Bueno, yo he ido avanzando en el Grimrock 2, a buen ritmo, y entiendo lo que comentaba @lordlizard de la dificultad... cualquier masilla te jode el grupo... además he jugado con el grupo que venía por defecto y la rata alquimista está ahí haciendo bulto por lo pronto, es como jugar con una mano atada a la espalda.

Por lo demás, bien, ahí vamos.
 

(14-03-2024 19:17)ArthurBellic escribió:Totalmente, estoy rememorando mis mejores tiempos de Meri. El menú de iconos y emojis random es lo mejor y tener una firma personalizada ha sido POLE ya

Uy, el plátano danzante... cuanto tiempo sin verlo.

Debe hacer mínimo un año que igual no escribía aquí, pero ahora con 2 chiquillos y 2 trabajos darme una sesión de juego "larga" a la consola es todo un milagro. hoy mi mujer se ha ido con su hermana y los dos niños fuera y he podido jugar unas horas con el marido de su hermana a It takes two. Bendito juegazo, qué original, qué divertido y qué emotivo es. No nos lo hemos podido acabar, pero supongo que será corto y no nos faltará demasiado. A ver si con suerte el próximo año podemos quedar de nuevo y terminarlo.

Jo, Seton, mucho ánimo, y críalos con salud. Ya volverás a jugar a gusto cuando vayan a la universidad ya

Tengo un juego para sacar a la web, que cuanto menos se diga es mejor. Pero me parece una pena, porque es sumamente especial y diferenciado paradójicamente usando elementos conocidos de otros juegos. El problema es, como suele pasar con muchos juegos 'autorales' que lo insólito de la propuesta no queda bien rematado en el plano jugable. El hideputa me ha desesperado como hacía años que ningún juego me desesperaba. No se trata de lo que me costó cargarme al Destello en Hollow Knight, o a algún otro jefe recalcitrante, es repetir, y repetir, y repetir, porque ves que no se han resuelto algunos temas diría que básicos en lo jugable, mientras te jode no seguir avanzando más en esos mundos tan excéntricos poblados por criaturas tan reales como imposibles.

Y para calmar nervios, y porque siempre me gusta tener a mano algún juego rápido y sencillo, he empezado Dordogne. No sé que me encontraré en su argumento de descubrimientos del pasado familiar de la protagonista. Por ahora, me he topado con un apartado artístico MARAVILLOSO, como si fuera un cuadro de acuarelas... o cosas que decimos que son acuarelas y a lo mejor no lo son. Pero que cuando lo ves dices "sí, acuarelas". Sistema jugable sencillo, aventura narrativa, y una sensación muy cálida, apacible y bucólica en Dordoña... que para quien no lo sepa, es un sitio de Francia. Aún así, los pocos personajes que voy conociendo me causan simpatía, aún siendo franceses, un gran logro del juego.

(18-03-2024 02:09)Rosstheboss escribió:Jo, Seton, mucho ánimo, y críalos con salud. Ya volverás a jugar a gusto cuando vayan a la universidad ya

Tengo un juego para sacar a la web, que cuanto menos se diga es mejor. Pero me parece una pena, porque es sumamente especial y diferenciado paradójicamente usando elementos conocidos de otros juegos. El problema es, como suele pasar con muchos juegos 'autorales' que lo insólito de la propuesta no queda bien rematado en el plano jugable. El hideputa me ha desesperado como hacía años que ningún juego me desesperaba. No se trata de lo que me costó cargarme al Destello en Hollow Knight, o a algún otro jefe recalcitrante, es repetir, y repetir, y repetir, porque ves que no se han resuelto algunos temas diría que básicos en lo jugable, mientras te jode no seguir avanzando más en esos mundos tan excéntricos poblados por criaturas tan reales como imposibles.

Y para calmar nervios, y porque siempre me gusta tener a mano algún juego rápido y sencillo, he empezado Dordogne. No sé que me encontraré en su argumento de descubrimientos del pasado familiar de la protagonista. Por ahora, me he topado con un apartado artístico MARAVILLOSO, como si fuera un cuadro de acuarelas... o cosas que decimos que son acuarelas y a lo mejor no lo son. Pero que cuando lo ves dices "sí, acuarelas". Sistema jugable sencillo, aventura narrativa, y una sensación muy cálida, apacible y bucólica en Dordoña... que para quien no lo sepa, es un sitio de Francia. Aún así, los pocos personajes que voy conociendo me causan simpatía, aún siendo franceses, un gran logro del juego.

Justo acabé el Dordogne anteayer, a mi me ha gustado. 

Luego me he puesto un rato con el coccoon, que lo nombraste el otro día, y ciertamente parece muy chulo, muy curioso el concepto.

