Dark Souls III | Hilo de lore | Actualizado 8/6: Vigilantes del Abismo (pag. 7)
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Cita
¡Aquí estamos por fin! Sentíos libres de corregir o matizar lo que sea.

CAZANDO LORE X-1: LA PRIMERA LLAMA


[Imagen: gwyn1jp88.jpg]

Retomamos el repaso, pero a partir de ahora con un pequeño cambio de enfoque. En vez de ir escenario a escenario, intentaremos dar sentido a la mitología de una forma más global, algo para lo que necesitamos saltar hacia delante y hacia atrás continuamente. Aun así, es mucha información la que queda pendiente, por lo que también dividiré esta recta final en varias partes. La primera, que estáis leyendo ahora, se centrará en lo que viene a ser la trama principal. Todo lo relacionado de forma directa con el enlace de la Primera Llama, así como los diferentes finales y sus consecuencias. Es la columna vertebral de Dark Souls III, por lo que resulta imprescindible asegurarse de que está en su sitio antes de ponernos con lo demás.

1. LOS SEÑORES DE LA CENIZA

Dark Souls, como saga, trata sobre ciclos. Y el juego original nos lleva al primero de ellos. Allí conocemos la historia de Gwyn, uno de los dioses que acabó con los dragones que habitaban el mundo antes de que tomase su forma actual. Cientos de años antes del inicio del juego, Gwyn enlazó (se dejó consumir por) la Primera Llama para alargar la edad del fuego. La edad de los dioses que reclamaron el mundo para ellos al derrotar a los dragones, y que tenían su morada en la tierra de Lordran. Nosotros, como jugadores, llegamos a Lordran mucho después de eso, y el poder de la Primera Llama ha empezado a menguar, por lo que se necesita un nuevo sacrificio para alargarla y empezar así el segundo ciclo.

[Imagen: enlazandolaprimerallab8pa0.jpg]

Sin embargo, las cosas no son tan simples. La trayectoria normal, que seguramente todos hagamos en la primera partida, es esa: buscar a Gwyn, derrotarlo (puesto que ha perdido el juicio) y ocupar su lugar. Es el objetivo que nos marca la Serpiente Primordial Frampt, amiga personal de Gwyn, y no parece haber mucha elección. Sin embargo, sí la hay. Porque otra Serpiente Primordial, llamada Kaathe, puede ser encontrada en el Abismo si cumplimos ciertas condiciones, y nos cuenta una historia algo diferente: Kaathe atribuye al enlazado de Gwyn la maldición de los Huecos, y dice que debemos dejar que se apague la Primera Llama para dar paso a la edad de la oscuridad. Una era de hombres, y no de dioses, de la que nosotros mismos seríamos Señor, pues somos descendientes del furtivo pigmeo que dio origen a la humanidad a partir de la Alma Oscura (nota extra: de aquí sale el nombre del juego, para el que también se barajó Dark Race por hacer alusión a la humanidad, pero fue desechado para evitar posibles interpretaciones racistas).

[Imagen: furtivopigmeo9wqtz.jpg]

Hay bastantes más cosas que se podrían comentar en relación a esto, pero por ahora lo vamos a dejar aquí, puesto que este es un recorrido por la historia del tercer juego y no la del primero. Porque Dark Souls III empieza mucho tiempo después. Tanto, que ya se han sucedido varios ciclos. La Primera Llama se ha enlazado unas cuantas veces, y los encargados de llevar a cabo esta labor son denominados como Señores de la Ceniza (título que también recibía Gwyn en el juego original durante nuestro combate contra él).

Hawkwood [Imagen: hawkwoodv6kwn.jpg]

Y quieren que busquemos a los Señores de la Ceniza y los devolvamos a sus tronos moldeados. Pero hablamos de verdaderas leyendas con el temple para enlazar el fuego. No somos dignos ni de besar sus pies. ¿No te parece?
Ludleth de Courland [Imagen: ludleths1k85.jpg]

No te sorprendas si te digo que, hace tiempo, enlacé el fuego y me convertí en un Señor de la Ceniza. Si quieres que te lo demuestre, observa mi cuerpo carbonizado.

