18-06-2014 12:44
La narrativa literaria y la narrativa cinematográfica siguen patrones muy distintos, por mucho que las series hayan establecido un vínculo "superior" al existente en las películas de 2 horas. Dicho esto, yo la adaptación la veo correcta, en ocasiones: extremadamente acertada.
Sin embargo hay lagunas del carajo y eso se debe lisa y llanamente a que Martin da diez mil vueltas para contar hasta el hecho más intrascendente. En un libro de 900 páginas (de las cuales 400 son ripio), pues vale. En una serie hay que hacer encaje de bolillos para que tenga sentido.
Con esto no intento defender la adaptación audiovisual. Pero el público que sigue la serie no es únicamente la que ha leído los libros, cuando seguramente la que ha leído los libros son una minoría. Si a esto le sumas el hecho intrínseco de que el formato televisivo tiene sus propios ritmos, yo creo que era evidente que acabarían ocurriendo cosas así.
Por la parte que me toca, leí hasta Choque de Reyes y todo lo que vi en la serie me pareció una mejora sustancial del lodazal temático de los libros. Sé que a la gente le gusta los libros gorditos, pero a Martin se le va mucho la pinza dando más vueltas que pedo de caracol.
Sin embargo hay lagunas del carajo y eso se debe lisa y llanamente a que Martin da diez mil vueltas para contar hasta el hecho más intrascendente. En un libro de 900 páginas (de las cuales 400 son ripio), pues vale. En una serie hay que hacer encaje de bolillos para que tenga sentido.
Con esto no intento defender la adaptación audiovisual. Pero el público que sigue la serie no es únicamente la que ha leído los libros, cuando seguramente la que ha leído los libros son una minoría. Si a esto le sumas el hecho intrínseco de que el formato televisivo tiene sus propios ritmos, yo creo que era evidente que acabarían ocurriendo cosas así.
Por la parte que me toca, leí hasta Choque de Reyes y todo lo que vi en la serie me pareció una mejora sustancial del lodazal temático de los libros. Sé que a la gente le gusta los libros gorditos, pero a Martin se le va mucho la pinza dando más vueltas que pedo de caracol.