06-08-2018 13:32
(23-07-2018 14:36)Rosstheboss escribió:Lo del hijo de puta ese de Vic es que tiene narices. Suerte que no se ha llevado a nadie por delante.
Y dentro de este intercambio de pareceres, yo confirmo lo confirmable, al menos por mi zona, que lo que se tiene es catalanofobia, así en general, no unicamente independetismofobia. Por supuesto, la cosa se ha caldeado por el tema político, pero insisto, ves a la gente, sobre todo en los bares (que son mi hábitat natural) cargar contra cualquier que quede por la zona este. Si, si, no dudo que también en el este se mete a todos los Españoles a la altura de simios bípedos que aún no han perdido todo el pelo que deben para ser humanos por completo. Pero, al menos por el lado de la catalanofobia general, y viviendo donde vivo, es imposible que no venga a la mente las décadas de vascofobia general, por sintomas similares, donde una parte de la población cae gorda y se traslada al conjunto global de la comunidad autónoma.
Totalmente de acuerdo y comprobado a lo largo de toda mi vida, desde mi propia casa a cualquier entorno en el que haya vivido. La rabia que he llegado a ver porque, sencillamente, salga alguien en el telediario hablando en catalán en cualquier contexto (para mucha gente eso ya lo convierte en gilipollas, al parecer) es muy significativa. En tiempos más convulsos como estos pues eso se acrecenta, los que tenían algo de vergüenza de expresar mamarrachadas se sueltan la melena y los que nunca han tenido problema en soltar odio empiezan a elaborar discursos sobre los hechos actuales como si hubieran influido en algo de esa actitud y pensamiento que llevan teniendo y demostrando toda la vida.
Por supuesto, en todos lados cuecen habas y se retroalimenta (y en todos los sentidos, porque también muchos usarán la excusa de la violencia y otros hechos para justificar lo que ya decían, pensaban y hacían antes), pero el tiempo que he pasado en Cataluña a lo largo de mi vida es abismalmente inferior y no he llegado a experimentar por mí mismo esa hispanofobia que aparece como otra cara de la moneda (en total no juntaré ni un mes de todos mis años de vida), pero la catalanofobia la he tenido hasta en la sopa siempre.