La introducción menciona a tres de ellos, así como su función en este nuevo juego: parece que enlazar la Primera Llama no es suficiente, y su presencia es reclamada de nuevo cuando el ciclo se acerca a su fin y hace falta otro sacrificio para alargar la edad del fuego.

Cuando el enlace de fuego peligra, la campana repica y los viejos Señores de la Ceniza abandonan sus tumbas. Aldrich, el Santo de la Oscuridad. La Legión de los no muertos de Farron, los Vigilantes del Abismo. Y el solitario señor de la Capital Profanada, Yhorm, el Gigante.

[Imagen: seoresdelaceniza3facc.jpg]

Qué guay, ya no hace falta que uno se patee medio mundo para enlazar la Primera Llama. Llamamos a una de estas viejas glorias para que lo haga de nuevo y problema solucionado, ¿verdad? ¿Ya vienen los créditos? ¿No? Pues resulta que no.

Ludleth de Courland [Imagen: ludleths1k85.jpg]

¿Conoces nuestro propósito? Cinco tronos tomarán cinco Señores, como yescas para enlazar el fuego. La llama que se consume con rapidez debe enlazarse para preservar este mundo. Una representación del primer enlace de fuego.

El propósito de los Señores de la Ceniza no es enlazar la Primera Llama directamente, pues lo más probable es que ni siquiera tengan el poder necesario tras ser consumidos por ella durante la primera vez. Su objetivo ahora es ocupar los tronos del Santuario y participar en un ritual para ceder el poder restante a un nuevo Señor que sí se encargará de hacerlo: nosotros.

Guardiana del Fuego [Imagen: guardianacijyl.jpg]

Ser de la ceniza, con los Señores como testigos, arrodíllate ante la espada en espiral de la hoguera. Y deja que las ascuas de los Señores te reconozcan como su legítimo heredero. Un verdadero Señor, apto para enlazar la llama.

[Imagen: rituali1yfh.jpg]

Durante este ritual, sus restos son envueltos en llamas. Se queman una vez más (como podemos apreciar gracias a Ludleth, morirían allí mismo aunque no los matásemos nosotros) para liberar su fuerza, que es canalizada por la Guardiana antes de entrar en nuestro cuerpo. A grandes rasgos, es un proceso similar al que pasamos al utilizar un ascua, pero mucho más poderoso (a nivel argumental, a nivel jugable no tiene implicaciones de ningún tipo). Solo así podemos acceder al Horno de la Primera Llama para enlazarla, del mismo modo que solo saciando de grandes almas la vasija del señor podíamos acceder a Gwyn en el primer juego, a pesar de que apenas estábamos a una puerta de distancia tras tocar las dos campanas y despertar a Frampt: es el sistema para evaluar si tenemos la capacidad de resistir con éxito el enlace.

2. EL JUEZ SILENCIOSO

En un escenario ideal, un Latente (un guerrero que falló al enlazar la primera vez y tiene ahora una segunda oportunidad) simplemente llegaría al Santuario, se reforzaría con las ascuas de los Señores de la Ceniza y accedería al horno para cumplir su misión. A fin de cuentas, ya hay un método de "pre-selección" que previene a cualquier mindundi de intentarlo siquiera: Iudex Gundyr.

[Imagen: iudex70zj4.jpg]

Derrotar a este guerrero es la única forma de conseguir la espada en espiral que activa la hoguera del santuario y, en última instancia, nos permite acceder al horno. ¿Pero quién es exactamente Gundyr? Puesto que la mayoría de Señores de la Ceniza han huído y nos toca viajar a Lothric para buscarlos, también podemos encontrarnos con Gundyr en una réplica oscura del Cementerio de Ceniza que se sitúa detrás del Jardín del Rey Consumido. Allí responde al nombre de campeón Gundyr, y tras derrotarlo de nuevo podemos conseguir objetos que arrojan algo de luz sobre su origen:

Alma┬ádel┬ácampeón┬áGundyr [Imagen: almagundyrkna2v.jpg]

Una vez, un campeón llegó tarde a las festividades y se le recibió con un Santuario sin fuego y una campana que no tañía.
Alabarda de Gundyr [Imagen: alabardagundyrecavv.jpg]

Alabarda de Gundyr, el Campeón, recibida el día en que se le encomendó su misión. Dicen que esta arma jamás se desgasta, por lo que parece que la misión de Gundyr jamás tendría fin.
Cadena de prisionero [Imagen: cadenagundyruelss.jpg]