Saludos

(17-03-2024 03:56)JuanmaNPI escribió:Bueno, yo he ido avanzando en el Grimrock 2, a buen ritmo, y entiendo lo que comentaba @lordlizard de la dificultad... cualquier masilla te jode el grupo... además he jugado con el grupo que venía por defecto y la rata alquimista está ahí haciendo bulto por lo pronto, es como jugar con una mano atada a la espalda.

Por lo demás, bien, ahí vamos.
 

Uy, el plátano danzante... cuanto tiempo sin verlo.

El plátano danzante es un Semi Dios venido de Meri para seguir siendo alabado aquí en 33bits  

EDIT: Me alegro de que te haya agradado.

(18-03-2024 09:57)issus escribió:Justo acabé el Dordogne anteayer, a mi me ha gustado. 

Luego me he puesto un rato con el coccoon, que lo nombraste el otro día, y ciertamente parece muy chulo, muy curioso el concepto.

Saludos

Game Pass tiene una buena cantidad de juegos cortos, ideales para sentir que aún tenemos tiempo de ser gamers durante nuestra ocupada vida adulta. Muchos son más sencillos o narrativos, como aquel Return to Grace o Dorgogne. Pero Cocoon me parece una pieza de orfebrería, porque es juego-juego (sin desmerecer a las propuestas más sencillas jugablemente) con puzles y darle a la cabeza, que funciona de una manera enormemente fluida, y que está medido a la micra en su desarrollo y duración.

Otros juegos cortos que tengo apuntados en mi lista, esperando que no los retiren antes de que me ponga con ellos, Planet of Lana, Bramble: King of the Mountain, Venba o Fe. Aunque también le quiero dar a cosas como Pentiment, Monkey Island o Chicory, ya más largas. Tengo que ver también el catálogo PSN Plus Extra a ver como va de juegos. Lamentablemente quitaron Stray antes de que pillase siquiera un cochino mes.

(17-03-2024 03:56)JuanmaNPI escribió:Bueno, yo he ido avanzando en el Grimrock 2, a buen ritmo, y entiendo lo que comentaba @lordlizard de la dificultad... cualquier masilla te jode el grupo... además he jugado con el grupo que venía por defecto y la rata alquimista está ahí haciendo bulto por lo pronto, es como jugar con una mano atada a la espalda.

Alquimista es una de las mejores clases del juego.
No me preguntes por que. No me acuerdo de las mecánicas que hacían que esto fuese así.
Solo recuerdo que lo era. XD


Pero bueno, vamos allá una vez más.


Pasado Sonic the Hedgehog 2.



Me reafirmo con que el diseño de niveles de este juego me parece superior al del 1... Al menos durante su mayor parte. Hacia el final la cosa cambia un poco. Oil Ocean me parece un truño de nivel, y Metropolis parece estar diseñada para lanzarte un cubo de agua fría tras otro. A la mínima que consigues un poco de velocidad, ZAS, ahí está un enemigo colocado de forma expresa para que te estampes contra él. Lo cual tiene sentido, es decir, para eso están... Pero a la vez supongo que esta es una de las razones por las que el Sonic tradicional no cuaja conmigo. El juego tiene la velocidad como aliciente, pero ir rápido en cierta forma juega en tu contra porque, al fin y al cabo, es un juego de plataformas. A veces me da un poco la sensación de que los Sonics en 2D están pensados para gente con la mentalidad de un speedrunner, que se aprenden los niveles tan de memoria que saben donde y en que frame saltar para mantener la velocidad. Con esto no quiero decir que me disgusten ni nada parecido, simplemente su gameplay no es lo que busco. Pero hablando de Sonic 2 en concreto hay ciertas cosas que me tocan la moral además de esto.
Ya comenté el hecho de que las fases de bonus en este juego me parecen aberrantes. Pero luego también está el hecho de que conseguir todas las esmeraldas a veces se siente más como un castigo que como un premio. No puedes controlar cuando se activa Super Sonic: Si saltas mientras tienes 50 anillos o más la transformación se activa y no puedes cancelarla hasta que te hayas quedado sin anillos. Esto puede provocar situaciones precarias, como quedarte sin anillos durante la introducción de un jefe (esto suena como una situación inusual, pero no lo es, me pasó tres veces a lo largo del juego). La velocidad e inercia de Super Sonic también lo hacen difícil de controlar y convierten cualquier sección de plataformeo que requiera un mínimo de cuidado en un absoluto grano en el culo. De hecho creo que en general Super Sonic me ha causado más muertes que cualquier otro elemento del juego.
Y eso que, ya de por sí, Sonic 2 es más difícil que la primera parte y ya puestos seguramente sea también el más difícil de la trilogía de Genesis. No lo parece al principio, pero a medida que vas avanzando los últimos niveles tienen unos subidones de dificultad notables que culminan en el combate contra el jefe final que, hablando en plata, es una mierda. Consiste en un doble jefe, uno tras otro, para los que no recibes ni un solo anillo. Es decir, que cualquier error te mata al instante, y bajo mi punto de vista esto no casa bien con el gameplay de la saga, con sus físicas tan basadas en inercia y sus hitboxes extrañas.
Habiendo dicho todo esto, sí, sigo pensando que Sonic 2 es mejor que el 1. Aunque para mí se mantienen más o menos a la par, es decir, ninguno de los dos es mi estilo.
 

