Gloria de Grecia mantiene un nivel de dificultad medio durante la mayor parte, con algún que otro susto aquí y allí. El tercer escenario te hace empezar con un grupo de tropas metidas en medio de la base enemiga, obligándote a escapar hacia el sur del mapa donde tienes una base totalmente establecida desde la que tienes que reorganizarte y regresar atacando a los malos. La base enemiga tiene mayormente arqueros y monjes. Los monjes en concreto son un dolor de muelas a no ser que tengas arqueros, lo cual es precisamente el punto débil de los Griegos ya que su galería de tiro con arco es basura, pero el objetivo del escenario es simplemente destruir el templo, así que con algo de fuego concentrado lo acabas sacando.
El escenario 4 es la Guerra de Troya y es probablemente el que más me costó de toda la campaña, principalmente porque todavía no había pillado el truco a la composición de unidades y tal. Tienes que atacar la ciudad y cargarte a Hector y a Paris, pero Troya está súper fortificada y tiene una economía de la hostia. El puñetero sitio está tan sobrecargado de edificios que en combinación con el absolutamente atroz pathfinding del juego hacen que sea imposible avanzar sin abrirte paso a base de catapultas y escombros. Las catapultas enemigas en concreto son un verdadero problema, porque con tan poco espacio tus tropas apenas pueden esquivar los proyectiles.
A partir de ahí la campaña se lo toma con algo más de calma. No hay nada especial que decir del escenario 5, y el 6 consiste en "defender" una ciudad de un ejército enemigo, pero en realidad no tienes por que hacerlo. Puedes llevar aldeanos a la isla del Este y crearte una bonita base fuera del alcance de los espartanos, y a partir de ahí ir enviando tropas para limpiarlos. Luego pasas al escenario 7, que consiste en llevar a un grupo de tropas del punto A al B del mapa, excepto que tienes aldeanos con los que puedes construir una base y sacar más tropas si hace falta. La campaña acaba con el escenario 8, donde te pegan un jumpscare con un enemigo que empieza a construir una maravilla nada más empezar la partida, pero la verdad es que está muy poco protegida (de hecho, si atacas la base desde atrás la misma maravilla bloquea el paso a las tropas que intentan defenderla). Para ganar tienes que construir tu propia maravilla en el territorio del jugador amarillo, que en mi partida apenas estaba protegido.

Voces de Babilonia empieza con uno de los peores escenarios que he visto en toda la saga. Consiste en derrotar a dos enemigos en un combate estándar (cabe destacar que ninguna de las misiones de Grecia tenía como objetivo derrotar a uno de los jugadores de la CPU). Hacer esto en el primer Age of Empires ya es un poco coñazo porque la CPU no se rinde y al final siempre tienes que barrer todo el mapa buscando las últimas unidades que tiene escondidas por ahí, pero ese no es el problema. El problema es que empiezas el nivel únicamente con un monje. La idea es que tienes que convertir aldeanos enemigos para empezar a crear tu base, pero debido a la nueva IA de la edición definitiva, en el momento en el que tu monje empieza a convertirlos todos los otros aldeanos se vuelven hostiles y van a por él. No puede escapar. Esto hace que sea tremendamente difícil empezar el nivel con más de uno o dos aldeanos, y convierte el nivel en una cuesta arriba demasiado empinada.
Por fortuna el siguiente escenario es bastante más simple. También lo son el tercero y el cuarto, a pesar de que ambos consisten en derrotar a un jugador entero otra vez. El quinto escenario, sin embargo, es largo de narices. Vuelve a ser uno de esos de atravesar todo un nivel más o menos lineal, pero es más intenso que el de los Griegos. Hacia la mitad del nivel acabas encontrando un grupo de aldeanos con los que de pronto tienes que pararte en seco y empezar a construir una base para sacar tropas con las que destruir las fortificaciones que te impiden el paso, y el nivel acaba con un asalto a una ciudad enemiga donde, otra vez, el poco espacio disponible hace que tus tropas se entorpezcan entre ellas y acaben siendo pasto de catapulta. Este nivel dura horas, pero una vez encuentras a los aldeanos es solo cuestión de tiempo acabarlo.
El nivel 6 es fácil. Vuelve a ser otro de esos niveles en los que tienes que llevar las tropas iniciales a cierto punto, pero es más abierto, dejádote elegir el camino. Esta vez no tienes aldeanos, pero sí que tienes monjes que te permiten convertir las tropas enemigas con las que te topas, lo cual viene bien especialmente hacia el final cuando empiezan a lanzarte elefantes encima. El nivel 7 vuelve a ser un escenario donde tienes que derrotar por completo a dos enemigos, como el primero pero más fácil porque empiezas en una posición aceptable. Si te lo montas bien puedes cargarte al jugador rojo que tienes justo al Norte con un grupo de unos cinco Hoplitas nada más empezar y quitártelo del medio antes de que se convierta en un problema, dejando solo al amarillo que está al otro lado del río.
Voces de Babilonia acaba con la conquista de Nínive. Al igual que en el último escenario de la campaña Griega, este empieza con el mismo susto de uno de los enemigos construyendo una maravilla. A diferencia de ese escenario, sin embargo, la maravilla está tremendamente bien protegida y tu objetivo es simplemente destruirla. Nínive es una fortificación masiva, pero no parece tener economía y por tanto no va a ir sustituyendo las tropas que te cargas. Una vez acabas con su flota el verdadero incordio es el jugador amarillo del Oeste, que es mucho más agresivo. Puedes elegir ignorarlo o quitártelo del medio rápidamente. Yo hice lo segundo. Nínive se toma la construcción de su maravilla con bastante calma.
En definitiva, la campaña de Babilonia es mucho más difícil que la Griega. Sus escenarios son mucho más largos y sus condiciones de vistoria llevan más tiempo. Ese primer escenario debería estar considerado un crimen contra la humanidad.

Empieza con un nivel donde solo llevas a un arquero y tienes que asesinar a un héroe rival. Por el camino puedes encontrar algunas tropas más, pero por lo general simplemente consiste en ir con cuidado y avanzar poco a poco. El siguiente nivel consiste en explorar un archipiélago de islas y encontrar 6 artefactos. Es un poco más difícil debido a que tus tropas son limitadas y uno de los enemigos está constantemente enviando galeras para destruir tus transportes, que no son sustituibles. Si sabes donde están los artefactos el nivel no es difícil, pero si no los enemigos pueden acabar desgastándote demasiado.
El escenario 3 es más largo. Es otro de esos escenarios lineales donde tienes que llegar al final, solo que este es un poco más laberíntico. Empiezas con dos monjes y tienes que convertir a los enemigos que te encuentras por el camino. En mi partida el grueso de las tropas se concentraron al otro lado de un río, desde donde las fui convirtiendo a placer.
Para acabar, el escenario 4 empieza con el jugador amarillo a tu lado siendo súper agresivo y prácticamente obligándote a ponerte en modo tortuga detrás de una muralla para bloquearle el paso. Una vez haces esto, sin embargo, el tipo te deja mayormente en paz y puedes empezar a crear tu base y darle la vuelta a la tortilla. El tipo apenas avanza y es extremadamente fácil de eliminar una vez tienes unos cuantos Hoplitas a tu disposición. Tras esto el jugador marrón cae de forma similar, tras lo cual solo queda el rojo, que tiene una base de la hostia pero no tiene economía, de forma que no sustituye a sus tropas y es solo cuestión de tiempo que caiga también.