Parte de una cadena de acero, usada para sujetar a Gundyr. Un prisionero es alguien que lo ha arriesgado todo por lo que creía, una tendencia más evidente en los grandes héroes.
Yelmo de Gundyr [Imagen: yelmogundyr0cx8q.jpg]

Modelado a imagen y semejanza de un antiguo rey. Un guerrero desconocido venció a Gundyr, el Campeón Tardío. Entonces, se convirtió en la vaina de una espada en espiral, con la esperanza de que, algún día, la Primera Llama volviera a enlazarse.

Al igual que nosotros, Gundyr era un aspirante a enlazar la Primera Llama, pero llegó tarde. Es posible que se trate del mismo al que alude la descripción del anillo que encontramos en uno de los cadáveres de Guardianas del Fuego del campanario:

Anillo de estus [Imagen: anillodeestuskgj7d.jpg]

Este anillo fue confiado a cierta Guardiana del Fuego, pero nunca conoció a su adalid, y la trágica farsa consiguiente se convirtió en uno de los cuentos favoritos de las masas.

Si tras derrotarlo entramos en esta versión del Santuario de Enlace, detrás de un muro falso podemos encontrar el cadaver de la que quizá podría haber sido su Guardiana si hubiese llegado antes. Justo el mismo en el que conseguimos los ojos de Guardiana del Fuego que luego podemos entregar a la nuestra.

[Imagen: guardianagvbhi.jpg]

Entonces, ¿por qué llegó tarde Gundyr? Uno de los objetos que lo definen es literalmente parte de una cadena que se usó para sujetarlo. Sin embargo, en ninguno de los encuentros está encadenado. En el primero está como en una especie de hibernación, esperando a que alguien trate de reclamar la espada en espiral para reactivarse. Y en el segundo se arrodilla en un círculo de velas y nos ataca si nos acercamos.

[Imagen: campeongundyrillgp.jpg]

La lógica nos dice que su encadenamiento tuvo que ser antes de este segundo encuentro, primero en el tiempo para él. ¿Quién lo encadenó? Ningún objeto lo revela de manera explícita, pero lo que sí podemos concluir es que alguien buscó para él una misión diferente a la de enlazar la Primera Llama, y para ello forzó su retraso. La principal característica de su alabarda es que no se gasta, y por tanto le permite poner a prueba a Latentes como nosotros un ciclo tras otro. "Una misión que jamás tendrá fin", pues habrá un nuevo héroe para cada ocasión, pero él siempre será el juez de todos ellos.

3. LA PARADOJA DE ARTORIAS

Es posible que en el punto anterior alguno se haya preguntado por qué asumo que el campeón Gundyr se encuentra en el pasado si llegamos a él desde el castillo de Lothric sin que nadie nos hable de viajes en el tiempo. La clave la tenemos en su yelmo, que podemos comprar a la sirvienta de vuelta en nuestro Santuario: "Un guerrero desconocido venció a Gundyr, el Campeón Tardío. Entonces, se convirtió en la vaina de una espada en espiral". El guerrero desconocido, por supuesto, somos nosotros. En esta pelea todavía no actuaba como vaina de la espada en espiral, pues su fracaso era reciente. Aún no había asumido su papel como juez, y todavía tenía un alma que podemos reclamar tras derrotarlo. A raíz de este evento asume su verdadera misión, para que tiempo después nosotros revivamos en el Cementerio de Ceniza y seamos puestos a prueba por él.

Me gusta llamar a esto la paradoja de Artorias porque el caballero de Gwyn inició esta práctica en el primer Dark Souls: durante el juego oímos hablar de él como el encargado de detener el avance del Abismo, pero luego en el DLC viajamos al pasado y descubrimos que en realidad somos nosotros los que tenemos que luchar contra Manus, siendo así cómplices de una leyenda parcialmente falsa que existía antes de nuestro viaje en el tiempo. Además, casualidad o no, la Sirvienta de este Santuario en la penumbra vende el equipo de Artorias, lo que hace que el nombre sea todavía más oportuno.