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Me ha gustado: Mejor diseño de niveles que el de la primera parte, al menos en general.
No me ha gustado: Las fases de bonus son caca. Super Sonic a veces se siente más como un castigo que como una recompensa.

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Pero que esto no pare. Tenemos que haglar de Sonic The Hedgehog 3.



Este es un juego especial, porque como muchos sabrán está dividido en dos partes: Sonic 3 y Sonic & Knuckles. Luego está Sonic 3 & Knuckles, que es como la versión conjunta de ambos, y es a la que estoy jugando. No sabía muy bien como abordar este de cara a comentarlo, pero supongo que en cierta forma no es muy distinto a considerar que Sonic 3 es el juego base y luego Sonic & Knuckles es como una especie de DLC que contiene la segunda mitad del juego. Así que así es como lo voy a tratar, y eso significa que ya me he pasado Sonic 3.
Decir que el juego empieza muy fuerte. Las mejoras gráficas y puestas en escena de Sonic 3 son notables, con el primer nivel de pronto estallando en llamas cuando te topas con el sub-jefe, y el juego tratando de dar un poco de narrativa a la sucesión de niveles que explica más o menos como viajan Sonic y Tails de zona a zona. El diseño de niveles también parece más propenso a tener más zonas largas donde Sonic puede correr y mostrar su velocidad antes de toparse con el siguiente obstáculo.
Pero a medida que avanzas el elemento más negativo que encuentro en este juego se va mostrando más y más, y es que Sonic 3 tiene en mi opinión demasiados momentos de muerte instantánea por aplastamiento. Estos no son nada nuevo en la saga, pero siento que este juego en concreto quizá abuse un poco de ellos comparándolo con los anteriores. La curva de dificultad de ciertos niveles también es algo errática, con el primer nivel de Ice Cap siendo un poco dolor de muelas, y sin embargo el segundo siendo bastante simple, por poner un ejemplo. El hecho de que tras acabar los niveles de Sonic 3 pases a los de Sonic & Knuckles también provoca como un pequeño bajón de dificultad en la mitad del recorrido, aunque realmente solo se nota en Mushroom Hill, el primer nivel de la segunda parte, que es notablemente más fácil que los que vinieron antes.
Sonic 3 también cambia bastante la forma con la que entras a las zonas de bonificación. Los anillos esta vez ya no se tienen en cuenta. Bueno, en realidad sí: Si llegas con 50 de ellos a un checkpoint vuelve a salir el portal que te lleva al área de bonus, pero este área es solo un mini-juego para conseguir puntos y vidas. Para entrar en las fases de bonus donde están las esmeraldas esta vez tienes que encontrar los anillos gigantes que están escondidos en cada nivel. Esto cambia el paradigma por completo. En vez de hacerte ir más lento para conservar anillos, puedes dar rienda suelta a tu velocidad preocupándote poco por ello, y en su lugar te incita a explorar los niveles para encontrar los anillos-portal secretos. Creo que es un cambio positivo que juega a favor del estilo rápido y abierto de Sonic.
Las fases de bonus en sí también son una mejora con respecto a las del juego anterior (claro que cualquier cosa lo es). Consisten en Sonic corriendo por esta especie de globo tridimensional. Puedes controlarlo haciéndolo girar en ángulos rectos, y el objetivo es tocar todas las bolas azules evitando las rojas. Probablemente sean las mejores fases de bonus de la trilogía, aunque algunas de ellas pueden seguir siendo un coñazo si no te sabes el recorrido, ya que te hacen dar vueltas como pollo sin cabeza buscando las bolas que te faltan. No hay límite de tiempo, pero Sonic cada vez corre más, obligándote a reaccionar más rápido.
El premio por conseguir las esmeraldas vuelve a ser Super Sonic. esta vez han metido una mejora, sin embargo, y es que para activarlo tienes que pulsar el botón de saltar dos veces. No voy a negar que a menudo lo activo de forma accidental, pero es una mejora sustancial comparándolo con el segundo juego donde era básicamente imposible no transformarse.
En fin... Supongo que al haber acabado un juego tengo que resumir mis impresiones como siempre, a pesar de que técnicamente sea solo la mitad del juego completo.
 

