En su enardecida voluntad por abarcar todo el abanico de producciones propias de la televisión y la novela gráfica, los entusiastas jovenzuelos de Telltale Games, presos de una alegría bárbara, han anunciado en esta mañana de diciembre la adquisición formal y confirmada de los derechos que les permitirán legalmente elaborar un novedoso juego de vídeo inspirado en las providenciales enseñanzas de Noticiarios y Documentales, a menudo referido como NO-DO, para su disfrute enérgico y bragado deleite dentro y fuera de las fronteras de esta gloriosa patria nuestra.

Un representante designado por el excelentísimo Vicesecretario de Educación Popular acompañará a los talentosos mozos del moderno estudio sito en la soleada California, depositario del privilegio de asistir a los enmarañados tejes y manejes propios del labrado de este ambicioso proyecto y con el objetivo sustancial de atestiguar que el fruto del esfuerzo conjunto cumple con el oficioso fin de mantener, con impulso propio y directriz adecuada, la información cinematográfica nacional.

Habiendo sido imposible incorporar a esta intrépida hazaña creativa al compositor original de la banda sonora de NO-DO por haber fenecido tristemente en el verano de 1973, la superintendencia elaborará una exuberante lista donde enumerará, a la manera de una afectuosa sugerencia, artistas de sobresaliente grandeza y argénteo prestigio como los socarrones rapazuelos de Insane Clown Posse o el formidable juglar Chamillionaire con su jubilosa tonada «They see me rollin’, they hatin’».

Permanecen todavía en estricto secreto los golosos pormenores de NO-DO: A Telltale Series, aunque picaruelos pajarillos han hecho llegar a este modesto emisario habladurías sobre un primer capítulo dedicado a la inauguración de algunos pantanos por parte de cierto caudillo victorioso de nuestra guerra y de nuestra paz con gran inteligencia, sabiduría y prudencia de gobernante. ¡Figúrense ustedes!

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Jajaja estaría bueno. Lo cierto es que pocas licencias más les quedan.

La redacción es clavada