sabría decir donde cae exactamente en mi lista de preferencias porque por una parte lo encontré algo pesado, pero por otra me encantó la imaginación del autor.
Vamos, que no tengo ni puta idea de si me ha gustado o no.
No es la primera vez que leo algo de Mieville, aunque el otro libro que leí, Estación de la Calle Perdido, tampoco fue muy de mi agrado porque me destruyó anímicamente (también es verdad que lo leí en un mal momento personal). Pero seguiré leyendo cosas suyas. Su prosa quizá no me guste demasiado, pero su estilo de fantasía extraña es fascinante.
En fin, siguiente del Mundodisco empezado ya. Y luego puede que me meta en un berenjenal, pero así soy yo: Las buenas decisiones y yo no nos llevamos muy bien.
Las canciones que las Híades han de entonar,
donde flamean los andrajos del Rey,
deben morir sin haberse escuchado
en la sombría Carcosa
donde flamean los andrajos del Rey,
deben morir sin haberse escuchado
en la sombría Carcosa
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