He desbloqueado la segunda ala de Montaña Roca Negra.
Spoiler :
Creo que hace un tiempo me vi la serie de Trump sobre la aventura pero por suerte no me acordaba de nada. El combate contra Garr es muy curioso. No tengo calculado cuánto daño hace de matar a todos sus esbirros al mismo tiempo, pero seguramente sea letal. Lo he vencido a la primera tanto en el primer duelo como en el desafío de clase para Guerrero. Muy sencilla a priori controlando en todo momento que no exploten demasiados a la vez. He echado en falta algo más de reto, aunque como con Naxxramas, supongo que el reto es para los que empiezan o tienen pocas cartas ya que con un deck sólido es complicado no ganar todas las partidas a la primera.
El Barón Geddon tiene una mecánica que me costó pillar por disléxico. Pensaba que hacía 5 puntos de daño al héroe si ÉL no gastaba todo su maná, no yo. Total que por subnormal me habrá hecho como 20 de daño a la cara de tranquis. Luego ya he remontada y de nuevo un combate muy asequible que en dificultad normal no pasa de anécdota. Igualmente el desafío de Chamán contra él resultó muy sencillo, aunque curiosamente esta vez no tuvo oportunidad debido a que me vinieron las cartas adecuadas para no llegar a turno 7. Y con sobrecarga sana.
Por último, el Mayordomo Executus al que recordaba que había que "controlar" el momento en el que invoca a Ragnaros para que la cosa no se descontrole. Nada mejor para tomar el control que un buen mazo de Priest. Hacia el turno 10-11 ya tenía la mesa plagada de Eructadores, Loatheb, Feugen y Kel'Thuzad practicando la necromancia cada turno. Creía que estaba hecho cuando en un mismo turno me ha plantado, sin exagerar, 6 gigantes de magma. Y he tenido que quemar naves para ir deshaciéndome de ellos. Por suerte no me ha costado demasiado recomponerme aunque al final murió KT. Para entonces ya tenía la supremacía del tablero establecida de sobras, cartas en la mano, él con un punto de vida y sin cartas en la mano. Era el momento de invocar al Señor del Fuego. Dos turnos duró, para alegría de Victor Nefarian.
Muy entretenida esta segunda ala a pesar de la baja dificultad y la pobre recompensa en cartas, pero bueno. Lo hacía por la diversión más que por el premio. Me gusta mucho que, a diferencia de Naxxramas y como ya comenté, el enemigo principal no dice tantas payasadas ni juegos de palabras que aunque están bien y a veces resultan graciosos, resultan cargantes y quitan toda seriedad al momento. Con Nefarian pocas veces ocurre ya que aunque hace coñas, lo hace en un tono más serio. Kel'Thuzad no se puso así hasta que accedemos a la última ala.
Pillaré sitio para ver cómo es el estilo de Arthas, Rey Exánime en la Ciudadela Corona de Hielo.
El Barón Geddon tiene una mecánica que me costó pillar por disléxico. Pensaba que hacía 5 puntos de daño al héroe si ÉL no gastaba todo su maná, no yo. Total que por subnormal me habrá hecho como 20 de daño a la cara de tranquis. Luego ya he remontada y de nuevo un combate muy asequible que en dificultad normal no pasa de anécdota. Igualmente el desafío de Chamán contra él resultó muy sencillo, aunque curiosamente esta vez no tuvo oportunidad debido a que me vinieron las cartas adecuadas para no llegar a turno 7. Y con sobrecarga sana.
Por último, el Mayordomo Executus al que recordaba que había que "controlar" el momento en el que invoca a Ragnaros para que la cosa no se descontrole. Nada mejor para tomar el control que un buen mazo de Priest. Hacia el turno 10-11 ya tenía la mesa plagada de Eructadores, Loatheb, Feugen y Kel'Thuzad practicando la necromancia cada turno. Creía que estaba hecho cuando en un mismo turno me ha plantado, sin exagerar, 6 gigantes de magma. Y he tenido que quemar naves para ir deshaciéndome de ellos. Por suerte no me ha costado demasiado recomponerme aunque al final murió KT. Para entonces ya tenía la supremacía del tablero establecida de sobras, cartas en la mano, él con un punto de vida y sin cartas en la mano. Era el momento de invocar al Señor del Fuego. Dos turnos duró, para alegría de Victor Nefarian.
Muy entretenida esta segunda ala a pesar de la baja dificultad y la pobre recompensa en cartas, pero bueno. Lo hacía por la diversión más que por el premio. Me gusta mucho que, a diferencia de Naxxramas y como ya comenté, el enemigo principal no dice tantas payasadas ni juegos de palabras que aunque están bien y a veces resultan graciosos, resultan cargantes y quitan toda seriedad al momento. Con Nefarian pocas veces ocurre ya que aunque hace coñas, lo hace en un tono más serio. Kel'Thuzad no se puso así hasta que accedemos a la última ala.
Pillaré sitio para ver cómo es el estilo de Arthas, Rey Exánime en la Ciudadela Corona de Hielo.