De hecho, la propia Sirvienta nos sirve también de prueba de que las Tumbas Olvidadas tienen lugar en el pasado, ya que si hablamos con ella allí antes de hacerlo en el Santuario de Enlace "normal", al tener después nuestro primer encuentro en el presente cambiará su primera frase, como si le sonásemos de un tiempo lejano:

Sirvienta del Santuario (presente) [Imagen: sirvientatjkqb.jpg]

Oh, eres... Oh, no, no es nada, ser de la ceniza.

Con lo que no solo volvemos a confirmar que se trata del mismo Santuario en diferentes épocas, sino también de la misma sirvienta.

4. VISIONES DE OSCURIDAD

Otro indicio que apunta a que nuestro enfrentamiento con Iudex transcurre tiempo después es la presencia del denominado pus del hombre.

[Imagen: pusdehombreh5xcz.jpg]

Poco sabemos de esta criatura, que surge del interior de Iudex en la segunda fase del combate, así como de varios Huecos en el Gran muro, el Castillo de Lothric y el Jardín del Rey Consumido. Pero gracias a la llave que encontramos en justo antes de entrar al Gran Archivo, al menos podemos datarlo:

Llave del Gran Archivo [Imagen: llavedegranarchivoxnlns.jpg]

Cuando el fuego se consumió y el pus del hombre mancilló el castillo, el Gran Archivo cerró sus puertas para siempre.

Nuestra visita a Lothric tiene lugar después de un ciclo en el que la Primera Llama no se enlazó, así que estas criaturas, seguramente asociadas con el Abismo, se propagaron por la zona. Cuando llegamos a las Tumbas Olvidadas y nos enfrentamos al campeón Gundyr, todavía no se han introducido en él. Quizá porque estas cosas llevan su tiempo, o quizá porque tras ser derrotado por nosotros y convertirse en vaina de la espada en espiral, se volvió más vulnerable (parece difícil defenderse de una infección si te tiras años y años sin moverte).

La propia sirvienta también nos sirve para entender un poco mejor la situación:

Sirvienta del Santuario (pasado) [Imagen: sirvientatjkqb.jpg]

Vaya, qué sorpresa. Un cordero llegó errando, sin casi hacer sonar la campana. Bueno, deberías conocer mi propósito. ¿Qué puede hacer por ti esta vieja sirvienta?

Para evitar el yugo de la maldición... no te retrases mucho. Por ahora está oscuro, y ningún alma se mueve. Pero recuerda que las llamas se apagan en silencio. O quizá ya te ha atrapado. Como a la pobre chica.

El modo en el que habla parece indicar que en realidad no estamos al final de un ciclo, sino ya al inicio del siguiente, y hemos llegado al Santuario antes incluso de que personajes como Andre o la propia Guardiana del Fuego ocupasen su sitio. ¿Pero cómo funciona esto exactamente? Es decir, si Gundyr llegó tarde a enlazar la Llama y se sumió todo en la oscuridad, ¿por qué surge ahora esta nueva oportunidad? ¿Y quién es la "pobre chica" que quedó atrapada? ¿La Guardiana de la que obtuvimos los ojos? Quizá sea un buen momento para entregarlos a la Guardiana del presente...

Guardiana del Fuego [Imagen: guardianacijyl.jpg]

Ser de la ceniza, gracias por los ojos que me has dado. Pero las guardianas del fuego no deben tener ojos. Está prohibido. Me mostrarán, a través de un rayo de luz, terribles imágenes de traición. Un mundo sin fuego. Ser de la ceniza, ¿es este tu deseo?

[En caso de aceptar] Por supuesto. Soy tu sirviente y haré lo que ordenes. Este será nuestro secreto. Nadie más puede saberlo. Sigue tu camino, encuentra Señores para enlazar el fuego y yo cuidaré de la llama ciegamente. Hasta el día de tu gran traición.

Ser de la ceniza, perdóname si esto ha sonado extraño. Los ojos muestran un mundo sin fuego, una vasta extensión de oscuridad. Pero esto es diferente a lo que veo cuando carezco de visión. En la lejanía, siento la presencia de pequeñas llamas. Como preciadas ascuas que nos legaron los Señores del pasado, los que enlazaron el fuego. ¿Puede ser eso lo que me atrae a esta extraña y tentadora oscuridad?