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Me ha gustado: Mejor diseño de niveles que los anteriores tanto en jugabilidad como en puesta en escena. Las fases de bonus no dan cáncer esta vez.
No me ha gustado: Abuso de trampas de muerte instantánea en algunos niveles.

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Y vamos al plato fuerte... Acabadas todas las campañas de Age of Empires: Rise of Rome.



Hay un buen puñado de cosas de las que hablar aquí porque eran cinco campañas en total. Sin embargo, la expansión peca de ser algo monotemática. Por una parte se entiende que todo lo relacionado con Roma tenga contenido suficiente como para abarcar varias expansiones. Por otra parte, hacerte jugar con los romanos en tres de las campañas al final quieras o no resulta algo cansino.
Pero bueno, las tres campañas romanas son Auge de Roma, Ave César e Imperium Romanum (llamado Pax Romana en la original). Empezamos con Auge de Roma, que narra un poco los inicios del imperio y su alzamiento al poder frente a sus vecinos. Esta campaña tiene uno de los escenarios más difíciles del juego, pero por lo demás no me pareció especialmente difícil.

Spoiler: Auge de Roma

Nacimiento de Roma: Auge de Roma empieza de forma relativamente inocente, con una misión en la que tienes que construir una torre en cada una de las zonas marcadas con una bandera, para un total de doce torres. Este escenario tiene la friolera de SEIS jugadores enemigos, y aunque ninguno de ellos empieza en una posición ventajosa, es inevitable que al final acaben enviando tropas a raudales (y quizá destruyendo las torres si se las encuentran por el medio. Más allá del hecho de que a lo mejor tienes que construir alguna torre de más para defender tu base y buscar suministros de piedra para ello, la misión no me costó demasiado.
Pirro de Epiro: La cosa cambia con la segunda misión, en la que luchas contra Pirro. Este nivel es una salvajada. Pirro empieza con una base de la leche y, aún peor, en edad post-hierro. Es decir, que sus tropas están mejoradas al máximo. Mientras tanto, tú empiezas en la Edad de las Herramientas, dos edades por detrás. Si NADA MÁS EMPEZAR envias un par de aldeanos al Norte para bloquear el puente que separa tu territorio del suyo con una muralla múltiple puedes detener la invasión por tierra, pero eso todavía deja a los barcos de Pirro como amenaza. Los trirremes pueden ser derrotados amasando galeras y controlándolas activamente cada vez que viene uno, esquivando los disparos de un lado al otro. El verdadero peligro son los barcos de transporte. Si uno solo de ellos descarga tropas en tu base, estás en problemas, porque las tropas de Pirro son como cuatro veces mejores que las tuyas, y además no tiene reparos en usar algunas de las unidades más tochas del juego, como elefantes o centuriones. Aguantando contra viento y marea, una vez has avanzado a la Edad del Hierro y sacado bastantes trirremes y destructores como para arrebatarle el mar (y destruir sus puertos), entonces puedes empezar a pensar en la contraofensiva... Con la que también tuve problemas hasta que descubrí que las ballistas son armas de destrucción masiva en este juego.
El Asedio de Siracusa: El juego te da un respiro con este. Empiezas apartado en una isla y Siracusa por lo general no es muy agresiva. Su principal línea de defensa son unas torres que DISPARAN RAYOS LÁSER A TUS BARCOS y hacen un daño obsceno. Pero amasando bastantes destructores puedes echarlas abajo y luego arrasar con la costa para luego limpiar el camino hacia el foro. El objetivo es meter a diez legionarios en la plaza del foro para ocuparla. Fácil con el apoyo de tus barcos y gracias a la pasividad de la IA.
La Batalla de Metauro: El siguiente nivel te pone en contra de dos enemigos bastante agresivos e insistentes en sus ataques. Sería un nivel complicado... si no fuese porque puedes ganarlo construyendo una maravilla, y que la parte de tierra del Sur está totalmente aislada por agua y es un lugar ideal para hacerlo. Migrando toda tu población allí y dejando tus edificios iniciales a su suerte puedes acumular los recursos que hacen falta tranquilamente, porque la IA parece no querer seguirte al otro lado del río.
La Batalla de Zama: Este nivel tiene ciertos paralelismos con el asedio de Siracusa, pero es más difícil. No estás aislado del enemigo esta vez, de hecho tienes un campamento justo al lado al empezar, aunque empiezas con un ejército tan tocho que nada te impide arrasarlo nada más empezar (de hecho es muy recomendable hacerlo). Más allá de eso, Cartago es una ciudad más densa que Siracusa y tus barcos no pueden abrir el camino tan bien como en ese otro nivel. Además, el objetivo consiste en llevar a un héroe al centro de gobierno, lo cual implica protegerlo durante todo el proceso. Pero vamos, es un poco más lento que los dos anteriores, pero sigue sin ser difícil.
Mitrídates: Al igual que con el penúltimo nivel de la campaña de Yamato, puedes agarrar las tropas iniciales y correr hasta el edificio objetivo y destruirlo para pasarte el nivel en dos o tres minutos. Esta vez es algo más peliagudo porque tienes que transportarlas por mar por un estrecho defendido por torres de ballista y trirremes, pero si logras hacer que los barcos lleguen al otro lado, nada te impide marcarte una carrera hasta la maravilla y reventarla antes de que el enemigo pueda reaccionar. Una forma algo anticlimática de acabar la campaña.

