05-12-2016 00:13
He terminado Tyranny, que me ha durado 42 horas. El final es una mala broma, llega en un momento tan importante en la historia que huele a la legua que han cortado ahí para continuar la trama con expansiones o una secuela. Aún así, creo que vale mucho la pena, y ciertamente parece rejugable, pero es algo que valoraré en unos meses, no me gusta empezar de nuevo esta clase de juegos nada más terminarlos.
Para ser un "producto menor" creo que ha salido muy bien y queda patente que si no tiene demasiadas presiones Obsidian sabe sacar productos sin bugs de gran calado y me agrada ver que han salido con buen pie del pozo en el que cayeron hace varios años. Por cuestiones puramente personales incluso pongo Tyranny por encima de Pillars of Eternity, si bien no tiene personajes tan grandes como Durance y, sobre todo, Grieving Mother, que me dejaron embobado leyendo sus historias personales, pero es que la mano de Avellone es demasiado grande.
Aunque no me gusta en demasía el combate en tiempo real éste no se me ha hecho tan pesado como PoE, es más simple y demasiado enfocado a la defensa pero menos caótico (ayuda mucho que no te tiren grupos de 12 enemigos) y el creador de hechizos es todo un acierto. Además la descripción de los estados alterados es mejorable, nunca queda muy claro qué hace exactamente cada cosa y termina por ser un "prueba a ver qué pasa".
En lo referente a la historia, la premisa de ser parte del ejército invasor y tener poder para juzgar y aplicar sentencias está muy bien, pero la decisión que se toma al final del primer acto determina demasiado el resto del juego; me he sentido a veces como un perrito faldero forzado a un camino que no es el que buscaba, pero supongo que en una guerra poco puedes decidir por ti solo. He leído que uno de los caminos te lleva a ser "más libre" y planeo ver hasta qué punto es cierto en la siguiente partida. La escritura por lo general es buena y aunque hay mucho trasfondo que "aprender" tenerlo accesible directamente desde los cuadros de diálogo es un acierto enorme. Sin embargo hay algunas situaciones ridículas, indignas hasta de Bethesda, pero por suerte son muy pocas y no tienen mayor importancia para la historia. La introducción en forma de sucesión de toma de decisiones me ha gustado mucho, te lleva a establecer una historia para tu personaje y afecta a cosas que harás más tarde en el juego.
Por dar una conclusión, creo que Obsidian tiene dos franquicias de gran interés que expandir ahora mismo, y en Tyranny el mundo construido es muy interesante. Pueden salir expansiones y secuelas muy, muy jugosas. No es el mejor RPG que he jugado este año, eso se lo doy al maravilloso Shadowrun Dragonfall1, pero es un producto muy digno y me dolerá no verlo ni siquiera nominado en premios de mejor RPG ahora que se acerca esa época del año.
1 - He jugado también Planescape Torment, pero aunque su escritura me fascinó empecé el juego hace tres años y lo abandoné forzosamente hacia el 70% de la partida por perder el savegame en un formateo, así que no lo he contado. La atmósfera, personajes y jugabilidad de Dragonfall me fascinaron y no he visto un combate final en el que la situación, desarrollo de la refriega y banda sonora creen un conjunto tan perfecto.
(Ultima edición: 05-12-2016 00:33 por AcAnchoa.)
Para ser un "producto menor" creo que ha salido muy bien y queda patente que si no tiene demasiadas presiones Obsidian sabe sacar productos sin bugs de gran calado y me agrada ver que han salido con buen pie del pozo en el que cayeron hace varios años. Por cuestiones puramente personales incluso pongo Tyranny por encima de Pillars of Eternity, si bien no tiene personajes tan grandes como Durance y, sobre todo, Grieving Mother, que me dejaron embobado leyendo sus historias personales, pero es que la mano de Avellone es demasiado grande.
Aunque no me gusta en demasía el combate en tiempo real éste no se me ha hecho tan pesado como PoE, es más simple y demasiado enfocado a la defensa pero menos caótico (ayuda mucho que no te tiren grupos de 12 enemigos) y el creador de hechizos es todo un acierto. Además la descripción de los estados alterados es mejorable, nunca queda muy claro qué hace exactamente cada cosa y termina por ser un "prueba a ver qué pasa".
En lo referente a la historia, la premisa de ser parte del ejército invasor y tener poder para juzgar y aplicar sentencias está muy bien, pero la decisión que se toma al final del primer acto determina demasiado el resto del juego; me he sentido a veces como un perrito faldero forzado a un camino que no es el que buscaba, pero supongo que en una guerra poco puedes decidir por ti solo. He leído que uno de los caminos te lleva a ser "más libre" y planeo ver hasta qué punto es cierto en la siguiente partida. La escritura por lo general es buena y aunque hay mucho trasfondo que "aprender" tenerlo accesible directamente desde los cuadros de diálogo es un acierto enorme. Sin embargo hay algunas situaciones ridículas, indignas hasta de Bethesda, pero por suerte son muy pocas y no tienen mayor importancia para la historia. La introducción en forma de sucesión de toma de decisiones me ha gustado mucho, te lleva a establecer una historia para tu personaje y afecta a cosas que harás más tarde en el juego.
Por dar una conclusión, creo que Obsidian tiene dos franquicias de gran interés que expandir ahora mismo, y en Tyranny el mundo construido es muy interesante. Pueden salir expansiones y secuelas muy, muy jugosas. No es el mejor RPG que he jugado este año, eso se lo doy al maravilloso Shadowrun Dragonfall1, pero es un producto muy digno y me dolerá no verlo ni siquiera nominado en premios de mejor RPG ahora que se acerca esa época del año.
1 - He jugado también Planescape Torment, pero aunque su escritura me fascinó empecé el juego hace tres años y lo abandoné forzosamente hacia el 70% de la partida por perder el savegame en un formateo, así que no lo he contado. La atmósfera, personajes y jugabilidad de Dragonfall me fascinaron y no he visto un combate final en el que la situación, desarrollo de la refriega y banda sonora creen un conjunto tan perfecto.