Esta semana quizá no tenga tanto contenido como las anteriores, pero la cosa va avanzando.
Primero, acabado
Shining Force 2.
Hacia el final del juego vas enfrentándote uno a uno a los generales del ejército demoníaco. Mientras que la mayoría son bastante durillos, suelen caer fácilmente frente a la ancestral, sabia y eternamente bien considerada técnica de "lanzar a todos tus putos muñecos sobre ellos a la vez cuando se ponen a tiro". Realmente la mayor dificultad que tienen estos combates viene de querer maximizar los puntos de experiencia y aguantar tanto como puedas sin matar al jefe mientras limpias el resto de sus tropas, porque cuando el jefe muere también lo hacen todos los demás. Esto, claro, no es en absoluto necesario. El juego no es tan difícil para empezar.
Otra cosa que sucede hacia el final... A lo largo del juego puedes ir encontrando una serie de pedazos de mitrilo escondidos por ahí. Llegando casi al final encuentras un pueblo de enanos donde pueden forjar este mitrilo en las mejores armas del juego. El proceso es un dolor de muelas, porque tú le das un pedazo de mitrilo al tipo y le dices para que personaje quieres que te cree el arma, y éste te dice que esperes algo de tiempo antes de que pueda tener tu nueva arma preparada (lo que se traduce en salir del pueblo y volver a entrar). Cuando vuelves el tipo te da un arma elegida aleatoriamente de una pila que depende del personaje que eligieses. ES POSIBLE que te entregue la mejor arma de la clase... pero la mayoría de veces te da una mediocridad. Este sistema está pidiendo a gritos que abuses del salvaguardado.
Más cosas... Justo antes del combate contra Geshp (que viene a ser el estratega del ejército demoníaco) tienes que enfrentarte contra el Barón Rojo, que resulta ser Lemon, uno de los personajes que aparecían al principio del juego como generales del ejército de Galam. Lemon no es un mal tío, pero está poseído por los demonios. Cuando le derrotas recobra su conciencia y, tras darse cuenta de todo lo que ha hecho, empieza a intentar suicidarse. Excepto que no puede, porque ahora es un vampiro inmortal. En el próximo pueblo al que vas de pronto empiezas a ver agujeros por el suelo, y los aldeanos te comentan que Lemon ha estado intentando tirarse desde los tejados de los edificios para matarse, sin mucho éxito. Tras ver que no puede acabar con su vida, Lemon decide tirar por la segunda opción: Unirse a tí para intentar redimirse. Yo, por supuesto, lo metí en el grupo de inmediato. Porque su nombre es puto Limón. Las tropas del mal serán purificadas por el poder de todo lo cítrico.
Hablando de lo cual, el jefe final es una combinación de dos combates seguidos, el primero contra el Rey Galam y el segundo contra el archidemonio Zeon. El primer combate es mucho más difícil que el segundo por el simple y mero hecho de que Zeon no puede moverse, mientras que Galam sí. Esto hace que Galam pueda ir a por tí en combinación con el resto de sus esbirros y bombardearte a base de hechizos. Zeon, por su parte, es pato sentado mientras te cargas al resto de demonios que pululan a su alrededor.
Es una lástima porque el diseño del jefe mola bastante. Es una especie de zombi demoníaco hiper-mazao que está intentando abrirse paso abriendo un agujero dimensional en una pared. Pero ese es el problema: El agujero es demasiado pequeño, así que solo puede asomar la cabeza. El bicho sigue pudiendo lanzar ataques en área bastante fuertes, pero al no poderse mover puedes simplemente rodearlo y enviar tus tropas una a una, y cuando ves que están a punto de morir mandar que se retiren y curarlas o enviar a otro.
Al final del juego, cuando te sale la pantalla negra con el "Fin" y la imagen de los dos colgantes, si lo dejas ahí un rato empieza un combate extra en el que te enfrentas contra un ejército compuesto de la mayoría de los jefes del juego (aunque no, el Kraken no está ahí, pero Zeon sí). No hace falta que diga que este "jefe extra" es el combate más difícil, y además una patada en los huevos en general porque si la pierdes el juego te devuelve al último punto guardado, que como muy tarde viene a ser antes del combate contra Galam. Básicamente tienes que pasarte el jefe final otra vez y pasar por toda la escena de los créditos cada vez que quieras intentar el condenado combate de marras. No voy a negarlo, me dio mucha pereza y decidí dar carpetazo.
