27-05-2017 19:31
Pues otro par de cómics a comentar:
La máquina de hacer dinero: un cómic muy didáctico sobre el rumbo económico del último siglo a nivel macro, empezando por la superinfación alemana tras la primera guerra mundial, sobre las subidas y bajadas, sobre las cuantiosas crisis aunque solo se hable de unas pocas, aunque lógicamente no todas sean tan pronunciadas como la actual o el crack del 29. A nivel de dibujo, por cruel que resulte, esto parece un fancine hecho por adolescentes, dada la sencillez y hasta falta de calidad del mismo. A nivel de comic global, este es el enésimo ejemplo de por qué estoy enamorado de este arte, porque usar el arte secuencial para narrar de formas variopintas esta historia, me parece genial, haciando ameno, fácil y curioso seguir el baile continuado de datos y situaciones. Como curiosidad, sacan unos datos y movimientos en bolsa justo antes del 11-S que me han picado sobremanera por saber más, a pesar de comentarse también aquí cuales fueron el resultado de las investigaciones de esos movimientos. Tal vez no haya nada........tal vez pueda darle de comer un poco a mi lado conspiranoico.
Los guardianes del Louvre: otra maravilla de Giro Taniguchi, que oooooooooooootra vez usa a su prota-avatar habitual, en una historia de viaje a un plano entre la realidad y el sueño por otro protagonista mundado, sin que, otra vez más, lo importante es como se ha producido ese evento sobrenatural sino el viaje en si y lo que aprendemos del mismo, nosotros y el protagonista. Aquí la historia está coloreada con una belleza enorme (porque Taniguchi era un enamorado del estilo de los álbumes europeos a todo color), donde la historia en si no es importante sino como digo, el viaje durante la misma. El prota entra en contacto con 'los guardianes del Louvre', liderados por la figura hecha carne de la Nike de Samotracia que 'guarda' el museo, y a través de ese caminar por un plano que no existe unido a la realidad, vemos un devenir de pasajes donde conoce/conocemos la obra de Corot, al mismo Van Gog o la retirada de la mayoría de obras del museo antes de la invasión nazi para protegerlas.
De hecho, de Taniguchi he pillado por consejo de un amigo el primer volumen de dos de 'Los años dulces' a ver que tal. Encima, tengo desde hace meses, comprado barato además, el tomo de 'Enemigo', y me siento sucio por dejarlo ahí en la mesa de la cocina sin leer tanto tiempo.
La máquina de hacer dinero: un cómic muy didáctico sobre el rumbo económico del último siglo a nivel macro, empezando por la superinfación alemana tras la primera guerra mundial, sobre las subidas y bajadas, sobre las cuantiosas crisis aunque solo se hable de unas pocas, aunque lógicamente no todas sean tan pronunciadas como la actual o el crack del 29. A nivel de dibujo, por cruel que resulte, esto parece un fancine hecho por adolescentes, dada la sencillez y hasta falta de calidad del mismo. A nivel de comic global, este es el enésimo ejemplo de por qué estoy enamorado de este arte, porque usar el arte secuencial para narrar de formas variopintas esta historia, me parece genial, haciando ameno, fácil y curioso seguir el baile continuado de datos y situaciones. Como curiosidad, sacan unos datos y movimientos en bolsa justo antes del 11-S que me han picado sobremanera por saber más, a pesar de comentarse también aquí cuales fueron el resultado de las investigaciones de esos movimientos. Tal vez no haya nada........tal vez pueda darle de comer un poco a mi lado conspiranoico.
Los guardianes del Louvre: otra maravilla de Giro Taniguchi, que oooooooooooootra vez usa a su prota-avatar habitual, en una historia de viaje a un plano entre la realidad y el sueño por otro protagonista mundado, sin que, otra vez más, lo importante es como se ha producido ese evento sobrenatural sino el viaje en si y lo que aprendemos del mismo, nosotros y el protagonista. Aquí la historia está coloreada con una belleza enorme (porque Taniguchi era un enamorado del estilo de los álbumes europeos a todo color), donde la historia en si no es importante sino como digo, el viaje durante la misma. El prota entra en contacto con 'los guardianes del Louvre', liderados por la figura hecha carne de la Nike de Samotracia que 'guarda' el museo, y a través de ese caminar por un plano que no existe unido a la realidad, vemos un devenir de pasajes donde conoce/conocemos la obra de Corot, al mismo Van Gog o la retirada de la mayoría de obras del museo antes de la invasión nazi para protegerlas.
De hecho, de Taniguchi he pillado por consejo de un amigo el primer volumen de dos de 'Los años dulces' a ver que tal. Encima, tengo desde hace meses, comprado barato además, el tomo de 'Enemigo', y me siento sucio por dejarlo ahí en la mesa de la cocina sin leer tanto tiempo.