Seguimos con Ave César, que es la campaña que sigue la historia de Julio César. Solo tiene cuatro escenarios, y ninguno de ellos es particularmente problemático, haciendo que probablemente sea la campaña más fácil de la expansión.

Spoiler: Ave César

La Venganza de César: Este es un mapa casi exclusivamente acuático. Tienes que crear una flota y eliminar todos los muelles enemigos. Creo que es el mapa más difícil de la campaña, pero a pesar de eso no es complicado. Su único problema es que tus recursos son limitados y te obliga a llevar aldeanos a otras islas para buscar oro para tus destructores, lo cual los puede poner a tiro de los barcos enemigos si no los defiendes. Pero céntrate en amasar barcos y lo ganas sin muchos problemas.
La Invasión de Britania: En un principio este es un mapa de unidades pre-desplegadas, pero entre las unidades con las que empiezas tienes un par de monjes, lo cual técnicamente te permite convertir algún aldeano para construir una base si hace falta. A mí no me la hizo. Tienes que encontrar y controlar tres ruinas. Con las tropas iniciales puedes entrar en el territorio del jugador marrón al Norte para eliminarlo y pillar dos de las ruinas, luego vuelves a bajar y te metes en la ciudad amarilla para pillar la última, que se activa de forma automática al entrar y ganas. Por alguna razón también hay un jugador rojo en una isla al Este, pero no acabo de entender por que está ahí.
El Asedio de Alesia: Curioso escenario. Tienes que cargarte a Vercingetorix, que está en el centro del mapa en una mini-fortificación. Tu base tiene forma de donut, con la base de Vercingetorix en el medio. Mientras tanto, fuera del donut hay otros dos jugadores atacándote desde fuera mientras tú intentas empujar hacia dentro. Técnicamente es posible asaltar la aldea de Vercingetorix con las tropas iniciales y concentrar tu fuego en él, pero no es fácil porque la mayoría de tropas que tienes son arqueros y Vercingetorix cuenta con un buen puñado de caballería para contrarrestarlos, pero puede hacerse quizá usando a César para atraer la atención de las tropas y llevarlos a fuera mientras el resto se cuelan a traición.
La Batalla de Farsalia: No lo parece, pero este es otro de esos niveles que pueden acabarse en minutos. El objetivo es derrotar al jugador amarillo. Este jugador empieza en una fortificación, pero sus tropas iniciales son tan escasas que meter a César en su base basta para destruir su economía inicial, especialmente si vas a por los aldeanos. El tema es que tienes al jugador rojo bloqueándote el paso, y éste tiene muchas más tropas, pero si creas un muelle en el río y un barco de transporte puedes llevar a César al territorio amarillo sin pasar por el rojo y acabar el nivel en muy poco tiempo. Simplemente asegúrate de mantener a César alejado de las torres amarillas.

Acabamos con Imperium Romanum, campaña de cinco niveles cuya dificultad está más a la par con la primera, aunque ninguno de sus escenarios es tan difícil como el segundo del Auge de Roma.

