03-08-2018 16:10
Iconoclasts es uno de los juegos destacados que se lanzaron a principio de este 2018 para PlayStation 4, PlayStation Vita y PC. Analizamos la recién lanzada versión de Switch de la obra de Joakim Sandberg, una clase maestra de lo que es realizar un juego independiente de calidad.
Iconoclasts es una suma de cosas bien hechas que abarcan todo lo que una aventura debería ofrecer. Dosis de acción, exploración, puzles y un argumento elaborado, denso y alejado de lo que este género suele ofrecer. Asumimos el papel de Alondra en un mundo dividido por la religión, los recursos y el modo de enfocar la vida en general. Un mundo cruel y duro. La historia del juego aparece intercalada con las secciones jugables y parcialmente disimulada en conversaciones y fuentes de información opcionales que podemos encontrar durante la aventura. Es cierto que no estamos acostumbrados a un contexto tan elaborado o al menos tan evidente y tan trabajado como el que ofrece Iconoclasts.
Sabemos que la carga argumental puede no ser del gusto de todos y que puede dar la sensación de cortar el ritmo, pero no hablamos de la típica excusa y conversaciones absurdas. El argumento de Iconoclast es parte del juego, así como lo son la exploración y las geniales zonas de puzles, y saber esto es algo importantísimo de cara a valorar el juego como un producto de entretenimiento completo. Sin desvelar nada del argumento, diremos que hay más miga de la que parece y que el trasfondo religioso, lo elaborado de los personajes secundarios y el mundo en general que se ha creado, están muy por encima de lo que podríamos esperar de un juego de estas características. Es una historia dura y cruel, pero también hermosa la que nos espera en Iconoclasts.
Por @Torettox
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