Algo que me gustaría recalcar, ante la postura que siempre sale tomando cervezas entre cuarentones al hablar de estos temas, con la siempre socorrida desde hace larguísimos tiempos "es que los jóvenes no quieren trabajar", es mi muy firme postura al respecto: ¡YO NO HE QUERIDO TRABAJAR EN MI PUÑETERÍSIMA VIDA!

Sin duda habrá gente cuya actividad laboral y/o económica le produzca gratificación. En mi caso, no recuerdo un solo trabajo de la gran cantidad que he tenido que me haya producido ese sentimiento. Pero también aclaro, he tenido muchísimos trabajos muy agradables donde he estado genial, y ojalá siguiera en ellos. Pero por algo muy simple, porque o trabajas, o a comer al comedor social, y a dormir a un albergue o bajo el puente.

Los que tengáis hijos educadlos en los valores del honor, el respeto, la honestidad, el kung-fu de la camisa de acero, la lectura del destino a través de las constelaciones, la fabricación de objetos de metal y/o cerámica... lo que sea. Pero en algún momento tendréis que decirles que la gran verdad de la vida adulta es que te la vas a pasar en su grandísima parte trabajando, que vas a ver muchísimo más a la gente de tu trabajo que a tu familia, amigos y seres queridos. Que el objetivo fijado para esta vida es la obtención de dinero. Y digo 'obtención', ni siquiera ganancia. Porque si lo obtienes de según que formas... Pero vale, para los desgraciados, ganancia de dinero.

Porque sin dinero no van a hacer ABSOLUTAMENTE NADA EN ESTA VIDA. Ropa, comida, casa, incluso medicamentos y algunos gastos sanitarios -a dios gracias lo que tenemos en España en sanidad al menos, aunque hacen por cargárselo desde años ha-... Pero es que hasta el casi más mínimo evento social te va a pedir que aflojes dinero. Porque salvo que te vayas a dar paseos al parque con los amigos, ahí a lo "Los Lunes al Sol", vas a tener que soltar dinero. Ya solo darle de comer a los patitos es gastar dinero, sea en alguna bolsa de comida, o en las barras de pan donde salen las migas para echarles de comer... por cierto, mala práctica con las aves el echarles pan, cambiadla ipso-facto. Ya no te digo el tomarte un café o cerveza. Que además, es que... hasta eso se nos quiere culpabilizar a los 'pobres', que ahora esas actividades se llaman "gastos hormiga" para que nos sintamos culpable por tener tamaño chorradas.

Tan importante es el dinero que si ahora me ofrecen una renta básica universal de unos 500-600 euros, o seguir trabajando donde estoy actualmente, pues sigo madrugando y comiendo a casi las cuatro de la tarde. Porque el trabajo es muy llevadero, y gano bastante más que esas cantidades. Y teniendo más dinero, más cosas puedo hacer, empezando por la derrama del tejado y la fachada que nos espera al comenzar el 2024.

Si alguien logra vivir de las "paguitas", pues bien por el/ella. Lo primero, no será una gran cuantía; lo segundo, no será ni tan abundante ni tan extendido como los bulos urbanos hacen creer. Hay muchas ayudas pero no se dan como los feeds de noticias y clickbaits interesados gustan de bulear. Yo mismo tengo un bocado ENORME en mi factura de electricidad por tener bajos ingresos. Y mira, preferiría no tener ese mordisco, porque cumpliendo requisitos para no tenerlo, es porque tendría más dinero en el bolsillo aún con esos precios que ha adquirido la energía estos últimos años. O sea, que mucha gente que por temas económicos no recibe ayudas piensa que quienes sí las reciben (que ahí están diversos subsidios, pagas autonómicas y tal) globalmente se quedan con más dinero que ellos. Me lo creería solo en el caso de autónomos y pequeños empresarios por como les cosen a impuestos. Pero ya digo, en un asalariado estandar, una familia con subsidios solo sacará más dinero si se juntan varios miembros (que además deben cumplir requisitos para recibirlos, y uno de ellos, no exceder una cantidad en el núcleo familiar).

En fin, tampoco es cosa de poner en un post sobre el trabajo el mítico tema de "El Inmigrante de Schrödinger". Simplemente hablar de pasta y curro. Y que si muchos jóvenes, sean más o menos quejones, van viendo que la vida y su identidad en ella no viene definida por su trabajo, como pasaba con sus padres y abuelos, les tengo que dar la razón. La mía ha tenido y afortunadamente, sigue teniendo, cosas muy buenas. Pero es que ninguna de ellas ha venido dentro del trabajo, solo gracias al dinero que he ganado en ellos. Lo bueno ha venido fuera de ellos, y mira, cosas malas sí me han venido a saco dentro del curro.