El ciclo de enlace del fuego es casi como una religión, y plantearse la idea de no enlazarlo para sumir al mundo en la oscuridad es herejía. Volvemos de nuevo a los tiempos de Frampt y Kaathe, que ofrecían dos versiones de la historia. Evidentemente, las Guardianas del Fuego están ligadas a la de Frampt, ya que el objetivo de su existencia es ayudar al jugador a perpetuar la edad del fuego. Sin embargo, se toman tan a pecho su labor de servirnos, que también aceptan la alternativa si es nuestro deseo.

Y eso es lo que pudo ocurrir en la versión pasada del Santuario. Quizá el problema no es simplemente que Gundyr llegó tarde, quizá otra persona ocupó su lugar mientras tanto, y decidió que quería una edad de oscuridad. Eso explicaría porque la Guardiana tenía en su poder los ojos, y también daría otro sentido al texto del anillo de estus que vimos antes: "fue confiado a cierta Guardiana del Fuego, pero nunca conoció a su adalid, y la trágica farsa consiguiente se convirtió en uno de los cuentos favoritos de las masas." ¿Y si la trágica farsa fue la aparición de alguien que la forzó a apagar la Llama, del mismo modo que nosotros podemos hacer con nuestra Guardiana una vez que le entregamos los ojos?

[Imagen: elfindelfuegouqa78.jpg]

En cualquier caso, su diálogo también deja claro que, tomemos la decisión que tomemos, nunca será definitiva: tanto la edad del fuego como la edad de la oscuridad son fases temporales. "Los ojos muestran un mundo sin fuego, una vasta extensión de oscuridad. Pero esto es diferente a lo que veo cuando carezco de visión. En la lejanía, siento la presencia de pequeñas llamas. Como preciadas ascuas que nos legaron los Señores del pasado". Dando un pequeño salto hacia Dark Souls II, del que no hemos hablado nada hasta ahora y también merece su hueco, Straid de Olaphis ya nos adelantó esto:

Straid de Olaphis (Dark Souls II) [Imagen: straidolaphisoilp5.jpg]

Todo lo que empieza tiene un final. Toda llama, por brillante que sea, chisporroteando y apagándose. Pero entonces, la llama resurge de entre las cenizas y nace un nuevo reino con un nuevo rostro.

La Primera Llama nunca puede ser extinguida por completo, existe la posiblidad de que alguien la reavive aunque optemos por una edad de oscuridad. Y esto parece ser justo lo que ha ocurrido en Lothric, dada la presencia del pus del hombre y la oscuridad en su Santuario de Enlace.

Por su parte, Ludleth también tiene algo que decir al respecto de los ojos:

Ludleth de Courland [Imagen: ludleths1k85.jpg]

Ah, ¿la has encontrado? Y los ojos negros que brillan en el interior, por lo que veo. Lo recuerdo como si fuese ayer. Hicimos todo lo que pudimos para librarla de ellos. Mucho ha ocurrido desde entonces. Quizá deba avisarte... De lo que la tenue luz de estos ojos puede revelar a la Guardiana del Fuego, quien carece de vista. Escenas de traición, cosas que nunca debió conocer, visiones de... el fin de una era...

Los ojos mostraron un mundo carente de fuego, una llanura estéril de interminable oscuridad. Un lugar nacido de la traición. Así que me convertí en un Señor, para enlazar el fuego, para pintar una nueva visión. ¿Qué es lo que pretendes?

Ludleth conoció a la Guardiana del Santuario pasado cuando aún estaba viva. Lo que, si nos paramos a pensarlo, tampoco es extraño: su nombre ya figuraba en el trono entonces, lo que indica que probablemente ha sido convocado para el ritual de los Señores de la Ceniza en más de una ocasión. El uso del plural ("Hicimos todo lo que pudimos") puede significar que tanto él como un campeón (¿Gundyr?) quisieron detener su traición, pero evidentemente no lo consiguieron. Por lo menos no en el ciclo que precede a nuestra llegada a las Tumbas Olvidadas.