A grandes rasgos,
Shining Force 2 es exactamente eso:
Shining Force, otra vez. El juego es extremadamente continuista, aunque sí que tiene algunas cosas que lo hacen marginalmente mejor que el primero a mis ojos; principalmente, el hecho de que tus personajes no se ven nerfeados cuando los promocionas a una clase superior y vuelven a nivel 1. El juego también es más entretenido en lo que a situaciones y eventos se refiere, con cosas como el combate contra el Kraken o el del tablero de ajedrez. No hay ningún combate en el que tienes que atravesar un puente mientras un láser enorme dispara cada cuatro o cinco turnos, sin embargo...
Por lo general todo lo que comenté sobre el primero se mantiene. El juego me ha gustado, aunque no lo considero una mejora significativa frente al que vino antes.
Me ha gustado: No sé si es a posta o no, pero el juego puede ser desternillante a veces. Mejora algunas de las mecánicas más cuestionables del primero.
No me ha gustado: El sistema del mitrilo. El jefe final es un poco decepcionante.
Empezando con algo nuevo, aquí viene
CrossCode.
Hace miles de años, una civilización de gente conocida ahora por el simple nombre de "Los Antiguos" dejaron su legado en una isla del planeta de Shadoon. Cuando la humanidad se extendió hacia las estrellas y colonizó el planeta descubrieron que el lugar parecía estar protegido por una especie de sistema de defensa conocido como La Senda de los Antiguos, una especie de rito de paso en el cual sus habitantes debían entrer en comunión con los elementos. Lo que todo esto implica en realidad sigue siendo un misterio, y por ello aventureros de distintas partes de la galaxia acuden a Shadoon para visitar la isla conocida como "El Cruasán" (porque tiene forma de... bueno, de eso). Lea es una de estas aventureras, acudiendo al lugar para desentrañar los misterios y recorrer la Senda de los Antiguos.
Esta no es la verdadera historia del juego.
La verdadera historia de
CrossCode es que Lea es una chica amnésica que está recibiendo un tratamiento para intentar recuperar su memoria. Sabiendo que antes de perder sus recuerdos la chica era una ávida jugadora del MMO CrossWorlds, deciden volverla a introducir dentro del juego como parte de su terapia. ¿Todo ese lío de la Senda de los Antiguos y los aventureros? Es la historia del MMO al que está jugando Lea.
No es un MMO como los que conocemos, sin embargo. La isla realmente existe, y está en otro planeta de verdad. Los jugadores toman el control de avatares reales, como en la película de James Cameron, y algunos de los personajes que encuentras son personas humanas de carne y hueso que trabajan en el lugar. Por supuesto, los avatares de los jugadores tienen terminalmente prohibido salir de la isla (conocida como "el patio de recreo"), lo cual es lo que causa una gran conmoción cuando al principio del juego el barco donde viaja Lea durante su viaje a la isla es atacado por un avatar cuyo poder se sale de los parámetros habituales.
CrossCode es un RPG de acción que intenta simular el mundo como si estuvieses dentro de un MMO (más o menos como lo hizo
.Hack// en su día). El juego lo tiene muy en cuenta con las interacciones con los personajes que vas conociendo. Al poco de empezar, tras atravesar la mazmorra de tutorial, uno de los jugadores se da cuenta de que Lea ha subido a nivel 3, lo cual debería ser imposible a esas alturas. Este personaje la acusa de hacer trampas (cuando, en realidad, lo que pasó fue que Lea ganó puntos de experiencia cuando el barco fue atacado por el avatar extraño antes de entrar en el juego). Otro de los personajes a los que Lea conoce es Emilie, otra jugadora que tiene una vena competitiva muy pronunciada y compite constantemente con ella por ver quien acaba las mazmorras antes. Las interacciones entre personajes son entretenidas y están muy bien escritas... a pesar de que Lea no puede hablar.
Sí, Lea es una protagonista "muda". Pongo esto entre comillas porque no es del todo cierto y, de hecho, creo que juega en su favor debido a como el juego aborda el tema. El resto de jugadores la tratan como si fuese una chica de pocas palabras, cuando en realidad lo que ocurre es que Lea tiene un problema con el sistema de sincronización vocal de su avatar, de forma que solo puede usar ciertas palabras preconfiguradas que uno de los miembros de su equipo de terapia va hackeando dentro de su dispositivo con el tiempo. El hecho de que Lea solo sea capaz de decir su nombre, "Hola" y a lo mejor dos o tres palabras más no impiden que en realidad el personaje tenga muchísima personalidad gracias a lo bien hechos que están los diálogos, al menos hasta donde he llegado.
Por ahora el juego está bien, aunque sigo en la zona inicial sin haber avanzado mucho porque me estoy entreteniendo a hacer quests. Sí, el juego imita a un MMO, así que ya se sabe lo que toca. El sistema de combate es muy rápido, sin embargo. Incluso los enemigos de la zona inicial pueden vapulearte si no tienes cuidado.