Spoiler: Imperium Romanum

La Batalla de Actium: Empiezas el nivel compartiendo una península con Marco Antonio (jugador rojo). El marrón (Egipto) tiene una base al otro lado del mar, y el jugador amarillo (Cleopatra) está compuesto únicamente de una flota enorme de barcos en la parte Este del mapa. Tu objetivo es destruir las plazas centrales de Marco Antonio y Egipto, y hundir el barco de Cleopatra, pero al final del día lo mejor es eliminar a Marco Antonio por completo porque el tipo es el verdadero peligro del nivel y aun auténtico grano en el culo. Una vez lo eliminas el resto del nivel es un paseo, porque lo único que Egipto parece saber hacer es mandar algunos barcos de vez en cuando, y la flota de Cleopatra se mantiene en posición hasta que te acercas.
El Año de los Cuatro Emperadores: Este nivel está chulo porque la mayor parte del mapa está cubierto por una ciudad neutral, haciendo que todo el escenario sea como una especie de batalla urbana. Empiezas con una maravilla ya construida que tienes que defender, y tu objetivo es destruir la maravilla enemiga y construir otra más en su lugar. El nivel se me hizo fácil porque los enemigos eran bastante pasivos, y especialmente una vez amurallas tu maravilla aprovechando el resto de edificios de la ciudad los ataques a mi maravilla cesaron casi por completo. Pero aún así el diseño del nivel en sí fue bastante memorable. Decir también que después de haber llevado a Roma durante tantos escenarios, en este llevas a Palmira, por alguna razón.
Rescate en Ctesifonte: Este es un poco dolor de muelas. Tu objetivo es recuperar tres artefactos, pero nada más empezar estás bajo el ataque constante de los jugadores rojo y amarillo. Si eres rápido puedes ahogar al jugador amarillo construyendo torres cerca de sus recursos para evitar que sus aldeanos se muevan por ahí, dejando únicamente al rojo tocándote los huevos (lo cual hace muy bien). Al final inundé el valle que separaba nuestras bases de torres y eso fue echándolo para atrás, pero el tipo era especialmente molesto porque espameaba arqueros a caballo, una unidad que parece diseñada para ser lo más insufrible posible, y además iba directamente a por los aldeanos. La IA sabe muy bien lo que hace.
Zenobia, Reina de Palmira: Tienes dos bases separadas por un río, y cada una de ellas está amenazada por una base de bárbaros, y el juego te pone la condición de que si cualquiera de tus plazas centrales es destruida pierdes automáticamente. Esto significa que no puedes abandonar ninguno de los dos asentamientos a su suerte. En realidad, sin embargo, los dos campamentos bárbaros caen fácilmente ante un ataque relámpago a base de caballería y quizá una o dos catapultas. En poco tiempo puedes eliminar ambas amenazas del escenario y centrarte en el verdadero objetivo: Destruir al jugador rojo. Mucha base, mucha torre y todo lo que quieras, pero se comporta de forma muy defensiva y no supone mucho peligro.
La Llegada de los Hunos: Me encanta que como los Hunos no aparecen como civilización en el primer juego en vez de eso acabas luchando contra japoneses... Pero bueno, en cuanto al nivel, tienes dos enemigos y dos aliados. El objetivo es derrotar al jugador rojo, que es bastante agresivo y llegado a cierto punto intenta construir una maravilla. Sin embargo, tus aliados no son del todo incompetentes en este nivel y realizan ataques con frecuencia, los cuales son inefectivos en lo que se refiere a derrotar al enemigo, pero sirven para mermarlo. Lancé un ataque en masa que no logró destruir al jugador rojo por completo, pero sí que arruinó su economía. Mientras preparaba un segundo ataque para limpiar, mis aliados derrotaron al enemigo por mi.

La cuarta campaña es Enemigos de Roma, que sirve como una mezcla de "todos los demás". Tiene cuatro escenarios, en cada uno llevas a una civilización distinta (y en uno de ellos llevas a Roma, porque por supuesto que sí). Como tal, no sigue ninguna narrativa concreta, son simplemente varios momentos de la historia metidos en la olla. Comparándola con las otras campañas de la expansión, esta puede que sea la más consistentemente difícil.