Lo curioso aquí es que, a menos que esta Guardiana fuese una excepción a la regla, difícilmente podemos asumir que "traicionó" en solitario, pues estas doncellas al parecer son muy sumisas a sus campeones (la nuestra se ofrece a hacer lo mismo por nosotros si queremos, aun cuando repite una y otra vez que es algo malo). Así que una de dos: o de tanto esperar por su campeón empezó a darle vueltas a la cabeza y tomó una decisión por su cuenta (en base a las visiones de los ojos); o como hemos comentado antes, alguien se metió de por medio y la forzó a hacerlo.

5. EL TERCER SANTUARIO Y EL MULTIVERSO

Claro que si tener dos Santuarios en diferentes épocas parece confuso, tras completar el ritual de los cinco Señores de la Ceniza la acabamos de liar: somos trasladados a un tercer Santuario de Enlace. Su diseño y los nombres de los tronos parecen implicar que se trata una vez más del mismo, pero aquí no hay enemigos, ni personajes, ni objetos que den pistas específicas sobre su ubicación en el tiempo. O más importante, en el espacio.

[Imagen: tercersantuarioppu6w.jpg]

Aunque está medio derruido y la mayoría de las estancias son inaccesibles debido a los escombros, este Santuario conserva hasta cierto punto su forma original. Lo que es casi irreconocible es todo lo demás a su alrededor: el Cementerio de Ceniza, el Gran muro de Lothric, el propio castillo... Fragmentos de lo que antes era una arquitectura coherente se apilan ahora de forma caótica, como las pesadillas que visitamos en Bloodborne.

[Imagen: hornowfus0.jpg]

¿Cómo puede ser esto posible? Ha llegado el momento de ponerse metafísico e invocar a nuestro amigo Solaire directamente desde el primer juego:

Solaire (Dark Souls) [Imagen: solaireds125zsm.jpg]

Estamos entre seres extraños en una tierra extraña. El mismo avance del tiempo es engañoso: héroes de otros siglos entran y salen a su antojo. Todo se tambalea, y las relaciones son caprichosas y oscuras. No podemos saber por cuánto tiempo seguirán en contacto tu mundo y el mío. Pero utiliza esto. Así podremos invocarnos el uno al otro como espíritus, sortear el vacío que separa ambos mundos y cooperar como buenos camaradas.

Este interesante diálogo viene precedido por la entrega de la Saponita de señal blanca, objeto que por supuesto regresa en Dark Souls III:

Saponita┬áde┬áseñal┬áblanca [Imagen: saponitadesealblanca16zah.jpg]

Usa tu señal para ser invocado a otro mundo como un espectro y derrota al jefe de área para obtener la fuerza del fuego.

La naturaleza de Lothric es turbia y confusa. La Saponita de señal blanca permite que los Latentes se ayuden mutuamente.

Desde el primer Dark Souls, o mejor dicho, ya desde Demon's Souls, una de las características principales de la saga ha sido el concepto de invasiones e invocaciones. Su origen tuvo lugar en un objetivo jugable, puesto que el estudio quería añadir un componente social en forma de cooperaciones contra jefes, duelos, o simplemente la posibilidad de hacerse la puñeta unos jugadores a otros y así acrecentar esa sensación de "dureza" que tenía el juego. Pero lejos de quedarse en un simple recurso que la historia principal podía ignorar, esta faceta también fue absorbida e integrada dentro del desarrollo para un jugador, mediante diálogos como el que acabamos de leer de boca de Solaire, o invasiones offline de NPCs que aportan nuevos datos a la trama.

Dark Souls abrazó de lleno la idea de un multiverso en el que varias historias transcurren de forma paralela en diferentes mundos, cruzándose y separándose continuamente, tanto en el espacio como en el tiempo. En esta tercera entrega podemos apreciarlo en casos como el de Anri de Astora, que parece estar en nuestro mundo cuando nos encontramos en el Camino de los Sacrificios o las Catacumbas de Carthus, pero cuya historia se resuelve viajando al suyo para ayudarle en el combate contra Aldrich aun cuando nosotros ya lo hemos derrotado. O también en el caso de Sirris de los Reinos sin sol, cuya trama culmina enfrentándose contra un abuelo que a simple vista parece tener su misma edad.