Acabando la semana con
The Elder Scrolls: Arena.
Después de obtener la primera pieza del Bastón del Caos en Hammerfell, el fantasma de Ria (sí, ya me aprendí su nombre) nos indica que ha descubierto el lugar donde se encuentra la siguiente pieza: Una mazmorra conocida como Labyrinthian. La gente como yo que haya jugado a juegos posteriores de la serie reconocerá el nombre y sabrá que Labyrinthian está en Skyrim, pero igualmente hay que seguir los pasos: Preguntar a la gente por ahí acerca de donde puede estar, lo cual acaba llevándote a la escuela de magia de Winterhold. Al igual que pasó con Fang Lair, te dicen que antes de desvelar el lugar de Labyrinthian tienes que ir a otra mazmorra para encontrar el pergamino mediante el cual pueden descifrar las coordenadas. En este caso, es la Fortaleza de Hielo.
La dichosa fortaleza es un muro de dificultad notable. Está llena de lobos que disparan proyectiles de hielo, y si no vas con pociones de protección elemental pueden sodomizar tu barra de vida en segundos. También hay unos golems de hielo que son inmunes a armas no-mágicas y que incluso cuando vas a por ellos con un arma élfica o superior siguen siendo prácticamente jefes en si mismos.
El mal trago que pasé ahí dentro me hizo meditar algo más acerca de mi siguiente movimiento. No me fio de mis posibilidades de sobrevivir en Labyrinthian, así que he decidido ir por la ruta escénica y probar algún quest alternativo primero. Si preguntas por ahí acerca de trabajo o cosas así puedes recibir quests que sirven para ponerte un poco al día. Alternativamente, también es posible que encuentres rumores sobre artefactos legendarios.
Los artefactos funcionan de forma especial. Hay unos 16 en todo el juego, y todos son objetos bastante tochos. Normalmente las quests que te dan uno empiezan con algún NPC mencionando que alguien en una posada está vendiendo información acerca de uno de ellos. Si encuentras la posada puedes pagarle al tipo por la información, lo cual te lleva a una mazmorra en la que puedes obtener las coordenadas de OTRA mazmorra, donde se encuentra realmente el artefacto. A diferencia de las mazmorras de la historia principal, las mazmorras de los artefactos están generadas de forma aleatoria, y los enemigos que aparecen en ellas dependen de tu nivel.
Pero el tema tiene truco. Primero: Solo puedes tener un artefacto. En el momento en el que pagas por la info en la posada y se activa la quest en sí, no puedes obtener más información sobre ningún otro artefacto a partir de entonces. Además, todos los artefactos están "malditos" y, según sus descripciones, desaparecerán del inventario de su portador tras un tiempo. A efectos prácticos, el juego decide esto usando un sistema de durabilidad, excepto que al contrario del resto de armas y armaduras (que se vuelven inequipables al romperse), los artefactos directamente desaparecen de tu inventario. Una vez pierdes el artefacto, las quests para encontrar artefactos se reactivan, y es incluso posible volver a encontrar el mismo artefacto otra vez.
... Y por supuesto, siendo el juego que es, existen exploits que desbaratan por completo el sistema. En el juego hay herreros que pueden recuperar la durabilidad de las armas. Tú llegas, pagas y el herrero se queda con el objeto durante unos cuantos días mientras lo repara. Esto también funciona con los artefactos, así que si tienes cuidado puedes perfectamente tener tu artefacto de forma indefinida. Pero eso no es todo: En el momento en el que le entregas el artefacto el herrero, el juego decide que has perdido el artefacto, de forma que vuelve a reactivar las quests. De esta forma, es completamente posible ir a por otro artefacto y recuperar los que tenías en el herrero, acabando con múltiples artefactos a la vez cuando eso no debería ser posible.
Aún más explotable es un artefacto en concreto, el Oghma Infinium. A diferencia del resto, este objeto es un consumible de un solo uso que te da 50 puntos a repartir entre tus stats (en comparación, subir un nivel te da de entre 3 a 6 puntos). Por supuesto, nada más usarlo lo pierdes, lo cual reactiva las quests de artefacto... y es perfectamente posible volver a ir a cazar otro Oghma Infinium. Si decides dedicarle el tiempo suficiente puedes acabar maximizándolo todo.
Para la siguiente semana...
Arena y
CrossCode. No hay más. Tengo otro jueguecillo de Genesis listo para empezar, pero puede que tarde un poco antes de recibir el pistoletazo de salida.