- Derroté al Mono Guardián. Me moló el combate, es de esos que están en el punto de fáciles porque todos los movimientos están telegrafiados y te da margen para hacer todo lo que tengas que hacer, pero con el peligro suficiente como para que un par de errores sean DEP.
- Luego me enfrenté al enemigo más duro hasta ahora, otro Ojos de Serpiente en las profundidades tras el agujero sin fondo. Al final a éste me lo cargué haciendo una guarrada llevándole a los pantanos venenosos de la zona que le reventaron la vida.
- Y de nuevo, más monetes guardianes, ahora dos. Me costó más que el primero, pero al final repetir estrategia para la fase 1, luego matar al acompañante en la fase 2 con mucha paciencia, para rematar el combate con el desenvainado mortal (cuando el simio te hace el ataque grande que al hacer parry se queda tendido en el suelo, aporrear ese ataque le llena la barra de postura en un instante).
- Avancé por la zona siguiente, derroté otro borracho como de la hacienda Hirata, y levanté la niebla del lugar. Cuando llegué a la aldea que hay al avanzar un poco más, detuve el progreso, que ya era tarde.

Isshin Ashina al sexto intento, que no me lo creo ni yo Con la fama que le precede pensaba que me iba a ir de 20 muertes pa' arriba. Me ha costado lo mismo o casi lo mismo que el Demonio del Odio: un jefe grandote a lo Souls y con hitboxes de mierda, como era de esperar.