[Imagen: sirrisvshodrickw7aia.jpg]

Esto también sirve para explicar, por ejemplo, por qué vemos personajes de Drangleic. O por qué Gwyndolin siguió viviendo en Anor Londo después de nuestra aventura a pesar de que tenemos la posibilidad de acabar con él: no se trata tanto de que su muerte no sea "canon", sino de que diferentes realidades conviven de forma paralela y en Lothric hemos ido a dar en una donde sobrevivió.

Volviendo al tercer Santuario, y al mundo deforme que lo rodea, no creo que haya que buscar la lógica sobre cuándo o dónde se ubica. Es un concepto. La representación visual de que Lothric no es un lugar normal que exploramos en una fracción de tiempo y espacio concreta, bien delimitada, sino un mundo donde "convergen las tierras transitorias de los Señores de la Ceniza", como explica la intro. Al igual que las placas tectónicas que se mueven y causan la aparición de montañas o terremotos, las diferentes realidades de Lothric parecen colisionar y provocar alteraciones en el mundo, como la súbita aparición del Gran muro que rodea al Castillo de Lothric, el cambio radical de la geografía alrededor de Anor Londo, o la más que posible fusión entre el Lago de la Ceniza e Izalith que ha dado lugar al Lago Ardiente.

[Imagen: lagoardienteyaafs.jpg]

Así que si bien hay una cronología clara entre los dos primeros Santuarios, porque forman parte de nuestra historia, resulta poco menos que inútil datar el tercero. Como hogar de la Primera Llama, es el punto neurálgico, el lugar donde convergen los mundos que convergen (valga la redundancia), y la idea se refleja poniendo todo patas arriba.

6. FIN DE CICLO

Así que una vez en el Horno de la Primera Llama, el juego entra en modo Dark Souls I y vuelve a plantear casi la misma situación que el juego original: un guerrero custodia la llama y debemos derrotarlo si queremos ganar el derecho de enlazarla (o no). Solo que esta vez en lugar de ser Gwyn, se trata del Alma de cenizas.

[Imagen: almadecenizasr7xds.jpg]

Alma┬áde┬álos┬áSeñores [Imagen: almadelosseores9ia8y.jpg]

Desde que lo hizo el Señor Gwyn, el primer Señor de la Ceniza, muchos Señores han enlazado la Primera Llama y sus propias almas se han manifestado como defensoras de la llama.
Yelmo de Enlace del Fuego [Imagen: yelmodeenlacedelfuego1fxxo.jpg]

Yelmo del Alma de Cenizas, una manifestación deífica de los Señores de la Ceniza que enlazaron la Primera Llama.

Parece el yelmo de un caballero, pero presenta terribles quemaduras y torsiones. En la parte posterior se puede ver una corona deforme.

Existe como símbolo de los grandes Señores y el noble acto de enlazar el fuego, aunque no es más que un cascarón hueco.

Como podemos descubrir por las descripciones, no es un individuo concreto. Ni el que enlazó la vez anterior a esta, ni nuestro protagonista del primer juego. En realidad se trata de un cascarón vacío a través del cual se manifiestan todos aquellos que alguna vez se quemaron para prolongar la edad del fuego, algo que se simboliza mezclando varios tipos de combate: ataques con espada, con lanza, hechizos, piromancias... Incluso el propio Gwyn tiene su pequeño momento de gloria, ya que toma el control en la segunda mitad del combate y nos ataca con sus movimientos característicos mientras suena una nueva versión de la misma melodía que ambientara su combate durante el enfrentamiento original. Es un buen guiño, que sirve para cerrar el círculo tanto a nivel temático como jugable.

Pero luego, ¿qué? ¿Enlazar la Primera Llama otra vez y fin de la historia... hasta que llegue un nuevo ciclo? Pues depende, porque Dark Souls III ofrece más opciones que ningún otro de sus antecesores, así que las comentaremos todas ellas por separado:
  • Enlazar la Primera Llama
El final por defecto. Cumples tu misión, enlazas la Primera Llama y te conviertes en un Señor de la Ceniza, alargando la edad de fuego otro ratito hasta que la campana del Santuario demande un nuevo sacrificio y la historia vuelva a empezar. No hay mucho más para decir, ya que en esencia es un calco de esta misma versión del final en el primer Dark Souls. Solo que aquí la llama parecer arder con menos intensidad que en el horno de Lordran. ¿Es posible que haya empezado a perder su fuerza después de tantos enlazados? En ese caso, una de dos: o los ciclos son más cortos y se necesita repetir el ritual con mayor frecuencia; o nos dirigimos lentamente hacia un punto en el que ya no será posible seguir alimentando la llama y el mundo llegará a su verdadero final.