Spoiler: Enemigos de Roma

Cruzando los Alpes: Este escenario es HORRIBLE. Tienes que llevar un tropel de elefantes hasta el otro lado del mapa pasando por varias emboscadas enemigas. El horrible pathfinding del juego funciona especialmente mal cuando lo combinas con unidades lentas y grandotas como los elefantes en espacios estrechos como los de este nivel, pero la cosa no se pone realmente seria hasta que llegas al inicio de la recta final, donde tienes que pasar por un campamento enemigo con MONJES. Los monjes son el enemigo natural de los elefantes, y es prácticamente imposible llegar a ellos antes de que los conviertan. Aún peor, en este juego pueden convertirte a los héroes, y Aníbal es uno de los que tienen que llegar al final para ganar. No puedes hacer gran cosa más que mandar alguna unidad por delante para que los monjes se concentren en ella y luego REZAR para que el pathfinding del juego permita pasar a tus elefantes corriendo por la base. Puro bullshit.
La Tercera Guerra Macedónica: Tienes al jugador rojo con su súper fortaleza de la muerte, y luego al amarillo y el marrón con bases menores a ambos lados. Tus tropas iniciales pueden dividirse en dos e ir a por los dos campamentos para eliminarlos a los pocos minutos de juego, permitiéndote centrarte en la verdadera amenaza. El jugador rojo es mejor que tú al principio, pero no se vuelve especialmente agresivo hasta que empiezas a avanzar a su territorio. Una vez lo haces empieza a enviar caballería y... (suspiro) arqueros a caballo. Tu territorio está separado del suyo por tres puentes que puedes bloquear con murallas, aunque el del medio es difícil porque está defendido por torres. Atacar estas torres puede provocar la ofensiva del jugador rojo y hacer que pase al ataque. Sea como sea, tu objetivo es destruir su centro de gobierno, que en realidad no está muy atrás en su base, así que a la mínima que destruyes la defensa de torres de su muralla y puedes meter tus catapultas un par de pasos dentro ya lo tienes.
La Rebelión de Espartaco: Este es el escenario en el que vuelves a llevar a los romanos. Casi todo el mapa está ocupado por granjas del jugador aliado naranja. El jugador rojo empieza al Norte con un ejército de la leche, mientras que tú estás abajo con una base de mierda. El objetivo es derrotar al rojo antes de que se cargue al jugador amarillo. Esto puede parecer que mete algo de presión porque el rojo empieza a atacar al amarillo de inmediato, pero en mi experiencia en el momento en el que atacas la primera unidad roja toda la atención del enemigo pasa a ti, y ves como empieza a enviar unidades a tu base ignorando al amarillo, quitándote al menos ese peso de encima. Esto no es necesariamente bueno, claro, y la verdadera estrategia de este nivel consiste en intentar evitar provocar al rojo todo el tiempo que sea posible. El mapa es también bastante abierto, lo cual hace que sea difícil interceptar las unidades enemigas, que pueden estar viniendo de cualquier parte.
Odenato, Señor de Palmira: La campaña acaba con un absoluto dolor en el trasero. Este es un nivel 1 vs 1 donde el enemigo empieza con una base más avanzada que tú, lo cual es bastante estándar. El verdadero problema es que el nivel es un desierto enorme y abierto con recursos concentrados en pequeños oasis repartidos por el mapa y apartados de tu base. El enemigo espamea unidades de caballería y arqueros a caballo (POR SUPUESTO) para asaltar tus campamentos y te obliga a ir de un lado al otro como un loco para defenderlos. Como parte positiva, en este nivel llevas a los Palmiranos, que tienen bonificación de movimiento para camellos, los cuales van bien contra caballos. Para ganar este nivel tuve que encerrar al enemigo en su propio territorio con una muralla que prácticamente dividía el mapa en dos, e incluso entonces defenderla fue todo un dolor de muelas, y necesité meter aldeanos reforzando y creando muros dobles todo el rato. Al final logré ahogarlo y dejarlo sin recursos a base de defender la gran muralla del desierto.

Acabamos con La Primera Guerra Púnica, una campaña de tres niveles que, al igual que El Reino de los Hititas, tenía su origen en la demo del juego original y no estaba en la expansión que salió a la venta. En esta campaña llevas a Cartago en sus constantes pugnas contra los Romanos.

Spoiler: La Primera Guerra Púnica

La batalla de Agrigento: Hay dos enemigos, cada uno de ellos con un centro gubernamental en medio de una base con unas cuantas unidades iniciales defendiéndolo. Tú empiezas en una situación similar, pero tus unidades son mejores, supongo que para compensar el hecho de que son dos contra uno. Debido a esto, este es uno de esos niveles que pueden acabarse en minutos. Simplemente reune a todas tus tropas iniciales y mándalas contra uno de los jugadores, destruye el centro gubernalmental, sal por patas, y corre a la base del segundo para hacer lo mismo.
La Batalla de Milas: Este nivel empieza de forma un poco intensa porque el jugador rojo empieza una edad por delate tuyo y no tarda en enviar barcos a atacar tu base por la costa. Tienes que reunir un buen número de galeras para rechazarlo con el apoyo de unas cuantas torres para aliviar la presión. Vas a tener que poner un buen número de aldeanos recogiendo madera para reponer los barcos que te van destruyendo. Tras un tiempo el ataque marítimo va menguando hasta que para, y a partir de ahí el resto del nivel es relativamente simple. Tienes la opción de robar los dos artefactos a los enemigos, o bien destruirlos por completo.
La Batalla de Túnez: El objetivo es destruir la maravilla enemiga y construir una en la zona marcada. Vuelves a tener al enemigo rojo y al amarillo otra vez, pero esta vez el amarillo es quien ataca desde mar y el rojo por tierra. A pesar de esto, el jugador amarillo se comportó de forma extrañamente pasiva durante todo el escenario a pesar de empezar con una flota de la leche, y el resultado fue que este escenario se hizo más fácil que el anterior, al menos en lo que se refiere a defender tu base. Asaltar la base enemiga ya es otro tema, porque el tipo está fortificado de la leche. Esta fue una de las fortalezas más difíciles de reventar del juego, pero no me sentí en peligro de perder en ningún momento, simplemente tuve que realizar varios ataques hasta que por fin cedió.

