Ya está, por fin se ha dado la ocasión. Después de veinte años, uno de los juegos más laureados del rol sale de los ordenadores y aterriza en el mercado de las consolas, acompañado por otro título notable de la época. Planescape Torment & Icewind Dale nos trae dos de los míticos juegos basados en Dungeons & Dragons y los Reinos Olvidados, que junto a la colección de Baldur’s Gate y el futuro port de Neverwinter Nights, cubrirán un hueco que hasta ahora había sido imperdonable para los usuarios de consolas. ¿Cumple esta conversión?

@[DNC]

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Planescape para mí es como Earthbound: Un juego que está entre los que más me han gustado de la historia, con unos conceptos, escritura y diálogos de la hostia que lo han llevado a estar en mi top de RPGs preferidos... Y, a la vez, me resulta curiosamente difícil de recomendar.

En comparación incluso con otros CRPGs clásicos como Baldur's Gate y demás, Planescape se siente algo tosco (que ya es decir). La personalización y construcción del grupo, que se supone que es uno de los puntos fuertes de este tipo de juegos, es mínima, con personajes solo pudiéndose equipar objetos muy concretos y escasos, y sin muchas decisiones que tomar a la hora de mejorar tu grupo de héroes. No solo eso, sino que además es uno de esos juegos en los que tienes un tipo de build que hacer y si eliges cualquier otra prácticamente se puede decir que "lo estás haciendo mal". En este caso, al crear a tu personaje principal será mejor que metas todos los atributos en carisma, inteligencia y cualquier otra habilidad que sirva para sacar más partido a los diálogos. Hay una obvia parcialidad hacia ese tipo de build en el juego.
Los combates son otro de sus puntos débiles. De nuevo, se sienten incluso más toscos que los de otros de sus colegas contemporáneos. Afortunadamente no hay tantos como en otros juegos de este estilo al estar el juego más centrado en diálogos, guión y conversaciones, pero haberlos haylos.

Pero aún así, el juego es mi tercer o cuarto RPG favorito. La ambientación, los personajes, la trama y los diálogos lo catapultan a dimensiones estratosféricas para mí. Quizá compita por su tercer o cuarto puesto con juegos como FF6 y Earthbound, y en ocasiones diga que uno me gusta más que el otro según mis caprichos y mi estado de ánimo ese día. Pero definitivamente es una de esas experiencias no solo únicas sino además bien ejecutadas desde el punto de vista escrito que no puedo dejar de valorar positivamente, a pesar de lo difícil que puede resultar de digerir a primeras.

El Icewind no lo he jugado aún. Está en mi backlog y tarde o temprano acabará saliendo, pero hasta entonces toca esperar.

IceWind Dale me pareció correcto cuando lo juegué. Tiempo después lo he intentado y no he podido. Es un tira pá lante y combate constantemente, bastante más pobre en historia que los Baldur´s Gate. Como sales con 6 personajes de base, los combates son mucho más difíciles desde el primer momento que los BG, ya que te enfrentas a una gran cantidad de enemigos donde en casi todos los combates verás, muchos magos y arqueros lejos de tí, y muchos enemigos cuerpo a cuerpo que te entorpezen llegar hasta los que te están puliendo de lejos. Esto es así constantemente, acabas un combate así y comienza otro.
Aunque el formato es el mismo, para mi son juegos diferentes, donde BG me ofrece mucho y IwD apenas nada. ¿Lo mejor que tiene? La personalización de los 6 personajes. Sales con todos juntos y puedes crear el equipo que tú quieras, con sus dualclass incluidos. El grupo con el que más me reí fue el que creé siendo una elfa y 5 halflings, representando Blancanieves y los enanitos. Personalizarlos fue lo mejor.

Planescape Torment. Aquí debo ser la excepción que confirma la regla. Mis sentimientos con el juego con casi todos negativos. Si quito la historia, el juego cojea por todos los sitios. No soy persona que me queje de gráficos pero esta vez, las texturas y la paleta me perforaron los ojos. Es un Baldur´s Gate narrativo, y esto quiere decir que los combate, a diferencia de los BG, no es lo principal, ni creo que lo secundario. Son bastante limitados y no comienzas a ver algo de BG en ellos hasta que no tienes un grupo formado y eso, sin guías, puede ser mucho tiempo. También tienes muy pocos objetos equipables, tanto para tí como para tu grupo, y con lo que gusta en este tipo de juegos el ir cambiando y mejorando tu personaje, aquí no podrás hacerlo todo lo que gustaría.

Lo que engancha es que cada escenario tiene su historia, toda relacionada contigo, con tu pasado, con quien eres y tú no lo sabes, eso es lo que hace que el juego te enganche a pesar de que no te guste. El gran handicap que veo, aunque lo tendría que ver mucho más detenidamente y con pruebas tangibles, es que el juego está enfocado a un personaje, a un solo personaje que pueda conseguir toda la información posible que nos ofrecen los npc y misiones para averiguar quienes somos y qué hacemos en el mundo. Nuestra historia. Esto significa que debemos llevar si ó si las habilidades Inteligencia, Sabiduría y Carisma a tope, olvidando Fuerza, Destreza y Constitución. Podemos pensar que si subimos esas 3 características nuestro personaje será un mago/bardo/sacerdote de la leche......... pues no. El juego no tiene arquetipos, jugamos con un tipo que sabe hacer X cosas, lleve unas características u otras. Si jugamos con Fue-Des-Con, nos perderemos la información que necesitamos conseguir para saber más la trama y quieres somos. Si te dicen esto, ¿jugarías con estas habilidades subidas sabiendo que no te enterarás apenas de nada y no disfrutarás el juego como otras personas?

A lo que hay que quitarse el sombrero es ante la historia. Creo que jamás veremos algo tan enrevesado, tan giro argumental, tan extraña forma de narrarlo y a la vez tan inteligente, y para colmo, con diferentes finales dependiendo lo que hayamos hecho o qué diálogos tengamos. Esto es lo que hace PT un gran juego, con muchos más fallos que aciertos, pero que cuando llegas al final y te enteras de todo, te da un subidón que pocos juegos te pueden ofrecer.