[Hilo Oficial] HearthStone: Heroes of Warcraft.

[DarkBlade]

Creo que definitivamente he tenido un pequeño salto de calidad a la hora de jugar. Antes del parón en el que dejé de jugar me quedaba estancado en los rangos 16-15 porque no daba para más en habilidad. Tenía casi el mismo deck que ahora pero no lo explotaba lo suficiente y tendía a hacer muchos misplays por partida, desperdiciando maná y sin preveer jugadas.

Ahora, más vale tarde que nunca, me he dado cuenta de que exprimiendo cada turno, intentando tener una buena curva de maná y no perder tempo en los turnos es algo fundamental para el futuro de la partida, y realmente da victorias. También veo jugadas que antes no veía o me costaba ver, y básicamente es acumular experiencias, jugar, jugar y jugar para sacar el máximo rendimiento al deck, ver cómo otros juegan y tener en cuenta lo que puede o no tener los mazos rivales.

Teniendo todo esto en cuenta he subido a nivel 12 y me mantengo estable, perdiendo y ganando pero de momento no bajo. Me ha costado darme cuenta pero la habilidad y la experiencia son las claves de la victoria en este juego, no las legendarias ni el RNG. Que tienen su parte de culpa, tampoco nos pongamos filósofos, pero mucha menos que las propias decisiones que uno toma a lo largo de la partida.

Hablaba ahora con Lamont acerca de si merece la pena ahorrar para BRM o no. Tengo un ala ya comprada, 180 oros ahorrados y tenía pensado ahorrar para las 4 alas que tengo pendientes, pero viendo las cartas, me ha dicho que no merece la pena ni siquiera para un Dragon Priest. Lo único por lo que quiero tenerla es, aparte de para tener esas cartas, quitarme la aventura de encima de cara a la próxima que saquen a finales de año, probablemente. No estoy seguro tampoco de si me compensa fundirlo todo en sobres. Frustra mucho que no teniendo ni el 50% de la colección clásico 3 de las 5 cartas vayan a ser polvo arcano. Es tirar el oro a la basura. Y muchas ni las aprovecho. Luego está lo de comprar de otras expansiones, pero, psé, no hay demasiadas cartas que me interesen y la probabilidad de que me toquen son, cuanto menos, irrisorias.