He jugado otro ratete, no sé si me quedará mucho para el final así que los que ya os lo habéis pasado o estáis a punto podéis avisarme de si a estas alturas merecería ya la pena empezar a mirar una guía para completar cosas sin destriparme nada de la trama o todavía debería aguantar.
Spoiler :
He matado a dos jefecillos exactamente iguales. Ninjas morados con ataques envenenados. El segundo, que estaba donde el santuario de la serpiente si no recuerdo mal, me ha costado más por lo obvio: el escenario es una puta mierda. Luchar dentro es imposible porque es muy pequeño, la cámara se vuelve loca y no se ve nada. Luchar fuera es asqueroso porque el desnivel hace que te comas golpes aunque te cubras, igual que en los tejados. Al final me he ido a los espacios de los lados del santuario que están al aire libre y tienen menos obstáculos que el interior, pero su tamaño reducido sigue haciendo que la cámara haga el imbécil y pierdas el lock on cada dos por tres. Menos mal que tras un par de intentos me fijé en que podía bordear la casa y quitarle una de las vidas por la espalda, lo que lo facilitó mucho.
Luego he ido directo al combate con el búho. Me esperaba algo mucho más complicado... y una tercera fase, claro. Pero no, para mi sorpresa solo tiene sus dos vidas y nada más hay que tener cuidadito con su veneno. En cuanto lo he matado lo he dejado por hoy. Creo que estoy avanzando lento de pelotas, pero bueno, así tampoco me frustro ni saturo
Dark,
Spoiler :
no he visto el vídeo por no ver cómo es el combate, ya que no he llegado, pero, aparte de agradecerte que lo postees por si acaso me da por usarlo en su momento... pero vamos, piedad ninguna. Yo no recuerdo que en Bloodborne hiciera nada raro en ningún momento, pero salvo glitches horribles (y cuidao, porque siempre dependerá de cuánto me desespere) hay que darle de cualquier manera. En cierto jefe de DS3 hasta lo busqué, pero no encontré ninguna manera segura de matarlo fácil
Eso sí, a mí la monja corrupta no me costó demasiado. Me pareció que telegrafiaba bastante los movimientos y pronto se me hizo fácil repelerlos. Jugué muy defensivo, eso sí.