"Siempre el dinero, siempre el puto dinero".

A estos jóvenes en parte los entiendo, se dan cuenta de cosas que yo tardé muchos años en ver.

Los estudios y el oficio que escogí al principio me encantaban, iba a trabajar con ilusión. A finales del año que viene cumplo treinta años en el mundo laboral y diecisiete en mi actual empresa, me siento agotado física y mentalmente, ritmos de trabajo insoportables, tratar con clientes, cumplir con productividades y calidades, jornadas partidas que es lo peor que hay, un trabajo en parte físico que daña el cuerpo por malas posturas y que llegas a casa que no te puedes ni mover.

Por no hablar lo estafado que me siento cada vez que miro la nómina y veo los euros que me vuelan, por no hablar de la cantidad de dinero que la empresa paga y que va también a las arcas del estado, pero es que encima con lo que te queda que si a pagar IVAs, impuestos a los hidrocarburos, diversos impuestos municipales y autonómicos, es una barbaridad la estafa y el saqueo al que someten al trabajador.

Yo en mis condiciones si cambiaría mi trabajo por alguna especie de renta universal, pero con los ojos cerrados. Y cuidado que como siga vigente el subsidio ese de más de 52 años cuando llegue a la edad, que igual no me ven más el pelo por el trabajo.

Bueno, es que otra cosa no, pero España está en el Top 3 de países con mayor esfuerzo fiscal (que siempre se habla de la presión fiscal sin tener en cuenta la proporción respecto a lo que se gana, parece que no se da cuenta nadie de que no es lo miso pagar 1000 de impuestos si cobras 5000 o si cobras 2000).

Yo sí he ido con ilusión a trabajar, en más de uno de los trabajos que he tenido hasta ser maestro y después de maestro en algún cole donde se podía vivir, me esforcé en sacarme la carrera, las oposiciones, el Máster, el C1 de inglés, empecé el alemán... y no me arrepiento de nada, pero es cierto que cuando ves que algo en el trabajo no funciona pues te quemas.

Si yo fuese de aquí de USA, ya estaría montándome un negocio que aquí es fácil y vale la pena. Pero como por desgracia soy español, me jodo y seguiré toda mi vida en un trabajo de mierda (porque eso es ahora ser docente) hasta que ¿me jubile?.

Es la nueva esclavitud. En lugar de trabajar y a cambio obtener techo y comida, ahora trabajas y te dan dinero para pagar el techo y la comida. Si consigues que te sobre para caprichos ya puedes dar gracias pero lo de ser libre para trabajar en lo que quieras o te realice olvídate que con una tasa de paro y el tejido económico de España eso no es viable, te jodes y te agarras al trabajo que tengas como si fuese el último tren que pasa.

(04-12-2023 16:02)maz1nger escribió:A estos jóvenes en parte los entiendo, se dan cuenta de cosas que yo tardé muchos años en ver.

Los estudios y el oficio que escogí al principio me encantaban, iba a trabajar con ilusión. A finales del año que viene cumplo treinta años en el mundo laboral y diecisiete en mi actual empresa, me siento agotado física y mentalmente, ritmos de trabajo insoportables, tratar con clientes, cumplir con productividades y calidades, jornadas partidas que es lo peor que hay, un trabajo en parte físico que daña el cuerpo por malas posturas y que llegas a casa que no te puedes ni mover.

Por no hablar lo estafado que me siento cada vez que miro la nómina y veo los euros que me vuelan, por no hablar de la cantidad de dinero que la empresa paga y que va también a las arcas del estado, pero es que encima con lo que te queda que si a pagar IVAs, impuestos a los hidrocarburos, diversos impuestos municipales y autonómicos, es una barbaridad la estafa y el saqueo al que someten al trabajador.

Yo en mis condiciones si cambiaría mi trabajo por alguna especie de renta universal, pero con los ojos cerrados. Y cuidado que como siga vigente el subsidio ese de más de 52 años cuando llegue a la edad, que igual no me ven más el pelo por el trabajo.

Es cierto que el trabajo puede ser desgastante, especialmente después de muchos años en la misma empresa. Sin embargo, un cambio tan grande como una renta universal no es algo que se tome a la ligera. Quizás valga la pena considerar otras opciones, como buscar asesoramiento profesional para una transición de carrera o incluso explorar maneras de mejorar las condiciones en tu actual trabajo