04-07-2019 20:03
Por fin he visto Toy Story 4.
Entretenida y graciosa, pero sin mucho más. Lejos de los altos estándares de Pixar, que por lo general no es que esta década haya estado a un gran nivel. Irregular y con muchas películas sacadas por la pasta, como el caso que nos ocupa. El guion se antoja repetitivo, especialmente por lo que ya hemos visto en la trilogía original. Aún así, hay ideas muy buenas, como la maduración y redención de Woody o el existencialismo de Forky. Por desgracia, la película termina siendo un batiburrillo de ideas que no llegan a culminarse y al final todo deriva en una comedia romántica cualquiera que ni satisface al fan de la saga ni a los niños. Que esa es otra, veo a Pixar muy perdida en cuanto a su target y que se ha creído demasiado el cuento de que hace películas para todos los públicos (incluido adultos) disfrutables y al final muchas de sus películas ni son tan profundas como aparentan y tampoco son ideales para los más pequeños.
Me asusta que entre la crítica y los premios nos vuelvan a dar la turra de que Pixar es el pináculo de la animación, porque si es por esta película desde luego que no. Otra cosa es que la calidad de su animación sea la hostia. Pues normal, son los que más pasta tienen. Pero es como cuando la prensa del videojuego siempre puntua con sobresalientes a los triple A por sus valores de producción.
Entretenida y graciosa, pero sin mucho más. Lejos de los altos estándares de Pixar, que por lo general no es que esta década haya estado a un gran nivel. Irregular y con muchas películas sacadas por la pasta, como el caso que nos ocupa. El guion se antoja repetitivo, especialmente por lo que ya hemos visto en la trilogía original. Aún así, hay ideas muy buenas, como la maduración y redención de Woody o el existencialismo de Forky. Por desgracia, la película termina siendo un batiburrillo de ideas que no llegan a culminarse y al final todo deriva en una comedia romántica cualquiera que ni satisface al fan de la saga ni a los niños. Que esa es otra, veo a Pixar muy perdida en cuanto a su target y que se ha creído demasiado el cuento de que hace películas para todos los públicos (incluido adultos) disfrutables y al final muchas de sus películas ni son tan profundas como aparentan y tampoco son ideales para los más pequeños.
Me asusta que entre la crítica y los premios nos vuelvan a dar la turra de que Pixar es el pináculo de la animación, porque si es por esta película desde luego que no. Otra cosa es que la calidad de su animación sea la hostia. Pues normal, son los que más pasta tienen. Pero es como cuando la prensa del videojuego siempre puntua con sobresalientes a los triple A por sus valores de producción.