¿Qué decir sobre Rise of Rome? Bueno, las campañas y tal no están mal, siguen más o menos la línea de las del juego base, pero llevar siempre a Roma durante casi todas ellas acaba cansando un poco. La expansión tampoco añadía muchas mejoras notables con respecto al juego original. En general no está mal, pero a la vez tampoco es como para lanzar cohetes.
 

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Me ha gustado: Mayor variedad de escenarios, con un nivel de dificultad por lo general algo más elevado sin llegar a la mierda que era el primer nivel de la campaña de Babilonia.
No me ha gustado: Entiendo el enfoque centrado en Roma, pero eso no quita que jugar tantos escenarios como los Romanos acabe haciéndose algo repetitivo.

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Para la semana que viene... Acabamos la segunda expansión de Age of Empires y con ello todo el juego. Empezamos pues el RPG de SNES del que hablé hace un tiempo. Posiblemente haya acabado Sonic & Knuckles también.

A ver si es verdad, que por lo que has dejado caer será la rejugada a Breath of Fire 2. Y me gustará ir comentándolo contigo. Uno de los j-RPG de mi vida, que me lo pasé cuatro veces.

(18-03-2024 20:52)Rosstheboss escribió:A ver si es verdad, que por lo que has dejado caer será la rejugada a Breath of Fire 2. Y me gustará ir comentándolo contigo. Uno de los j-RPG de mi vida, que me lo pasé cuatro veces.

¿Seguidas o en varios periodos de tu vida? %]]

Tres de ellas seguidas, lo juro, por ver los tres pueblos diferentes que podían construirse. Que son simples de narices peeeeeeeeeeeeero el juego me costó trece mil pesetas, el volver a acumular tal capital no se antojaba fácil ni rápido, y además como el espacio era limitado, cada personaje que podías invitar ofrecía cosas distintas al ser un residente de VillaDragón y quise probarlos todos. Luego ya la cuarta vuelta, eligiendo el pueblo más favorable (el que permitía cocinar alimentos, se podía mejorar una bestialidad a los protagonistas con algunas recetas) fue por gusto. El juego me tocó la fibra.

En otro orden de cosas, acabo de caminar sobre una serpiente gigante en el juego ese que decía arriba/atrás que me estaba quitando la vida. Y ha molado, ha molado. Ojalá lo que me queda siga igual y las penas de la segunda fase y su maldito pulpo gigante queden enterradas para siempre.

Jugando Resident Evil 3 remake, es mi primera vez jugando a RE3 ya sea en su versión original o su remake pero no me está disgustando de momento, y eso que la demo no me convenció mucho y ni la terminé, pero en general sigue la linea de los remakes del RE2 y RE4, lo cual no está nada mal, Capcom ha encontrado su nuevo estilo de juego para la saga y se siente bastante cómodo a los controles.

Eso sí, hasta los cojones estoy del Némesis perseguidor que no te deja en paz ni un solo momento, ni Mr. X del RE2 era tan coñazo

(19-03-2024 17:35)sonicsaiyan escribió:Jugando Resident Evil 3 remake, es mi primera vez jugando a RE3 ya sea en su versión original o su remake pero no me está disgustando de momento, y eso que la demo no me convenció mucho y ni la terminé, pero en general sigue la linea de los remakes del RE2 y RE4, lo cual no está nada mal, Capcom ha encontrado su nuevo estilo de juego para la saga y se siente bastante cómodo a los controles.

Eso sí, hasta los cojones estoy del Némesis perseguidor que no te deja en paz ni un solo momento, ni Mr. X del RE2 era tan coñazo

¿Se llama Mr. X? Toda la vida lo he llamado T90 y ni siquiera sé por qué, si era su nombre 100cítifico o qué 

Yo estoy OTRA vez con Quake II. Creo que definitivamente tengo que aceptar que es mi juego fetiche de la historia de la humanidad. Como actualicé la gráfica hace poco, probé la versión RTX... y ya que estaba, lo seguí jugando y me lo pasé. Y luego me fijé en que el año pasado sacaron una versión un poco remozada de Quake II, la probé y bueno, pues también me lo pasé. Y luego vi que trae el Quake II 64, y no podía dejar pasar la oportunidad de jugarlo con teclado y ratón como dios manda, así que con ello estoy. Y ya que trae las expansiones de PC pues digo yo que habrá que seguir por ahí. 
Además, me he comprado un porrón de juegos de PS1 desde navidades y tengo constantemente alguno ahí empezado... me he pedido un ratón de PS1 y jugaré al Quake II de PS1 (el primero que tuve), ya por no quedarme corto