25-11-2017 08:14
(25-11-2017 00:08)Merkurio escribió:Tengo la consola desde el lunes y ayer por fin me disupse a darle al Zelda BOTW (mi primer Zelda).
Como antecedente, me considero una putilla gráfica y la mayoría de las cosas las muevo a 4K y 60 fps con la mini-tostadora master race que tengo, pero lo cierto es que hace bastante tiempo ya que ningún juego me llena en lo más mínimo, por muy buenos gráficos que tenga, salvo aquellos que reciben una dósis de vicio por costumbre y porque me gusta el género (como el Forza 7).
Pues bien, considerando lo anterior, me supuse que el bajón de calidad y sobre todo los 30 fps podrían jugar en mi contra de cara a disfrutar el juego, pero lo que ocurrió ayer me dejó marcado como ningún juego que recuerde lo había hecho (y después de estar bastante desencantado con el mundillo desde hace tiempo, creo que lo dice todo).
Empecé por darme cuenta de que el juego se veía mucho mejor de lo que esperaba y bastante más fluido de lo que cabe esperarse viniendo de jugar a 60 fps...
Luego me fui percatando de detallitos por aquí y por allá, el apartado artístico sublime (no recuerdo una implementación del cell-shading tan lograda), un apartado sonoro digno de mis elogios como audiófilo de barra de bar y, en general, un perfeccionismo y pulcritud que roza lo enfermizo.
Llegó un momento en el que me sentí efímeramente inmerso en el síndrome de Stendhal, al ver lo bonito y tremendamente dinámico que se veía toco, con piel de gallina y alguna lagrimilla incluida, tuve que dejarlo un momento porque fue un impacto muy curioso. No recuerdo que ningún juego en términos de su diseño me haya despertado semejante reacción, y tampoco me considero la persona más sensible del mundo.
En fin, que me está encantando todo, me siento realmente parte del juego y no como un mero espectador. Tal vez sea el hecho de que sea mi primer Zelda, pero siento que sólo por ese momento de ayer, he amortizado totalmente la compra de la consola (y eso que hoy me llega el Mario Odyssey).
Pura MAJIA.
Sí no lo has hecho ya, cuando salgas de la meseta y veas que solo era el ombligo del mundo que tienes por delante, vas a fliparlo.
Yo no tengo ninguna duda, es el mejor juego al que he jugado nunca.