[Imagen: final15zs8p.jpg]
  • El fin del fuego
Podemos acceder a este final si encontramos las Tumbas Olvidadas y entregamos los ojos de la Guardiana del pasado a la nuestra. Aunque no es una idea que le guste particularmente, se presta a apagar la Primera Llama si esa es nuestra decisión, así que aparece una marca para invocarla tras derrotar el Alma de cenizas. Al igual que el primer final, también es una variante de otro del primer Dark Souls: hacer caso a Kaathe y abandonar el horno tras derrotar a Gwyn para sumir a Lordran en una edad de oscuridad. Aunque en este caso el consumo de la llama es asistido por nuestra fiel Guardiana.

[Imagen: final2swscy.jpg]

Lo curioso de este final es que durante unos segundos podemos retomar el control del personaje y atacar a la Guardiana cuando todo está a punto de oscurecerse, lo que da lugar a una nueva secuencia. En ella la pisoteamos y arrebatamos la tenue llama de sus manos, reclamándola para nosotros. Seguimos asistiendo al inicio de una edad de oscuridad, pero el poder de la Primera Llama no desaparece, sino que se mantiene con nosotros. En cierto modo se podría decir que aquí también nos convertimos en Señor de la Ceniza, pero sin arder en el proceso, ni alargar la edad del fuego. Básicamente quedamos como un capullo, y además es probable que el próximo enlazado dependa de que alguien nos busque y nos elimine para liberar la llama.

[Imagen: final36jytp.jpg]
  • La usurpación del fuego
El final más interesante, tanto por la subtrama que debemos completar para desbloquearlo, como por sus posibles implicaciones. Al igual que tantas otras cosas de Dark Souls III, no es algo que se pueda dar por sentado, pero quizá, quizá, aquí asistamos al fin de los ciclos. Aunque no hay un canon oficial para el primer Dark Souls, sabemos que tarde o temprano alguna vez el plan de Kaathe se ha cumplido, pero su éxito fue temporal. Así que la Serpiente Primigenia ha buscado una solución más permanente, y es tan simple, y a la vez tan genial, como replicar el proceso de enlazar la Primera Llama a la inversa.

Hasta ahora la idea era simplemente dejar que el fuego se consumiese, bien de forma natural o de forma asistida, pero esto no evitaba que pudiera reavivarse más adelante. Sin embargo, en esta ocasión, si nos dejamos guiar por Yoel y Yuria de Londor nos convertimos en un Señor de los Huecos, que viene a ser algo así como un Señor de la Ceniza en versión oscura. Tras subir varios niveles con Yoel y┬ácasarnos con ejecutar a Anri en una ceremonia, acumulamos las suficientes marcas oscuras como para ser capaces de llevar a cabo el proceso de usurpación.

Yuria de Londor [Imagen: yuriawisb7.jpg]

Honorable Señor. Te ruego que adoptes tu papel de usurpador. Cuando llegue el momento de enlazar el fuego, arráncalo de su manto. La Era del Fuego fue iniciada por los viejos dioses y sostenida por el enlace del fuego. Pero los dioses ya no existen, y el fuego todopoderoso merece un nuevo heredero. Señor de los Huecos, que portas el verdadero rostro de la humanidad.

De este modo, la Primera Llama ya no se consume. Se transforma. El símbolo de la edad de fuego se convierte en el símbolo de la edad de la oscuridad, algo que se refleja en el color del eclipse solar que podemos ver en el cielo. Ya no importa que la llama pueda reavivarse en el futuro: ahora es una aliada de la oscuridad. Así que a menos que alguien se las ingenie para revertir de nuevo el proceso, es posible que sí estemos ante el final de la edad del fuego de una vez por todas. Fue bonito mientras duró.

[Imagen: final4k8str.jpg]
(Ultima edición: 28-05-2016 00:03 por Franchuzas.)


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RE: Dark Souls III: Referencias y teorías | Cazando lore paso a paso (¡SPOILERS!) - por Franchuzas - 27-05-2016 23:55

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