Meristation - 9.7
“Aquí vamos, fuera de los raíles. ¿No sabes que es hora de izar velas? Es la libertad que nunca conociste. No necesitas maletas ni pasajes, di la palabra y estaré ahí en un momento. Puedes decir que me quito el sombrero por ti”.
Esa es la traducción (un poco sui generis, que nos disculpen los traductores profesionales) de los primeros versos de la canción principal del juego que canta Pauline, y que se ha convertido en la mejor carta de presentación de este Odyssey. Es una canción que condensa lo que es el juego: libertad, alegría y celebración. Cualidades para un título que hay que disfrutar despacio, a nuestro ritmo y tomándonos el tiempo de explorar sus secretos y embriagarse con su radiante presentación.
Lo hemos mencionado reiteradamente en este análisis: libertad, libertad, libertad. No es baladí. Es, primero, una explicación del rasgo principal del juego, que se basa en la recuperación plena del concepto de sandbox: un juego que no te pide nada, que no te marca una meta y que realmente sólo pone objetos para coleccionar como un acicate para explorar y experimentar. El hecho de que haya Lunas que puedas encontrar simplemente porque pasabas por ahí y las viste, o el hecho de que puedas comprarlas en las tiendas a cambio de monedas viene a mandar un mensaje: las Lunas no importan, sólo son el vehículo para un fin, que es el de sacar el máximo jugo a cada mundo, intentarlo todo, darte de cabezazos con las partes más complejas y disfrutar cuando consigues encontrarlas todas. Son muchos los estudios que se han perdido añadiendo coleccionables sin ton ni son, como si fuera el fin de la aventura, cuando su uso más legítimo es de servir de acicate para seguir jugando y, especialmente, seguir probando cosas nuevas.
Por otro lado, aunque este no es un elemento “objetivo” de la calidad del juego, no se puede negar el poderoso efecto que tiene la celebración y el homenaje constante que se hace de toda la saga. En la creatividad de Odyssey caben toda clase de personajes, mecánicas, ideas, momentos, melodías y sensaciones que nos llevarán de vuelta a los muchos momentos inolvidables que hemos vivido con el fontanero. Hay momentos que son, simplemente, de quitarse el sombrero (nunca mejor dicho) y que denotan el cariño que el equipo ha puesto en este proyecto. Las referencias no serán entendidas por todos, hay muchas y algunas muy arcanas, pero dará pistas a los más primerizos de que hay una historia detrás de este juego; quizás les sirva como puerta de entrada a descubrir su pasado.
Ha tenido que ser difícil plantear y desarrollar este juego, parece complicado tener tanto rango de movimiento, tantas posibilidades, tantos poderes y no romperse en el camino. Sólo a través de un exigente proceso de iteración es como se ha podido crear algo que permita tanto pero a la misma vez resulte tan pulido. Es habitual en el videojuego conceder cierta licencia a los juegos abiertos que permiten muchas cosas, precisamente por eso, porque lo permiten y se acepta como una consecuencia lógica de un diseño expansivo. Pero Mario Odyssey se permite desplegar las alas a la vez que crea una experiencia sólida, fruto seguramente de las enseñanzas de Shigeru Miyamoto cuando se puso a la cabeza del desarrollo de Mario 64, un título que está en el alma de esta nueva aventura.
En definitiva, un grandísimo juego que consigue lo más importante: sorprender y darle un nuevo registro a la saga Mario, uno familiar pero a la misma vez diferente y evolucionado. Los que tengan a la primera incursión del fontanero en el universo poligonal como juego favorito disfrutarán enormemente con Odyssey, pero en general es un título universal, que convencerá con los mismos argumentos con los que lo hizo Mario 64: hacer disfrutar al jugador a cada salto, a cada momento y a cada sorpresa.
Lo Mejor
- Cappy es, posiblemente, el mejor Power Up de la historia de Mario
- Un juego con una inagotable capacidad de sorprender
- Muchísimo contenido y centenares de ideas frescas y originales
- Gráficamente lo mejor que hemos visto en Switch hasta la fecha
- Una banda sonora fresca, atractiva y diferente
- Incluso sin la captura, el rango de movimientos de Mario y su control son fantásticos
- Los pequeños y grande homenajes que se dedican a la saga
- Pequeños detalles como el cooperativo, que abrirá la puerta del juego a una nueva generación
Lo Peor
- Los jefes, sus aburridas mecánicas y poca personalidad (con algunas excepciones)
ALFA BETA JUEGA
Super Mario Odyssey es una experiencia fascinante, divertida, colorida, refrescante y que hará disfrutar a todos los amantes del personaje de Nintendo. Debido al gran tamaño y variedad de sus escenarios, el nivel de exploración, la personalización, la incorporación de Cappy como elemento jugable (se puede utilizar como arma para acabar con los enemigos o para capturarlos y convertirnos en ellos), la gran cantidad de energilunas para recolectar, sumando a las bases míticas de los juegos de Mario, como las plataformas y puzles; hacen que estemos ante uno de los mejores juegos, sino el mejor, de la saga del fontanero. Además, esta nueva entrega de Mario presenta sus credenciales para convertirse en GOTY del año y es que estamos ante una entrega que te hace disfrutar cada instante, porque se nota todo el mimo y cariño que sus creadores tienen a Mario y a sus juegos. Si eres fan del fontanero, no lo dudes, lo pasarás realmente bien.
Gizmodo
- Si vas a comprar un juego en 2017, que sea este.
- Si te gustan los Super Mario, enhorabuena, este es uno de los mejores Super Marios de la historia.
- El cooperativo es muy bueno.
- En serio, es muy bueno.
- La música, como siempre, también es genial.
- Puedes verle los pezones a Mario (1000 monedas mediante).
- En Gizmodo no ponemos nota en los análisis pero esta vez, por suerte, hay que hacer una excepción: 10/10.